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Octubre 2014
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Constatan la incidencia de los factores emocionales en el cáncer de mama

El médico alemán Ryke Geerd Hamer postularía en 1981 que lo que llamamos cáncer no es a menudo sino un proceso biológico natural que el organismo pone en marcha como respuesta a un shock traumático inesperado que se vive en soledad y que según la naturaleza del conflicto -afectivo, laboral, sexual, etc.- impacta en una u otra área del cerebro provocando una ruptura del campo electrofisiológico o electromagnético que, como consecuencia, altera el órgano que esa parte del cerebro regula. Pues bien, 33 años después investigadores de la Universidad Ben Gurion de Israel acaban de publicar en BMC Cancer un trabajo cuya principal conclusión es que las mujeres jóvenes que sufren situaciones emocionales graves ¡deben ser consideradas grupo de riesgo para el cáncer de mama! Y no son los primeros en llegar a la conclusión de que los factores emocionales son importantes en cáncer.