Este reportaje aparece en
194
Junio 2016
Ver número

Campaña de desprestigio contra todo profesional que no se pliegue al modelo médico imperante

¿Cómo es posible que tantos grandes medios de comunicación den cabida y crédito a cualquier ignorante indocumentado sin formación universitaria ni estudios científicos que en el ámbito de la salud pontifique sobre lo que es o no correcto, científico y admisible? ¿Cómo asumen acríticamente que puede tacharse de «curandero» o «estafador» a todo profesional de la salud -médicos incluidos- que utilice terapias, métodos o productos no convencionales cuando los mismos están avalados hasta por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa? ¿Qué clase de ¨profesionales» se ocupan hoy en ellos de la «información» sobre salud y asumen que son aceptables la calumnia, la injuria, la difamación y el desprestigio personal y profesional de personas manifiestamente preparadas y honestas? Es hora de hablar claro.

Campaña de desprestigio contra todo profesional que no se pliegue al modelo médico imperante