La industria alimentaria ha aprendido de la farmacéutica que una buena manera de ganar dinero es convencer al público de que sus productos tienen unas propiedades extraordinarias para tratar algún problema de salud, sea éste real o inventado. Siendo el más utilizado el convencimiento general...
Los antidepresivos "modernos" -los conocidos inhibidores de recaptación de la serotonina- de los que la fluoxetina -comercialmente más conocido como Prozac- es desde hace veinte años la estrella de los fármacos son tan eficaces para tratar ...
La inocuidad de los teléfonos móviles cuando se usan de forma habitual no está científicamente demostrada. Y punto. Antes bien, hay numerosas evidencias de su potencial peligrosidad, muy especialmente en el caso de niños y adolescentes. ...
La afirmación de que tener demasiado colesterol en sangre puede causar aterosclerosis y, por ende, todo tipo de enfermedades cardiovasculares no ha sido demostrada científicamente jamás. Antes bien, existen estudios que demuestran que ...
Que cualquier principio activo presente en una planta, un alimento o un fármaco pueda tener, diluido miles de veces, el mismo o mejor resultado terapéutico que sin diluir resulta sorprendente para cualquier médico convencional aunque ....
Las compañías farmacéuticas son legalmente responsables de los efectos secundarios de sus medicamentos. El hecho de que estén aprobados por las correspondientes agencias reguladoras no las exime de esa ...
Inicio / Revistas / Número 78 / ¿Por qué se permite comercializar fármacos peligrosos que no curan nada?
La Medicina Tradicional China tiene sólidos fundamentos aunque en occidente muchos se empeñen en seguir negándolo. Se alega que no es una medicina “científica” pero quienes lo afirman gratuitamente tienen una concepción de la ciencia que quedó obsoleta hace décadas debido a los descubrimientos del último medio siglo, especialmente desde la formulación de un universo holográfico en el que destacan el papel de la Física y la Mecánica cuánticas. Es más, la clásica dicotomía entre ciencia y religión que hizo que muchos científicos se declararan ateos o agnósticos está diluyéndose; y no es un tema baladí porque de la concepción y conocimiento del universo, de sus leyes, de su realidad y de la nuestra como seres humanos depende en gran medida nuestra salud y cómo recuperarla cuando se pierde. De todo ello y más nos habla en este texto el doctor Antonio Carlos Nogueira —de forma limitada por razones de espacio— en un articulo que nos hizo llegar antes de fallecer el 4 de marzo de 2019 a los 75 años y que, por distintas razones, no pudo en ese momento publicarse. El texto que presentamos a continuación fue editado por nuestro anterior director, Jose Antonio Campoy, con objeto de hacerlo lo más comprensible posible al lector no versado en la terminología de esta disciplina, pero responde puntualmente a lo que escribió y comentó personalmente con él en varias ocasiones. Han transcurrido pues cinco años desde su muerte pero lo que afirmaba mantiene plenamente su actualidad e interés y de ahí que hayamos recuperado el artículo en homenaje a su figura y al gran trabajo que efectuó durante décadas al frente del madrileño Centro de Enseñanza de la Medicina Tradicional China (C.E.ME.C.T.) así como impartiendo conferencias y seminarios en muy distintos países, especialmente de Iberoamérica.