Un equipo de científicos del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha demostrado que las mujeres fumadoras que quieren quedarse embarazadas tardan -de media- dos meses más que las que nunca han fumado o que superaron la adicción al tabaco al menos un año antes.
que el resto, según publicaJournal of Biosocial Science.
Además de retrasar la concepción, fumar durante el embarazo está asociado a un incremento en el riesgo de mortalidad infantil, problemas respiratorios, infecciones y bajo peso del bebé. Este estudio muestra que dejar el tabaco debe formar parte de las medidas sistemáticas que se deben adoptar antes de decidirse a engendrar un hijo.