NÚMERO 255 / ENERO / 2022

Carta del director a los lectores

La sección de Cartas al Director tiene en cualquier medio de comunicación una función concreta y es la de dar la oportunidad a quien lo adquiere de hacer preguntas, trasladarnos dudas, sugerir temas, hacer propuestas, expresar opiniones, manifestar su conformidad o discrepancia con lo publicado y, en el caso de nuestra revista, plantear problemas de salud para saber si podemos sugerirles qué hacer -lo que respondemos tras consultar a los miembros de nuestro amplio Consejo Asesor-, saber si hay alternativas a los métodos y tratamientos convencionales que les han sugerido, preguntar qué médicos o terapeutas podrían ayudarles y los métodos de contacto, qué organizaciones de enfermos y de profesionales de la salud tienen más información sobre su problema… Hemos recibido todo tipo de preguntas, consultas, sugerencias, quejas, proposiciones e informaciones. Pues bien, siendo la última revista impresa que se publica he decidido cambiar las tornas y ser yo quien desde esta sección se dirija directamente -por primera y última vez- a los lectores. No voy pues a dar cabida a los últimos correos y mensajes recibidos. Pido disculpas por ello a quienes esperan respuestas pero no voy a darlas porque el «cierre» está siendo intenso, duro y complejo y no tengo tiempo para ello. Son muchos los lectores que no entienden que hay cartas sobre patologías complejas que para ser respondidas exigen dedicar a cada una de ellas varias horas.

Tampoco voy a publicar ninguna de las numerosas cartas, correos, mensajes y post que nos han llegado a través de correo postal, email, Whatsapp y Telegram -entre ellas algunas de queja por cerrar y muchas más de agradecimiento por la labor realizada en estos 23 intensos años- porque necesitaríamos dedicar a ello numerosas páginas y además muchas son exageradamente elogiosas. Las agradecemos de corazón pero no van a ver la luz.

Dada esta explicación -que me parece procedente y necesaria- añadiré que no vamos ya a responder consulta alguna. He comprobado que a pesar de explicar en una amplia entrevista las razones de que la revista deje de publicarse muchos lectores no parecen entender lo que ello implica y significa: no va a haber ya interacción. El servicio que prestábamos tanto a través de esta sección como mediante atención telefónica desaparece igualmente. No va a haber nadie en la oficina que escuche los posibles problemas de salud que alguien padezca y sugiera direcciones o teléfonos. Y obviamente tampoco van a atenderse por correo ese tipo de preguntas. Sugiero pues a quien necesite algo así que entre en nuestra web –www.dsalud.com, pinche en el apartado del Consejo Asesor y busque en él a algún profesional que pueda atenderle en su consulta. Es más, el Consejo Asesor deja igualmente de estar vigente ya que no hay nada que debamos consultar a sus miembros y, por tanto, a partir del 1 de enero de 2022 quedará solo de forma testimonial a fin de que sus currículos y formas de contacto estén accesibles.

Aclarado todo esto agregaré que la web no desaparece pero a partir del 1 de enero solo podrán acceder a su contenido los suscriptores. Como ya expliqué en la entrevista antes citada que salió el mes pasado (nº 254) mantener activa en Internet una web con tanto contenido exige que la empresa siga abierta con los gastos que eso conlleva: sufragar una infraestructura -por pequeña que sea- y algún puesto de trabajo, abonar los programas informáticos -hoy te los alquilan, no los compras-, pagar el alojamiento del servidor, los dominios, el alquiler de un local, la luz, el teléfono, el ADSL, la gestoría, los seguros de responsabilidad, las tasas e impuestos… Es más, se requiere un equipo que actualice los programas informáticos en el servidor y se ocupe de que no se «caiga» y de que no sea atacada o kackeada. Además hay que actualizar y pagar los derechos de la cabecera y cada año el de los dominios así como ocuparse de que se respeten los derechos editoriales y de autor.

La creencia de que al cerrarse la revista impresa cualquiera puede copiar, reproducir o utilizar de la forma que le parezca oportuno los textos publicados que están accesibles en la web es un error. Es más, se trata de un delito que será denunciado -como es obligación de la empresa- atendiendo a las leyes y normas nacionales e internacionales que son de aplicación como se explica ampliamente en los apartados que aparecen en la parte inferior de la web con los epígrafes Derechos reprográficos y Aviso legal. En ellos se explica que los textos publicados en Discovery DSALUD y su web –www.dsalud.com– están protegidos por la ley. No pueden ser ni copiados ni reproducidos. Y otro tanto cabe decir de las imágenes que aparecen en las revistas impresas y en la web: no son de libre disposición. Los derechos de propiedad intelectual e industrial y de imagen pertenecen a Ediciones MK3 y a sus autores, incluidos los patrimoniales, morales y conexos así como los de reproducción; por tanto no se admite su copia o reproducción en otras webs, blogs o facebook -sean cuales sean sus fines- ni siquiera citando su procedencia (salvo autorización expresa por escrito). El seguimiento y vigilancia de estos derechos los ejercen tanto el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) como los propios servicios jurídicos de Ediciones MK3.

Cabe añadir que el acceso y navegación de un usuario por nuestra web al igual que la condición de suscriptor de pago no implica en modo alguno renuncia, transmisión, licencia o cesión total o parcial de dichos derechos. No está pues permitido modificar, copiar, reutilizar, explotar, reproducir, comunicar públicamente, hacer segundas o posteriores publicaciones, cargar archivos, enviar por correo, transmitir, usar, tratar o distribuir de cualquier forma la totalidad o parte de los contenidos incluidos en www.dsalud.com y Discovery DSALUD si no se cuenta con la autorización expresa y por escrito del titular o titulares de los derechos a que corresponda.

Y otro tanto cabe decir de los vídeos. Lamentablemente en estos años muchos fueron subidos sin autorización a webs, blogs, canales y plataformas y en unas ocasiones fueron eliminados por los buscadores tras ser ello denunciado mientras en otros se procedió a cerrarles directamente el sitio.

En suma, tener la web en Internet exige mantener la empresa en funcionamiento y eso requiere ingresos que no van a proceder ya de la venta en kioscos. Y estamos hablando de una web en la que hoy más de 4.000 noticias, más de 2.000 amplios reportajes rigurosos y documentados y más de un millar de cartas con respuestas a innumerables problemas de salud.

Puede pues decirse sin temor a exagerar que se trata de una pequeña base de datos enciclopédica con valiosa información contrastada mucha de la cual desconoce la mayoría de la sociedad porque nunca ha aparecido en la gran mayoría de los actuales medios de manipulación y desinformación. Entre otra, casi un centenar de artículos dedicados a la ineficacia y peligros de las vacunas y los fármacos y unos 200 al problema del cáncer. Es más, hay entrevistas a profesionales de mucha categoría académica y/o profesional, entre ellos altos cargos de instituciones nacionales e internacionales. Basta leer el reportaje que aparece en este mismo número con el título ¡Es hora de despertar! para hacerse una idea de lo que los lectores pueden encontrar en nuestra web.

Y si hago todas estas aclaraciones -que deberían ser innecesarias- es porque desde que anunciamos el cierre de la revista impresa han sido varias las empresas que han querido comprar los derechos editoriales y muchas más -personas individuales incluidas- las que nos han pedido con total desfachatez que les pasáramos todos esos textos en Word -así como los videos- para poder incorporarlos con más facilidad a sus propias web, blogs o plataformas.

Añadiré que quienes decidan suscribirse a la web tendrán derecho a leer y visualizar en línea todo ese material pero no a copiarlo, reproducirlo, imprimirlo o utilizarlo para su comercialización. Debo decir asimismo que salvo excepciones puntuales no se subirán nuevos textos a la web pero sí audiovisuales. Nuestra intención es entrevistar a aquellas personas que puedan aportar novedades de interés procurando que sean breves ya que casi nadie tiene tiempo para visualizar videos de larga duración. ¡Iremos al grano! E igualmente celebraremos debates cortos puntuales cuando un asunto lo requiera. Es más, haremos videos cortos y breves cuando alguna institución, político, personalidad, periodista o tertuliano de los grandes medios de manipulación desinforme o mienta descaradamente a la sociedad. Hasta ahora teníamos que esperar a que la revista saliera a kioscos para hacerlo pero ahora podremos subirlos de inmediato.

Termino indicando que en los próximos meses intentaremos tener listos varios libros que entendemos podrán ser útiles para mucha gente, la mayor parte de ellos para su lectura online pero en otros casos impresos. Ahora bien, éstos se imprimirán solo por encargo así que una vez terminada su edición y maquetación se lo daremos a conocer a nuestros suscriptores a través de la web o de correo personal (lea la página final correspondiente hasta ahora al Avance).

Finalizo indicando que la suscripción a la web costará solo 25 euros al año y deberá hacerse entrando en el apartado de Suscripciones de la misma (www.dsalud.com). Tal será el precio durante el primer año, transcurrido el cual se valorará si puede mantenerse con esa cantidad… o se cierra definitivamente.

Jose Antonio Campoy

NÚMERO 254 / DICIEMBRE / 2021

Estimado Director: conocí la revista por casualidad hace muchos años, en el kiosco donde compro el periódico todos los fines de semana. Fue todo un descubrimiento pues recuerdo que era un número especial dedicado a la gripe A; si mal no recuerdo fue allá por octubre de 2009. Me sorprendieron la portada y el titular: Gripe A ¡Conozca todas las mentiras de esta falsa pandemia inventada! Como se podrá imaginar sentí una mezcla de incredulidad y cabreo. No entendía nada. Nada más llegar a casa leí el Editorial y me enfadé aún más. La dejé aparte durante un buen rato pero la curiosidad me pudo. Ese mismo día la leí y comencé a hacerme preguntas. Luego comenté los contenidos de la revista con algunos compañeros de trabajo y se quedaron tan sorprendidos como yo porque los telediarios, los informativos de radio y los periódicos nos decían que estábamos ante una pandemia que iba a ocasionar miles de muertos. Así les conocí y así me abrieron los ojos. Desde entonces no he dejado de comprar su revista ni un solo mes. Gracias a ustedes he conocido la verdad que hay detrás de la Medicina y de la industria farmacéutica y de ahí que me resulte tan doloroso saber que la revista cierra en enero. ¿De verdad no existe ninguna posibilidad de que continúen ustedes? Nos dejan “huérfanos”. En su día pedí varios números anteriores –de los de antes de saber de su existencia- porque estaba muy interesado en sus contenidos. ¿Cómo nos podremos informar bien a partir de enero? Nos quedamos a oscuras. ¿Y van a cerrar también la web? No hagan al menos eso, por favor. En fin, mientras espero noticias que me tranquilicen reciban mi más sincero agradecimiento por la labor que han realizado en estas dos décadas. Sr. Campoy: es usted un ejemplo de cómo se debe ejercer el periodismo. Muchas gracias a todo el equipo de la revista. Lo digo de corazón y espero sinceramente que, aunque sea a través de la web, usted no “desaparezca” en estos duros momentos llenos de confusión y miedo.

Carlos Belmonte

(Santander)

Ante todo gracias por sus palabras. El mes pasado dijimos que no volveríamos a publicar ninguna carta elogiosa más ni que insistiese en que no cerráramos la revista por simple pudor y porque la decisión es firme pero es que este mes todas las cartas y correos que hemos recibido –numerosísimas- son del mismo tenor y tema así que nos hemos visto “forzados” a no publicar ninguna –y sería la primera vez- o a seleccionar algunas. Y lo que hemos hecho para no molestar a quienes nos han escrito –algunas cartas, por cierto, son “kilométricas”- es hacer una selección al azar de tres de ellas no dejando ninguna fuera del “sorteo”. Hecha esta aclaración -que nos ha parecido necesaria por mera congruencia- no tenemos nada que añadir salvo remitirnos a la entrevista que aparece en este mismo número en la que se dan cuenta de las razones del cierre de la revista impresa y de lo previsto sobre la web y sobre mis intenciones. La web, por tanto, no se cierra pero a partir de enero solo podrán acceder a su contenido quienes lo deseen… suscribiéndose. Desde que se creó  hasta ahora todo su contenido era accesible gratuitamente salvo los diez últimos números y los apartados sobre Cáncer y Medicina Ortomolecular pero a partir de enero ya no será así. Le invitamos a leer el texto que dedicamos al cierre en este mismo número para saber por qué.

 

Estimado Director: ante todo quiero felicitarles a ustedes por la valentía con la que ejercen el periodismo en los penosos tiempos que corren. Enhorabuena por su integridad y su ética profesional. No debe ser tarea fácil y tiene que desgastar mucho, tanto personal como profesionalmente. Debo decirles que tengo cuarenta años, estoy sano y, por tanto, los asuntos relacionados con la salud no me han preocupado mucho hasta que llegó el SARS-CoV-2 a mi vida profesional y tuve que cerrar mi empresa. Me arruiné y ahora estoy intentando salir adelante, como tantos y tantos autónomos que somos buenos cuando creamos puestos de trabajo y seres inexistentes cuando nos quedamos con una mano delante y otra detrás. El caso es que desesperado y vacío, mientras intentaba encarrilar mi vida de nuevo, le descubrí un día en Linkedin cuando buscaba trabajo. Me sorprendió su perfil -y que tuviera tantos miembros- y quise saber quién era. Fue así como descubrí la revista que dirige. Económicamente no estaba muy boyante pero compré un ejemplar en una gran superficie y me quedé fascinado. De pronto conocí lo que las televisiones no nos contaban durante horas en sus “monográficos Covid”  diarios. Llamé a la revista, pedí todos los números desde el inicio de la “pandemia” y leerlos fue para mí increíble. Hablé luego con algunos amigos y les convencí para que conocieran sus contenidos y no se quedaran solo con la versión oficial que aparecía en los “telediarios del miedo”. Como siempre, unos me hicieron caso y otros no. Lo cierto es que a día de hoy hasta los que consideraban que mi situación profesional me llevaba a refugiarme en “informaciones falsas o no contrastadas” –me decían- me están dando ahora la razón: ¡ya no se cree ninguno la versión oficial! Les ha costado pese a que todos somos universitarios y tenemos –se supone- conocimientos suficientes para analizar, contrastar y verificar informaciones que se contradicen entre sí y se imponen de manera reiterada a través de mensajes idénticos en todos los grandes medios de comunicación. Además la revista va mucho más allá de los contenidos relacionados con la actual “pandemia”. He comprobado –recientemente- que en realidad es una enorme “biblioteca” con un contenido amplio y valioso que no se puede perder y debería llegar a todo el mundo. ¡Son más de 2.000 extensos reportajes de una enorme calidad! ¿Si la revista cierra podremos seguir teniendo  acceso a sus contenidos? ¿Nos tenemos que suscribir ya o podremos hacerlo cuando queramos? ¿Cómo será la web a partir de enero? ¿Seguirá usted al frente de ella o se jubila por completo? ¿Nos puede adelantar algo?

Miguel Ángel Alonso

(Gerona)

Al igual que al lector anterior le agradecemos muy sinceramente sus amables palabras y nos remitimos a la respuesta dada antes.

Estimado José Antonio: no sabes cómo me apena que la revista cierre. Comprendo tu decisión porque soy médico desde hace 36 años, estoy en general de acuerdo con lo que decís en la revista y en Puerto Rico –que es donde vivo y trabajo desde 17 años- la presión también es brutal. Especialmente sobre el colectivo sanitario. La “plandemia” ha cambiado todo en nuestro sector que -quiero decirlo públicamente- está hoy completamente corrompido. Es así desde hace ya años aunque nosotros no nos atrevamos ni a confesarlo, ni a denunciarlo. Sencillamente, nos quitarían la licencia. La diferencia con antaño es que hoy se nos está utilizando para dejar morir a pacientes e incluso para acelerar su muerte. Es más, todos los médicos –y el sector entero de la Enfermería- saben que estamos inyectando masivamente vacunas experimentales –algunas son en realidad fármacos- cuya seguridad se le asegura a la ciudadanía cuando es mentira. Está oficialmente constatado que han provocado daños –algunos muy graves- a cientos de miles de vacunados y la muerte directa a varias decenas de miles. Son cifras oficiales –insisto- así que no preciso demostrarlo. ¿Cómo es pues posible que tantos “colegas” sigan inoculándoselas a la gente sabiendo que hasta pueden morir por su culpa? ¿Han perdido la razón mis compañeros? Mi profesión me da hoy asco; tanto que aunque tengo solo 62 años he decidido retirarme. No quiero ser cómplice –siquiera sea por omisión- de esta matanza. Comprendo pues que te hayas hartado y lo dejes. Como te escuché decir hace ya más de un año en una entrevista que te hicieron a través de Zoom ¡no hay nada que hacer! El borreguismo  es total. Gracias por tu fantástica labor y la de todo tu equipo. Y perdóname el tuteo pero es que aunque no nos conocemos me siento muy cercano a ti.

Jesús Narváez

(San Juan)       

NÚMERO 253 / NOVIEMBRE / 2021

Estimado Director: llevo muchos años leyendo la revista y quiero ante todo felicitarle a usted y a todo el equipo por su sinceridad, coherencia y rigor informativo. Y paso sin más a explicarle el motivo de mi carta: mi padre tiene 93 años y ha sufrido múltiples patologías que obligaron a ingresarle en los últimos años por neumonía y otras alteraciones respiratorias. Ha estado pues siempre polimedicado y de ahí que no hace mucho la familia acordara con su geriatra no volver a ingresarle si su situación permitía tratarle de manera razonable en casa. El caso es que a finales del verano de 2020 le hicieron una PCR en una de las visitas médicas domiciliarias y dio positivo al SARS-CoV-2 aunque nos dijeron que podía haberse debido a la neumonía que padecía en esas fechas y al consecuente proceso inflamatorio. Nos negamos a que fuera ingresado y se recuperó en casa sin padecer sintomatología grave. Ya en 2021 y por decisión mayoritaria de la familia se le inocularon las dos dosis de la “vacuna” de Pfizer y ha estado razonablemente bien hasta que aparecieron problemas de retención de orina por lo que hubo que ponerle una sonda. Bueno, pues a primeros de este año empezó a tener dolores en la zona baja del abdomen y de los genitales, vinieron los médicos a casa, le sustituyeron la sonda que tenía puesta y como no mejoraba se le llevó al servicio de Urgencias del madrileño Hospital Gregorio Marañón donde le hicieron las analíticas y pruebas de rigor, incluyendo una radiografía de tórax. Se detectaría así inflamación abdominal, déficit de oxígeno, algo de líquido en los pulmones -los problemas habituales de los últimos años- y una discreta asimetría en el lado derecho que podía ser signo de bronconeumonía por lo que nos aconsejaron dejarlo ingresado unos días. Sin embargo apenas cinco minutos después nos dirían por teléfono que habían vuelto a hacerle una PCR que había salido de nuevo positivo al SARS-CoV-2 y debían trasladarlo a la “zona Covid” para estar en ella entre 6 a 10 días absolutamente incomunicado. Pedimos inmediatamente hablar con el médico que reiteró la necesidad de hacerlo dada “la gravedad del cuadro”. Aquello nos mosqueó sobremanera porque oficialmente mi padre había pasado ya la Covid-19 en 2020 y se puso las dos dosis de la vacuna de Pfizer en 2021. ¿Qué pasa? ¿Que ni haber pasado la enfermedad ni vacunarse inmuniza? Le preguntamos a cuántos ciclos se había hecho la PCR –sabemos que por encima de 28 casi todos son falsos positivos- y se limitó a decirnos que “a ciclos altos” sin querer especificarlos. Le dijimos entonces que volvieran a hacérsela pero a 25 ciclos y nos respondió que “¡el protocolo no lo permitía!” Interrogado sobre qué tratamiento pensaban aplicarle nos dijo que iban a darle oxígeno, antibióticos, corticoides y subir la dosis del diurético. Y ante tal situación decidimos pedir el alta voluntaria que se nos concedió dejando constancia el médico por escrito de que lo desaconsejaba expresamente (y así lo podría de hecho en mayúsculas en el informe médico). Teníamos claro que no se justificaba porque así nos lo había dicho expresamente su geriatra, porque en su casa hay un buen equipo de oxígeno, porque no tenía disnea, ni fiebre, ni tos, ni nada que hiciera pensar en un problema respiratorio de gravedad y porque en ella cuenta con atención las 24 horas al día, tanto profesional como familiar, y eso refuerza su estado emocional y mental elevando las defensas del sistema inmune. Por eso y porque para nosotros la fiabilidad de la PCR es NULA. Ha pasado desde entonces una semana y mi padre está mucho mejor. Para nosotros es evidente que tomamos la decisión adecuada. Y desde luego nos preguntamos si seguiría vivo en caso de haberse quedado en el hospital. Y es que no parece precisamente muy inteligente aislar física, mental y emocionalmente a una persona mayor impidiéndole durante días el contacto con familiares, amigos y conocidos. Dicen que se hace para evitar el contagio pero me pregunto si hay aun gente que se cree eso porque resulta, por poner un ejemplo, que el número de supuestos “contagiados” y “muertos por” disminuyó drásticamente ¡en las dos semanas en las que ha habido más concentraciones, botellones, fiestas, viajes y apertura de bares, restaurantes y discotecas de todo el año! ¿Es que nadie se ha dado cuenta? ¿Y para qué se aísla y encierra a los ancianos en los hospitales? Para ayudarles a vivir… ¿o a morir?

Carlos

 

Le agradecemos sinceramente que nos haya pasado su testimonio, importante en la medida en que puede ayudar a otras personas a conocer mejor parte de lo que está sucediendo en nuestros hospitales. Y coincidimos plenamente en su observación final. Lástima que no todo el mundo tenga su mismo sentido común.

 

 

Estimado Director: quisiera ante todo trasladarle nuestra más profunda admiración por el trabajo que viene realizando junto con su equipo desde hace tantos años. Es para nosotros fuente de inspiración y el paradigma del coraje y el valor al que siempre retornamos cuando nos sentimos abrumados por las injusticias que venimos presenciando, especialmente en los últimos dos años a causa de la «plandemia». El caso es que hace pocos meses varios profesionales del Derecho -con bufetes en varias ciudades de España y otros países de la Unión Europea- decidimos reunirnos y crear una plataforma en la que atender a todas aquellas personas -españolas o extranjeras- que hayan perdido a un ser querido o estén sufriendo graves problemas de salud tras haber recibido alguna de las mal llamadas «vacunas Covid», tomado alguno de los medicamentos que se usan para tratar la «enfermedad» o haber sido víctimas de un procedimiento médico inapropiado, defectuoso o negligente. Hemos llamado a la plataforma Causa 19 y quienes deseen conocernos mejor pueden hacerlo accediendo a nuestra página web: www.causa19.com. Sabemos que hay muchos compañeros abogados que pueden hacerse cargo de este tipo de situaciones pero difícilmente lo harán con la convicción y contundencia que se necesita si se creen la versión oficial de lo que está sucediendo. No se puede defender adecuadamente aquello en lo que no se cree. Nosotros, en cambio, sabemos que toda esta farsa se basa en manipulaciones y mentiras, que hay numerosos expertos de prestigio y trabajos científicos que cuestionan e incluso desmontan la versión oficial y que para lograr todo esto se han violado numerosas leyes nacionales e internacionales. Nuestro enfoque de la situación es pues muy diferente al que tiene la mayoría de nuestros colegas y por tanto quienes acuden a nosotros no necesitan primero «convencernos» de que estamos viviendo una pantomima por lo que el propio trato se hace ya mucho más cercano y asequible en todos los aspectos. Además podemos atender a las personas en varios idiomas y tenemos la intención, dada la gravedad del asunto, de hacer lo más económicamente asequible nuestro trabajo. Y lo más importante: somos todos profesionales que hemos pasado por vivencias parecidas ya que algunos hemos perdido a amigos y familiares. No afirmamos que vayamos a conseguir siempre resultados positivos porque como es fácilmente entendible gran parte de los jueces y magistrados -ciudadanos manipulables al igual que el resto aunque no en la misma medida- aún se creen el relato oficial. En cualquier caso las cosas se han hecho con tal prepotencia y soberbia que incluso quienes en la judicatura se creen que existe una pandemia provocada por un virus saben que jurídicamente se han violado todo tipo de normas. Y es que la mayoría de las medidas sanitarias se adoptaron sobre bases falsas y son manifiestamente ilegales. ¡Empezando por la declaración del propio Estado de Alarma! Somos muy conscientes de que no vamos a poder atender a todos quienes acudan a nosotros porque las víctimas se cuentan hoy por cientos de miles pero lo intentaremos. Y no solo jurídicamente sino poniéndoles en contacto directo con médicos, enfermeros, abogados, psicólogos y otros profesionales según donde viva la persona afectada. Nos despedimos agradeciéndole una vez más su trabajo, tan valioso para los que intentamos ir fortaleciendo la Resistencia. Es más, animamos a otros profesionales que piensen igual a ponerse en contacto con nosotros para colaborar.

Iulia Mihai

Petre & Asociados

 

En primer lugar, gracias por su reconocimiento. Y en segundo, debemos decirle que nos congratula sinceramente su iniciativa y confiamos en que le sea útil a mucha gente aunque tenemos serias dudas de que los tribunales reaccionen; al menos a corto y medio plazo. A fin de cuentas no estamos ante un problema puntual que pueda afrontar un órgano judicial de forma independiente y con arreglo a las leyes sino ante una operación político-económica de gran envergadura y mucho nos tememos que los máximos organismos judiciales del mundo están involucrados en ella. No importa pues si jueces y magistrados honestos y realmente independientes avalan la ilegalidad de todo esto porque habrá otros mediatizados de más alto rango que lo justifiquen. Es más, se arriesgan a ser expulsados de la judicatura. Léase en este mismo número lo que le ha pasado al juez portugués Rui da Fonseca e Castro por actuar honradamente.

 

 

Estimado Director: hace tiempo que quería escribirles y si me he animado a hacerlo ahora es por dos artículos del nº 252: Los efectos adversos de las ‘vacunas Covid’ son cada vez mayores y más graves y Las ‘vacunas Covid’ pueden causar problemas menstruales e infertilidad y provocar abortos. En el primero se menciona la llamada Covid persistente y se señala que «la disbiosis intestinal es característica de muchas enfermedades infecciosas, incluida la Covid-19» y además se dice que los dispares síntomas de la enfermedad encajan con los de una exposición continuada a las radiaciones por radiofrecuencia. La relación entre la exposición a determinadas radiofrecuencias y la disbiosis intestinal es conocida y se debe a que provocan un crecimiento anormal de determinadas bacterias; por ejemplo de la E. coli, presente en el tracto digestivo. Así se reconoce en el trabajo que aparece en este enlace: https://www.eonutrition.co.uk/post/is-your-mobile-phone-destroying-your-digestion-the-emf-microbiome-interaction. Es igualmente conocida la relación entre la contaminación electromagnética y la fatiga, el dolor muscular y articular, los trastornos del sueño, la falta de aire, la caída del cabello, las erupciones cutáneas, las cefaleas, las alteraciones del estado de ánimo, la pérdida de memoria, la dificultad para concentrarse, la dificultad para tragar, el tinnitus, las afecciones oculares y determinados trastornos cardiovasculares. Todo esto es conocido y hay numerosos artículos sobre ello que a lo largo de varios meses he ido encontrando y tratado de compartir. Lo he hecho porque yo mismo he padecido buena parte de esos síntomas -en mayor o menor medida- y afortunadamente pude descubrir cuál era la fuente que los provocaba. Les relato brevemente mi historia y empezaré diciendo que siempre he sido sensible a las radiofrecuencias aunque nunca como hoy tuve tan claro lo peligrosas que son. A mediados de diciembre de 2020 varias de las plantas que tengo en casa comenzaron a deteriorarse extraña y rápidamente presentando algunas sorprendentes quemaduras. Vivo a 275 y 300 metros de dos antenas de telefonía -se ven desde casa- y a principios de diciembre vi a unos operarios trabajando en ellas. El caso es que poco después de dañarse las plantas fui yo quien empezó a tener problemas de salud que se fueron agravando intensamente hasta el punto de llegar a pensar que si seguía así no iba a durar mucho. Fui investigando la causa poco a poco, até cabos y me di cuenta de que mi estado variaba dependiendo del medio en el que me encontraba. Estaba especialmente mal cuando pasaba mucho tiempo en la habitación con el ordenador. Así que adquirí un medidor de radiación y pude comprobar con precisión que en esa habitación la radiación era altísima cuando estaba encendido el ordenador y alta sin encenderse. Tomé pues las medidas oportunas y conseguí recuperarme. En ese tiempo -entre 3 y 4 meses- desarrollé además la patología que en su segundo artículo llaman hematospermia y es propia de la hipersensibilidad electromagnética, Me hicieron una ecografía testicular y me dijeron que todo estaba bien aunque les resultó extraño que me pasase siendo tan joven ya que solo tengo 41 años. Pregunté a la doctora si podía existir relación entre mi problema y la contaminación electromagnética y me respondió que no, que nunca había oído hablar de ese posible efecto secundario. Las plantas que están en la parte de la casa que da a las antenas -porque no tengo más sitio- siguen quemándose y muchas se han secado. Luego he estado observando lo que pasa en mi ciudad -Bilbao- y he visto que muchos de los árboles que se encuentran cerca de antenas de telefonía se han secado y presentan evidentes problemas de crecimiento. Se lo advertí al ayuntamiento y lo que hicieron fue ¡talarlos y podarlos! He observado también muchos insectos muertos en condiciones extrañas y creo por ello que hay una relación evidente con la contaminación electromagnética. Hoy la mayoría de los problemas que tuve se han resuelto buscando los lugares más apropiados en los que poder moverme y descansar pero a veces siento intensamente en el cuerpo una especie de electrificación interna que en ocasiones me provoca gran dificultad para respirar; viene  precedida de fuertes ataques de tos. Me pasó dos veces en dos noches de la misma semana a la misma hora. Cesan en cuanto me cambio de lugar. Esta dificultad para respirar la experimenté algunas veces en 2020, en el período de confinamiento y más adelante. Recuerdo especialmente un día que estuve un buen rato al lado de unas antenas que se encuentran cerca de una residencia de ancianos -en aquel momento ni siquiera me di cuenta de que estaban allí- y pasé toda la tarde con dificultades para respirar. El síntoma que más se repite últimamente es el de tener los ojos muy rojos, algo que también veo en muchas personas de la ciudad. En fin, me gustaría relatarles más a fondo en persona todo esto. Me despido agradeciéndoles de todo corazón su labor. Un abrazo.

Miguel Ángel Carrasco Fontán

(Bilbao)

 

Ante todo gracias por sus amables palabras. En fin, si entra usted en nuestra web –www.dsalud.com– comprobará en el apartado Agrupados por temas de la sección de Reportajes que hemos publicado ya nada menos que 57 extensos artículos -además de decenas de noticias- sobre el problema que nos comenta. Los tiene en el epígrafe El peligro de las radiaciones electromagnéticas. Es más, dedicamos en su día al asunto un video de poco más de diez minutos que puede usted visualizar en este enlace: https://www.dsalud.com/dsalud-tv/peligro-las-radiaciones-electromagneticas. Conocemos pues bien el problema del que nos habla y si publicamos su carta es porque su testimonio corrobora lo que venimos denunciando desde hace más de 20 años y porque aporta dos hechos conocidos pero que no son tan habituales: la extraña muerte de muchos insectos -nosotros hemos dado a conocer sobre todo la muerte de abejas y pájaros- y la sequedad y quemaduras que aparecen en tantas plantas y árboles. Ojalá su carta reavive el interés por este grave problema y un día pueda estudiarse si las muertes masivas de ancianos en residencias durante la primavera de 2020 se produjeron mientras se hacían «pruebas» de potencia con las viejas antenas como ya sucedió en Francia y así nos lo contó hace más de un año el doctor Jose Luis  Sevillano en la entrevista que mantuvimos con él y apareció en el nº 242 con el título Dr. José Luis Sevillano: «Los síntomas de la Covid-19 pueden producirlos las radiaciones electromagnéticas». Según explicaría las pruebas efectuadas con algunas torres de telefonía francesas provocaban chispazos al abrir las puertas de muchas casas así como al tocar sus buzones metálicos, causaban interferencias en las comunicaciones telefónicas y hasta «achicharró» los electrodomésticos de una casa cercana. La verdad es que todo esto -y mucho más- lo saben nuestras «autoridades» pero lo niegan. De hecho «pasan» de las advertencias de los científicos. En 2017 advirtió públicamente de su peligrosidad un grupo de más de 180 científicos y médicos que instaron a los gobiernos de la Unión Europea a aplicar el Principio de Precaución recordándoles que ya entonces había unos 2.000 artículos científicos revisados por pares que confirman que incluso las tecnologías 2G, 3G y 4G así como los Wi-Fi causan graves daños a la salud; en humanos pero también en animales salvajes como las abejas y los pájaros, en los huevos y hasta en los árboles y otros vegetales. Y entre los firmantes había personalidades de gran talla científica de numerosos países. Obviamente nadie les hizo caso porque había mucho dinero en juego. Lo dimos a conocer en el nº 210 de la revista correspondiente a diciembre de 2017.

 

 

Estimado Sr. Campoy: padezco hiperuricemia -se me acumula el ácido úrico en las articulaciones desde hace años- y sé por ustedes que ello se debe a la excesiva ingesta de alimentos ricos en purinas, es decir, de mariscos, carnes rojas (en especial extractos de carnes, sesos, mollejas e hígado), pescados grasos (anchoas, sardinas, arenques, caballa…), espárragos, coliflor, legumbres, setas, champiñones y espinacas así como todos los ricos en fructosa: azúcar blanco, zumos de frutas (naturales e industriales), refrescos azucarados (incluidas colas y gaseosas), productos azucarados en conserva y precocinados y, ¡cómo no! hidratos de carbono refinados (pasteles, tartas, dulces, bollería y helados incluidos). Además aconsejan no ingerir leche –es inflamatoria- ni huevos -contienen ácido araquidónico- y descartar también los pimientos, berenjenas, patatas y tomates porque tienen solanina, sustancia capaz de producir reacciones alérgicas y empeorar los casos de enfermedad articular. Pues bien, ustedes proponen para bajar el nivel de ácido úrico ingerir coles, sésamo, alfalfa, germen de trigo y, sobre todo, alimentos ricos en apigenina (apio, ajo, cebolla, perejil, manzanilla y tomillo) añadiendo que sería asimismo útil la ingesta de enzimas proteolíticas, bioflavonoides, selenio, vitaminas A, B2, B3, B9, C y E, zinc, cobre, manganeso, SOD (superóxido dismutasa), sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina. Como ven, he hecho los «deberes» recordando lo que dijeron ustedes hace ya tiempo. Luego vi que según ustedes el problema aparece sobre todo cuando el organismo está intoxicado y acidificado y sufre por ello déficits de oxígeno y nutrientes proteicos. En cambio según el Dr. Enrique Meléndez-Hevia la principal causa de la hiperuricemia -y de la gota- serías la degradación de las bases púricas de los ácidos nucleicos lo que según afirma se puede resolver tomando glicina a altas dosis. Pues bien, si les mando este amplio resumen de lo que ya han publicado es para que no me respondan a mi pregunta con eso ya que, como acabo de demostrar, lo conozco y tengo en cuenta. Lo que me preocupa y me tiene atónita es que a menudo sigo sufriendo episodios gotosos -sé que puedo sufrirlos hasta que elimine todo el úrico- a pesar de seguir sus consejos. ¿Qué puede estar provocándomelos? La verdad es que aparte de seguir la dieta solo tomo enzimas digestivas, vitamina C en polvo y un complejo de vitaminas B. ¿Pueden ayudarme por favor?

Inés  Garmendia               

(Asturias)

 

El reumatólogo boliviano Néstor Gareca postuló recientemente que la gota es una reacción autoinmune inflamatoria, una activación de los neutrófilos (células del sistema de defensa innato) que produce criopirinas, inflamasomas que convierten la procaspasa en caspasa y una vez activada ésta activa otra proteína proinflamatoria dando lugar a interleucinas 1 β. Bueno, pues según asevera las crisis gotosas pueden aparecer también -además de por lo dicho en su resumen- por consumir cualquier bebida alcohólica -no solo cerveza-, vitamina C, el complejo de vitaminas B, enzimas digestivas, aspirina y diuréticos. Exactamente lo que usted nos manifiesta ingerir. Le sugerimos pues que deje de tomarlas y vea si los ataques desaparecen así. 

 

NÚMERO 252 / OCTUBRE / 2021

Estimado Director: le escribo en representación de la asociación nacional por los derechos humanos Liberum. En el apartado Cartas al Director de la revista de julio/agosto de 2021 contestó Ud. a uno de sus lectores con mucho desánimo dando a entender que ha tirado la toalla porque según dice «No hay nada que hacer. El lavado de cerebro ha sido total.» Luego añade que va a aguantar unos meses más pero que tiene la intención de cerrar la revista ya que «es hora de dejar que cada uno recoja lo sembrado». Y no le culpo. La situación es desoladora y los que nos damos cuenta de lo que está pasando nos sentimos tremendamente frustrados por no poder hacer algo para detener este genocidio mientras vemos, impotentes, cómo nuestros familiares, amigos y compañeros van directos al precipicio. Le entiendo pues pero no sabe la falta que nos hace seguir escuchando voces como la suya y leer artículos serios y siempre bien contrastados como los de su revista. Usted mismo reconoce que han sido capaces de abrir los ojos a mucha gente junto con otros colectivos que han ido surgiendo. Pues bien, me dirijo a Ud. como miembro de Liberum para hacerle conocedor de las acciones legales que desde hace más de un año estamos emprendiendo en toda España. Queremos que conozca nuestra aportación para que no se sienta tan solo y vea que no todo lo que hacen los «despiertos» es mandar mensajes. ¿Se podría hacer más? Seguro que sí pero de momento somos pocos y aunque hay miembros que están trabajando a destajo los demás en ello estamos. La Asociación Liberum nació con el propósito de restaurar los derechos y libertades que nos han sido usurpados en el transcurso de la pandemia de la Covid-19 y lo hace con vocación de perpetuar su labor por los derechos humanos. Somos una asociación ciudadana que busca la justicia a partir de la verdad y la libertad en la que tiene cabida toda persona que se declare firme defensora de los derechos humanos. Huimos además de la falacia del “bien común” que en tan innumerables ocasiones ha servido de pretexto a distintos gobiernos a lo largo de la historia para afianzar regímenes tiránicos. Solo concebimos el auténtico bien común como la suma del bienestar de todos y cada uno de los individuos que conforman la sociedad. En nuestra web (www.liberumasociacion.org), además de exponer los principios de la asociación, existen contenidos muy útiles a disposición de cualquier ciudadano que los necesite. En el apartado de «acciones legales» se pueden ver las ya realizadas y las próximas así como nuestro Botiquín jurídico de primeros auxilios que incluye modelos de reclamaciones, recursos, justificantes, manuales, etc. Existe asimismo un apartado de «información científica» -con informes, dictámenes, fichas técnicas de las vacunas, etc.- y otro de «información legal» con la legislación aplicable que nos afecta ahora (leyes, tratados internacionales, códigos civil, penal y de deontología médica…). Le resumo también -siguiendo un cierto orden cronológico- algunas de las acciones que hemos realizado. Hemos presentado numerosos recursos (de reposición, sobre confinamiento, sobre el derecho de reunión, velatorios y entierros, sobre los cierres perimetrales, sobre poder fumar en terrazas…), hemos enviado cartas a todas las asociaciones de jueces para solicitar su protección ante el ataque continuado a los derechos y libertades y enviamos una queja al Defensor del Pueblo instándole a adoptar medidas para velar por los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos. También hemos solicitado al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social las pruebas de la existencia del SARS-CoV-2. Asimismo, junto a otras asociaciones y por intervención de la abogada Cristina Armas, presentamos ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional una denuncia por genocidio y crímenes de lesa humanidad contra el estado español, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Foro Económico Mundial (WEF), la Fundación Bill & Melinda Gates, el Centro Johns Hopkins, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal); denuncia que más tarde ampliamos contra toda persona física autora, cooperadora necesaria, colaboradora o cómplice. También en colaboración con otras asociaciones hemos enviado escritos a todos los colegios de médicos, a los consejeros de Sanidad y Educación, a los centros educativos de toda España y a las 15 asociaciones de Pediatría. Enviamos igualmente un escrito a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) solicitando la suspensión de la vacunación de menores y, finalmente, enviamos varios burofax a personalidades públicas a las que les pedimos que tomaran medidas contra quienes propagan mentiras y siembran el odio «en nombre del bien común». Como ve, hemos dado pasos y seguiremos trabajando en próximas iniciativas a fin de detener esta farsa. Los medios de que disponemos no son muchos pero ponemos la intención en crecer y seguir luchando. Espero haberle aportado un poco de esperanza y deseo manifestarle que nuestro agradecimiento a su persona y a su revista es infinito y eterno. Antes de despedirme quiero destacar nuestra certeza de que los que coincidimos en el camino debemos prestarnos apoyo mutuo; por ello, además de colaborar entre asociaciones, estamos en contacto con otros profesionales (abogados, médicos, biólogos, periodistas…) y colectivos (como los de médicos y biólogos por la verdad) que nos asesoran en la elaboración de informes. En fin, nos ponemos a su disposición para estudiar cualquier petición o sugerencia por su parte o de cara a alguna futura acción conjunta. Termino reiterándole las gracias a usted y a todo su equipo por la difusión de la verdadera ciencia y fomento de la salud durante tantos años. ¡Gracias!

Ana Martínez

Asociación Liberum

Ante todo gracias por sus amables palabras y su apoyo; y a continuación le pedimos disculpas por haber resumido su carta -está lo fundamental- ya que era demasiado extensa para publicarla entera en esta sección. Aprovechamos asimismo para indicar a los numerosos lectores que nos han enviado cartas, correos electrónicos, tuits y mensajes por SMS, Whatsapp, Telegram e Instagram pidiéndonos que la revista no cierre que, dada su cantidad y el hecho de que todas son elogiosas en extremo, no las vamos a publicar. Les agradecemos de corazón su apoyo pero las razones de no seguir con la revista impresa son varias y complejas por lo que las explicaremos detalladamente en noviembre o diciembre pero ya adelantamos que eso no implica que la web cierre; de momento se mantendrá activa y daremos cuenta de cómo será en cuanto proceda. Por lo que se refiere al trabajo que realizan ustedes lo conocemos bien, es digno de admiración, les felicitamos por él y deseamos que sea útil… aunque nos permitimos dudar de sus resultados. El de ustedes y el de los demás colectivos que luchan para denunciar esta farsa. Y también explicaremos detalladamente por qué lo pensamos así en un par de meses.

 

Estimado Director: en las últimas semanas los miembros del colectivo Biólogos por la Verdad Jon Ander Etxebarría, Almudena Zaragoza y yo misma hemos recibido constantes y desagradables ataques que rozan el acoso y nos obligaron a emitir a primeros de septiembre un comunicado público denunciándolo que, como cabía esperar, apenas ha tenido eco; de ahí que haya decidido enviarle esta carta para que -si lo considera oportuno- la publique. Llevamos años luchando para impedir la intolerable restricción de los derechos y libertades de los ciudadanos; de hecho fuimos algunos médicos y enseguida numerosos biólogos quienes advertimos primero a la sociedad de la manipulación y las mentiras a las que desde los poderes fácticos se nos estaba sometiendo y hemos apoyado la labor de numerosos divulgadores transmitiéndoles constantemente información científica y concediendo de forma desinteresada muchas entrevistas. Pues bien, algunos de ellos han decidido actualmente atacarnos porque no avalamos las teorías que defienden y difunden hoy. Me refiero concretamente a la tesis de que las vacunas contienen grafeno -o sus derivados- y sería esa la causa de la magnetización que sufren muchas personas. Alegan falazmente que nos negamos a hacer análisis de las «vacunas Covid» para saber lo que realmente contienen pero es falso: conseguimos varios viales e intentamos analizarlos para saber si hay  en ellas algo no declarado en las fichas técnicas que pudiera suponer un peligro para la salud y fuera razón suficiente para pedir su retirada. Obtuvimos 9 viales de Pfizer, uno de la última vacuna antigripal y otro de la vacuna del papiloma humano y se los enviamos a la doctora sevillana Rosa Mª Narros que se ofreció amablemente a recogerlos y a hacer que los analizaran explicándonos que tenía contactos en una universidad. Sin embargo, a pesar de que intentamos luego hablar infructuosamente con ella ha pasado el verano y no sabemos si hizo algo y, en caso de que lo hiciera, cuál fue el resultado. Solo sabemos que tiene estrecha relación con La 5ª columna que es el medio que defiende la tesis del grafeno junto al doctor Pablo Campra porque encontró «partículas compatibles con derivados de grafeno». Añadiré que a principios de septiembre hemos sabido que en uno de los viales que enviamos a la Dra. Narros no se encontró ni grafeno, ni óxido de grafeno; del resto no sabemos nada y eso me parece un despropósito. En fin, nos parece que la agresividad con la que ese medio actúa contra nosotros por no aceptar lo que postula -llegan al insulto, a la grosería, a la calumnia y a la difamación- no es de recibo y se trata de un simple método para ganar seguidores pero eso roza el delito de odio por lo que de seguir así podríamos vernos obligados a ejercer acciones legales contra ellos. Nosotros, desde luego, no estamos dispuestos a entrar en absurdas disputas porque nuestro tiempo es oro y vamos a seguir trabajando en favor de la sociedad ofreciendo soporte informativo y haciendo peritajes científicos. Es necesario apoyar el trabajo de los abogados, juristas y asociaciones -que como Libertas, Liberum y Por el futuro de nuestros hijos- luchan hoy para detener las medidas dictatoriales y científicamente infundadas que se están tomando, como son la vacunación obligatoria y el llamado Pasaporte Covid.

Dra. Mª José Martínez Albarracín

Ante todo le agradecemos su carta y el tono de moderación con el que en ella se manifiesta una vez apaciguados los ánimos que les llevaron a emitir un duro comunicado público sobre este asunto.  Lamentamos sinceramente que las discrepancias entre las valoraciones científicas que hacen tanto ustedes como quienes entienden que el grafeno se está inoculando a través de las vacunas -así como de otras sustancias, agua, alimentos y fumigaciones incluidas- puedan derivar en un conflicto que ninguno de ustedes -nos consta- desean que se produzca. Es evidente que tanto usted como Jon Ander Etxebarría, Almudena Zaragoza y quienes coinciden en sus mismos planteamientos están actuando con rigor y honestidad y otro tanto podemos decir de los doctores Pablo Campra y Jose Luis Sevillano, entre otros que piensan como ellos. No es de recibo pues que unas discrepancias -lógicas e incluso deseables en el ámbito científico- se utilicen para enfrentarles. Y, desde luego, quienes las promueven y azuzan utilizando epítetos descalificantes para ello hacen un flaco servicio al debate y demuestran su bisoñez, falta de sentido común y profesionalidad. Es más, con ello dan alas a quienes la verdad les importa un ardite y no van a dudar en aprovechar el enfrentamiento para atacar a ambos grupos. El prestigio no se obtiene con «autobombo» sino con rigor y trabajo. Y no vamos a decir nada más confiando en que el sentido común impere porque si no es así vamos a ser muy contundentes…

NÚMERO 251 / SEPTIEMBRE / 2021

Al Sr. Campoy, al equipo de Discovery DSALUD y a todos aquellos que dedican su vida a la búsqueda de la verdad: gracias de corazón. Recientemente escuché una entrevista realizada por el enfermero y abogado Luis de Miguel Ortega a José Antonio Campoy y en ella se dejaba entrever un final “próximo” de la revista. El señor Campoy afirmaba estar cansado y desengañado con una sociedad que no quiere despertar y ¡le entiendo! pero hay que hacer lo posible para que eso no suceda. Y es que Discovery DSALUD, junto a otros pocos proyectos, son un faro de esperanza en estos tiempos oscuros alrededor del cual nos podemos reunir los que no comulgamos con el plan que nos quieren imponer. Lo que ustedes hacen no tiene precio. Descubrí su revista demasiado tarde, justo cuando nos encerraron en nuestras casas bajo el pretexto de este fraude al que llaman pandemia por coronavirus, cuando en realidad es un plan bien elaborado para implantar un nuevo orden mundial de consecuencias espantosas para las libertades y los derechos humanos. Durante todo el tiempo que llevo a vuestro lado me habéis aportado una información que vale oro y unos argumentos sólidos que me han permitido llevar ya casi dieciséis meses debatiendo, explicando y divulgando toda esta farsa sembrando el germen de la duda y el rechazo hacia la versión oficial en muchas personas. Es cierto que pese a todo muchas finalmente han pasado por el aro pero otras muchas no. Dejé de creer en el periodismo justo al acabar la carrera. Tras terminar las prácticas en un conocido grupo de comunicación vi claro cómo funcionaba el asunto y decidí ganarme la vida de otra manera. Tras descubrir su revista volví a creer en el periodismo honesto. Hoy me gano la vida como personal bibliotecario en la Red de Bibliotecas Públicas de la Diputación de Barcelona. Me reincorporé a mi puesto en junio de 2020 y aterricé en un entorno desolador con compañeros aterrados y muy sugestionados pero gracias a todo lo que he aprendido de ustedes fui poco a poco haciendo campaña activa de concienciación en mi entorno, entre mis compañeros y entre los usuarios. ¡Para todo aquel que quiere escuchar ahí estoy yo! Hablando cara a cara. Cierto es que muchos no quieren saber pero puedo dar fe de que hay muchos otros que ya no se tragan nada de esto. Cuando me incorporé a mi trabajo el panorama era deprimente pero a día de hoy la mitad del equipo es crítico con toda esta situación. También he podido llegar a unos cuantos usuarios desde entonces. Algunos de ellos han sucumbido al miedo y a la presión social pero conscientes, al menos, de que todo esto es una farsa. Otros han pasado a negarse a que les vacunen, a sostener una actitud crítica y a contrastar información. Me consta además que muchos de ellos también están haciendo ya campaña de concienciación en su entorno. Yo mismo no he podido evitar que mi padre se vacune pero sin embargo he rescatado a mi madre. Quizás hayamos empezado tarde pero tengo claro que, tarde o temprano, seremos suficientes. ¿Y por qué les escribo? Pues para darles las gracias y para animarles a seguir muchos años porque todo lo que les he descrito, sea mucho o poco lo logrado, ha sido posible gracias a ustedes, a su trabajo por informar de manera veraz, honesta y contrastada y a los fantásticos reportajes, artículos y entrevistas que publican. Gracias a ustedes los que somos (si somos suficientes o no ya no lo puedo valorar) tenemos herramientas e información de calidad para denunciar esta farsa en el trabajo, en el bar, en la calle, en la carnicería y en todo lugar en el que nos encontremos. Si ustedes caen perderemos todos y ahora más que nunca eso no nos lo podemos permitir. Con esta carta espero insuflarles ánimo y fuerza para seguir otros cien años más, hasta que toda esta locura caiga. Son ustedes de lo poco que queda sano en el panorama mediático español. Gracias a lo que ustedes publican yo puedo realizar mi labor de una manera más eficaz. Explicar y divulgar de una manera precisa y fundamentada. Desde el otro lado no pueden aportar eso. No debemos desfallecer. Quizás seamos pocos pero en el debate de las ideas tenemos la calidad y hemos de perseverar en ganarlo. El proyecto de Discovery DSALUD, junto a otros como el de Scabelum, lo hace todo más fácil. Ánimo señor Campoy, ánimo equipo de DSALUD: sigan dando guerra y defendiendo la verdad. Y sepan que no están solos aunque a veces, con razón, lo parezca. Gracias a vuestro trabajo otros como yo podemos seguir haciendo el nuestro. El mío es trabajar con las personas y con las herramientas que ustedes me dan estoy sembrando el germen de la duda en más de los que me esperaba. Si son suficientes o no… eso ya no lo sé. Nuevamente gracias.

Juan Segura

Ante todo le agradecemos sus palabras y buenos deseos. Son muchas las cartas y correos -además de llamadas telefónicas- que hemos recibido en el mismo sentido pero no vamos a publicarlas porque requeriría demasiadas páginas. Y dicho esto le diremos que no es un problema de falta de ánimo sino de constatación de una realidad: en menos de cuatro meses ¡más del 60%! de la población española se ha dejado inocular vacunas experimentales no aprobadas, que no inmunizan y son peligrosas. Y lo han hecho del rey abajo numerosas autoridades y la práctica totalidad de los sanitarios, médicos y farmacéuticos. Se trata de una farsa y lo hemos demostrado pero no sirve de nada. Por otra parte, nuestra labor ya está hecha en realidad: hemos enseñado a nuestros lectores a pensar por sí mismos y ahora les corresponde hacerlo. Es hora de que cada persona haga el esfuerzo de informarse, formarse y asumir responsabilidades y no de pedirnos que lo hagamos nosotros por ellos. ¿Que cuesta tiempo y esfuerzo? Indudablemente. Pero estamos hablando de la salud y la vida y merece la pena esforzarse.

 

Distinguido Sr. Campoy: llevo años suscrito a su revista y cada mes la espero con ilusión porque me da una perspectiva real de todo lo que acontece, muy especialmente con la pandemia. Tengo una fe ciega en sus publicaciones, entrevistas a expertos y consejos del apartado “Cartas al Director” y me dirijo a usted para que me oriente y aconseje sobre cómo debería proceder ante un problema que tiene mi hija que se ha descubierto recientemente en un análisis rutinario. El médico de familia la remitió al cardiólogo, que le hizo otro análisis de sangre con conteo manual porque las plaquetas daban un resultado de 645.000 por microlitro. Éste, a su vez, la remitió a un hematólogo que le confirmó que tenía una trombocitemia esencial después de salir positivo en el gen yak-2. Le sugirió que tomase Adiro 100 diariamente y que siguiera con revisiones periódicas. En la analítica solo salen alteradas las plaquetas. El problema es que cuando uno entra en Internet y busca sobre trombocitemia esencial se encuentra con que la gran mayoría de los pacientes de esta enfermedad desarrolla cáncer de pulmón o leucemia. En principio ella fue a realizarse un chequeo porque tenía extrasístole ventricular que le empezó debido al estrés. Posteriormente fue a otro hematólogo especialista en plaquetas que le confirmó trombocitemia esencial y no le dio mucha importancia. Es más, le recomendó que se vacunara y ahí fue cuando yo le aconsejé que no confiara en alguien que recomienda la vacunación. Le agradecería me diese su opinión sobre la enfermedad y el nombre de un especialista de su confianza. Muchas gracias por su ayuda y colaboración.

Manuel Gallardo

Gracias por sus amables palabras. Lo primero que deberían hacer es reconfirmar el diagnóstico. Sugerimos que contacten ustedes con el Dr. Taher Abbas, miembro de nuestro Consejo Asesor y especialista en Cardiología. Es miembro de los comités científicos de la Sociedad Española de Cardiología, de la Sociedad Europea de Cardiología y de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares y está especializado en el tratamiento del dolor, en enfermedades degenerativas y en recuperación celular y tisular. Lo que sin embargo lo hace singular es que además es experto en Medicina Biorreguladora, Microinmunoterapia, Homotoxicología, Terapia Neural, Fitoterapia, Mesoterapia y Biopuntura. Pasa consulta en Barcelona, su web es http://centrodemedecinabiologicadrtaherabbas.blogspot.com.es y sus teléfonos son 93 456 96 34 y 93 555 15 36.

 

Estimado director: en la segunda parte de la entrevista a Stefan Lanka, publicada en el número 248 de mayo de 2021 de la revista, el entrevistador preguntaba a Lanka lo siguiente «De hecho quienes afirman que la fiabilidad de la PCR es nula aseguran -entre otras cosas- que en la prueba se utilizan como iniciadores fragmentos genéticos que están presentes en más de un centenar de microbios y en el propio genoma humano. Solo que si eso es así, ¿por qué no dan positivo todas?«. Sin embargo, el entrevistado lo que realmente expone en la respuesta es el motivo por el cual el genoma del SARS-CoV-2 tiene tan pocas secuencias reales conocidas pero nada menciona sobre la PCR, ni sobre los motivos por los que no dan todas positivo, que era lo que realmente se le estaba preguntando. Es por ello que me gustaría que aclarasen si esta falta de coherencia entre la pregunta del periodista y la respuesta de Lanka se trata de un error en la transcripción en la revista o, si realmente fue esa la respuesta real de Stefan Lanka y cómo es que no se le ha repreguntó para que aclarase mejor el motivo por el cual la PCR no da siempre positivo a pesar de que los iniciadores que en ellas se utilizan están presentes en un centenar de microbios y en el propio genoma humano. Un saludo

Roberto P. Rostro

Fue exactamente lo que Stefan Lanka respondió y así lo transcribimos. Y no se le repreguntó porque ni el compañero que le hacía las preguntas al grabarse el vídeo -Antonio Muro- ni quienes estamos en redacción hablamos alemán y no supimos en ese momento lo que decía. Lo supimos cuando Alejandro Zamorano nos hizo llegar la traducción. El protocolo fue este: hicimos llegar las preguntas -numeradas- al traductor, éste las tradujo al alemán y se las hizo llegar a Lanka. Así que cuando se grabó Lanka respondió a las preguntas sin entenderlas -aunque «chapurrea» el español- en el orden prefijado sabiendo lo que se le había preguntado porque ya las tenía escritas y traducidas. Esa fue la razón. Y no hemos insistido en ello porque hemos explicado la razón de lo que pregunta en diversos artículos posteriores. Sencillamente, dar positivo o negativo a esos cebadores se debe a la cantidad de ciclos con las que se usa la PCR. De ello depende sobre todo el resultado.

 

Estimado Director: le escribo por la inquietud que me genera la incertidumbre sobre la situación general actual (me refiero al mundo de la Sanidad). Mi madre, mi mujer y yo somos fieles lectores de Discovery DSALUD desde que descubrimos que su postura frente a esta FARSA era muy similar a la nuestra. Desde entonces nos informamos a través de sus artículos por considerarlos con una base científica muy sólida y coherente, adjetivos de los que carece la versión oficialista y colaboracionista. Una de las preocupaciones que tenemos en este momento es en qué facultativos confiar para hacer alguna consulta médica. Aparte de consultas habituales, en estos momentos mi mujer se encuentra encinta y nos preocupa bastante lo que estos sanitarios psicópatas y macabros puedan hacer cumpliendo sus protocolos oficiales, tanto con la madre como con el niño, ahora y en un futuro. Por otro lado, mi mujer quiere viajar a su país para visitar a su familia pero ni tenemos pasaporte de esclavo ni estamos del todo convencidos de hacernos un test PCR.  Me gustaría tener contacto con algún médico amigo que no estuviera paranoico, que no fuera del sistema, para poder hacer alguna consulta y pedir asesoramiento. Vivimos en Almería pero estaríamos dispuestos a desplazarnos si fuera necesario. Se de primera mano lo que es sufrir persecución ya que en mi trabajo he sido perseguido, coaccionado, amenazado y marginado por negarme rotundamente a la vacunación y puedo asegurarles que mucha gente ha accedido, aun no queriendo, victimas del chantaje, por miedo al enfrentamiento y a perder su puesto. He de decir que aparte de esas medidas de presión psicológica que han emprendido contra nosotros nada más han podido hacer contra los poquísimos que nos hemos negado. Le agradezco mucho su ayuda de antemano y espero obtener respuesta. Atentamente.

Alberto

(Almería)

Ante todo lamentamos el retraso en responderle pero la revista de julio/agosto estaba «cerrada» cuando nos llegó su correo. Mire: no estamos en disposición de saber qué médicos del tipo que pide hay en cada provincia y mucho menos qué piensan de la Covid-19. Pregunte en la Clínica Médica Integral Dra. Carmen Molina (950 22 29 42) y si no le convence le sugerimos que hablen ustedes con el Dr. Santiago de la Rosa en Madrid (91 431 35 16) o con el Dr. Jose Luis Cidón (91 544 00 00). Dicho esto recordamos de nuevo a nuestros lectores que en nuestra web aparecen todos los miembros de nuestro Consejo Asesor con sus datos de contacto: https://www.dsalud.com/consejo-asesor.  

 

Apreciados señores: actualmente mi madre sigue un tratamiento para el alzheimer a base de memantina.  No experimenta progresos. Estoy intentando contactar con el neurólogo del Hospital del Mar pues he averiguado que este medicamento puede causar trombos y mi madre toma, además,  anti coagulantes. Las dos entrevistas que ha  tenido en año y medio han sido de dos minutos cada una. He pensado en recurrir a una segunda opinión en un médico privado de tipo naturista. Por mi cuenta estoy probando la mejora en la nutrición para el cerebro. He aplicado aceite de coco virgen, aguacate, huevos, pescado azul y demás alimentos aconsejados para el tipo de demencia que tiene mi madre. Está haciendo algunos progresos. Mi farmacéutico habitual dice que la toma de memantina puede interrumpirse sin consecuencias; no obstante, preferiría tener la asesoría de un médico. La presente carta es para solicitarles algunas direcciones y teléfonos de médicos de confianza que recurran al naturismo y al nutricionismo ya que ustedes, por su experiencia, quizás me puedan recomendar a alguien del área de Barcelona ciudad. Solo me queda agradecerles su atención y felicitarles por la revista. Es una ventana a la verdad. Un saludo desde Barcelona.

Josep Ayala

(Barcelona)

Lamentamos que, al igual que en el caso del lector anterior, su correo llegara tarde para poder ser respondido antes. En su caso le sugerimos acudir a la Clínica Omega Zeta de Barcelona (93 368 26 54).

 

NÚMERO 250 / JULIO / 2021

Estimado Sr. Campoy: ante todo permítame que le felicite a usted y a todo su equipo por la encomiable labor que están realizando, especialmente ahora que los periodistas profesionales independientes y honestos parecen haber desaparecido de la faz de la Tierra. Bueno, salvo raras excepciones como también es el caso de César Vidal al que sigo desde hace casi siete años mientras emite -como dice él- «desde el exilio» (y aprovecho para dar su web a fin de que otros lectores puedan disfrutarlo:  https://cesarvidal.com).  De hecho me encantó la entrevista que le hizo a usted y tuvo tanta repercusión en la parte hispanohablante de Estados Unidos e Iberoamérica de la que sin embargo no han dicho ustedes ni una sola palabra. Me parece que se pasan ustedes de modestia. Y lo digo porque yo he visualizado no menos de 15 entrevistas al director y en la revista no dicen nada de ello. Bueno, creo recordar que citaron de pasada en Noticias y en Facebook las que le hicieron Iker Jiménez -una- y Enrique de Vicente -dos- que antes de ser censuradas por Youtube llevaban cientos de miles de visualizaciones pero de las demás no han contado nada. ¿Por qué? Las dos últimas que vi fueron para canales de Uruguay y estuvo usted “sembrado”. Y me encantó la que le hizo Leonor García para su canal de Canarias. Y la que concedió al canal de Mindalia y se vio en toda Iberoamérica. Y las que le ha hecho Luis de Miguel Ortega para Scabelum (https://www.scabelum.com) En fin, no entiendo por qué no hablan ustedes de la cada vez mayor repercusión que tiene su trabajo. De hecho voy a permitirme dar el enlace a la entrevista que le hizo César Vidal para su emisora de radio porque no ha perdido vigencia (https://soundcloud.com/cesarvidal/entrevista-a-jose-antonio-campoy-12032) y a sugerirles que publiquen los enlaces de todas las demás en la revista o, al menos, en la web. Hay mucho «vagoneta» dispuesto a ver vídeos pero no a leer. Termino preguntando si finalmente van a cerrar la revista. Recuerdo que en una de las últimas entrevistas usted dijo que el nº 250 iba a ser el último pero que había cambiado de opinión en el último minuto y seguiría habiendo revista impresa hasta enero del año que viene. ¿Indica eso que tras el número 255 Discovery DSALUD dejará de salir a los kioscos? ¿Es por las amenazas que reciben? Me consta que la revista se vende bien –usted mismo lo confiesa en una entrevista- y solo de pensar que deje de salir me produce escalofríos porque llevo leyéndola desde el nº 1 –hace pues más 23 años y tengo ya 72- y aunque últimamente hay numerosos personajes y medios recién creados que intentan imitarles su credibilidad no es en absoluto la misma. No contrastan la veracidad de las informaciones que difunden, mezclan churras con merinas, meten la pata a menudo, se equivocan y no rectifican, se hacen eco de bulos de todo tipo y algunos van de “figuritas” aunque se limitan a leer lo que dicen otros…  Es obvio que solo buscan audiencia como sea aunque sea haciendo “sensacionalismo anticovid” y sé lo que digo porque también fui periodista durante 43 años. Espero que no se niegue a publicar esta carta y haga justicia a su fama de sinceridad y transparencia. Le doy mis datos personales por si quiere comentarme algo en privado pero por favor no publique más que mi nombre y apellidos.

Carlos Requejo Sanz

(Miami, EEUU)

Ante todo gracias por su amabilidad y sus elogios. Y como ve publicamos su carta aunque tiene razón: si no hubiera insistido probablemente no habría salido porque tenemos por norma no publicar las que nos llegan de ese estilo ya que a menudo nos hacen sonrojar con sus comentarios. Es igualmente cierto que no hemos dado a conocer ni en la revista ni en la web las numerosas entrevistas que me he visto casi obligado a conceder en el último año para no ser descortés con amigos y compañeros, muy insistentes en sus peticiones. En cuanto a sus “preguntas” en realidad  no son tales ya que lo que hace es recoger lo que efectivamente he dicho en algunas de ellas. El número 250 iba a ser el último y de hecho se lo comuniqué en abril a todos quienes la hacen posible pero reculé en el último instante al darme cuenta de la que se le viene encima a la sociedad. Si las informaciones que tenemos se confirman podemos estar ante una catástrofe humanitaria inminente por culpa de las supuestas vacunas -que no son tales- para la Covid-19. En todo caso la decisión de cerrar la revista no se debió a las amenazas -que son reales-, ni al boicot al que nos someten empresas como Youtube, Facebook y otras -públicas y constatables-, ni a las mentiras, difamaciones, calumnias e injurias que recibimos quienes hacemos la revista desde hace tiempo, ni a las presiones recibidas por muchos quiosqueros por parte de clientes que les recriminan que vendan nuestra publicación. Decidí dejarlo porque, como he repetido numerosas veces en las entrevistas que he concedido, no hay nada que hacer. El lavado de cerebro ha sido total y aunque hayamos sido capaces de abrir los ojos a mucha gente, junto con otros muchos colectivos que han ido surgiendo desde la primavera del año pasado, la inmensa mayoría de la población sigue sin enterarse de lo que está pasando de verdad y obedece dócilmente todo lo que se le ordena. Es inaudito que tanta gente acepte inocularse vacunas experimentales cuyos efectos negativos se desconocen -oficialmente porque nosotros vamos informando de ellos- y se lo permitan hacer a personas y empresas que han conseguido impunidad legal si dejan en una silla de ruedas o llevan a la muerte a los vacunados. Como es inaudito que haya padres dispuestos a vacunar a sus hijos.  Mire, cualquiera que haya leído todo lo que hemos publicado sabe que estamos ante una farsa y, aún peor, ante una gigantesca conspiración criminal. Y como sé fehacientemente que no hay una masa crítica suficiente dispuesta a impedirlo creo que es hora de que cada persona y familia asuma su responsabilidad. Así que me he comprometido -conmigo mismo- a aguantar unos meses más pero como quiera que ni siquiera la mayoría de las personas «despiertas» son capaces de hacer otra cosa que mandar mensajes o videos a sus amigos y conocidos y se dedican a esperar a que «alguien haga algo» es hora de dejar que cada uno recoja lo que ha sembrado.

 

Estimado Sr. Campoy: tengo un hijo de 22 años que nació sano y sin problemas pero empezó a padecer «problemas mentales» hacia los 7. Desde entonces fui con él a numerosos médicos -convencionales y alternativos-, neurólogos, psicólogos, psiquiatras, homeópatas y naturópatas. Y todos tienen sus propias y particulares «convicciones» (a día de hoy diría «creencias») y «propuestas terapéuticas». Como supondrá poco efectivas porque estoy harta de ir de un lado para otro sin conseguir nada. Sé que ustedes no pueden dar consejos médicos pero ¿podrían decirme de forma resumida a qué suelen deberse los problemas neurológicos y si hay causas comunes conocidas? Les quedaría muy agradecida.

Paula Gutiérrez Pujol                  

(Barcelona)

La mayor parte de las patologías neurológicas se deben a hipoxia -falta de oxígeno- durante el parto, a tóxicos, déficits nutricionales y hongos. Tóxicos químicos que suelen proceder de vacunas, fármacos (especialmente los estrogénicos y los antiácidos con aluminio) y aditivos alimentarios (conservantes, colorantes, aromatizantes, saborizantes, emulsionantes, espesantes o gelificantes) así como a pesticidas, herbicidas, fungicidas, insecticidas y abonos químicos. Sin olvidar los alimentos transgénicos y los disruptores endocrinos, es decir, de los plaguicidas y biocidas (contienen chlorpyrifos, diazinon, dichlorvos y carbamatos), envases de plástico (incluidas las botellas), los tetrabricks y las latas de conserva (contienen ftalatos y BPA), las resinas epoxi (BPA) y algunos detergentes… entre otros artículos de uso común. De hecho puede provocar alzheimer el aluminio presente en antiácidos farmacéuticos y quesos curados (y éstos también contienen hongos).  A ello hay que añadir metaloides como el plomo, el arsénico o el tributilestaño utilizados en la industria así como el humo de los motores diesel y el tabaco. Y, por supuesto, posibles infecciones por priones, áscaris y parásitos. Aunque asimismo puede provocar el problema la ingesta de antibióticos, anticonceptivos, inmunodepresores y quimioterápicos, especialmente si las defensas están bajas. En otras palabras, son muchos los agentes patógenos que pueden alterar el organismo dando lugar a todo tipo de patologías, incluidas las que afectan al cerebro y al sistema nervioso central ya que muchas atraviesan la barrera hematoencefálica. Esa es la razón de que en cuanto aparezcan síntomas convenga someterse a una desintoxicación profunda que incluya una quelación intravenosa a fin de eliminar posibles metales pesados y, por supuesto, no fumar ni beber alcohol. Los casos más complicados suelen deberse a hongos y es algo que pocos médicos tienen en cuenta a pesar de que puede constatarse viendo si en la sangre hay macromoléculas fúngicas mediante la llamada técnica Fungitell. Detecta en sangre el beta-D-glucano, polisacárido componente de la pared fúngica de muchas especies de hongos. La otra opción disponible es detectar si hay ADN fúngico y mediante una PCR ampliarlo y después secuenciarlo para saber la especie o especies presentes en las muestras tisulares. Luego, si la infección se confirmase, habría que acudir a un tratamiento fúngico potente que en España solo puede hacerse en el ámbito hospitalario. Como ve, las posibles causas son muchas.

NÚMERO 249 / JUNIO / 2021

Estimado Sr. Campoy: es la primera vez que me he atrevido a escribirle aunque llevo 23 años comprando la revista, es decir, desde que la empezaron a publicar. Soy una mujer de 81 años y cuando he leído su Editorial de este mes me ha dado tristeza porque veo que quiere tirar la toalla y hablar de otros temas que no sea el coronavirus pero no lo haga porque ¿cómo nos vamos a enterar de todas las mentiras que nos están contando? Mire, desde que empezó el confinamiento yo no he llevado mascarilla. Solo la uso cuando tengo que entrar en las tiendas. Y he paseado sin ella todos los dias por la orilla del mar pues vivo en un pueblo pequeño. El caso es que ahora tengo una lucha con mis sobrinas porque no me vacuno. No lo quiero hacer. Si me tengo que morir será cuando me llegue la hora. Les digo que cómo es posible que se contagie tanta gente, en todo el mundo ¡si llevan mascarilla! Y les pregunto que dónde está la gripe. Me responden que ha desaparecido precisamente porque la gente lleva mascarilla. A lo que les respondo: ¿y por qué con ella sí se contagian de la Covid-19? Yo les creo a ustedes; en todo lo que dicen. Pero con la gente en general es luchar contra lo imposible. Sigan pues por favor en su línea a ver si un día llega la cordura. Un saludo y por favor no pongan mi apellido, solo el nombre.

Marisa

Sentimos que sus sobrinas le presionen pero como comprenderá nosotros no podemos hacer nada para convencerlas. Usted misma explica que no usa mascarilla, circula libremente, no se ha vacunado y se siente bien y aún así ellas insisten. Mire, la verdad sobre la Covid-19 no va a ser nunca aceptada; al menos durante décadas y hasta que los implicados mueran. Como nunca se aceptará que el SIDA es una farsa. Y la razón es sencilla de entender: los jefes de estado y gobierno, ministros, diputados, senadores, líderes políticos, autoridades de todo tipo, organizaciones, sociedades científicas, medios de comunicación, periodistas, médicos y demás sanitarios -entre otros muchos- QUEDARÍAN EN RIDÍCULO. Y eso no pueden consentirlo. Y como son quienes tienen el control la verdad será la que se determine oficialmente. Nosotros solo podemos expresar nuestro desacuerdo, actuar en conciencia y ser coherentes pero ¡no hay nada que hacer! Y somos realistas, no pesimistas.  ¡Ya nos gustaría equivocarnos!

 

Estimado Director: les escribo porque vivo a 150 y 185 metros respectivamente de dos estaciones de telefonía móvil, cada una de ellas emitiendo para un par de operadoras. Además también vivo a 30 metros de la vertical de un transformador de Eléctricas Reunidas. No fui consciente del problema hasta hace pocos años, cuando decidí informarme en serio de por qué mi casa estaba «enferma», como solíamos decir medio en serio, medio en broma. Hoy soy consciente de que me siento mejor cuando estoy fuera de casa. Lo he comprobado tras años trabajando fuera y durante algunos viajes que he tenido que realizar. Cuando estoy en casa tengo síntomas que no tengo fuera: acúfenos, energía más baja, encías sensibles o sangrantes, a veces agujetas o molestias articulares ante ejercicios moderados, inquietud/nerviosismo, menor apetito, quedarme afónico, peor descanso nocturno, dispersión mental (menor concentración y memoria)… Mi padre también tiene síntomas que parecen estar relacionados con la casa: dolores de cabeza recurrentes, arritmias, «amagos» de coger gripe (síntomas pero sin llegar a cogerla), quedarse como sin voz, cansancio… Al estar fuera de casa todo esto mejora aunque sea solo durante una mañana. Hace meses pensé en seguir los pasos que recomiendan ustedes en la revista nº 77 –Cómo denunciar a las empresas que generan ondas electromagnéticas- pero me desanimé ante lo que parecía un problema que no importaba a nadie en mi barrio. Esta vez estoy sin embargo decidido a presentar la denuncia además de que es posible que pronto encuentre a gente aquí que apoye esa causa. Mi pregunta es si a día de hoy me recomiendan seguir los pasos que indicaban en el nº 77 o si, dado el paso del tiempo, creen que es mejor modificar o añadir algún dato que crean importante incluir (por ejemplo el informe de Bioinitiative). Mientras la denuncia siguiese su curso ¿me recomiendan algún profesional que pudiera ayudarme a identificar las principales fuentes de estos problemas y sugerir formas de protección? Muchas gracias. Y por si les interesara por algún motivo les adjunto la disposición de las estaciones y el transformador respecto a mi domicilio en la Avenida Santa Isabel de Zaragoza.

José Antonio Pardos

(Zaragoza)

Puede agregar otros documentos y hay abogados conocedores de la temática que podrían llevar su caso pero ahora no le sugerimos que acuda a los tribunales. Va usted a perder la paciencia, el tiempo y el dinero además de estresarse y poner en riesgo la salud. Porque quizás se encuentre con jueces honrados que se guían por la ley y la ética pero en cuanto el asunto llegue «arriba» será probablemente desechado con cualquier argucia jurídica. Las compañías eléctricas y de telefonía están «protegidas». Es nuestra experiencia -propia y ajena- y no seríamos honestos si no le alertáramos de ello.

 

Estimado Sr. Campoy: tengo un hijo de 28 años que lleva unos 5 o 6 años con trastornos para tragar de forma habitual. Él dice que ya se ha acostumbrado y que ha aprendido a comer y beber ejerciendo presión. No le causa molestias ni dolor alguno aunque de vez en cuando sufre reflujo y en esas ocasiones le molesta mucho. La última vez que lo padeció fue hace 6 meses. Al principio tuvo algo de pérdida de peso pero está estabilizado, es decir, no sigue perdiendo peso (185 cm y 81 kg). Hace un mes acudimos a un médico especializado en aparato digestivo que le hizo una ecografía abdominal y una esofagogastropía en la que se tomaron biopsias para estudio y en la cual -transcribo textualmente- encontraron “a unos 45 cm de arcada dentaria, cardias con ligera hipertonía que permite el paso del endoscopio sin dificultad y que se confirma en retroversión siendo normal. Estómago y duodeno normal«. El diagnóstico es posible acalasia”. Y se añade: “Mucosa de esófago sin lesión histológica significativa”. En la ecografía abdominal todo fue normal excepto la vesícula, de paredes normales con contenido sólido en su interior que deja «sombra acústica posterior compatible con colelitiasis» (coloquialmente “barrillo”). El informe indicaba que acudiéramos a nuestro médico de familia y éste nos derivase al hospital para que le hagan un estudio esofagogastroduodenal y, posteriormente, una manometría para confirmar el diagnóstico. Lleva una vida muy sana, practica deporte, trabaja, sale con sus amigos, no bebe alcohol, no fuma, no toma leche animal -aunque si suele comer queso-, come pan de centeno y en casa tomamos alimentos bio. Además está tomando plata coloidal, un complejo vitamínico, 3 cápsulas de krill NKO y propóleo. El doctor dice que está casi seguro de su diagnóstico y que este problema quizás se pudiera resolver con operación por laparoscopia o directamente con el endoscopio aunque reconoce que puede no ser la solución definitiva y se necesitarían revisiones periódicas. Nos resistimos a la operación y me gustaría que me indicase si esta dolencia pudiera mejorar con el Par Biomagnético o con Electroterapia. También nos han hablado de Osteopatía visceral. No sé lo que pudiera ser más indicado en este caso. Somos fieles seguidores de Discovery DSALUD desde hace más de 12 años y seguimos fielmente sus consejos. Para nosotros su revista es de gran ayuda por lo que le agradezco profundamente la labor de difusión que llevan a cabo y le envío un afectuoso saludo. Muchísimas gracias por su atención.

María Martin

Se llama acalasia a la incapacidad para relajar las fibras de músculo liso del esófago y de su esfínter por degeneración de las células ganglionares inhibitorias no-adrenérgicas y no-colinérgicas y falta de estimulación nerviosa lo que hace que disminuya la peristalsis, las contracciones musculares que permiten trasladar los alimentos. Y se achaca a daños en los nervios del esófago, a infecciones (principalmente parásitos), a un tumor o a factores hereditarios. Pues bien, su contracción y relajación están regulados por neurotransmisores excitatorios como la acetilcolina y la sustancia P e inhibitorios como el óxido nítrico y el péptido intestinal vasoactivo. Hay quienes proponen aliviar la disfagia inyectando toxina botulínica o con fármacos que reduzcan la presión -bloqueadores de los canales de calcio como la nifedipina y nitratos como la nitroglicerina y el dinitrato de isosorbida- pero tienen efectos secundarios adversos y solo funcionan tras consumirlos varios meses. No son pues una buena solución; como no lo es el uso de un globo neumático para dilatar la zona afectada. La cirugía es a menudo la mejor opción. Le sugerimos en cualquier caso que consulten antes bien con Dr. José Luis Cidón (91 544 00 00), bien con el Dr. Santiago de la Rosa (91 431 35 16).

NÚMERO 248 / MAYO / 2021

Estimado director: dice Wikipedia que la claustrofobia es miedo a estar en espacios cerrados o limitados. El claustrofóbico imagina que puede asfixiarse y eso le provoca ansiedad. Se estima que entre un 6% y un 8% de la población sufre este trastorno pero el porcentaje puede aumentar exponencialmente pues también cabe la posibilidad de “contagiarse” viendo a otros pasar por experiencias claustrofóbicas. Por eso los expertos recomiendan evitar esos lugares cerrados que identifican como “factores de riesgo”. La claustrofobia es pues una sensación de ahogo que surge debido al miedo a permanecer encerrado en un sitio que se considera demasiado pequeño pero, ¿cuándo un espacio puede considerarse demasiado pequeño? ¿Alguien lo ha concretado? ¿Podemos asegurar por ejemplo que un apartamento de 20 m2 puede resultar claustrofóbico y no uno de 90 m2? Pues no porque la aparición de la ansiedad depende en primer lugar del miedo que ya ha acumulado el individuo –es decir, de lo miedoso que se ha hecho- y en segundo lugar del tiempo de exposición al “factor de riesgo” –o sea, de lo que dure el encierro-. Es evidente que la misma persona que puede no agobiarse por permanecer unas horas en una habitación puede agobiase mucho tras permanecer unos días. Si preguntamos a un claustrofóbico cuáles son los síntomas seguramente nos dirá que siente miedo y ahogo pero, ¿puede ser el miedo un síntoma siendo la causa? En cualquier caso, ese miedo o ahogo hace que la respiración se vuelva poco profunda -por la propia tensión muscular que provocan los síntomas- y el claustrofóbico entra en un bucle en el que no puede discernir si es el miedo que está experimentando lo que le provoca la asfixia o es la asfixia la que le provoca el miedo. Al volverse la respiración menos profunda el cuerpo sufre una falta de oxigenación que puede conducir al desmayo. En cualquier caso, esa falta de oxigenación de las células compromete el buen funcionamiento del cuerpo. No es pues extraño que la sensación de ahogo, si se prolonga en el tiempo, acabe somatizándose como enfermedad respiratoria ya que el cuerpo siempre trata de expresar aquello que “siente” la mente. Así, si la mente percibe asfixia el cuerpo tiende a fabricar una situación asfixiante por simple coherencia. A fin de cuentas el cuerpo no es más que la máquina de la que se sirve la mente y la máquina siempre seguirá a su conductor. Negar que la mente es el conductor del cuerpo sería asumir que somos seres irracionales. Son muchos los países en los que los gobernantes han recomendado a la población permanecer en sus viviendas pero muy pocos los que han prohibido salir, como han hecho en España. Recomendar y prohibir son cosas distintas. Lo segundo es establecer límites y eso crea las condiciones para que pueda darse la sensación claustrofóbica. ¿Alguien ha pensado en los efectos que tendrá esa prohibición en ese 6% u 8% que, ya de por sí, es población de riesgo? ¿Alguien ha calculado hasta qué porcentaje aumentarán los claustrofóbicos debido a la prolongación del tiempo de exposición? ¿Cómo podrían hacerlo si no sabemos siquiera cuánto durará el encierro? ¿Qué se diagnosticará a esas personas cuando ingresen en un hospital manifestando problemas respiratorios? ¿No podemos entrar en un bucle en el que cada vez más personas sufran problemas respiratorios y eso lleve a los gobernantes a prolongar aún más el tiempo de encierro y ello cause, a su vez, más problemas respiratorios, más ansiedad y más miedo? ¿No dicen los propios médicos que el miedo baja las defensas? ¿No es de vital importancia tener las defensas altas, el sistema inmunitario en forma, para superar cualquier enfermedad? La medicina holística o integrativa critica a la medicina alopática imperante por partir de la premisa de que un ser humano puede reducirse a un conjunto de procesos químicos que, en caso de malfuncionamiento de alguno de ellos, se repara con más química. Eso no es más que tratarnos como cuerpos ignorando que también somos mente. E ignorando que es la mente la que crea las condiciones que luego expresa el cuerpo. Hoy día pocos médicos alopáticos dudan por ejemplo de que una situación prolongada de estrés, de ansiedad, de miedo, puede producir una úlcera… pero hubo un tiempo -no muy lejano- en que se burlaban del que les planteaba tal posibilidad. Al final tuvieron que rendirse a la evidencia que es, al fin y al cabo, lo que hace todo buen científico. Solo hace falta darse cuenta de que el miedo (mental) es lo que causa la asfixia (corporal), de que el miedo es lo que nos deja indefensos frente a la enfermedad. ¡Negarlo sería asumir que somos seres irracionales! Todo esto lo dije y publiqué hace ya un año, cuando empezó el confinamiento, con el título ¿Quién se acuerda de ellos? Entonces no era políticamente correcto hablar del tema así que ningún político se acordó. Hoy, también ellos “se ven obligados” a consumir drogas psiquiátricas porque les resulta imposible soportar el miedo… que ellos mismos sembraron. Recientemente uno de nuestros representantes nombró algunas drogas psiquiátricas y desde la tribuna del Congreso preguntó a los otros: ¿Cómo es posible que nos resulten tan familiares sus nombres? Los políticos vaticinan ahora que la «cuarta ola» puede ser de enfermedades mentales y ellos mismos se reconocen enfermos. Ya se ven como drogados gobernando a drogados, algo así como “ciegos guiando a ciegos”. De vez en cuando alguno parece despertar del coma inducido y se pregunta: ¿Valía la pena pasar por todo esto para evitar un resfriado? «Sin duda -se contesta- pues las acciones de las farmacéuticas siguen subiendo».

José Miguel Ruiz Valls

Atzeneta d’Albaida (Valencia)

 

Sr. Director: conocí la revista hace poco más de un año -cuando empezó la «plandemia»- y la verdad es que me ha sorprendido mucho su elevado nivel. De hecho lamento infinito no haberla conocido antes porque me habría servido de mucha ayuda dados mis problemas de salud anteriores. En fin, el caso es que acaban de darme los resultados de una analítica y está todo bien salvo el nivel de PSA total que es de 7,3 ng/ml cuando el valor normal debe ser menor de 4 teniendo menos de 60 años y yo aún tengo 57. El médico me dice que probablemente sea una hiperplasia benigna de próstata pero que no puede descartar un posible tumor y quiere hacerme más pruebas, posible biopsia incluida. Y la verdad, mi experiencia pasada con los  médicos ha sido muy negativa y no estoy por la labor. Ni de hacerme más pruebas ni de tomar el fármaco que me ha sugerido porque me he leído el prospecto. ¿Hay alguna forma natural y no invasiva de afrontar la situación? Les agradecería que me orientaran.

Paulino Estévez

(Guipúzcoa)

 

Le sugerimos que lea el reportaje que con el título Cómo prevenir y tratar eficazmente de forma natural los problemas de próstata apareció -en dos partes- en los números 196 y 197. En él explicamos de forma amplia y documentada que ni la prueba del PSA sirve para detectar un cáncer de próstata ni los tratamientos convencionales permiten afrontar eficazmente ni éste, ni la hiperplasia benigna de próstata. Y que ni la terapia antiandrogénica, ni la prostatectomía radical, ni la castración química son una opción aceptable según demuestran numerosos trabajos publicados en revistas científicas. Lo inteligente pues es entender las posibles causas para evitarlas y afrontarlas luego con métodos naturales, algo que exige saber qué factores o agentes lo están provocando. Le sugerimos que no acepte pues ni tratamientos sintomáticos ni radicales porque el mejor médico es su propio organismo. Dicho esto sepa que una de las principales causas es el abusivo consumo de azúcares, carbohidratos refinados y alimentos procesados industrialmente porque ello da lugar a una constante producción de insulina que puede llevar a la obesidad, la diabetes y la acidificación del organismo pero estar igualmente detrás de la hiperplasia benigna de próstata y el cáncer prostático. En ese reportaje explicamos minuciosamente las razones que avalan esta afirmación así como cuáles son las sustancias naturales que pueden ayudarle en caso de confirmarse que hay un problema prostático y por qué es así. Nos referimos a las pipas y aceite de calabaza, al melón amargo, a la granada, al té verde, al brócoli, a la cúrcuma, a los aguacates, nueces,  anacardos y  pistachos, a la mayoría de los aceites vegetales, al ciruelo africano, a la palmera enana, al cardo mariano y a la raíz de ortiga. En cuanto a los principios activos más eficaces cabe mencionar al zinc, al boro, al yodo, al licopeno, al beta-sitosterol, a la silimarina y a la vitamina D. Podrá entenderlo leyendo el texto que le recomendamos.

 

 

 

NÚMERO 247 / ABRIL / 2021

Estimado Sr. Campoy: estuve escuchando el pasado 12 de marzo  la entrevista que le hizo D. César Vidal para su programa La Voz y le felicito por su intervención que fue muy ilustrativa sobre lo que está sucediendo. El caso es que me quedé con las ganas de confirmar una afirmación suya según la cual en la propia web del Ministerio de Sanidad se dice que la trasmisión del virus de la Covid-19 precisa de un contacto estrecho y constante con la persona contagiada de al menos 15 minutos. ¿Puede por favor facilitarme ese enlace? Una sobrina, médico de familia en Madrid, me dijo que no es cierto y yo no he podido encontrar eso en la web del ministerio. Un cordial saludo

Pablo Blanco

Al igual que le pasa a usted nos cuesta encontrarlo hoy. Tanto la OMS como el ministerio hacen constantes “actualizaciones” de sus recomendaciones y las antiguas –así como los enlaces originales- “desaparecen” a menudo de la web. Vamos a seguir buscándolo pero mientras le invitamos a leer el trabajo Eficacia de las máscaras quirúrgicas y de algodón en el bloqueo del SARS-CoV-2: una comparación controlada en 4 pacientes (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7153751) y aprovechamos para hablarle del documento que la OMS publicó el 1 de diciembre de 2020 titulado Uso de mascarillas en el contexto de la COVID-19 ya que empieza diciendo textualmente: Hasta el momento solo existen datos científicos limitados y contradictorios que avalen la eficacia del uso de mascarillas por parte de personas sanas en entornos comunitarios, con el fin de prevenir la infección con virus respiratorios, entre ellos el SARS-CoV-2”. Tal es la “conclusión” oficial ¡tras tantos meses de uso de mascarillas por cientos de millones de personas! ¡Que no se sabe cuál es su eficacia real! Si lo duda entre en el enlace https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/337833/WHO-2019-nCov-IPC_Masks-2020.5-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y para comprobarlo y ver cómo a continuación dan cuenta de ensayos de dudosa fiabilidad que dicen una cosa y la contraría. Pero claro, como hay que justificar las absurdas medidas adoptadas añaden más adelante: “A pesar de las limitadas pruebas sobre la eficacia del uso de mascarillas como protección en entornos comunitarios, el Grupo Especial aconseja -además de todas las demás medidas de prevención recomendadas- el uso de mascarillas en los siguientes entornos”. Y los que cita son, de forma resumida, los “lugares públicos cerrados donde la ventilación sea insuficiente, en aquellos bien ventilados “en los no se pueda mantener el distanciamiento físico mínimo de 1 metro y cuando se reciba en casa a alguien que no es de la familia aunque se pueda mantener la distancia de 1 metro. Fíjese bien el lector: la OMS habla siempre de una distancia de seguridad de UN METRO y no de metro y medio o dos como exigen muchas autoridades ignorando las directrices del máximo órgano de decisión mundial en materia de salud por lo que sus decisiones y normas aumentando la distancia pueden considerarse NULAS. En cuanto a su uso al aire libre la OMS dice que deben utilizarse cuando no se pueda mantener el distanciamiento físico mínimo de 1 metro; incluidos los casos de personas y grupos con alto riesgo de complicaciones graves por padecer enfermedades preexistentes. Además se reconoce que las mascarillas solo limitan la propagación del “virus” al frenar parcialmente la cantidad de gotículas respiratorias –luego se refiere a las producidas por toses o estornudos- pero intentan justificar las mascarillas diciendo que reduce la posibilidad de que se estigmatice al que no las lleve y ayudan a prevenir la transmisión de otras enfermedades respiratorias, como la tuberculosis y la gripe. Eso sí, admiten también que su uso por personas sanas puede provocar malestar, lesiones cutáneas en la cara, dermatitis irritante, agravar el acné, cefaleas, dificultad para respirar, infecciones bacterianas, problemas para comunicarse -en particular a las personas sordas que recurren a la lectura labial-, dar una falsa sensación de seguridad que provoque menor atención a otras medidas de prevención, contaminación por eliminación inadecuada de las mascarillas al desecharlas y problemas en niños y personas con trastornos de desarrollo, enfermedades mentales, disfunción cognitiva, asma o disnea. En cuanto a su uso haciendo ejercicio físico reconoce que existen algunos estudios que “han demostrado efectos nocivos estadísticamente significativos en diversos parámetros fisiológicos cardiopulmonares durante la práctica de ejercicios leves o moderados, en personas sanas y en personas con enfermedades respiratorias subyacentes”. Y agrega por eso: “La OMS recomienda que las personas no utilicen mascarillas mientras realizan actividad física intensa y enérgica”. Terminamos indicando que en el documento Medidas de salud pública no farmacológicas para mitigar el riesgo y el impacto de la epidemia y la pandemia de gripe del Gobierno español se reconoce en su entradilla que “No hay mejor mascarilla que mantener dos metros de distancia entre las personas”. Reconocimiento implícito del poco valor preventivo de las mascarillas aunque lo haga duplicando la distancia de seguridad que recomienda la OMS. Puede comprobarlo en https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/COVID19_Aerosoles.pdf.

 

Sr. Campoy: Carlos Astiz afirmó en el nº 246 de su revista que George Soros posee el 35.8% del Banco Santander, el 21.7% de Endesa, el 20.5% de AENA, el 9.9% de Hispania, el 8.3% de Bankia y el 9.9% de FFC (entiendo que se refiere a FCC) y además tiene otras participaciones/acciones. Y eso es rotundamente falso. NADIE posee semejante fortuna. Lo del Banco Santander sería un montante de aproximadamente 18.279.307.444 €, lo de Endesa aproximadamente 5.134.871.000 €, lo de AENA aproximadamente 4.397.250.000 €, lo de Hispania aproximadamente 192.555.000 €, lo de Bankia aproximadamente 431.683.000 € y lo de FCC aproximadamente 391.149.000 €. En total hablaríamos sólo con eso de 28.826.815.444 € cuando fuentes como Forbes lo sitúan con una fortuna unas 3 veces menor. Y la cifra esa sería sólo con lo que tiene en empresas de España y se le acusa de tener más acciones en muchísimos más países. Son pues falsos los números dados por Carlos Astiz en ese artículo. Un saludo

Santiago Rekarte

 Es un error de transcripción nuestro porque lo que Carlos Astiz dice en su libro (pág. 75) es que las inversiones en España de George Soros están en las empresas citadas y en esos porcentajes. De hecho si se suman dan 100%. La pregunta debió pues ser «llama la atención que según recoge usted Soros tenga sus inversiones diversificadas y dedique el 35,8% de su cartera al Banco Santander, el 21,7% a Endesa, el 20.5% a AENA, el 9,9% a Hispania, el 8,3% a Bankia y el 9,9% a FFC además de poseer participaciones en Iberdrola, Liberbank, Caixa Catalunya, MedGroup y 23 Capital». Le agradecemos pues su carta y procedemos a modificar esa frase en la web y en la edición online. Todo los demás «números» del artículo son correctos y no procede pues generalizar.

 

Hola. Solo unas líneas para animaros con vuestro trabajo. Conocí la revista hace poco, viendo el programa de Equipo de Investigación en el que entrevistaron a vuestro director. Pensé: “Algo de verdad tiene que decir”. Compré el número de enero y flipé. Y el de febrero también. Y ahora los que salgan… Mis hijos son mayores y no los vacunamos. Cuando nació la segunda en Vigo (el primero nació en Budapest en 1990) vacunaron a dos mellizas recién nacidas como la nuestra ¡y murieron! Obviamente todos los padres -después de firmar, claro- nos negamos a vacunar a nuestros hijos recién nacidos en el hospital. Lo achacaron a “muerte súbita”, los padres no lo aceptaron y no sé como acabó la historia pero a partir de eso me negué a vacunar a mis hijos (tres a día de hoy). Con mucha persecución familiar aunque no social porque en esa época no había tanto control. Me hice socio de la Liga para la Libertad de Vacunación y de alguna manera me sentí protegido. Es un apoyo muy grande sentirte parte de algo que te informa y no te ves solo. Vuestra revista, para mi, viene como agua del cielo. Más en estos momentos. Yo trabajo de comercial en una empresa de alimentación y hablo con mucha gente, muchos de hostelería. Es impresionante ver cómo la sociedad está adoctrinada. Yo tanteo el terreno porque te están cortando tu medio de vida y la inmensa mayoría esperando la vacuna. Y no digas lo contrario. Así está el percal. El punto es que no hay mala publicidad. Gracias a Equipo de Investigación os conocí y ya os he recomendado a muchos amigos que han comprado vuestra revista. También conocí las plataformas de los médicos, abogados, etc., pero pienso que ahí hay mucho que reciclar. Hay de todo y está bien pero me gusta más vuestro periodismo científico y riguroso. Ánimo pues. Y por cierto, quisiera aprovechar para deciros que la enseñanza de los hijos en casa es legal. Es algo que también hemos hecho y lo ha avalado un sentencia del Tribunal Constitucional.

 Juan Carlos Alonso Suárez

 

Hola. He leído en la revista que la OMS modificó a principios de este año el criterio de los test PCR para que se redujeran los ciclos de 45 a 22 a fin de que hubiera menos “positivos” pero no encuentro dónde aparece eso en su web. Y también se lo oí decir al director de la revista, José Antonio Campoy, en la magnífica entrevista que le hizo Cesar Vidal. ¿Podría saber dónde dice la OMS que hay que disminuir los ciclos de 45 a 22? Muchas gracias. Un saludo.

Carlos Cuadrado

 Ese tipo de recomendaciones las hace la OMS de forma discreta por sus implicaciones pero trascienden a la sociedad porque las filtran siempre algunos de sus receptores. Nosotros no podemos -más bien no debemos- desvelar nuestras fuentes pero puede comprobar que es así leyendo a médicos que lo saben y lo han denunciado en sus web como, por ejemplo, el Dr. Joseph Mercola. Lo dio a conocer en un extenso artículo titulado Los casos de COVID-19 podrían desaparecer de manera instantánea que puede leerse en https://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2021/02/06/quien-cambia-valor-ct-en-pcr.aspx?ui=64ba3f68d43f16a36b6c37ce3f3d59f4fac77e85cee96a5a687c5d34b3f07d0a&sd=20160610&cid_source=espanl&cid_medium=email&cid_content=art1HL&cid=20210206&mid=DM784249&rid=1077053486

 

Estimado Sr .Campoy: quiero ante todo felicitarle a Vd. y a su equipo por los interesantes artículos que publican mes a mes en la revista de la que soy fiel seguidora desde el nº 3. Quería pedirles consejo: tengo 65 años y sufro terribles dolores de huesos que se acrecientan por el insomnio que padezco. Hace años me diagnosticaron una fibromialgia que se sumó a la artrosis de cadera que padecía en la que ahora hay necrosis por lo que me encuentro en situación desesperada. Sufro dolores en todo el cuerpo que van cada día a más y nadie me da una solución. Revisando números anteriores vi en el nº 42 un artículo del Dr. Demetrio Sodi Pallarés que hablaba del Tratamiento Metabólico, el cual consiste en una dieta baja en sodio y rica en potasio (imprescindible para sintetizar moléculas ATP) suministrando posteriormente soluciones de insulina, glucosa, potasio y la acción de campos magnéticos pulsantes. Aunque la especialidad del doctor era en el ámbito de la Cardiología sé que también se obtuvieron resultados espectaculares con su Tratamiento Metabólico a la hora de tratar problemas óseos. Sé que el doctor Pallarés falleció y que su más cercano colaborador, el doctor José de la Hoz y Fabra, está retirado y quizás también fallecido por lo que quisiera saber si tienen conocimiento de alguien que en España esté trabajando con este tratamiento y pueden facilitarme el contacto. Gracias de antemano y un fuerte abrazo.

Mª Teresa Guarde Garrido

La necrosis de cadera puede afrontarse reparando la cabeza del fémur que quedó sin riego. Se taladra el hueso, se entra en él para limpiar la zona muerta y se perfunde temporalmente cemento orgánico mientras los nutrientes llegan y crean el hueso que falta. Lo hacen muchas clínicas en España. Ahora bien, dada su edad es más práctico operar y sustituir lo dañado con una prótesis. Dejaría usted de sufrir. No creemos que el Tratamiento Metabólico pueda ayudarle tan rápidamente pero si desea intentarlo puede usted contactar con el Dr. Domingo Pérez de León (671 48 22 51), miembro de nuestro Consejo Asesor. En cuanto al Dr. José de la Hoz y Fabra -también miembro de nuestro Consejo Asesor- efectivamente falleció ya.

 

Sr. Campoy: le felicito por la esmerada edición de la revista y la calidad de sus contenidos. Simplemente quería decirles que es insostenible imaginar que un virus pueda sobrevivir a los rayos UVA o al oxigeno del aire. En una milésima de segundo son ionizados (achicharrados), convertidos en cargas eléctricas. La radiación ultravioleta A es un chorro de energía invisible para el ojo humano que atraviesa las nubes purificando la atmósfera y el oxígeno oxida cualquier molécula orgánica las 24 horas del día. El sol, ese viejo amigo, ya se ocupa pues de mantener limpio el aire que respira la totalidad de los seres vivos -animales o vegetales- que pueblan nuestro hermoso planeta. El contagio de virus al aire libre es pues imposible. Pólenes y esporas sí pueden sobrevivir a los rayos UVA y al oxígeno (O2) pero no un virus. Todo lo demás son ridículas formulaciones de pseudocientíficos a sueldo de la Tiranía. Atentamente.

Jesús Vallés Gracia

(Huesca)

NÚMERO 246 / MARZO / 2021

Estimado director: el campo de estudio de los efectos adversos de los medicamentos es amplio y difuso, en gran parte desconocido y muchas veces sorprendente… como en el caso que deseo transmitirle: la Enfermedad Pulmonar Intersticial (EPI). Se trata de un grupo de trastornos que afectan al intersticio -al tejido conectivo que forma la estructura de soporte de los alvéolos pulmonares- el cual se inflama y se vuelve rígido. Como consecuencia, al no poder los alvéolos expandirse completamente, se imposibilita el intercambio de oxígeno entre el aire inspirado y la sangre apareciendo disnea (dificultad para respirar). La EPI se asocia con infecciones víricas pero, curiosamente, es también un efecto adverso que puede presentarse con la exposición a varios medicamentos muy diferentes: quimioterapéuticos e inmunosupresores como el Metotrexato y la Ciclofosfamida, antiinflamatorios como la Sulfasalazina, hipocolesterolemiantes como la Simvastatina, antiarrítmicos como la Amiodarona intravenosa, antiinfecciosos urinarios como la Nitrofurantoina, antituberculosos como el Etambutol y anticuerpos monoclonales como el Rituximab,  usados éstos en Oncohematología y Reumatología. En todos ellos el mecanismo oculto es desconocido. En 2017 los neumólogos japoneses Hibino y Kondo añadirían otro fármaco a la lista anterior al publicar su trabajo Neumonía intersticial asociada a la vacuna contra la gripe: informe de dos casos (este es el enlace: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5337467). El artículo habla de dos pacientes de 67 y 71 años con neumonía de tipo inmune e incluía una búsqueda bibliográfica en Pubmed sobre casos similares que se hubieran descrito anteriormente encontrando varios: en1998 Neumonitis secundaria a la vacuna antigripal, en 2009 Alveolitis alérgica tras vacunación antigripal, en 2010 Neumonitis intersticial causada por vacuna antigripal estacional, en 2010 Posible reacción adversa grave a la vacuna monovalente H1N1, en 2010 Exacerbación aguda de fibrosis pulmonar idiopática tras la vacuna pandémica H1N1, en 2011 Enfermedad pulmonar inducida por la vacuna pandémica H1N1 de 2009 y en 2013 Enfermedad pulmonar intersticial inducida por la vacuna antigripal. Hibino y Kondo observaron en esa serie de casos un incremento de reacciones desde 2009, año de la pandemia de gripe A en el que se introdujo en las vacunas antigripales la cepa A (H1N1) pdm2009, variante de la terrible gripe del 18 que nunca se había usado hasta entonces en las vacunas. No obstante, no podían determinar que dicha cepa fuera en concreto el antígeno responsable de las reacciones ya que había vacunas que también contenían esas cepas B así como diferentes excipientes.  Complementariamente consultaron los datos del Sistema de notificación de reacciones adversas a las vacunas (VAERS) establecido por los CDC y la FDA y encontraron tres casos diagnosticados como Neumonía Intersticial Secundaria asociados a una vacuna antigripal que contenía la cepa H1N1. La conclusión de los neumólogos nipones fue que los médicos debían ser conscientes de la posibilidad de que la neumonía intersticial sea una complicación de la vacuna contra la gripe y deberían pues preguntar a los pacientes sobre la vacunación en las entrevistas médicas e informarles de esta posibilidad para facilitar la detección y su tratamiento temprano. Pues bien, a lo largo de 2020 hemos asistido en todo el mundo a cientos de miles de casos de neumonías intersticiales bilaterales en pacientes de elevada edad -justo el colectivo que más vacunación antigripal había recibido- pero desde el primer momento la visión clínica del sanitario se vio condicionada por una salvaje campaña mediática en la que el diagnóstico de cualquier proceso inflamatorio del intersticio pulmonar estaba cantado: ¡neumonía por COVID-19! ¿Habrían escrito Hibino y Kondo el mismo trabajo y llegado a las mismas conclusiones si esos dos pacientes de 2017, con sus imágenes radiológicas y sus analíticas, se hubieran presentado en abril de 2020 o más bien habrían sucumbido al diagnóstico «covidiano» vigente hoy por defecto? Es más, ¿les habría hecho alguien caso?

Juan F. Gastón Añaños

Especialista en Farmacia Hospitalaria

Tiene usted razón. Y también la tiene al sugerir que las neumonías bilaterales actuales pueden estar relacionadas con los efectos adversos de las vacunas de la gripe ¡pero eso es políticamente incorrecto! Sabe usted bien que nadie debe poner en duda las verdades oficiales. Gracias por su carta que esperamos aclare las «ideas» -en realidad no son suyas sino impuestas- de algunos de sus colegas, de muchos médicos y enfermeros y de los periodista y políticos más ignorantes.       

 

Sr. Director: a principios de febrero recibí por Whatsapp un texto que se achacaba a una enfermera que no se identifica pero como me ha parecido tan buena me gustaría pedirles que la reprodujeran en la sección de Cartas para conocimiento de sus lectores. La transcribo sin más confiando en que la publiquen. Dice así: «En marzo de 2020 surgió sin esperarlo -quiero decir sin esperarlo la inmensa mayoría de la gente- un nuevo síndrome, una enfermedad singular que por la clínica y por los síntomas dejaba claro que no había sido antes vista. Produjo una rápida mortandad y en poco tiempo un pico de fallecimientos que alarmó a todos, máxime cuando los medios de comunicación comenzaron en tromba a dedicar casi el cien por cien de su programación a hablar de ella. Se bautizó como Covid-19 y se atribuyó su causa a un virus antes desconocido pero he aquí que a consecuencia de este advenimiento ha surgido, especialmente en el mundo occidental, una nueva “religión” y con ella un ejército innumerable de fervientes feligreses. Se trata de los covidianos. El covidiano es verdaderamente un hombre de fe. Cree en un virus que no ha sido aislado ni purificado y cree por la fe. No llega a una conclusión: parte de una convicción. No cree -ni cabe pensarlo- que ese síndrome pueda ser causado por cualquier otra causa o por la suma de varias. Eso sería herejía. Por supuesto, prohibir las autopsias y la investigación es cosa loable, no vaya a ser que alguien ponga en peligro el dogma. El covidiano cree todo lo que le dicen sus líderes religiosos aunque haya quedado demostrado que mienten; no por nada sino por las continuas contradicciones en las que incurren: una cosa y la contraria varias veces en cortísimos espacios de tiempo. Pero no importa: la fe es y debe ser ciega. El covidiano confía en la prueba PCR aunque el prospecto diga que no es específica, que no sirve para diagnóstico. Aunque su inventor lo haya dicho y ahí estén sus declaraciones. Y aunque algunos tribunales de otros países, asistidos de informes periciales serios, lo hayan demostrado. No importa. El dogma no se discute: se cree y punto. Y la PCR, erre que erre, es el argumento para paralizar un país, el hundimiento de la economía y la parálisis de la sanidad. El covidiano es cívico: lleva mascarilla y se la pone a sus niños; incluso a los más chiquitines aun sabiendo que para ellos no es obligatoria y les perjudica enormemente. No obstante, es estricto y es cumplidor. El covidiano se convierte en el guarda de la prisión y en el buchonazo del campo de concentración cuando llama al 112 para decir que ha visto un movimiento raro en casa de sus vecinos, que le ha parecido ver que ha dejado entrar a una pareja de amigos que no son del edificio. El covidiano es obediente y conduce con mascarilla aunque vaya solo en el coche y llama la atención en misa o en el súper al prójimo si se la baja por debajo de la nariz porque el prójimo está agobiado y necesita respirar. El covidiano no le dirige la palabra a los negacionistas, a sus familiares y a sus compañeros de trabajo; incluso de médico covidiano a médico negacionista. El covidiano es creyente por encima de todo: cree y no hay más que hablar. Si el prospecto de la vacuna dice que es de prueba o experimental no importa: él cree. Si las empresas farmacéuticas no se responsabilizan de los efectos secundarios, ni el gobierno, ni nadie… no importa: él tiene fe ciega en sus líderes religiosos. Si le dicen que no protege del contagio le da igual. Si le dicen que no exime de contagiar después de suministrada es igual: la espera, la desea, la anhela. Y, por supuesto, obligatoria para todos. Lo importante es el “interés colectivo”. La dignidad individual es algo secundario. El covidiano cree que la gripe estacional, después de más de mil años de existencia, ha desaparecido totalmente debido a las precauciones y a la responsabilidad de la gente en sus relaciones sociales. En cambio cree que los contagios por Covid-19 han aumentado por la causa contraria, es decir, por la falta de responsabilidad de la gente y sus relaciones sociales. Jamás pensará en esta evidente contradicción ni llegará a la conclusión de que lo cierto es que se están recalificando las gripes hacia el Covid-19 para aumentar las cifras. Pensar eso sería herejía. Si las cifras anuales de fallecimientos por todas las causas son idénticas o similares a la media de todos los años anteriores se queda perplejo pero no lo quiere ver, ni quiere enterarse. Se tapa los oídos. Sería como traicionar su nueva fe. Lo niega, lo justifica, lo ignora, lo tergiversa y repite una y otra vez la oración, el rezo diario que ha aprendido en la televisión: ¡Hay pandemia, hay pandemia, hay pandemia y no hay más que hablar! Lo dice la televisión, las imágenes, los colapsos de los hospitales… No cabe dudar, ni pensar, ni analizar. ¡Hay pandemia! Entre los covidianos hay gente de todas las clases sociales, pobres y ricos, jóvenes y ancianos, gente sin estudios y universitarios, de letras y de ciencias. El covidiano ha quedado noqueado, sometido por la muerte a la esclavitud o, mejor dicho y como diría San Pablo, por el miedo a la muerte; algo que, por otra parte, es consustancial con nuestra existencia. Pero ahora se ha bloqueado, su razón ha quedado colapsada. Los covidianos son creyentes impecables. Hay muchos entre mis afectos, entre mis familiares y amigos. Son gente seria y educada. Y son inteligentes sin lugar a dudas pero por caridad cristiana y por disculparlos yo diría que son ‘inteligentes asintomáticos'».

¿Es o no un escrito que merece publicarse, señor director? La verdad es que yo me he partido de risa.

Carlos Esteban

(Madrid)

 

Estimado equipo: tengo 70 años, soy lector suyo desde hace diez y en primer lugar quiero agradecerles la labor informativa que llevan realizando durante todos estos meses de supuesta pandemia. Al menos hemos podido ver otra realidad -la que ustedes nos han contado- que los grandes medios de comunicación nunca ofrecerán. Como decía Don Quijote: «Querido Sancho, ladran; eso es señal de que cabalgamos». Así que continúen con esta labor que lo están haciendo genial aunque nos llamen terraplanistas, negacionistas, etc. Dicho esto les escribo para que me aclaren algunas cosas que no consigo entender y posiblemente mucha gente tampoco. Les cuento: han publicado ustedes desde marzo del año pasado varios reportajes en los que afirman que toda esta pandemia es una farsa orquestada para implantar sin oposición el Nuevo Orden Mundial. En definitiva, «el gran reinicio» sería el objetivo pero he leído concienzudamente sus reportajes y no logro entender la conexión que hay entre los CDC de China -que son los que dan la alarma a la OMS sobre un supuesto coronavirus- y las élites mundiales: Bill Gates, George Soros, los Rothschild, los Rockefeller, etc. Y ahí es donde surgen mis dudas: ¿Las élites mundiales hicieron de forma secreta el encargo a los CDC chinos de «descubrir» supuestamente un nuevo coronavirus y así empezar con toda esta farsa? ¿O las élites mundiales «cocinaron» junto a los CDC chinos la pandemia? Porque ustedes dicen que los CDC chinos dan la alarma y descubren un supuesto coronavirus que según el estudio que publican no cumple los protocolos de Koch. Ese estudio viene firmado por el Dr. Na Zhu. ¿Hay alguna conexión entre el firmante de ese estudio y las élites? ¿O la puesta en escena ha sido tan buena que los antes mencionados están «compinchados» con los CDC chinos pero es imposible demostrarlo? En el numero de diciembre entrevistan ustedes a un investigador español que escribió un libro titulado Soros, rompiendo España y Jesús Garcia Blanca le pregunta directamente: ¿Cree usted que las élites están detrás de la Covid-19 para implantar el nuevo orden mundial? y la respuesta del investigador fue clara: «Eso de momento no puede demostrarse». Mi pregunta pues es: las supuestas teorías que dicen ustedes de que las élites están detrás de la Covid-19 en qué se basan? ¿En las memorias de David Rockefeller? ¿Solo en eso? Porque ese investigador solo afirma que a ellos les ha venido muy bien esta crisis.  Gracias y un saludo.

Agapito

Si alguien cree que lo que hay detrás del Nuevo Orden Mundial se cuenta en unos pocos reportajes no conoce la envergadura de la operación. Se lleva fraguando muchos años, hay implicadas decenas de miles de personas y cientos de organismos, instituciones, organizaciones, sociedades, bancos, fundaciones, empresas, asociaciones y muchas otras entidades de todo el mundo. La mera relación de las conocidas con una brevísima explicación de cada una de ellas ocuparía varias revistas. De hecho hay numerosos libros que dan cuenta de muchas y a ellos nos remitimos. Es más, en Internet cualquiera tiene información para pasarse semanas leyendo. A nosotros es algo que nos pareció inicialmente secundario y si luego nos hemos ocupado de forma somera de ello es porque entendemos que el público debe saber quiénes están detrás y qué pretenden aunque no sea de forma exhaustiva. De ahí que apenas hayamos ofrecido más que unas pinceladas en algunos reportajes, entre ellos en estos: Algunas claves para entender la “pandemia” del coronavirus chino (nº 236), ¿Quiénes -y por qué- están detrás de la pandemia declarada por la OMS? (nº 238 y 239),  La falsa pandemia de la Covid-19 se diseñó hace varios años (nº 240), La pandemia es una farsa orquestada para implantar sin oposición el Nuevo Orden Mundial (nº 242),  La Covid-19 y El Gran Reinicio (nº 245) y en este mismo número Carlos Astiz: «Tras el Nuevo Orden Mundial están los grandes magnates y los grupos de izquierda». Las conexiones entre todas esas entidades y muchas personas son públicas y es fácil pues constatarlas. En cuanto a si la pandemia se orquestó a propósito para poner por fin en marcha la operación o simplemente la aprovecharon ni Juan Antonio de Castro -al que ya entrevistamos y es coautor del libro George Soros: rompiendo España- ni Carlos Astiz -autor de El proyecto Soros y la alianza entre la izquierda y el gran capital- pueden afirmarlo y por tanto no lo hacen. Y nosotros tampoco. Recoger lo que en ese sentido afirman otros no implica que lo compartamos. Dicho esto añadiremos que hay datos y razones suficientes para pensar que ha sido así pero pedirnos que le detallemos cómo se produjo nos parece excesivo. Eso quizás se sepa algún día en detalle pero desde luego requerirá años de investigación porque no es probable que los posibles instigadores vayan a confesarlo. Además se requieren unos medios, un personal cualificado y un tiempo que nosotros no tenemos. Eso sin olvidar que para nosotros lo importante es demostrar que el relato oficial sobre la Covid-19 no se sostiene y las medidas son desproporcionadas e ineficaces. 

NÚMERO 245 / FEBRERO / 2021

Estimado Director: he estado leyendo su imprescindible revista y veo que uno de los posibles problemas asociados a las vacunas de la Covid-19 es la Trombosis Venosa y estoy muy preocupado por mi hija porque en las vacaciones de agosto de 2019, con solo 16 años, tuvo una trombosis en la clavícula aunque afortunadamente todo quedó en un susto. A principios de verano le habían suministrado la tercera dosis de la vacuna del papiloma humano en contra de mi opinión pero su madre y ella misma, sin tenerlo muy claro, aceptaron y se la pusieron. Quisiera saber si puede haber relación entre la vacuna del papiloma humano y el trombo que padeció y si las nuevas vacunas contra la Covid-19 podrían provocarle otro trombo. Estoy seguro de que si le pregunto esto a su médico me va a decir que no hay problema así que quisiera pedirles que me faciliten cualquier información de la que dispongan sobre los efectos de estas vacunas y así poder persuadir a mi hija y a su madre. Dándoles las gracias de antemano me despido con un cordial saludo y deseándoles un próspero año nuevo.

Mikel Ariztegi Pérez

Sobre los peligros de las nuevas vacunas hablamos en este mismo número pero sepa que llevamos publicados ya 68 extensos reportajes sobre los peligros en general de las vacunas, decenas de noticias y cuatro videos. Y hemos explicado hasta aburrir que no existe un solo estudio científico en el mundo que demuestre que una vacuna -la que sea- previene realmente una enfermedad -la que sea-. Por el contrario, existen multitud de trabajos científicos que relacionan las vacunas con todo tipo de patologías, muchas de ellas graves, algunas con resultado de muerte. Es pues evidente que ni usted ni su familia –como varios miles de personas más que han conocido la revista a raíz de la falsa pandemia de la Covid-19- han leído lo que llevamos publicado y por razones obvias resumir tanta información en unas pocas líneas es imposible. Tiene usted agrupados todos nuestros trabajos en https://www.dsalud.com/reportajes/el-peligro-de-las-vacunas y los 15 reportajes dedicados expresamente a las vacunas del papiloma humano en https://www.dsalud.com/reportajes/la-vacuna-del-papiloma-humano. Le sugerimos pues a usted, a su mujer y a su hija que los lean y luego decidan.

 

Sr. Director: vaya por delante mi agradecimiento a quienes con su profesionalidad y honradez nos ponen al corriente de los temas de salud, nunca tan necesarios como en estos tiempos porque hay que escarbar mucho para encontrar la verdad (si la hay) en otros medios de comunicación. Soy asiduo lector de la revista desde hace más de doce años -mes a mes la espero a veces con impaciencia- y debo decirle que hay artículos que vienen explicados de una manera que me crea confusión aunque voy a referirme solo a uno aparecido en el nº 244 correspondiente a enero pasado: El trascendental papel de los exosomas. En él se manifiesta que en personas diagnosticadas de Covid-19 se han usado decocciones de la flor de la madreselva japonesa con buenos resultados según un equipo dirigido por Li-Kun Zhou que lo dio a conocer en agosto de 2020 en Cell Discovery. Dicen ustedes que primero investigaron mediante ensayos in vitro con plasma de enfermos de Covid-19 si las decocciones de la flor inhibían la replicación viral y tras ver que efectivamente es así trataron a 75 personas con sintomatología moderada agregando a los antivirales usuales una decocción de 30 gramos diarios de flores secas de L. japónica. Tras lo cual el autor añade: “Pues bien, el 83% de ellos dio negativo a la PCR a los 7 días mientras eso ocurrió en el 26% de los tratados solo con los antivirales clásicos”. Y no lo entiendo: la revista lleva meses diciendo que los datos revelados por las PCR no sirven, que no son fiables en absoluto, que dan falsos positivos y falsos negativos. ¿Cómo se entiende pues que ahora se dé por bueno un resultado del 83% de una PCR? Créanme: estoy confundido. Un saludo.

Jordi Martínez

Nosotros llevamos un año afirmando que la existencia del SARS-CoV-2 no está demostrada, que la fiabilidad de la PCR es nula y que la pandemia es una farsa… y nos reiteramos en ello. ¿Debemos pues no volver a publicar nada de lo que se publica ya que carece de sentido? ¿O debemos insistir en ello sin censurar a quienes piensan de manera distinta? Nosotros hemos entrevistado a personas que difieren de buena parte del relato oficial pero no cuestionan la existencia del coronavirus? ¿No debimos haberlo hecho? ¿Debimos habernos cerrado en banda y decirles que o nos demostraban antes que existe o nos negábamos a plasmar sus opiniones? ¿Debemos censurar a quienes creen que el virus existe y es peligroso? Nos negamos. Somos periodistas y nuestro deber es informar, estemos o no de acuerdo con lo que se nos dice. No podemos ser juez y parte como hacen muchos. Pues bien, Li-Kun Zhou cree que existe el virus, que la PCR es eficaz y ahí está lo que a su juicio logra esa decocción en enfermos diagnosticados de Covid-19. Es lo que afirma y es lo que plasmamos. ¿Implica eso que nosotros lo avalamos? En modo alguno. Mire, la opinión de la revista la hemos dado a conocer clara y diáfana a menudo y todo el que nos lee habitualmente la conoce. No nos caracterizamos precisamente por la indefinición… pero no vamos a imponerle a nadie lo que pensamos. También hemos publicado trabajos sobre otros muchos productos que dan buen resultado en las personas que se dice están “afectadas por la pandemia”: el Renovén, el VIUSID, el dióxido de cloro, el zinc, las vitaminas C y D, la artemisa, el ozono… ¿Son eficaces? . ¿Implica eso que el SARS-CoV-2 existe? NO. Los efectos sobre la sintomatología y la mejora de la salud son evidentes pero eso no tiene nada que ver con la causa. Ésta podría deberse –por poner dos ejemplos- a las radiaciones de la tecnología 5G o a una intoxicación por cadmio. Y en tal caso todos esos productos –incluida la flor de la madreselva- podrían ser eficaces… pero no porque actúen contra un coronavirus –lo que tampoco negamos- aunque así lo crean hasta quienes los comercializan. Esperamos haberle aclarado sus dudas.

 

Estimado Director: ante todo permítame agradecerle a usted y a su equipo todo el trabajo hecho a contracorriente a lo largo de su trayectoria y transmitirles ánimos para que sigan así muchos años más. Quería exponerles el caso de mi hijo. Tiene 6 años y sufre epilepsia desde los 3 recién cumplidos. Apareció tras una rotura de tibia de la pierna izquierda, una diagonal de punta a punta prácticamente. Fue a la sexta semana de tener la escayola cuando apreciamos la primera crisis epiléptica, una convulsión nocturna de 1 a 2 minutos. Unos días antes vimos un cambio muy llamativo en su actitud. Estaba alteradísimo, como si fuera hiperactivo de repente. Luego, desde ese día, empezó a tener pequeñas mioclonías y unas 5 crisis más, todas ellas nocturnas. Hasta que le quitaron la escayola a la novena semana. Ese mismo día empezamos a ir a la piscina todos los días para que se desfogara haciendo ejercicio y recuperara cuanto antes la movilidad de la pierna y las crisis epilépticas nocturnas desaparecieron por completo un largo período de tiempo pero no así las mioclonías. No quisimos administrarle Depakine así que empezamos tratándole con Osteopatía y Homeopatía y aunque no conseguimos que mejorara no hubo empeoramiento. Entonces nos topamos con el Par Biomagnético por casualidades de la vida y tras una sola sesión la fiebre le subió esa noche a casi 40º pero al día siguiente le desaparecieron las mioclonías y las convulsiones ¡durante unos 4 meses! Fue algo así como el milagro más cercano que yo haya visto en mi vida. Uno de los pares, por cierto, indicaba que todo aquello podía estar provocado por parásitos. Transcurridos esos meses volvió sin embargo a tener convulsiones, ya diurnas. En dos clústers de entre 6 y 8 convulsiones en 48 horas separados por 15 días. A partir de ese momento le empezamos a tratar con CBD (cannabidiol) al 10% y Osteopatía y estuvo teniendo una convulsión nocturna al mes pero no acaba de funcionar. Todo está cambiando otra vez. Tiene algunas mioclonías, más frecuencia en las convulsiones nocturnas y mucha actividad irregular por las noches. Debo mencionar que nos hemos cuidado mucho de no darle azúcares en general, ni gluten, ni aditivos. Su dieta ha sido siempre de lo más variada y ha comido todo ecológico prácticamente. Jamás le vacunamos de nada. La única inyección de medicamento que ha recibido fue de vitamina K al nacer. Nos la colaron. Poco antes de nacer, a los 7 meses de gestación, su madre tuvo que ser operada de urgencia por el corte de un tendón del dedo gordo de la mano en un accidente doméstico y la tuvieron que sedar. Este hecho nos ha dejado siempre la sombra la duda de si habrá podido tener algo que ver. Nos hemos cuidado mucho, desde que empezó todo esto, de no tener electricidad ni radiaciones cercanas a la cabeza o cuerpo del crío a la hora de dormir y alternamos la dieta con temporadas de dieta vegetariana. En estos momentos nos planteamos empezar la dieta cetogénica y ver qué resultados nos ofrece. Desde muy pequeño nos dimos cuenta de que el intestino no estaba todo lo bien que debiera. Solía estar entre 2 y 5 días sin defecar y luego lo hacía medio-completamente desecho. Nos pusimos las pilas y hemos conseguido que lo haga todos los días y con una consistencia normal. Era algo que nos parecía importantísimo conseguir. La intención de esta carta no es otra que pedirle su punto vista, cuál podrían ser los siguientes caminos a explorar o si por el contrario tenemos que lanzarnos al Depakine o demás tratamientos sintomáticos que nos ofrecen en el hospital. Hemos echado un vistazo a las entradas en su revista con la referencia de epilepsia y no hemos encontrado nada específico por lo que le estaría eternamente agradecido si pudieran darme su opinión sobre posibles terapias alternativas a lo ortodoxo-oficialista. Quedo agradecido de antemano con su trabajo, sea o no respondido. Le mando un cordial saludo.

Sergi

Aunque estamos seguros de que usted lo sabe hay otros lectores a los que conviene aclararles algunas cuestiones en primer lugar. Médicamente se llama mioclono o mioclonía a la sacudida repentina e involuntaria de un músculo o grupo de músculos y no es sino la manifestación más llamativa de la epilepsia, problema que según la propia OMS puede tener causa estructural, genética, infecciosa, metabólica, inmunológica y otras. De hecho explica que puede aparecer por daño cerebral prenatal o perinatal –como asfixia, un traumatismo durante el parto, bajo peso al nacer…), malformación congénita, alteraciones genéticas con malformaciones cerebrales, traumatismos craneoencefálicos graves, accidentes cerebrovasculares que cursan con hipoxia (déficit de oxígeno en el cerebro), meningitis, encefalitis, neurocisticercosis (enfermedad del sistema nervioso central de origen parasitario), un traumatismo en las cervicales o la columna vertebral (es raro que haya sido en una pierna aunque no es descartable), una infección, una intoxicación, un tumor cerebral, un accidente vascular cerebral, una insuficiencia renal o un problema para eliminar las grasas o una hipoxia. Y lo que los médicos suelen recetar son antiepilépticos como el Depakine cuyo principio activo es el ácido valproico, también conocido como valproato o valproato sódico o valproato de magnesio. Una posibilidad que no le aconsejamos en absoluto porque no va a curar a su hijo y la relación de efectos adversos es tan larga y preocupante que necesitaríamos una página entera de la revista solo para describirlos. Añadiremos que si uno lee todo lo que se sabe sobre la epilepsia necesitará semanas para llegar a una simple conclusión: no se sabe qué la causa realmente ni cómo tratarla. Lo único claro es que hay algo que altera el funcionamiento del sistema nervioso, especialmente las conexiones neuronales y, por tanto, su origen puede estar en el cerebro ¡o en el sistema digestivo! Lo “normal” de hecho –traumas aparte- es que la causa sea una bacteria patógena, un parásito (¿tuvo su hijo contacto con gatos, perros o aves?), una intoxicación o una disbiosis intestinal. Recordemos que el Sistema nervioso entérico –popularmente conocido como Segundo Cerebro– es el que se encarga de controlar el sistema gastrointestinal –al que reviste- merced a sus cien millones de neuronas (una milésima parte de las que tenemos en el cerebro pero más de las que hay en la médula espinal). En él se encuentran los mismos neurotransmisores que en el cerebro craneal y de hecho en las mucosas del sistema digestivo se produce ¡el 95% de la serotonina y el 50% de la dopamina del cuerpo! No es pues de extrañar que muchos estados de irritación, emociones descontroladas, ansiedad, depresión, hiperactividad y otras anomalías de la conducta estén más relacionadas con la salud intestinal que con desequilibrios en los neurotransmisores cerebrales. Es más, en el Segundo Cerebro hay no sólo neuronas sino glías que cumplen las mismas funciones que sus equivalentes en el encéfalo, solo que están en mayor proporción -respecto a las neuronas- que en el cerebro. Nuestros intestinos -más bien las bacterias de la flora intestinal- producen además benzodiacepinas, moléculas que muchos laboratorios farmacéuticos comercializan como tranquilizantes: Diazepam, Lorazepam, Librium, Valium… cabe agregar que según algunos investigadores el principal papel de las bacterias es el de permitir un proceso digestivo completo en el que se liberan todos los aminoácidos necesarios para el organismo así como las vitaminas y aceites esenciales que garantizan la vida; materias primas básicas para que nuestro cuerpo sintetice las hormonas, neuropéptidos y enzimas imprescindibles para conservar la homeostasis total: energética, psíquica, física y emocional. En pocas palabras: no van ustedes desencaminados. Deben ante todo equilibrar el sistema digestivo de su hijo así que les sugerimos que le hagan sendos test de intolerancias y alergias alimentarias (ambos). Deben comprobar asimismo si hay infecciones microbianas o parasitarias y de ser así afrontarlas (explica por qué le fue tan bien el Par Biomagnético). Deben analizar igualmente si está intoxicado, valorando en especial la presencia de metales pesados (¿le dieron de niño antiácidos con aluminio?). Dicho esto podrían ver si mejora ingiriendo dióxido de cloro (es legal en varios países aunque no en España). Pueden igualmente testar si se trata de un gusano dándole una sola dosis de Pamoato de Pirantel (Trilombrin), eficaz antihelmíntico frente a las infestaciones producidas por oxiuros y áscaris. Y puede también ayudar el carbón vegetal, potente desintoxicante inocuo a las dosis adecuadas así como la plata coloidal. Para completar las posibilidades asegúrense de que su columna vertebral está correctamente alineada porque es fundamental. Todo ello siempre, por supuesto, bajo la supervisión de un profesional.

 

Estimado Sr. Campoy: le felicito por su calidad humana, por decir la verdad sin miedo con honestidad y sinceridad y por su valentía. Somos muchos los que ante los ataques que recibe vamos a apoyarle. No podrán tumbar su magnífica revista, única y exclusiva en su género. Dicho esto quiero contarle lo que he visto personalmente en una de las residencias de Vitalia en un pueblo de Huesca porque ha sido vergonzoso. Antes le diré sin embargo que trabajé durante varios años en una farmacéutica norteamericana en Huesca que ya en 2009 fue denunciada por fabricar 72 kilos de material contaminado -virus vivos de la gripe aviar H5N1 junto a virus vivos de la gripe normal H3N2- para crear una falsa pandemia. Se enviaron a 16 laboratorios de cuatro países bajo falsas etiquetas pero fueron pillados porque un laboratorio de Checoslovaquia hizo pruebas con hurones y todos murieron. En aquella época la valiente periodista austriaca Jane Burgermeister -completamente silenciada hoy- presentó una querella ante la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ONU, el Gobierno norteamericano, diversas organizaciones públicas -como la FDA- y varios laboratorios médicos y farmacéuticos por crear falsas pandemias gripales para más tarde administrar vacunas peligrosas de forma masiva. Les acusó de bioterrorismo, genocidio, asesinato en masa, coacción y alta traición, entre otros cargos. En fin, voy a centrarme en lo que vi el pasado mes de abril de 2020 en una de las residencias privadas para mayores que reciben millones de euros de dinero público. El caso es que en ella dio “positivo” un 75% y murieron 27 de los 90 que había. Pues bien, vi personalmente cómo se metieron hasta tres ancianos encamados por habitación y cómo a los “positivos” los bajaron a la segunda planta; según me dijo una auxiliar de Geriatría que llevaba años trabajando en la residencia “por decisión de la dirección de la empresa«. Es más, me aseguró que habían recibido la orden de retirarles toda la medicación, que no se les llevara a hospitales –solo fueron unos pocos- y que los que estaban para morir fueran sedados con morfina. Cuando los demás solicitaban algún analgésico se les daba un placebo. A los que tenían movilidad se les prohibió levantarse de la cama y caminar por los pasillos de la residencia. Recuerdo que uno de los ancianos, para mostrar su enfado, salía al pasillo para orinarse en el suelo. En las habitaciones no tenían ni un triste televisor o aparato de radio para distraerse. Muchos murieron de pánico, terror y soledad cómo ya denunció Médicos sin Fronteras. Añadiré que los trabajadores de la residencia estuvieron semanas trabajando sin EPIs. Usaban para protegerse guantes de fregar y bolsas de basura. De hecho la mitad de los trabajadores dio “positivo” y se les envió a sus casas. Lo lamentable es que los ancianos que dieron “positivo” a la prueba RT-PCR no tenían síntomas. Ni fiebre, ni tos; solo se quejaban de sequedad en boca y garganta pero porque apenas se les daba un poco de agua y una comida escasa. Uno de los encargados de mantenimiento me aseguró que se estaban fumigando los cuartos ¡con los ancianos dentro! De hecho se quejó a la dirección de la empresa diciendo que no era normal ese proceder porque él mismo llevaba 3 días vomitando a causa de la fumigación. Es evidente que se les fumigó a propósito por órdenes emanadas del «arriba» y lo mismo sucedió en casi todas las cadenas de residencias privadas financiadas por fondos de multimillonarios ameri»arriba»canos, franceses e ingleses. Finalmente fui a quejarme al nuevo director y me contestó de muy malas maneras. Me acusó con toda caradura de ser responsable en parte de la contaminación porque había dejado mis EPIs sin desinfectar en el cuarto donde nos cambiábamos de ropa, vestidores en los que no había ni taquillas y estaba todo muy sucio con las lavadoras llenas de ropa y EPIs sin lavar. Aguanté solo 2 días en esa residencia y me fui de inmediato. En fin, quería solo que sus lectores supieran lo que está pasando….

Antonio Ferrer
(Huesca)

Le agradecemos sinceramente su extensa carta que publicamos muy resumida y sin citar nombres por razones legales al no adjuntar usted documentación probatoria. Y gracias por sus amables palabras.

 

 

 

NÚMERO 244/ ENERO / 2021

A quien corresponda: en el artículo Las mascarillas no son eficaces y además son peligrosas para la salud se dice que “según el inmunólogo suizo Alfred Hässig y el médico alemán Heinrich Kremer los linfocitos T no combaten microbios porque su misión es la de reciclar y renovar las células que perdemos cada día”. Hasta donde yo sé los linfocitos T tienen varias funciones: son mediadores en la respuesta inmunitaria y fagocitan, limpian o recambian las células de nuestro organismo. Esto me lo ha confirmado un médico que de esto sabe bastante. Así que lo que dicen el virólogo suizo y el médico alemán o lo malinterpreto o no es cierto; esto es, esa misión sería una de las que tienen. Es más, es sabido que gracias a los linfocitos T muchas personas son inmunes a las enfermedades infeccionas en general y a la Covid-19 en particular. De hecho esas personas darían negativo en un test serológico. Sería la primera barrera contra la infección. Ya me diréis. Gracias

Jorge Arroyo

Sant Cugat del Vallés (Barcelona)

Aunque ya habrá usted recibido la respuesta que ahora transcribimos del autor del reportaje -nuestro compañero Jesús García Blanca- la damos a conocer a nuestros lectores. Y es ésta: «La visión sobre inmunidad que usted nos trasmite -y refrenda el médico al que ha consultado- puede considerarse obsoleta, al menos a nivel de investigación básica. Hace ya varias décadas que nuevas líneas de investigación en Inmunología, Biología y otras ciencias aplicadas a la Medicina descubrieron que lo que llamamos Sistema Inmunitario no funciona como creíamos y su función principal y fundamental es la limpieza y reciclaje diaria del organismo -tarea que realizan los linfocitos T- y no la lucha contra microbios; en todo caso ésa sería una labor puntual que realizan los linfocitos B que hay que reinterpretar superando la visión belicista de la salud y la enfermedad que en su día impusieron Pasteur, Koch y otros. Y decimos impusieron porque no lograron dar un giro de 180 grados a la Medicina mediante un debate científico-médico sino gracias a la intervención de la entonces naciente industria farmacéutica que actualmente es una de las más poderosas del mundo. Los dos nombres citados -el inmunólogo Alfred Hässig y el médico Heinrich Kremer- son solo dos de los muchos investigadores que han aportado sus conocimientos a este nuevo enfoque cuyos pormenores se describen en el libro The Silent Revolution in Cancer and AIDS Medicine del Dr. Kremer y en numerosos artículos científicos del equipo de investigación en inmunología liderado por el Dr. Hassig. El propósito de la breve mención que se hace en el reportaje que usted nos cita era añadir una dimensión más -y quizá más grave- al daño ya documentado que las mascarillas pueden hacer a nivel inmunológico ya que afectaría -desde esta perspectiva- a funciones mucho más relevantes como podrá comprobar leyendo los dos artículos que hemos publicado en nuestra revista sobre este tema y sus novedosos planteamientos con aplicaciones prácticas en la llamada Terapia de Simbiosis Celular (puede encontrarlos en los siguientes enlaces: https://www.dsalud.com/reportaje/tiene-sentido-lo-que-se-dice-del-sistema-inmunitario y https://www.dsalud.com/reportaje/la-terapia-de-simbiosis-celular.

Hola. Soy Ingeniero Informático e Ingeniero en Telecomunicaciones así como Máster Universitario en Bioinformática y Bioestadística por la Universidad de Barcelona. Recientemente he leído -algunos colegas me lo han enviado- un artículo publicado en el nº 242 de vuestra revista titulado La estafa se constata: la PCR no detecta el SARS-CoV-2 en el que he encontrado varios errores o evidencias que no están demostradas. En él se dice que «las secuencias del supuesto SARS-CoV-2 ¡están en los humanos y en numerosos microbios! agregándose «Veamos en detalle el procedimiento tomando como ejemplo los iniciadores del protocolo francés. Una vez en la web de BLAST elegimos Microbes (Microbios) para buscar en las bases de datos de genomas microbianos y avanzamos página. Aparece entonces un formulario en el que introdujimos la secuencia del iniciador forward del protocolo francés -que es ATGAGCTTAGTCCTGTTG-, seleccionamos la opción Highly similar sequences (Secuencias muy similares) y pulsamos la tecla BLAST. Apenas unos segundos después aparecieron los resultados -hicimos una captura de la pantalla (imagen 1)- y se nos mostraron 100 secuencias de microbios -en particular de bacterias y arqueas- con una coincidencia de entre un 77% y un 100% con un porcentaje de identidad del 100%». Para decir que se han encontrado distintos organismos usando un «primer» (cebador que se utiliza para amplificar por el método PCR una secuencia de ADN o ARN, en este caso del SARS-CoV-2) se debe encontrar el «primer» al 100% de identidad (identity) tanto en el primer “forward” como el “reverse” dentro del genoma a un 100% de identidad. No es válido un valor de 77%, ni de 90%, ni del 99%. Tiene que ser del 100%. Después hay que constatar que realmente esos 2 primers (FW/RV) amplifican el SARS-CoV-2. Cabe decir que tanto el primer forward o reverse deben de pertenecer al mismo «primer» que amplifica. Luego dice el artículo: “Como quiera que se trataba de secuencias muy cortas -en torno a una veintena de letras genéticas o nucleótidos- decidimos probar de nuevo pero con la secuencia diana que definen esos dos cebadores, es decir, la secuencia del supuesto genoma del SARS-CoV-2 que se encuentra entre el cebador de inicio y el del final. Obviamente para ello necesitábamos la secuencia que oficialmente se admite como la del “genoma del SARS-CoV-2” y aunque miles de laboratorios aseveran haberlo aislado y secuenciado -una afirmación falsa como hemos explicado en reportajes anteriores- decidimos acudir a la página oficial del National Center for Biotechnology Information (Centro Nacional de Información Biotecnológica): https://www.ncbi.nlm.nih.gov/nuccore/NC_045512.2?report=genbank&to=29903 (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/nuccore/NC_045512.2?report=genbank&to=29903). Una vez en ella localizamos la «secuencia diana», fragmento de 108 nucleótidos situados entre las posiciones 12.690 y 12.797 del “genoma” y que es ATGAGCTTAGTCCTGTTGCACTACGACAGATGTCTTGTGCTGCCGGTACTACACAAACTGCTTGC ACTGATGACAATGCGTTAGCTTACTACAACACAACAAAGGGAG. Pues bien, repetimos con ella las operaciones antes descritas y los resultados volvieron a ser sorprendentes ya que aparecieron de nuevo un centenar de secuencias de microbios con un porcentaje de coincidencia del 100% y cuatro secuencias del genoma humano con un porcentaje de identidad de entre el 83% y el 95%. Las coincidencias eran pues menores pero lo trascendente e importante es que seguimos encontrando fragmentos de la supuesta «secuencia diana» del SARS-CoV-2 tanto en microbios como en nuestro propio genoma”. Pues bien, he comprobado esa secuencia y no devuelve nada de lo que ustedes comentan. Puede ser que devuelva algo pero que esas secuencias estén fuera de rango estadístico. Debería verlas para poder confirmar lo que ustedes dicen. Lo que devuelve esa secuencia son familias del SARS, coronavirus del murciélago y vectores usados para la clonación del virus en laboratorio. No devuelve nada del genoma humano, al menos que pueda ver los resultados y analizarlos, para ver la metodología, ver si es correcta y afirmar lo que ustedes dicen. Con esto no quiero decir que la PCR pueda o no detectar SARS-CoV-2 si no que lo que ustedes han publicado no corresponde a los estándares bioinformáticos ni los resultados pueden ser contrastados ni analizados de una forma bioinformática independiente. Por último, para su información, sí hay secuencias en otros genomas del SARS-CoV-2 pero no utilizando los métodos que ustedes han descrito. Reciban un cordial saludo.

Miguel Romero

Respecto a su primera cuestión: si lee con atención nuestro artículo comprobará que efectivamente se obtuvo un porcentaje de identidad del 100% y que los iniciadores “forward” y “reverse” correspondían al mismo “primer” en cada caso. En cualquier caso, creemos que la descripción que se hace del ejemplo tomado del protocolo francés es lo suficientemente detallada como para que cualquiera, incluso sin formación especializada, pueda repetir el procedimiento que hemos seguido y comprobar los resultados. Respecto a su segunda cuestión: la secuencia diana completa no arrojaba resultados por lo que la dividimos en cuatro fragmentos y buscamos los fragmentos por separado obteniendo los resultados descritos y, en absoluto, nada relacionado con SARS o coronavirus de murciélago. Añadiremos que nuestra pequeña investigación no pretende ser un estudio científico o técnico y mucho menos académico. Consultamos con dos personas que por su titulación y conocimientos sobre el BLAST nos merecían confianza y nos confirmaron la relevancia de los resultados obtenidos sobre los que hemos querido llamar la atención a fin de que investigadores y especialistas en esta herramienta -como afirma ser usted- puedan llevar a cabo comprobaciones más detalladas, precisas y exhaustivas. Le animamos pues a que comparta con nosotros y nuestros lectores su aportación al respecto, empezando por darnos más detalles sobre la afirmación final de su carta. Muchas gracias.

NÚMERO 243/ DICIEMBRE / 2020

Estimado director: soy veterinario, acupuntor y homeópata y les adjunto un PDF con el artículo científico que sobre la actual pandemia publiqué en septiembre pasado en Homoeopathic Linkse con el título The Intestinal Perspective of Covid-19: NOS2 and AOC1 Genes as Epidemiological Factors and a Homeopathic Approach to their Functional Improvement (Perspectiva intestinal de la Covid-19: los genes NOS2 y AOC1 como factores epidemiológicos y un enfoque homeopático para su mejora funcional) en el que explico algunas cuestiones que me parecen fundamentales:

1) La Covid-19, al igual que cualquier otra enfermedad, se desarrolla cuando el organismo no es capaz de desempeñar sus funciones con normalidad al inhibirse o bloquearse un gen concreto y la proteína que codifica en algún punto de su expresión debido a factores genéticos y/o ambientales. Es ese desequilibrio el que hace que luego se desencadene una cascada de alteraciones que afectan a otros genes y/o proteínas dando ello lugar a los síntomas. Pues bien, para desarrollar una enfermedad es necesaria una deficiencia funcional preexistente o estar predispuesto a ella. Tanto la Homeopatía como la Medicina Tradicional China se refieren a ello sustentando el concepto de deficiencia funcional.

2) Para que la Covid-19 se desarrolle es fundamental que en las células humanas se sobreexpresen dos enzimas de la membrana celular -ACE2 y TMPRSS2- y unos factores de crecimiento intracelulares llamados poliaminas que permiten la replicación vírica. Pues bien, en el caso que nos ocupa los estudios publicados sobre el SARS-CoV-2 indican que es la enzima ACE2 la clave de la infección celular y resulta que tanto ella como la TMPRSS2 se expresan muy especialmente en el intestino delgado; más que en cualquier otra parte del organismo. Las poliaminas tienen también una función importante en las células intestinales siendo las enzimas endógenas -que permiten su producción- especialmente abundantes en los enterocitos. Además del intestino delgado hay otros dos órganos en los que se expresan de forma predominante las ACE2 y TMPRSS2: el intestino grueso y el riñón. Por eso la enfermedad se manifiesta inicialmente sobre todo en los aparatos digestivo y respiratorio siendo su principal puerta de entrada al organismo los enterocitos.

3) Para que las enzimas ACE2 y TMPRSS2 así como las poliaminas se sobreexpresen debe haber otros genes y sus proteínas cuya subexpresión -por inhibición o bloqueo (deficiencia funcional)- lo permitan. Y precisamente en el intestino delgado hay dos genes imprescindibles para que no se produzca esa sobreexpresión: AOC1 -que codifica la diaminooxidasa- y NOS2 -que codifica la Óxido nítrico sintasa, productora de óxido nítrico inducible-. En mi artículo publico un epígrafe con los factores genéticos (polimorfismos, epigenética) y dos tablas con los factores ambientales que propician el bloqueo de la AOC1/diaminooxidasa y la NO2/óxido nítrico para hacer posible la sobreexpresión de la ACE2, la TMPRSS2 y las poliaminas. Evidentemente hay otros genes que pueden hacer posible esa conjunción de desequilibrios orgánicos pero si me he centrado en esos dos es porque entiendo que son los más importantes y es posible desarrollar modelos fisiopatológicos específicos para cada uno que explican perfectamente los síntomas de los pacientes.

4) Sabiendo esto es posible proponer un tratamiento homeopático para los pacientes con deficiencia funcional de ambos genes porque hay pruebas científicas publicadas por pares sobre la capacidad de la Homeopatía para producir la expresión génica y que los genes expresen sus proteínas celulares. Pues bien, Arsenicum album en dilución homeopática estimula AOC1/diaminooxidasa y Silicea terra hace lo propio con NOS2/óxido nítrico sintasa inducible ya que sus respectivas patogenesias (efectos a dosis tóxicas) presentan una estrecha semejanza con sendas deficiencias funcionales.

Soy consciente de que es la primera vez que se expone un mecanismo de acción específico para medicamentos homeopáticos concretos con explicación de las alteraciones metabólicas fundamentales que justifican los síntomas de las patogenesias pero es la conclusión a la que he llegado. Quizás por eso tan poca gente ha querido hacerse eco de mi trabajo. Ni la propia editorial de la revista –Thieme– ha querido destacarlo aunque no es menos cierto que no lo ha hecho con ninguno de los artículos que sobre la Covid-19 y la Homeopatía se han publicado. Solo se destacan aquellos que suponen un próspero negocio y ya se sabe que los productos homeopáticos son muy baratos. Lo demuestra que en Internet están desapareciendo las publicaciones que dan importancia a la alimentación cuando es vital ante cualquier patología. Voy a ser claro: las medidas para controlar la Covid-19 no solo son inútiles sino insuficientes porque no se quiere tener en cuenta la alimentación. Y es igual si el virus es natural o artificial o si lo que provoca la enfermedad es otra cosa y no un virus. La razón de mi afirmación es simple: sea cual sea la causa se sobreexpresan las enzimas ACE2 y TMPRSS2 así como las poliaminas mientras se subexpresan los genes AOC1 y NOS2 y sus proteínas. Es más, hablamos de un problema que puede dar lugar a los síntomas de la Covid-19 pero también a los de patologías similares. Luego mi propuesta podría ayudar igualmente a superar otras enfermedades.

Álvaro Millán Macías
(Sevilla)

Le agradecemos sinceramente su carta y la verdad es que no entendemos por qué nadie se ha hecho eco de su trabajo ya que nos parece realmente una tesis bien fundamentada que podría ayudar a muchos enfermos. En cuanto las circunstancias lo permitan publicaremos de hecho un artículo más extenso.     

 

Estimado Sr. Campoy: quiero ante todo mostrarle mi reconocimiento por su labor así como a su equipo, sobre todo en estos días tan duros. Ahora más que nunca necesitamos de personas valientes como usted. En fin, le escribo en relación a la carta de Manoli Gómez (Alicante) que se publicó en el pasado nº 242. Quisiera simplemente enviarle mi testimonio ya que los estudios que existen sobre ello están bien ocultos. Hace poco más de dos años sufrí una intoxicación al ingerir moluscos (navajas) y ello me provocó un tipo de diabetes ajeno al azúcar en sangre que me obligaba a levantarme cinco veces en la noche a orinar. También sufría de una sed terrible. Pasé a orinar cuatro litros diarios y estuve cinco meses de médico en médico, de analítica en analítica y sin respuestas. Bueno, pues gracias al mal periodista Manu Marlasca en su asedio -que no entrevista- al Sr. Josep Pamies en televisión vi que hablaban de algo llamado MMS así que me puse a buscar en internet -y expreso aquí mis disculpas porque luego comprobé que ustedes vienen publicando sobre él desde hace diez años pero he conocido su revista hace solo cuatro meses- y descubrí al Dr. Gabriel Ruiz que me aconsejó limpiar mi organismo. Tras adquirir el producto hice el protocolo estándar (P1000) y a los 10 días de comenzar ya me levantaba solo dos veces en la noche. Al finalizar el protocolo dejé pasar un mes y comencé otro. Cuando terminé no solo había recobrado el equilibrio respecto a esa diabetes sino que además habían desaparecido los dolores que venía arrastrando desde hacía más de un año en los hombros y en las lumbares y me impedían correr desde hacía más de tres años. De hecho he vuelto a salir a correr dos veces por semana (tengo 61 años). Y ahora viene lo mejor, Manoli: antes tenía unos cuatro episodios al año de herpes labial. Si cogía frío era matemático: tenía que ponerme Aciclovir en las pupas del labio. Pues bien, desde que seguí aquellos protocolos no me ha salido más el herpes. Así de simple. Como lo sucedido me parecía increíble quise saber más, compré el libro Salud Prohibida de Andreas Ludwig Kalcker y supe así que para la artrosis y los virus funciona de maravilla. Al parecer el herpes tipo 2 es más difícil de erradicar porque hay que combinar el MMS con un desparasitante sistémico. Le remito a D. Gregorio J. Placeres, un químico que se pudo auto-curar de un herpes genital y ahora dedica gran parte de su tiempo de forma altruista a combatir el autismo en niños. Espero que le sirva. Actualmente yo lo tomo por temporadas y antes de ir a dormir pero en formato CDS. Reciba un cordial saludo, Manoli.

Chema Torio

 

Le agradecemos su carta que publicamos esperando le sea de utilidad a la lectora a la que se refiere. No queremos sin embargo dejar de aprovechar la ocasión para dejar claro a nuestros lectores que el fármaco que usted tomaba para su herpes es a nuestro juicio desaconsejable. A pesar de que muchos médicos lo recetan -especialmente los dermatólogos- los potenciales efectos adversos del Aciclovir son numerosísimos: náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, dolores abdominales, alteraciones gastrointestinales, mareos, prurito, erupciones cutáneas, fotosensibilidad, fatiga, fiebre, urticaria, pérdida acelerada y difusa del cabello, dificultad para respirar, angioedema, incremento en sangre de la urea, la creatinina, la bilirrubina y las enzimas hepáticas, anemia, leucopenia, trombocitopenia, agitación, confusión, temblores, ataxia, disartria, alucinaciones, síntomas psicóticos, convulsiones, somnolencia, encefalopatía, hepatitis, ictericia, dolor renal, fallo renal agudo, coma y anafilaxia. En pocas palabras, tal cantidad de efectos negativos que es absolutamente intolerable que se comercialice. Puede llevar incluso a la muerte.

 

Estimado Sr. Campoy: hemos regresado a los tiempos inquisitoriales, periodo histórico donde la imposición dogmática se convirtió en la aceptación única bajo la coacción de la pira. Hoguera similar con propósitos más nobles utilizó Cervantes para dar cuenta de las sandeces literarias en la época del Quijote; la misma lumbre que merecieran hoy todas las patrañas que se nos arrojan, como el pienso diario, sobre la verdad absoluta. Parece que las evidencias han quedado sepultadas bajo la irracionalidad del miedo en una contemporaneidad donde la refutación se limita a la descalificación con fabulaciones incluidas, ataques esgrimidos contra fuentes de información como esta revista. En este caso concreto, y aunque mi entendimiento con respecto a la existencia de este virus «Pandora» dista con respecto a la publicación a la que me dirijo, la coherencia argumentativa planteada por Ud. y por sus colaboradores legitima con holgura la validez de su posición. Desafortunadamente vivimos momentos en que los criterios fundamentados como el suyo nada cuentan; al menos para quienes se dejan seducir por la corriente mayoritaria, la versión única impuesta desde la oficialidad. Abordamos tiempos aciagos, tiempos de punta roma de flecha contra la ignorancia generalizada. No obstante, el cometido de los que concebimos la alternativa a esa oficialidad constantemente parcheada es combatirla sin descanso, enfrentándola con el razonamiento y con todo tipo de pruebas que la incoherencia inquisitorial ni sabe ni puede rebatir. Sr. Campoy, persevere en su cometido que las flechas, con menor o mayor impacto, hacen blanco. Cada conciencia despierta es imprescindible para rescatar a la Humanidad del ardid en que se halla inmersa. Es el momento de oponerse con mayor empeño a la telaraña de quimeras. Es el momento de no desfallecer y de seguir disparando contra el gigante, quizás un cuerpo más vacío e inerte de lo que aparenta.

Alberto Espinazo
(Granada)

 

Gracias por sus palabras de ánimo. Somos conscientes de que la información que publicamos desde marzo está influyendo en muchas personas. Hemos comprobado de hecho con sorpresa que lo que decimos es tenido muy en cuenta en el extranjero porque en estos meses ha aumentado de forma considerable el número de suscriptores de todo el mundo. Es más, la mayoría son médicos y profesionales de la salud que trabajan en hospitales -tanto públicos como privados- que a su vez están animando a suscribirse a otros (al menos eso aseveran). Nos ha sorprendido igualmente el hecho de que en los seis últimos meses no menos de 200 de medios, agencias, gabinetes de empresas del ámbito de la salud, entidades científicas y asociaciones de profesionales y de pacientes están contactando de forma constante con nosotros lo que antes no pasaba en tal cantidad. Y no menos significativo es que los desinformadores profesionales han optado por silenciar lo que decimos y no mencionarnos al darse cuenta de que cada vez que nos critican aumenta la venta de la revista y el número de suscriptores. Silencio al que se ha sumado ya Youtube, plataforma que -sirva como ejemplo- ha retirado solo dos videos de su canal al conocido periodista Enrique de Vicente: las dos entrevistas que hizo a nuestro director, Jose Antonio Campoy. Una de ellas cuando llevaba ya más de 400.000 visualizaciones. Terminamos indicando que nadie nos ha rebatido un solo dato de lo publicado en estos nueve meses, ni nos ha enviado un solo email para corregir un error o pedir una rectificación. Y eso nos satisface. Solo les queda el recurso de la descalificación gratuita o el insulto.

 

Estimado Sr. Campoy: cuando leí el Discovery DSALUD de marzo -que salió a finales de febrero- y vi que desde un principio desmentían ustedes todo lo que ya entonces se decía sobre el SARS-CoV-2 y la Covid-19 pensé sinceramente que habían perdido el rumbo e incluso el sentido común. Y esa impresión aumentó cuando a mediados de mayo se explicó oficialmente que en España habían muerto ya por la pandemia más de 27.000 españoles. Sin embargo ustedes siguieron «erre que erre» insistiendo en que todo era una farsa y yo no me explicaba por qué lo hacían ya que prácticamente nadie en el mundo apoyaba lo que planteaban en la revista. Reconozco que me mosqueé mucho y llegué a pensar en dejar de leerla a pesar de que la sigo desde hace más de 20 años. Sin embargo poco a poco vi que a partir de mediados o finales de mayo otras personas empezaban a decir lo mismo. Y luego, a partir del verano sobre todo, que en cientos de webs, blogs y redes sociales otras muchas personas apoyaban lo que ustedes sostuvieron en solitario desde un principio. Pues bien, les escribo para expresarles mi admiración por ello. Veo que muchas personas dicen ahora en sus comentarios que salvo ellos «nadie más cuenta que…» cuando lo cierto es que ustedes han estado siempre en vanguardia. Los demás les copian y a menudo añaden informaciones que luego se desmienten. En cambio me consta que ustedes no han tenido que rectificar nada en tanto tiempo. Y eso me parece admirable. Es más, ayer -18 de noviembre- vi que según el CIS el 47% de los españoles no quiere vacunarse de la Covid-19, que ese porcentaje sube al 53% en el caso de las mujeres y que llega al 60% entre los jóvenes de 24 a 35. Cifras increíbles porque todos los grandes medios de comunicación llevan meses diciendo que esto solo lo para una vacuna y el gobierno español está comprando -y presumiendo de ello- millones de dosis. Me parece inaudito cómo han conseguido ustedes -que llevan decenas de reportajes alertando sobre el peligro de las vacunas desde hace dos décadas- algo tan sorprendente. No hace falta que me respondan pero por favor no dejen por pudor de publicar esta carta. Les saluda con agradecimiento

Alberto Alonso
(Zaragoza)

NÚMERO 242/ NOVIEMBRE / 2020

Estimado Director: siento la necesidad de expresarle mi agradecimiento por el trabajo periodístico que Discovery DSALUD viene desarrollando desde hace muchos años porque sé que no ha debido ser precisamente fácil. Pienso que la labor de un periodista es informar con rigor y objetividad sobre cualquier asunto, algo que desgraciadamente hoy por hoy no sucede. Y eso es aplicable hoy sobre todo al asunto que marca nuestra vida social y económica desde hace siete meses: el SARS-CoV-2. Siento vergüenza ajena -a veces asco- cuando veo la televisión, escucho la radio o leo los periódicos pues por primera vez observo cómo la pluralidad informativa es cosa del pasado y todos los medios nos cuentan lo mismo. Es más, parecen partes diarios de guerra porque cada día empiezan todos igual: dando cifras de contagiados y muertos presuntamente causados por la Covid-19. Es sorprendente ver cómo todos beben de las mismas fuentes oficiales y ninguno se cuestiona nada: la OMS, el Gobierno –el central y los autonómicos- y los «expertos»: médicos, virólogos, inmunólogos y demás ¡que están dentro del sistema! No hay espacio para los expertos disidentes, da igual que sean respetadísimos biólogos, virólogos, inmunólogos o médicos. Para los periodistas españoles de los grandes medios de comunicación –prensa, radio y televisión- solo hay lugar para la fuente que defiende la teoría implantada por la ortodoxia institucional. ¡Para qué contrastar lo que se dice oficialmente con aquellos expertos que ponen en entredicho las medidas! La verdad oficial se impone, no se argumenta. Ni siquiera se cuestiona la decisión de quienes desde los gobiernos se empeñan en decir que solo una vacuna será garantía de éxito ante la supuesta pandemia que dicen vive el mundo y se han dedicado a reservar una compra masiva de algunas sin que hayan demostrado siquiera ni su inocuidad ni su eficacia. ¿Qué les pasa a los periodistas?
¿Dónde ha quedado la práctica de contrastar los datos con diferentes fuentes y cuestionar aquellas con conflictos de interés? La objetividad y la ecuanimidad han muerto en los grandes medios de comunicación. No hay que ser un genio para inferir que gran parte de la prensa se ha prostituido por completo. Por eso tiene tanta importancia la existencia de un medio de comunicación como Discovery DSALUD que pueda seguir dando cabida a quienes cuestionan las verdades oficiales mediante datos y contenidos contrastados y razonados. Gracias pues por ello y por no haber optado -como los demás- por amedrentarnos y asustarnos y abrirnos los ojos a una realidad muy distinta compartida por los miles de especialistas que aun no se han doblegado ante el sistema. Me gustaría que los periodistas y tertulianos de las cadenas de televisión informaran de las cifras de muertes que hay todos los años en España y en el mundo. Porque no recuerdo haber escuchado a un solo presentador –sea periodista o no- de un telediario o programa hablar de las más de cuatrocientas mil personas que mueren en nuestro país cada año, entre ellas más de ciento veinte mil por cáncer. Eso sí es una “pandemia”. ¿Por qué las cadenas de televisión se niegan desde hace décadas a mantener tertulias o debates sobre los resultados reales de los tratamientos oficiales para el cáncer? Y en relación con la Covid-19, ¿por qué no abren un debate sobre las estúpidas medidas tomadas por las autoridades? Está demostrado que confinar a la población no sirve para nada pero en España todos nuestros «representantes» -es un decir- nacionales y autonómicos se pelean para ver quién adopta las medidas más restrictivas. ¿Creerán que así ganan puntos ante la población amedrentada y aborregada? ¿Y de verdad cree alguien en serio que tiene sentido obligar a ir con mascarillas a la gente hasta cuando va por parques al aire libre? ¿Que el virus no contagia a seis personas que coman juntas en un restaurante pero lo hace si son siete o más? ¿Qué sentido tiene tener que llevar mascarilla al entrar en un bar, cafetería o restaurante si nada más sentarte te la puedes quitar? ¿Es que el SARS-CoV-2 sabe contar y además discriminar si uno está de pie o sentado? ¿Cómo alguien se traga la bola de que el virus puede estar en los estantes de un supermercado o en el picaporte de una puerta pero no en las monedas o en los billetes? En fin, el número de incoherencias es tan grande que no entiendo cómo los ciudadanos no nos rebelamos. Es todo grotesco. En fin, supongo que estarán ustedes descorazonados ante tanta sinrazón pero, por favor, continúen informando como hasta ahora. Son el único medio serio y objetivo que hace auténtico periodismo de investigación y no se amilana ante el desprecio de sus colegas. Mis sinceras gracias por ello. Y perdonen la extensión de esta carta pero necesitaba desahogarme; de hecho no es necesario que me respondan ya que solo quería expulsar la mala leche que me carcome ante lo que estamos soportando.

Carlos Aguilera
(Zaragoza)

Estimado Sr. Campoy: leo la revista desde hace muchos años y hace ahora tres les escribí porque a mi hijo le sale un herpes zoster en un ojo desde que tenía 3 años y ya tiene 31. Entonces nos recomendasteis el Viusid de Laboratorios Catalysis y que acudiera a la consulta del doctor Jose Francisco Navarro ya que  vivimos en Alicante. El caso es que el pasado 31 de agosto le salió otra vez el herpes porque se  quemó en la playa y la semana pasada tuvo en mitad de la noche como una reacción alérgica. Se le hincharon los parpados, la boca y la mano derecha. Fue a Urgencias y después de tres horas de espera le mandaron cortisona y antihistamínicos. Se tomó tres pastillas y le ha vuelto a salir el herpes. Mi pregunta es ésta: si volviera a tener la alergia -inespecífica le dijeron- ¿hay algo que pueda tomar que no sea cortisona? Y otra cosa: con esto del coronavirus tengo varias dudas. No sé a dónde recurrir pues hace un mes, en una parafarmacia de confianza, nos dieron un complejo vitamínico que lleva jalea real, reishi, shiitake, equinácea, vitamina A, vitamina B12, biotina y vitamina C que empezamos mi hijo y yo a tomar. Sin embargo en otra parafarmacia me han dicho que no es conveniente fortalecer el sistema inmune y es mejor que tomemos vitaminas C y D así como zinc. También me recomendaron que tomara una serie de cosas cuando le saliera el herpes a nivel interno. Les agradecería pues que me explicaran cómo saber cuándo el herpes sale a nivel interno.

Manoli Gómez
(Alicante)

Su carta fue efectivamente respondida en febrero de 2018 pero en ella ya le dijimos que además del Viusid cuando la infección es cutánea es útil la aplicación de arcilla, limón, agua oxigenada y/o plata coloidal. Y que si el virus afecta a nivel interno lo idóneo es ingerir conjuntamente vitamina C, ácido alfa lipoico, zinc, L-arginina, L-lisina y ácido glicirricinico. Sepa por otra parte que el Par Biomagnético es eficaz en caso de herpes zoster si quien le trata domina la terapia, le sugerimos consultar con Juan Carlos Albendea que puede atenderle en Valencia en el 636 717 437. Por lo que le refiere a los antihistamínicos ya hemos explicado anteriormente que los sintéticos tienen muchos inconvenientes y salvo casos de reacciones alérgicas graves no hay que recurrir a ellos. Son eficaces la cebolla roja, las manzanas, las uvas, el brócoli, el té y los suplementos de quercitina. La histamina, al igual que se hizo con el colesterol, se ha demonizado cuando se trata de una enzima vital necesaria para la vida. Al punto de que hoy sabemos que es sintetizada y liberada hasta por las neuronas del sistema nervioso central que la usan como neuromodulador. Se encuentra de hecho en mayor o menor medida en la gran mayoría de los alimentos y es cuando hay exceso y el organismo no puede metabolizarla cuando causa problemas al acumularse, algo que suele deberse a un sistema digestivo en mal estado que da lugar a déficits de vitaminas y enzimas; sobre todo de la enzima encargada de metabolizar la histamina de los alimentos que es la diaminooxidasa. En tales casos la histamina puede pasar a través del epitelio intestinal hasta el torrente sanguíneo y provocar su acumulación en el plasma y los tejidos. Por eso los expertos recomiendan no tomar durante un tiempo los alimentos más ricos en histamina. Conviene además saber que hay medicamentos que inhiben la actividad de la diaminooxidasa, entre ellos los antihistamínicos pero también mucolíticos, expectorantes, antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, diuréticos, tranquilizantes, antidepresivos, antiparkinsonianos, antituberculosos, antipalúdicos, antieméticos, antiarrítmicos, antiulcerosos, bronquiolíticos, relajantes musculares y antiasmáticos; y lo mismo hacen las infecciones fúngicas –como las cándidas- y algunos parásitos. En cuanto a los suplementos puede ayudarle ingerir -controlado por un experto en nutrición ortomolecular- magnesio, zinc, cobre, vitaminas B6, B9, B12, C, colina, inositol, metionina, betaína, SAMeE y la ya mencionada quercitina. No tome pues fármacos salvo que tenga déficit constatado de diaminooxidasa en cuyo caso le sugerimos que mejor tome Legumactive, complemento alimenticio natural a base de legumbres orgánicas con diaminooxidasa, catalasa y fitonutrientes.

 

 

NÚMERO 241/ OCTUBRE / 2020

Hola. He tenido oportunidad de ver la última entrevista que se hizo al Sr. Campoy y he quedado impresionado por la pasión y el coraje que la revista y él ponen para contar la verdad o, al menos, para luchar contra la mentira. Es muy de agradecer también la premisa de la revista de no proponer alternativas que no tengan evidencia científica detrás y es por eso que quisiera proponerles que investiguen la teoría de que la enfermedad -o digamos la disfunción bioquímica- tiene su base en un desequilibrio vibracional de tipo electromagnético y que, a su vez, es la misma energía por la cual todos y todo está en comunicación (base de las histerias colectivas, etc.). Ya sé que así explicado suena a chaladura pero permítame que les indique las bases científicas. Hay un curioso libro que recopila gran parte de las investigaciones científicas que apoyan lo que comento. Se llama El Campo y es de Lyhn McTaggart. Después de leer ese libro se comprueba cómo es muy sencillo conectar las teorías que se proponen en este recopilatorio de ensayos científicos (en los que además de investigaciones de afamados laboratorios y universidades hay incluso investigaciones financiadas por la CIA) para conectarlas con lo que el doctor Hammer denominó Nueva Medicina Germánica -olvidémonos de la persona que pudo ser más o menos polémica pero cuya teoría es muy acertada- y de ésta a las técnicas y teorías de la Neuroemoción, la Biodescodificacion o como se le quiera llamar. Pongan a un redactor a leer la documentación que les comento -apenas le llevará 15 días hacer una revisión somera antes de profundizar más e invertir tiempo en una investigación más seria- y verán cómo se puede armar una teoría sólida de por qué la Medicina alopática y mercantilista actual tiene tan bajo éxito en la sanación de las personas (cosa que yo creo que saben sobradamente los magnates de la farmaquímica) y que no interesa reconducir porque es muchísimo más rentable que reconocer que el origen de la enfermedad está dentro de cada uno de nosotros. Les hago esta propuesta porque el director de la revista me ha parecido lo suficientemente curioso como para dedicarle tiempo a esta teoría y sobradamente valiente como para publicarla si las conclusiones le convencieran. Un cordial saludo y les deseo mucho ánimo para seguir en la línea que llevan.

Isidoro Álvarez

Le agradecemos sinceramente sus buenas intenciones y dada su propuesta nos permitimos sugerirle que lea nuestra revista más a fondo. Es obvio que o acaba de conocerla o no ha leído la mayoría de lo que llevamos publicado. Hemos hablado de todo eso amplia y profundamente. En cuanto al Dr. Ryke Geerd Hammer lo conocemos bien así como su trabajo y somos muy conscientes de todas las mentiras que se dicen sobre él, especialmente en Wikipedia, «enciclopedia» anónima manipulada hasta la náusea y cada día menos fiable. Lea pues en nuestra web lo que llevamos publicado y verá que estamos en la misma línea. Por lo que a la neoyorquina Lynne McTaggart se refiere  sabemos que es autora de seis libros, fundó junto a su esposo una empresa llamada Wddty Publishing Ltd, tiene dos web (https://www.wddty.com/ y https://www.newagepublishing.co.uk) y ha publicado seis libros: Kathleen Kennedy: su vida y su tiempo (1983), Lo que los médicos no te dicen: la verdad sobre los peligros de la medicina moderna (1999), Manual del Cáncer: lo que realmente está funcionando (2000), El campo: en busca de la fuerza secreta que mueve el universo (2003) -al que usted se refiere y que se publicó en español en 2006-, El experimento de la intención: usar sus pensamientos para cambiar su vida y el mundo (2007), El vínculo: conectarse a través del espacio entre nosotros (2011) y El poder del ocho: aprovechar las energías milagrosas de un grupo pequeño para sanar a otros, tu vida y el mundo (2017). No hemos hablado de sus publicaciones porque a nuestro juicio hay en sus obras diversas incongruencias y explicaciones muy discutibles aunque es evidente que muchas de las cosas que dice son correctas ya que Wikipedia se ocupa de descalificarla groseramente y eso es hoy prueba suficiente de que revela muchas verdades y por eso se pretende desprestigiarla a toda costa.

 

 

Sr. Campoy: en un artículo aparecido en el nº 179 -correspondiente a febrero de 2015- se habla del DMSO y se afirma que es una sustancia útil en diversas patologías, cáncer incluido. De hecho hay un apartado en el que se habla de su eficacia en la tinnitus pero no se especifica el tratamiento y me gustaría saber quién hay que lo aplique y qué combinación es necesaria. En él se habla de una combinación de DMSO con antiinflamatorios y vasodilatadores y también del DMSO con aloe vera o capsicum. Me gustaría una explicación más concreta y si hay alguien que me lo pueda aplicar. Tengo un fuerte ruido en el oído izquierdo, vengo perdiendo audición desde hace 6 años y no encuentro solución. Muchas gracias y un saludo.

Pilar Prat

Lo ignoramos. En el artículo explicamos que fue el Dr. A. Zúñiga Caro -del Hospital de Niños de Santiago de Chile -quien en 1975 publicó en Annals of the New York Academy of Sciences un trabajo sobre el dimetilsulfóxido (DMSO) en caso de acúfenos o tinnitus y según explica en él trató a 15 pacientes instilando en su canal auditivo con un aerosol una dilución de DMSO y algunos fármacos antiinflamatorios y vasodilatadores una vez cada cuatro días durante un mes mejorando todos; de hecho el tinnitus desapareció por completo en 9 de ellos. Se explica asimismo que con posterioridad varios médicos utilizaron técnicas similares pero combinando el DMSO con aloe vera o capsicum. No sabemos sin embargo si algún médico o terapeuta español lo aplica por lo que publicamos su carta por si alguno la lee y se pone en contacto con nosotros. Dicho esto agregaremos que hace ahora seis años explicamos en esta misma sección que los acúfenos o tinnitus -que a veces son suaves y otros fuertes y pueden sonar como un zumbido, un silbido, un siseo, un chirrido, un rugido, un susurro o un soplido- desaparecen a veces con la ingesta de un simple complejo vitamínico (sobre todo del grupo B, especialmente por la B12) reforzado con magnesio, zinc, ginkgo biloba y melatonina pero en otras no. A veces la solución es una terapia sacrocraneal o un tratamiento de Acupuntura. Incluso se asegura que hay hierbas eficaces para ello como la tintura de Cimifuga negra y la Vincapervinca (en extracto seco o en infusión). Ahora bien, debe saberse que puede provocarlo asimismo una infección. Pruebe pues –no se asombre- a echarse en cada oído una gota de aceite de oliva virgen extra. Hágalo tres veces: una vez cada dos días; y luego déjelo. También con el Par Biomagnético se ha resuelto algún caso de muchos años ¡en minutos! Ahora bien, debe saberse que en otros casos los acúfenos se deben a un problema de ¡intolerancia alimentaria! Lo explicaría el doctor Félix López Elorza -actual presidente de la Sociedad Andaluza de Intolerancias Alimentarias– en el artículo que con el título La causa de numerosas patologías se debe a procesos de histaminosis alimentaria – se publicó en el nº 121 (lo tiene en nuestra web: www.dsalud.com).

 

 

Estimado Director: hace muchos años que leo su revista pues la salud y el bienestar me interesan mucho y desde entonces he ido  ampliando conocimientos y poniéndolos en práctica. Pues bien, un sobrino mío tiene Síndrome de Gilbert heredado de su padre y no conozco prácticamente nada sobre la enfermedad ni lo que puede hacerse para ayudar a sanarlo. ¿Me podrían decir si han publicado  algún artículo o reportaje al respecto que pueda leer en la web o a dónde puedo dirigirme para obtener información? Agradeciéndoles de antemano su generosidad reciban un cordial saludo.

Inés María
(Barcelona)

No hemos hablado nunca del Síndrome de Gilbert. Se llama así a un mal procesamiento por el hígado de la bilirrubina por déficit de la enzima que la degrada y se afirma que es una anomalía genética heredada. Es asimismo denominada Insuficiencia Hepática Constitucional e Ictericia Familiar no hemolítica y no suele provocar más síntomas físicos apreciables que una coloración amarillenta ocasional en la piel y en la parte blanca de los ojos. Se muestra sobre todo cuando uno se enfría o padece gripe, ayuna, sigue una dieta baja en calorías, está deshidratado, sufre un fuerte estrés, hace ejercicio intenso o duerme poco y médicamente no requiere tratamiento. Algunos médicos recetan a quienes la padecen un quimioterápico oncológico -el Irinotecan, principio activo del Camptosar– y otros inhibidores de la proteasa -también utilizados en el SIDA- demostrando así su falta de ética. Lo mejor en estos casos es procurar seguir una dieta sana que no recargue el trabajo del hígado por lo que están especialmente contraindicados el alcohol y todos los fármacos. Asimismo ayuda la ingesta de cardo mariano.    

 

 

Estimado Sr. Campoy: me gustaría denunciar públicamente el uso y abuso de los termómetros por infrarrojos con forma de pistola que se usan hoy masivamente para medir la temperatura a fin de ver si alguien está «enfermo» (como si la fiebre no fuera un mecanismo de defensa y no necesariamente un síntoma de enfermedad). Para empezar son más fiables cuando se usan dirigiéndolos a la muñeca o al codo y sin embargo se están utilizando apuntando al centro de la frente que es donde está la glándula pineal y dirigir luz infrarroja directamente a esa pequeña glándula que se halla en el epitálamo cerebral y se encarga entre otras funciones de producir la melatonina y de conectar el sistema endocrino con el nervioso es una verdadera insensatez. Quería simplemente que sus lectores lo supiesen y no dejen que les enfoquen con esa «pistola» a la frente.

Carla Mendoza
Lima (Perú)

 

 

Estimado Sr. Campoy: quiero felicitarle expresamente por la inaudita valentía con la que su revista lleva «enfrentándose» al resto de los medios de comunicación españoles -cadenas de televisión y radio, diarios y revistas impresas y digitales- por el asunto de la Covid-19. A ellos, al Gobierno, al Ministerio de Sanidad y demás instituciones oficiales, a los colegios médicos, a las sociedades científicas, a los médicos, biólogos y genetistas al servicio de las grandes industrias sanitarias y a los calumniadores profesionales. No he conocido algo igual en periodismo y tengo ya 76 años. Hay que tener mucha ética y mucho valor y coraje para hacer algo así y demuestra que son ustedes personas de principios. De hecho a mi juicio es ya indiferente si ustedes tienen o no razón -pienso que sí pero igual estamos todos equivocados y le diré que quien le habla es biólogo molecular jubilado- porque su trabajo ha sido impecable. Ustedes no han descalificado a nadie y con exquisito respeto a quienes no piensan igual se han limitado a dar voz a aquellos científicos y profesionales que discrepan de las dogmáticas verdades oficiales y, sobre todo, de las imposiciones restrictivas de nuestros derechos fundamentales adoptadas por razones muy ajenas a las necesidades sanitarias y sociales. En cualquier caso lo que a mí más me asombra es la increíblemente nula capacidad de raciocinio de la inmensa mayoría de la sociedad. Como usted mismo ha denunciado en los varios  vídeos en lo que he tenido oportunidad de verle y escucharle en los últimos meses no hay nada que hacer porque el «aborregamiento» es general. No me extraña de hecho que los virólogos -me pregunto si lo hacen a propósito con doble intención- hable de «inmunidad de rebaño» en lugar de «inmunidad de grupo» que es lo correcto. A mí me produce un profundo malestar interno ver al 99,9% de la gente llevando mascarillas por la calle -más bien «bozales» como irónicamente les llama usted- incluso en el campo, en los parques y en avenidas que permiten mantener no ya metro y medio de distancia sino decenas de metros. Es más, las llevan hasta personas que hacen ejercicio en bicicleta o corren en ropa de deporte a pesar de estar expresamente contraindicadas por las propias autoridades. Pienso que la única manera de que dejen de hacer esa estupidez sería prohibírselo explícitamente o amenazarles con multas. Parece ser el único lenguaje que entienden. Lo que sin embargo más me molesta es la decisión de que los niños lleven bozales en las escuelas, colegios e institutos porque eso va a provocar en ellos muchas más enfermedades que en otros años. Es una medida manifiestamente estúpida que a mi juicio constituye un grave delito contra la salud de nuestros hijos. Voy a ser contundente: los responsables deberían ir a la cárcel por ello y no entiendo cómo nuestros más altos tribunales no lo han impedido de inmediato. De hecho ello demuestra a mi parecer que todo lo que está sucediendo ha sido efectivamente orquestado y por eso nuestros jueces y magistrados callan. Jamás he creído en conspiraciones pero por primera vez en mi vida creo que esta vez sí se trata de eso. No encuentro otra explicación a la unanimidad de los grandes medios de comunicación de masas e incluso de todos los partidos políticos. Ni siquiera en la época más dura del terrorismo etarra vi tan escasas discrepancias. De lo único que han llegado a quejarse los partidos de la oposición en cuanto a las absurdas e injustificadas medidas del gobierno es de que llegaron tarde, de que no fueron suficientes y de que puede haber habido comisiones ilegales e irregularidades en la compra de material. Ni uno solo se ha  planteado que todo esto es una farsa ni ha protestado por el hecho de que España fuera en agosto y septiembre el único país de Europa en el que se ha obligado a la gente a llevar bozales por la calle y ha habido confinamientos. Y lo esperpéntico es que todo se basa en unos test RT-PCR -e insisto en que soy biólogo molecular- cuya fiabilidad -como llevan meses denunciando ustedes- es NULA. En fin, sigan adelante con su excelente y admirable trabajo aunque seamos conscientes de que la verdad tardará en salir a la luz o no saldrá nunca como ya ocurrió -por poner un par de ejemplos- con el Síndrome Tóxico que se achacó falazmente a un «aceite de colza adulterado» y con el Sida.

Ramón Castillo
(Barcelona)

NÚMERO 240/ SEPTIEMBRE / 2020

Estimado Director: no tengo palabras. Realmente no las tengo y créame si le digo que a lo largo de toda mi vida -que ya no es corta- jamás he empleado esta expresión con más propiedad. No tengo palabras para encomiar lo suficiente su comportamiento personal y profesionalidad periodística así como para manifestar mi agradecimiento por la labor realizada por Discovery DSALUD a lo largo de estos meses, durante la mayor operación de ingeniería social y económica y de control y manipulación de masas de la Historia. Se ha querido revivir a escala gigantesca el famoso experimento radiofónico de Orson Welles, La Guerra de los Mundos, siendo el resultado exactamente igual al obtenido entonces: pánico, anulación del pensamiento crítico, incapacidad para formular análisis lógicos y adoptar conductas racionales, seguidismo acrítico de las órdenes de «los de arriba» por parte de «los de abajo», por aquellos que dejaron de ser «el pueblo»-o quizás nunca lo fueron- y se transformaron en una masa informe de descerebrados pasivos frente al Poder pero exhibiendo visiblemente rasgos de psicopatía social, carentes de la más mínima empatía y solidaridad hacia los demás. Chillan desde las ventanas de las guaridas en las que los encerraron como ratas histéricas contra los que desearon mostrar su condición de ciudadanos frente a unas «autoridades» -¡qué mal utilizada la expresión»- cuyo único deseo era convertirlos en chusma y borrar en ellos cualquier atisbo de dignidad personal, ya ni siquiera digo privarlos del mínimo respeto político que se debe a los gobernados. En suma, borreguismo en la mayoría mezclado con amplias dosis de maldad hacia sus convecinos, ignorancia, estupidez y, sobre todo, corrupción. Se ha constatado ampliamente en el transcurso de los últimos meses que ninguna institución ni sector público se halla libre de esta lacra, muy especialmente -¡como duele decirlo!- el colectivo médico. España ha dejado su retrato para la Historia: una masa amorfa, idiotizada e inmoral en todos los estamentos sociales que conforman este triste y desgraciado país. Parafraseando al gran John Reed y al título de su obra Diez días que cambiaron el Mundo podemos decir Tres meses que cambiaron España y manifestaron su verdadera faz. En el transcurso de las pasadas semanas esta nación tuvo la oportunidad histórica de demostrar su temple, su coraje, su valor moral, el cierne del que está hecho y lo que demostró es… Mejor ni describirlo porque me dan ganas de llorar. ¿Cuántos abogados, periodistas, profesores universitarios, catedráticos y -vuelvo a repetir- MÉDICOS alzaron su voz? ¿Cuántos revestidos de alguna relevancia pública alertaron acerca de la naturaleza de los hechos que golpeaban sobre nosotros como un martillo al yunque? Pues bien, estimado director, ustedes desde el primer momento -en el mes de febrero- han aparecido en nuestras vidas como un faro deslumbrante -y no creo que nadie pueda atreverse a tachar de hiperbólicas mis palabras- que fieles a su misión divulgativa en cuestiones médicas y de salud pública explicaron con claridad meridiana, con argumentos sólidos y datos objetivos, la realidad de la losa que iba a aplastarnos. Pero hicieron mucho más y más importante que eso: se comportaron con un valor cívico imposible de valorar en su justa medida, mostraron unos niveles de ética periodística que pasarán a la Historia del Periodismo en este país tan falto de valores morales, como se está comprobando. El ámbito de la comunicación pública se encuentra rayando -si no está plenamente incurso- en lo delictivo. Y no ya por su conducta absolutamente deshonesta sino por lo que contiene de estafa masiva e impúdica a la opinión pública. No quiero extenderme más sobre este particular puesto que son los hechos y no las palabras los que acreditan el mérito de la revista. Gracias pues a Vd. personalmente y a su -creo- alter ego, Antonio Muro. Las que hago extensivas a todos los redactores y colaboradores de la publicación en cualquiera de sus secciones, ya se trate de maquetación, administración, etc. Pero en este punto no quiero dejar de mencionar específicamente al señor García Blanca cuyos trabajos a lo largo de los años han servido para ilustrarnos sobre el presente de la situación médica y las perspectivas futuras -no muy halagüeñas- que nos aguardan de seguir por este camino. Sí me gustaría expresarle una palabra final de aliento después de leer su último Editorial. Noto en él un sentimiento de frustración e impotencia al ver que el esfuerzo derrochado en las páginas de Discovery DSALUD no alcanza una repercusión pública no ya notable sino siquiera apreciable. Permítame responderle por boca del doctor -creo recordar- Costas en una intervención en la que estuvo acompañado de su colaborador García Blanca y realizada en un canal de televisión digital argentino. Decía que en su lucha por la verdad no lo mueve el optimismo sino la obligación moral que le exige su profesión médica la cual le impele a buscar en todo momento la salud y el bienestar de sus pacientes. Pues bien, de forma similar los lectores de Discovery DSALUD, estimado señor Campoy, le pedimos que continúe en la brecha de la información pública, no azuzado por la posibilidad de obtener un éxito periodístico o incluso en aras de lograr influencia y reconocimiento públicos sino solamente impulsado por el deseo de seguir ayudando a los lectores de su nunca bien ponderada publicación que con tanto acierto dirige. Hágalo, señor Campoy, por nosotros, por sus lectores. Off topic quisiera exponerle un comentario el cual aporto para rogarle lo incorpore a su acervo de datos y así, quizás en un futuro, pueda servir para avanzar hasta llegar a una conclusión que permita tomar decisiones terapéuticas. En un artículo referido monográficamente a la galactosa se dice que puede causar múltiples perjuicios y causar daños -entre otros- al sistema nervioso central. Sin embargo el doctor Fischer, en su obra Guía del DMSO, la menciona como altamente recomendable para tratar patologías como el alzheimer o trastornos neurológicos de la infancia recordando que si bien puede ser administrada oralmente resulta mucho más efectiva mediante perfusión dada su degradación por el sistema digestivo y que ello conlleva la necesidad de ingerir grandes dosis. Ahí lo dejo. Un saludo.

Francisco Prado
(Santander) 

Sinceramente, nos ha dejado usted apabullados con sus elogios, a todas luces excesivos. Como excesivos nos parecen algunos de los calificativos con los que define el comportamiento de muchos españoles ante el montaje de la pandemia ya que aunque coincidimos en que no fue precisamente ejemplar se debió a la brutal campaña de desinformación y manipulación, sin parangón en la historia de la humanidad. La inmensa mayoría de quienes se creyeron las versiones oficiales son personas bienintencionadas aunque de una llamativa ingenuidad que se han dejado guiar toda su vida por las «verdades oficiales». Hicieron pues lo que creyeron correcto porque carecen de información fidedigna. Recuérdese que más del 50% de la población española no lee NADA; no ya libros sino ni siquiera periódicos. Y eso sí que es un drama. En fin, gracias por sus palabras e incluso su vehemencia porque a nosotros también nos supera a veces la indignación ante tanta falsedad. En cuanto a su comentario sobre la galactosa inferimos que se refiere al artículo aparecido en el nº 221 con el título La galactosa de la leche podría ser causa de serias enfermedades en el que se explica que además de aumentar el estrés oxidativo y la inflamación crónica y ser la principal causa de las gripes y resfriados invernales un consumo excesivo puede causar daños muy serios en el sistema nervioso central, el hígado, los riñones y los intestinos además de infertilidad e, incluso, cáncer. De hecho son muchas las personas que no pueden metabolizar la galactosa, problema que médicamente se denomina Galactosemia. Pues bien, sabemos que el doctor Hartmut Fischer la considera útil para tratar trastornos neurológicos pero nosotros no lo entendemos así en absoluto. De hecho no lo usan como argumento ni los vendedores de lácteos… y por algo será.

 

 

Estimado director: soy suscriptor de la revista desde hace bastantes años y considero lo que publican de gran calidad y transparencia, sin concesiones de ninguna clase. Les doy las gracias por la gran labor que están llevando a cabo. El motivo por el que me dirijo a ustedes es para hacerles una consulta sobre el texto que publicaron en el nº 237 del pasado mes de mayo titulado Un dispositivo español afirma eliminar el 99,9% de los microbios patógenos del aire en segundos. Por lo leído me da la impresión de que ustedes básicamente exponen lo que dicen los creadores de ese dispositivo, que “genera de forma abundante, sostenible e inocua radicales de hidroxilo que eliminan mediante oxidación el 99,9% de los virus, bacterias, alérgenos, moho y olores del aire”. Pues bien, unos parientes míos me hicieron el siguiente comentario: “Si mata los virus es normal pensar que puede afectar a la salud de las personas”. Entonces me puse a buscar en internet información sobre los radicales hidroxilo y encontré lo siguiente: “El Radical Hidroxilo posee una alta reactividad, esto es inversamente proporcional a su vida media, lo que indica que tiene una vida media bastante corta debido a que reacciona de manera rápida e inespecífica con los blancos celulares más cercanos (DNA, proteínas, lípidos y carbohidratos). Tiene una capacidad superior a las demás ERO de causar daño a nivel celular debido a que las células no cuentan con un sistema enzimático antioxidante contra este radical.” Y también encontré esta otra información: “De todas las ROS el radical hidroxilo es el más tóxico y el responsable de la mayor parte de los daños celulares relacionados con el estrés oxidativo. Reacciona rápidamente, justo en el entorno donde se forma, oxidando lípidos, proteínas y provocando importantes lesiones en el DNA”. La duda que tengo es si esa toxicidad solo existe cuando el radical hidroxilo está producido por el propio cuerpo o también cuando proviene del exterior, al ser respirado. En todo caso quizás no sea el mismo efecto para quienes estén momentáneamente en contacto con el radical -por ejemplo al pasar por una estancia donde esté ese dispositivo funcionando- que para quienes se pasan todo el día en esa estancia. Muchas gracias por su información.

José Riera Barrull 

Aunque algunos fabricantes de aparatos aseguran que los radicales hidroxilo que generan para desinfectar espacios habitacionales son inocuos y puede permanecerse en ellos mientras funcionan nosotros tenemos serias dudas de eso dada su alta concentración. Son muy eficaces pero a nuestro juicio no debe estarse en la estancia mientras están activados. Y lo mismo decimos de los ozonizadores.

 

 

Hola. Quisiera saber si existen pruebas de efectos secundarios adversos por el uso de la vacuna del tétanos. Me la han puesto seguro -según yo recuerdo- en 9 ocasiones (tres veces, tres dosis). En noviembre y diciembre de 1992 y, si no recuerdo mal, a los tres o seis meses: en marzo o junio de 1993. Pues bien, ese verano tomé el sol hora u hora y media seguida -como otros veranos- y tuve que ser hospitalizado e inyectado para quitarme el picazón tan severo que tuve. Era insoportable. Según los médicos alópatas tenía fotodermatitis; y se quedaron tan anchos. Y yo me lo tragué. Entonces tenía mi confianza depositada en ellos. Ahora que la he perdido y viendo la cantidad de efectos adversos que tienen las vacunas vengo preguntándome si pudieron influir en las reacciones de mi piel. Tengo 53 años -entonces tenía 26- y desde entonces solo tomo el sol entre 20 y 40 minutos dos veces al día porque mi piel ya nunca fue lo mismo. El caso es que ahora -hace 4 meses- me apareció lo que puede ser psoriasis. En fin, no sé si tuvo algo que ver, si hay relación o no. ¿Qué opináis? Un saludo a todos los que trabajáis en la revista. Hacéis un trabajo magnífico.

Agustín Tévar Donate

Es imposible asegurarle nada con tan escasos datos. Ha habido tres tipos de vacunas antitetánicas: una monovalente que lleva toxoide tetánico aislado llamada TT, una bivalente que lleva una combinación de toxoide tetánico con toxoide diftérico -la DT- y una trivalente que además de lo anterior lleva células enteras inactivadas de Bordetella pertussis y es conocida como DPT (difteria-tétanos-tosferina). ¿Cuál le pusieron? Quizás esta última pero no puede afirmarse. La mayoría de los médicos suele decir que es «segura» y que lo «normal» es que solo produzca reacciones «de carácter local» como eritema, inflamación y dolor en el lugar de la inyección pero lo cierto es que también puede provocar fiebre, vómitos, cefaleas, convulsiones, mialgias, granulomas, abscesos, exantemas, sudoración, escalofríos, llanto incontrolado, artralgia, anorexia, inflamación de los ganglios linfáticos, trombocitopenia renal, problemas gastrointestinales, reacciones alérgicas y trastornos del sistema nervioso central y periférico como el  Síndrome de Guillain-Barré. Y es que lleva timerosal e hidróxido de aluminio además de fosfato disódico y fosfato monopotásico. No se dice pues nada específicamente de fotodermatitis pero no es en absoluto descartable porque en la expresión genéríca de «reacciones alérgicas» caben muchas cosas. Lo que sería extraño es que fuese la causa de la psoriasis que dice puede padecer ahora.  Nuestra sugerencia es que ingiera algún  probiótico de efectos sistémicos que equilibre el microbioma intestinal y contenga Bifidobacterium infantis y, sobre todo, silicio orgánico. Le sugerimos concretamente dos posibilidades: el Siliplant Silicon G5 -contiene ácido silícico y extracto de cola de caballo, planta rica en silicio cristalizado y lo comercializa la empresa Silicium España (puede complementarlo con Soriaskin Gel)- y Alyvium, complemento de Acacia Soluciones que combina los polifenoles y flavonoides naturales de la aceituna -hidroxirirosol, oleuropeina, tirosol y verbascósidos- con vitamina A, riboflavina y biotina y ayuda en casos de dermatitis, eczemas y psoriasis.

 

 

Sr. Director: en la revista del pasado mes de julio publicaron ustedes una noticia titulada La OMS retira por fin el metilfenidato de su lista de medicamentos esenciales cuando lo cierto es que nunca lo incluyó en ella. Puede comprobarse que no figura en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS de 2007 (https://www.who.int/medicines/publications/SpanishEML15.pdf) ni en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS de 2019 (https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/325771/WHO-MVP-EMP-IAU-2019.06-eng.pdf?sequence=1&isAllowed=y) ni actualmente aparece en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la OMS (https://www.who.int/medicines/publications/08_SPANISH_FINAL_EML15.pdf). La publicación BML Journals (https://ebm.bmj.com/content/early/2020/04/24/bmjebm-2019-111328) publicó precisamente este mismo año -2020- una información titulada Metilfenidato para el TDAH, rechazado de la lista de medicamentos esenciales de la OMS debido a incertidumbres en el perfil de beneficios y daños, lo que confirmó con los siguientes documentos: Solicitud (que no admisión) del Metilfenidato en diciembre de 2018 (https://www.who.int/selection_medicines/committees/expert/22/applications/s24_methylphenidate.pdfy) y Resolución de Comité de Expertos de la OMS sobre el Metilfenidato en 2019 en la que se rechaza (https://www.who.int/selection_medicines/committees/expert/22/ec22-reviews/Methylphenidate_PR1.pdf). Es cierto que la OMS no insta a evitar el uso del metilfenidato y que se lleva usando desde hace más de 60 años pero también lo es que nunca lo ha recomendado. Es más, la propia OMS remite en su web a un estudio que aparece en la U.S National Library of Medicine titulado Estudio sobre suicidio, psicosis y abuso de sustancias con metilfenidato, atomoxetina, anfetamina / dextroanfetamina o lisdexamfetamina (https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04132557). Agregaré que sobre el uso del metilfenidato la OMS se pronuncia de la siguiente manera: “Los proveedores de atención médica no especializados en el nivel secundario deben considerar iniciar la educación/capacitación de los padres antes de comenzar a tomar medicamentos para un niño que ha sido diagnosticado con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Las intervenciones iniciales pueden incluir terapia cognitivo-conductual y capacitación en habilidades sociales si es factible. Fuerza de la recomendación: CONDICIONAL. Calidad de la evidencia: MODERADA. Y añade: “El uso del metilfenidato puede considerarse, cuando esté disponible, tras una evaluación cuidadosa del niño, preferiblemente en consulta con un especialista relevante y teniendo en cuenta las preferencias de los padres y los niños. Los niños que reciben metilfenidato deben mantenerse bajo estrecha vigilancia clínica para mejorar los síntomas y prevenir los efectos adversos. Se debe brindar cuidado y apoyo a los padres si es necesario Fuerza de la recomendación: CONDICIONAL. Calidad de la evidencia: MODERADA” (https://www.who.int/mental_health/mhgap/evidence/child/q7/en/). Puede concluirse, en suma, que la OMS se lava las manos frente al uso de este medicamento. Ni lo condena ni lo recomienda directamente aunque sí indirectamente como se puede comprobar. No obstante es un error afirmar que la OMS lo ha retirado por fin de su lista de medicamentos esenciales porque nunca ha estado en ella.

Carlos López
(Cádiz) 

Tiene usted razón y así lo admitimos. La noticia debió haber dicho que la OMS volvía a negarse a admitir el metilfenidato en su lista de medicamentos esenciales y no que lo había retirado de ella. Dicho esto no es menos cierto que la actuación de la OMS es una vez más “equívoca” -por no utilizar una palabra más “gruesa”- ya que esa organización sabe perfectamente que se trata del fármaco para tratar el Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) más prescrito del mundo. Y hablamos de un medicamento que se utiliza para tratar una enfermedad inventada -según muchos expertos han denunciado ya- que sin embargo se diagnostica cada año a decenas de miles de niños a los que se droga absurda e innecesariamente a pesar de que la propia ficha técnica reconoce que su uso puede dar lugar a tos, boca seca, dolor en faringe y laringe, vómitos, náuseas, diarrea, malestar gástrico, dolor abdominal, nerviosismo, tics, agresividad, ansiedad, labilidad emocional, agitación, depresión, comportamiento anormal, irritabilidad, cambios de humor, cefaleas, mareos, discinesia, hiperactividad psicomotora, somnolencia, parestesia, cefalea tensional, arritmia, taquicardia, palpitaciones, hipertensión arterial, dispepsia, nasofaringitis, sinusitis, infecciones en la parte alta del tracto respiratorio, alopecia, prurito, erupción, urticaria, artralgia, tensión muscular, espasmos musculares, anorexia, disminución del apetito, reducción moderada del aumento de peso y altura, insomnio, pirexia, retraso del crecimiento, disminución de peso, cambios en la presión sanguínea y frecuencia cardiaca, vértigo y priapismo, entre otros. Y nos parece inconcebible que haya padres que acepten dárselo a sus hijos y que la OMS -y lo consienta. Especialmente porque la propia FDA reconoció hace ya años en Estados Unidos ante el Subcomité del Congreso dedicado a la Niñez y la Juventud que el metilfenidato produce efectos similares a la cocaína reconociendo que no encontraron diferencia entre cocaína, anfetamina y metilfenidato cuando se administran de la misma manera a dosis comparables. De hecho la FDA ordenó que en el prospecto de los productos con metilfenidato se advierta de que puede provocar ‘alucinaciones visuales, ideas suicidas y conducta psicopatológica así como agresión o conducta violenta”. ¿Por qué pues tantos médicos sin escrúpulos se lo siguen recetando a cientos de miles de niños cada año? Pues porque pueden al ser legal y a muchos además les conviene…

NÚMERO 239 / JULIO – AGOSTO / 2020

Sr. Director: desde hace muchos años -desde que soy adolescente- tengo problemas en la piel -rojeces, reacciones, acné juvenil importante en cara extensible a hombros, espalda y pecho- y también de circulación: adormecimiento, lentitud a la hora de despertar el cuerpo, antecedentes de varicocele con intervención y varices en piernas tratadas con microespuma. Hace un par de años me apareció además una irritación en la zona anal/genital que se fue extendiendo por la zona inguinal y la parte interna de los muslos hasta llegar a la zona interna de la rodilla. Ante ataques de picor incontrolables tuve que ir a urgencias donde me dieron un tratamiento para calmar la situación y me hicieron un test de alergias que dio negativo. Un proceso parecido se produjo hace un año y otra vez visita a Urgencias, tratamiento paliativo, pruebas, la zona inflamada, eccema, prurito anal, picor, molestias y a veces sensación de hemorroides inflamadas. Entre los medicamentos que me dieron en el hospital había una pomada cusí de óxido de zinc o parecida, Polaramine, Clovate, Diprogenta, una solución de Cinfa, etc. Entonces fui a un médico privado que tenia buena fama y me dijo que podía ser una psoriasis, inversa quizás, junto a un eccema que se había infectado. Y me dio un tratamiento de choque en el que no faltaba de nada: Xazal, Atarax, Zitomax y Prednisona, es decir, un antibiótico, un antihistamínico, un ansiolítico y un antiinflamatorio. Al final fui a una doctora -anestesióloga- en la sanidad pública pero que también tiene consulta privada en la que trabaja con un enfoque totalmente distinto y me dijo que el problema estaba en los intestinos por lo que me mandó muchos suplementos para limpiar los mismos y el hígado, repoblar la flora intestinal con probióticos y seguir una alimentación basada en vegetales, frutas, carne y pescado blancos. Sin carbohidratos ni alimentos productores de histaminas con lo cual el abanico alimentario se reduce muchísimo. Como el tratamiento es duro de seguir a veces introduzco algo de pan sin gluten o de trigo sarraceno y me doy pequeños caprichos puntuales como chocolate o café, algunos frutos secos -en principio prohibidos-, legumbres -pocas, muy pocas-, algo de pescado azul -salmón por los ácidos grasos omega 3- y algún kéfir o queso de cabra para hacer la dieta más soportable. Cosas puntuales. Fue bastante bien pero el problema nunca se me fue del todo porque en la zona más cercana al ano -sobre todo en el lateral- aún me picaba puntualmente. Bueno, pues hace justo una semana, aunque con un poco menos de intensidad, se me ha vuelto a reproducir y empiezo a estar fatigado y cansado; además resulta muy molesto por lo cual reduzco casi toda la actividad al mínimo ya que el sudor no me va bien y tener la zona húmeda tampoco. La desesperación hace mella en uno. El caso es que no he visto últimamente en la revista muchos reportajes sobre el asunto y los que hay son de hace años. ¿Qué sugerencia, tratamiento o consejo podrían darme? Muchas gracias- 

Txema 

Nuestra sugerencia es que averigüe qué le pasa realmente aunque parezca un consejo de perogrullo. No nos dice usted cuántos años tiene y por tanto cuántos lleva con el problema. Nos dice que no padece «alergias» pero no qué le han testado, si solo alimentos o también productos químicos presentes en los productos de limpieza, en los de higiene, en la ropa, en los fármacos, en los aditivos, en posibles productos agrícolas… Tampoco sabemos si le han hecho pruebas de intolerancia (que no es lo mismo que la alergia). Ni si tiene problemas fúngicos, bacterianos o víricos. ¿Han comprobado si es usted intolerante o alérgico al sol o a su propio sudor por ejemplo? ¿Sabe si tiene parásitos? Qué duda cabe de que la alimentación es absolutamente fundamental y hacer una dieta adecuada ayuda siempre mucho pero no siempre es suficiente. Mire, para afrontar seriamente un problema hay que averiguar cuál es exactamente el problema -o problemas- y no cuáles son los síntomas que se manifiestan. Y usted no explica prácticamente nada: ni su edad, ni si está delgado o es obeso, ni si está físicamente en forma o no, si padece o ha padecido alguna patología grave, si ha sido vacunado y de qué ni en caso de ser así cuándo y cuántas veces, ni si vive cerca de un emisor de radiaciones electromagnéticas, ni si está sometido a corrientes telúricas, ni si vive en una zona contaminada (por ejemplo en una zona con gas radón)… La solución a su problema puede no ser sencilla ya que depende de si hay una causa o varias y con la información que nos ofrece es imposible saberlo. Además tampoco vamos a hacerle nosotros un diagnóstico aunque nos amplíe su caso con algunos datos más… Y como no nos dice usted ni dónde vive tampoco vamos a poder proponerle acudir a alguien. Sí hay algo que puede en todo caso ayudarle: ¡ayunar!  Claro que si seguir una simple dieta restrictiva le parece «duro» a pesar de comprobar que así mejora…

 

 

Estimado Sr. Campoy: he conocido la revista recientemente a raíz de la pandemia tras comprobar en internet que difieren ustedes de todas las explicaciones y medidas oficiales adoptadas. Reconozco que en un primer momento pensé que estaban ustedes «pirados» porque llevan la contraria hasta a la OMS pero como he tenido mucho tiempo me he molestado en leer todo lo que han publicado desde febrero y me he quedado perplejo. Sus argumentos, explicaciones, fuentes y datos son «de primera».  Y lo sé bien porque soy farmacéutico con 30 años de ejercicio y estoy acostumbrado a leer información científica. En fin, estoy difundiendo lo que cuentan en su revista entre mi familia y amigos ¡y todos me miran como si me hubiera vuelvo tonto! Entiendo pues muy bien la desazón que destila su último Editorial. Debe ser descorazonador ver que un trabajo de investigación tan duro y excepcional no produce fruto. Mi más sincero agradecimiento aún así a todo su equipo. Quizás el tiempo les haga justicia aunque ustedes no lo vean. Dicho esto no quiero desaprovechar para hacerles una pregunta: he leído muchos otros reportajes y veo que sobre la diabetes tipo 2 han publicado numerosos textos habiéndome llamado especialmente la atención los reportajes en los que hablan ustedes de la eficacia en ella de la capsaicina, la metformina y la stevia pero ¿basta con su consumo o -como dicen en otros artículos- es imprescindible cambiar la alimentación). Espero su respuesta y de nuevo mi enhorabuena.

Carlos M. García
(Cáceres)

Hay trabajos serios que demuestran que la diabetes tipo 2 desaparece sin más ayunando o siguiendo una dieta cetogénica muy baja en calorías, proteínas y grasas durante dos o tres meses ya que eso elimina la grasa acumulada en páncreas e hígado que es lo que impide producir suficiente insulina. Eso sí, bebiendo solo agua mineral de muy baja mineralización -no menos de dos litros y medio o tres al día- e infusiones (salvo café y té negro): ninguna bebida más. Además en ese tiempo conviene dormir 8 horas cuando menos, caminar diariamente una hora y/o hacer ejercicio aeróbico. La Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes publicó en Diabetologia un trabajo de un equipo de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) coordinado por Roy Raylor que así lo demostró. Según explican las células beta del páncreas dejan de producir insulina cuando en éste órgano y en el hígado hay exceso de grasa siendo eso lo que daría lugar a la diabetes tipo 2. En cuanto a su comentario sobre nuestro trabajo le agradecemos sinceramente sus palabras y lamentamos que nos haya conocido tan tarde pues llevamos 22 años en kioscos. Y no es que estemos descorazonados, es que sabemos muy bien que no hay nada que hacer para parar toda esta farsa. Entre otras cosas porque más de la mitad de los españoles no lee NUNCA, la mayoría de los que lo hacen no nos conoce -al no poder rebatir lo que decimos han optado por ignorarnos, silenciarnos o difamarnos para desprestigiar lo que publicamos- y muchos de los que nos conocen y nos leen asumen lo que decimos pero no lo difunden por miedo al qué dirán o aún sabiendo que somos fiables no pueden aceptar que se pueda estar engañando a tanta gente «importante». La propaganda en el caso de la falsa pandemia ha sido inaudita y ni siquiera las enormes contradicciones desveladas han hecho mella en el relato. Porque ¿cómo se explica que el 99,9% de las personas admitan las cifras oficiales de «muertos» y «contagiados por» cuando se basan en un test -la RT-PCR- cuya fiabilidad es NULA? Nos parece sencillamente incomprensible.

NÚMERO 238 / JUNIO / 2020

Estimado director: en julio de 2019 me diagnosticaron leucemia mieloide aguda. La opción que me planteaban de quimio/trasplante no la vi clara y decidí buscar alguna forma de apoyo a través de la llamada Medicina Integrativa pero desgraciadamente no he encontrado aun el apoyo necesario para afrontar las múltiples vicisitudes que esta «experiencia» conlleva sino una gran decepción en un mercado que parece «integrar» lo peor de la Medicina. Al no aceptar la propuesta del hospital de referencia -vamos, donde me diagnosticaron y osaron darme «fecha de caducidad»- quedé como «en el aire» y sólo cuando solicito visita o siento que necesito una transfusión hay contacto con sus profesionales. En ningún momento me hicieron una historia clínica «como Dios manda», ni en el hospital ni en las visitas a médicos integrativos. Ante preguntas que llevaba relacionadas con tratamientos que parecen ser exitosos en otros hospitales la respuesta es siempre la de «sólo aplicamos los protocolos oficiales». Desde el inicio busqué a profesionales integrativos -un tanto al azar o que me iban recomendando- y me sorprendió ver que si no cuentas con el apoyo referencial de un médico alopático su implicación es mínima. Algún profesional que sigue los postulados del Dr. Hamer me ofreció una magnífica exposición del conflicto biológico de la enfermedad pero cuando se le pregunta sobre qué tratamiento propone no hay respuesta concreta: Ozonoterapia, Acupuntura, Homeopatía, Alimentación… Cada maestrillo tiene su librillo y quien lo vive -en este caso yo- voy viendo -en una especie de «ensayo/error»- qué puede ayudarme a sanar valorando aquello que pudo llevarme al desequilibrio, a enfermar, para hacer el camino a la inversa. Me deja perpleja que en una pandemia como el cáncer -ésta sí que lo es sólo que no está «en auge»- se desconozcan aun sus causas y que quien lo sufre siga siendo un campo de pruebas para los supuestos «tratamientos» que emergen continuamente. La mejor opción que proponen es la cronicidad, alrededor de la cual viven muchas otras asociaciones, instituciones y múltiples profesionales. Triste, muy triste es el panorama en pleno siglo XXI. En fin, me dirijo a Ud. con la esperanza de que -desde su experiencia y labor en esta revista en la que seguro habrán publicado muchos oncólogos/hematólogos y otros que realmente sienten un deseo profundo de que el cáncer sane y no de vivir de él- tal vez pueda pasarme algún contacto de centros, profesionales y tratamientos con referencias de «éxito». Estaría profundamente agradecida pues después de tanta búsqueda decepcionante un «chute de humanidad y eficacia» me vendría de perlas en este momento. Reitero mi gratitud por su atención y le envío mis saludos cordiales.

Carmen S.
(Barcelona)

Tiene usted razón y motivos no ya para sentirse decepcionada sino cabreada. Ni a las autoridades, ni a los médicos, ni a la sociedad parece importarles lo que pasa en el ámbito del cáncer. En España mueren cada año más de 112.000 personas por su causa -último dato del Instituto Nacional de Estadística (INE)– y el asunto no merece una sola línea en los medios de comunicación que solo se ocupan de dar cada poco tiempo mensajes de «esperanza» hablando de nuevos «hallazgos», de moléculas, fármacos y tratamientos prometedores que «demuestran» que en Oncología se está «avanzando mucho». Sin embargo se trata de una gigantesca mentira. No se ha avanzado en las últimas décadas absolutamente NADA. Llevamos denunciándolo más de 20 años sin éxito como demuestra el hecho de que hemos publicado ya sobre cáncer ¡197 artículos! Nadie podrá decir pues que en nuestro caso no nos lo hemos tomado en serio. Todo lo contrario. Y tiene razón en cuanto a los llamados médicos integrativos: son muy pocos, muchos están mal formados y se limitan a aplicar tratamientos no convencionales pero sin entender que es también su idea de lo que es el cáncer lo que les impide avanzar. Usted no padece una «enfermedad» sino que está enferma. Es decir, su organismo ha perdido la homeostasis y solo sanará si lo recupera. En su caso y en el de cualquier otro. Y para ello debe recuperar la salud. ¿Cómo? Pues haciendo una vida sana y proporcionando al organismo todos los nutrientes que necesita además de equilibrarse mental y emocionalmente. Algo que como no enseña en las facultades de Medicina pocos médicos son capaces de entender y asumir, los integrativos incluidos. Muchos de los que conocemos afirman que sí lo entienden y lo asumen pero no es cierto porque basta ver los tratamientos que luego proponen a sus pacientes. Sustituyen los iatrogénicos fármacos por homeopáticos o naturales y sugieren terapias parciales -como las que usted cita y muchas otras- que no afrontan el problema de manera global. En la mayor parte de los casos porque en realidad les falta información y formación. Hemos tenido muchas veces la tentación de tomar la iniciativa pero somos conscientes de que inmediatamente se nos echarían encima los «profesionales» acusándonos de «intrusismo». Además nadie nos haría caso con el simple argumento de que «no somos médicos». Lo más lamentable en todo caso es que lo que hemos aprendido está íntegramente publicado en la revista, algo que sirve de poco porque nadie está dispuesto a leerse tal cantidad de información. Ni los médicos y naturópatas que tratan enfermos de cáncer ni estos mismos aunque es más entendible porque hay muchos textos que les son ininteligibles. Hecho este extenso preámbulo volvemos a decirle que si quiere resolver su problema debe simplemente seguir un tipo de vida sano que le permita recuperar la homeostasis a fin de que sea el propio cuerpo el que afronte sus disfunciones patológicas para lo cual debe proporcionarle simplemente las «herramientas» que precisa. Y dicho esto vamos a hacerle unas cuantas consideraciones a mero título informativo sobre lo que sabe y propone la Medicina convencional sobre la leucemia mieloide aguda (también llamada leucemia mielocítica aguda, leucemia mielógena aguda, leucemia granulocítica aguda y leucemia no linfocítica aguda). Según los oncólogos se inicia en la médula ósea del interior de los huesos y sus células anómalas pasan rápidamente a la sangre a través de la cual se propaga, preferentemente hacia los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central y los testículos. Se afirma asimismo que al 95% de quienes la sufren se les ha detectado una anormalidad genética en los cromosomas 9 y 22 y al resto traslocaciones -intercambio de posiciones de dos cromosomas- que afectan a otros. Y también se dice que hay un virus «relacionado» -no se afirma que sea la causa- con la «enfermedad»: el Abelson. En cuanto a los tratamientos que oficialmente se proponen están los interferones alfa, los anticuerpos monoclonales Alemtuzumab, Ipilimumab, Nivolumab, Ofatumumab, Rituximab y Gemtuzumab ozogamicina, los inhibidores de la expresión del gen FLT3 Midostaurin y Gilteritinib, el inhibidor del gen IDH1 Ivosidenib, el inhibidor del gen IDH2 Enasidenib, el inhibidor de la proteína BCL-2 Venetoclax y el inhibidor de la vía hedgehog Glasdegib. Todos ellos manifiestamente iatrogénicos y que pretenden «curar» interrumpiendo mecanismos naturales como si ello no fuera a tener consecuencias igual o más graves que las que se pretende afrontar. Posteriormente la FDA aprobaría para la leucemia mieloide aguda el Volasertib, inhibidor de la proteína Plk1 que interviene en la multiplicación celular y reconoció como «terapia innovadora» la FDA pero le advertimos que puede provocar problemas de hipertensión, la ruptura de los vasos sanguíneos y graves problemas cardiovasculares que pueden llevar directamente a la muerte. Se usan asimismo el trióxido de arsénico y el Licor Arsenical de Fowler (una combinación de carbonato de potasio y ácido arsenioso); se trata de dos potentes venenos así que hay que tomarlos a las dosis adecuadas y utilizándolos solo durante un tiempo determinado. Ha demostrado asimismo eficacia el extracto etanólico de semillas de Annona cherimola. Y se ha constatado que ayuda la ingesta de inositol mezclado con hexafosfato de inositol (IP6) en la proporción adecuada ya que actúa modulando las quinasas Akt y PI3, las vías de señalización celular PKC WNT e IGF y la actividad de la telomerasa en la leucemia; además induce la apoptosis e impide la angiogénesis. Otro producto natural que ha demostrado ayudar y es inocuo es el Ocoxin+Viusid; según el Dr. Atanasio Pandiella -del Laboratorio de Oncofarmacología Traslacional del Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca- ha mostrado in vitro una potente actividad antiproliferativa (dosis-dependiente) en líneas tumorales de pulmón (células pequeñas), leucemia mieloide aguda, cáncer de mama con positividad al HER2 y hepatocarcinoma. Se ha probado asimismo -con buenos resultados- inyectar directamente en los enfermos granulocitos extraídos de personas que han superado su cáncer; lo hizo un equipo dirigido por Zheng Cui -de la Universidad Wake Forest en Carolina del Norte (EEUU)- dando cuenta de ello en un trabajo que se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences (a la célula inmadura de los granulocitos se la llama mieloblasto y es de ahí de donde proviene el nombre de leucemia mieloide). Tales son, en suma, las principales opciones tanto de la Medicina convencional como de la alternativa aunque en ésta hay otras muchas opciones de las que hemos hablado extensamente y no cabe descartar sin más. Como la Ozonoterapia, la Homeopatía, la Hipertermia, la Fitoterapia, la Nutrición Ortomolecular y otras que pueden coadyuvar pero tampoco afrontan el problema de manera global. Tenga eso muy en cuenta. En suma, lamentamos no poder ofrecerle nombres o centros concretos porque ignoramos qué hace exactamente cada uno de ellos pero puede consultar lo que al respecto aparece en los artículos que tiene agrupados en https://www.dsalud.com/reportajes/tratamiento-del-cancer.

 

 

Estimado Director: me han diagnosticado un cáncer metastásico que empezó en el páncreas, ha llegado a los huesos y ganglios linfáticos y me dicen que probablemente llegue a pulmones, hígado e incluso cerebro. Me dicen abiertamente que no hay nada que hacer pero aun así me han propuesto someterme a un tratamiento experimental con un nuevo fármaco que me comentan tiene «buenas expectativas». Me he negado en redondo porque soy lector de la revista y sé que lo que quieren es utilizarme de «conejillo de indias». Tengo solo 46 años y estoy destrozado. Reconozco que no he seguido un tipo de vida muy sano y soy el responsable; de hecho peso 90 kilos y soy sedentario. El caso es que he acudido a dos de los médicos de los que han hablado varias veces en la revista y ninguno de ellos me dice que me niegue a la quimio ni me ofrecen un tratamiento global que me parezca coherente con lo que ustedes llevan publicado. Lo sé porque les sigo desde el nº 17, hace pues unos 20 años. Sé también que ustedes se resisten a dar consejos médicos concretos sobre cáncer para no tener problemas con las autoridades y sugieren básicamente desintoxicar, desinflamar y oxigenar el organismo pero es que ¡no sé cómo hacerlo! Podría ponerme a revisar todo lo que han publicado pero no tengo tiempo aunque el dolor que siento aún es soportable. ¿Pueden por favor darme al menos unas pautas generales para ello en la revista? Supongo que no van a mandarme nada a nivel personal porque no me conocen y no saben si es una trampa para «pillarles» haciendo lo que no pueden ni deben pero mi abogado -estoy haciendo el testamento por si acaso- me dice que dar consejos generales de vida estando además respaldados por un Consejo Asesor de tanta categoría no puede jamás ponerles en problemas por eso salvo que sugieran la ingesta de fármacos. En España hay unas 450.000 personas con cáncer cada año -me lo ha dicho mi oncólogo- y las tres personas que lo padecen de mi entorno se encuentran en situación parecida. ¿Pueden al menos orientarnos con unas pautas generales? Me estoy jugando la vida y, como yo, otros muchos. Siento recurrir a ese argumento pero estoy desesperado. En la confianza de haber tocado su corazón de despide…

Jose Antonio Sánchez
(Murcia) 

Nos llama la atención que en plena alerta sobre la supuesta pandemia provocada por el SARS-CoV-2 no hayamos recibido una sola carta sobre ella y sí varias sobre cáncer. Obviamente no podemos publicar todas porque los problemas son similares y la mayoría son de quejas por el comportamiento recibido en los hospitales -a menudo graves y ciertamente intolerables- cuando a donde deben dirigirse quienes así lo entiendan es a los tribunales. Lo hemos dicho muchas veces: nuestra labor es la de informar. Dicho esto y a pesar de lo que respondimos a la lectora anterior vamos por primera vez en 22 años a dar unas pautas generales sobre lo que nosotros haríamos en caso de cáncer o cualquier otra patología grave (obviamente y dado que se trata de una sección de cartas de forma muy resumida). En realidad es muy «sencillo» aunque a los médicos les cueste comprenderlo porque no les han enseñado nada ni sobre Alimentación, ni sobre Nutrición Ortomolecular, ni sobre Fitoterapia, ni sobre Electromagnetismo, ni sobre las energías que interactúan con el cuerpo físico, ni sobre la mente -que ni es ni está en el cerebro-, ni sobre la somatización de las emociones, sentimientos y pensamientos negativos, ni sobre las potenciales consecuencias de los traumas psíquicos. Y eso que existe desde hace tiempo una disciplina que en gran parte lo explica detalladamente -de la que la mayoría tampoco sabe nada- como la Psiconeuroendocrinoinmunología. En fin, explicar cómo afrontar un problema de salud grave -el cáncer o cualquier otra patología- y por qué se propone lo que a continuación diremos requiere mucho más que unas simples líneas; exige al menos un libro y siempre que se concentre en él solo lo imprescindible. Aclarado esto por razones de honestidad vamos a dar unas pautas generales que aunque a quienes creen en la medicina «científica» les pueden parecer de una simpleza chocante lo cierto es que funcionan. Siempre y en todos los casos… cuando se hacen correctamente. Mire, el organismo deja de funcionar bien cuando no se le trata adecuadamente, se le intoxica -y entre los agentes más dañinos están las vacunas, los fármacos de síntesis y los químicos presentes en todo tipo de productos de uso común, alimentos incluidos- o es alterado por conflictos psicoemocionales o radiaciones patógenas (cósmicas, telúricas o procedentes de dispositivos electromagnéticos). Son los agentes que principalmente destruyen la homeostasis del cuerpo acidificándolo, impidiendo el correcto funcionamiento de las células y los ciclos metabólicos -y por tanto de los tejidos, órganos y sistemas- y dificultando que se nutra  y oxigene. Es vital por otra parte entender que ni las células «malignas» ni los microbios patógenos son capaces de proliferar en un cuerpo sano; en terreno alcalino y oxigenado ni los tumores ni los microbios crecen. Por eso incluso cuando se achaca un problema de salud a virus, bacterias, hongos o parásitos la solución sigue siendo la misma. Estas son pues nuestras sugerencias: ayune durante 7-10 días bebiendo solo agua de buena calidad e infusiones (y si se anima tómese un poco de su propia orina cuando se levante). Luego siga durante 3 meses una dieta cetogénica estricta -libre de azúcares e hidratos de carbono refinados (ojo a las latas, envases y platos preparados)- y baja en grasas saturadas animales. Habitualmente una célula se maligniza o vuelve cancerosa porque alguna radiación incide en su ADN alterándolo o porque está en una zona del organismo tan «sucia» -nadando en un líquido intersticial empantanado ácido y lleno de desechos y tóxicos de todo tipo que no han podido eliminarse- que al no llegarle nutrientes y sobre todo oxígeno tiene que recurrir para sobrevivir a obtener también energía por fermentación anaeróbica (sin oxígeno) de la glucosa. Recurriendo cuando ello no es suficiente a activar el mecanismo de autorreplicación, es decir, a dividirse constantemente. En fin, todo indica que si se priva al organismo de azúcares, se le nutre y se le oxigena el tumor no puede alimentarse suficientemente y se necrosa con lo que el cuerpo lo fagocitará haciéndolo desaparecer… ¡o no porque ya no molesta, no es peligroso y el cuerpo puede preferir dedicar su energía a otras cosas más perentorias! Téngalo en cuenta si luego le hacen una radiografía, una resonancia o un TAC y le dicen que «el tumor sigue ahí». Un tumor necrosado, al igual que un quiste, es inofensivo. En suma, hay que mantenerse un tiempo en cetogénesis, método natural que el organismo utiliza para obtener energía de las grasas almacenadas cuando carece de glucosa. Eso sí, asegurándose de que la dieta sea equilibrada para que no falte ningún nutriente: proteínas, vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, oligoelementos, grasas (especialmente las de cadena media), etc. La alimentación debe ser exclusivamente a base de verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, carne blanca, pescado, jamón de jabugo o guijüelo (el resto no), huevos, setas y algas. Lo más fresco posible, de temporada y en el caso de los vegetales preferiblemente crudos ya que los alimentos alcalinos son los que están «vivos». En cuanto a los que vaya a cocinar prepárelos al vapor, a la plancha o al horno (no use nunca microondas) pero siempre por debajo de 80 grados para no desnaturalizarlos. Nada de fritos o cocidos. Suprima además la margarina, las bebidas alcohólicas (vino y cerveza incluidos), la leche y sus derivados, los cereales y sus harinas, las patatas fritas y los alimentos con grasas «trans». En pocas palabras, no consuma carbohidratos refinados y elimine el pan, la bollería industrial, las galletas, los donuts, las pizzas, las hamburguesas, los caramelos, las chocolatinas, los pasteles, los dulces, los chuches, los bombones, las palomitas, los helados, los patés, las colas, los refrescos y, sobre todo, la comida asiática con glutamato monosódico (que lamentablemente ya se  usa en muchos restaurantes españoles con la excusa de que es «el quinto sabor»). Y por supuesto debe evitar todos los aditivos alimentarios conservantes, colorantes, espesantes, aromatizantes, acidificantes, potenciadores del sabor y edulcorantes (a excepción de la stevia) así que no debe ingerir ningún producto envasado, preparado o precocinado que los lleve. En fin, no tome nada que no esté entre lo que proponemos. Como condimentos puede ingerir especias -son especialmente recomendables la cúrcuma, el curry, el jengibre, la canela, la cayena (guindilla), el pimentón, el comino negro y el azafrán-, sal marina yodada, pimienta, ajo, limón, perejil y finas hierbas; en cambio debe olvidarse del vinagre. Puede también tomar aceites de primera presión en frío pero solo de lino, coco, oliva, comino negro y krill; el resto no. Y beber solo agua mineral de muy baja mineralización -en botella de cristal, nunca de plástico- o infusiones (salvo café y té negro). Ninguna bebida más. Y como edulcorante no tome más que stevia. Dicho esto hay algunas cosas que en ese tiempo conviene hacer todos los días: dormir 8 horas cuando menos -y si se puede échese una siesta de media hora (no más), caminar al menos una hora y/o hacer ejercicio aeróbico (si no está en buena condición física al menos inspire profundamente muy despacio por la nariz llenando a fondo los pulmones y luego expulse el aire por la boca rápidamente). Beba además al menos 3 litros de agua al día (infusiones y posibles zumos de verduras aparte) e ingiera cada mañana nada más levantarse dos dientes de ajo crudos una vez pelados, cortados en trozos, mojados en aceite -de lino, coco u oliva preferiblemente- y masticados rápida y fugazmente -pican en la boca- tras lo cual deben tragarse y beber luego un vaso de agua fría para calmar el posible ardor bucal. Tenga siempre a mano una limonada alcalina para tomar a lo largo de la mañana (hágala con un litro de agua, el zumo de dos limones y media cucharada sopera -rasa- de bicarbonato sódico) e ingiera a diario un licuado de zanahoria, apio, espinaca, remolacha y pepino. Y por cierto, no ingiera nada una hora antes de acostarse y coma poco en cuanto el sol se ponga ya que la principal hormona encargada de la metabolización se inactiva cuando el sol deja de irradiarnos y tiene que sustituirla la melatonina. Duerma pues suficientemente y procurando hacerlo temprano para respetar los ciclos circadianos (si le cuesta tome triptófano, pasiflora o 3 mg de melatonina al acostarse). Recuerde que el organismo se regenera por las noches y si no se acuesta suficientemente pronto el proceso no tendrá lugar convenientemente. Terminamos recordando que hay muchos otros  productos que han demostrado ayudar eficazmente en casos de cáncer de los que hemos hablado extensamente en la revista como Renovén, Viusid + Ocoxin, MMS y otros además de numerosas terapias que por razones de espacio le sugerimos busque en el apartado sobre cáncer de nuestra web –www.dsalud.com– que dimos en el final de la respuesta a la carta anterior.

NÚMERO 237 / MAYO / 2020

Hola: quería deciros que sigo desde hace tiempo la información que publicáis sobre los fraudes y abusos del sistema de salud imperante y he decidido escribiros porque he sido recientemente testigo presencial de uno de ellos relacionado con la llamada crisis del coronavirus. Hace un par de meses empecé a trabajar  como Personal de Servicios en una residencia pública de mayores de Valladolid hasta que el 2 de abril decidí presentar mi renuncia. Desde hacía un par de semanas las personas mayores llevaban ya tiempo sin poder salir de ella ni recibir visitas de los familiares. A los trabajadores se nos había obligado a utilizar todo tipo de EPIs (equipos de protección individual) que debían hacernos parecer extraterrestres a sus ojos (mascarillas, batas de papel o plástico, pantallas faciales, gorros para el pelo y guantes de látex). El caso es que la dirección del centro decidió encerrar a los residentes en sus habitaciones -en algunos casos bajo llave- desde el 30 de marzo. Ni siquiera se les dejaba asomarse al pasillo y si algún residente sugería a las auxiliares de enfermería la posibilidad de bajar al patio a tomar un poco el aire las contestaciones solían ser siempre de malas formas, con gritos e intimidaciones verbales. La medida provocó un caos total porque se debían subir todas las comidas a las habitaciones aumentando la carga de trabajo y alterando el horario habitual de las comidas lo que provocó un nerviosismo extra tanto entre trabajadores como entre residentes. Esa semana me tocó limpiar la tercera planta y tuve oportunidad de hablar con muchos residentes a los que pregunté qué les parecían las medidas adoptadas. La mayoría expresaron su desacuerdo así como la angustia que la situación les estaba provocando. Alguno incluso me llegó a decir que tenía muy claro que les habían encerrado allí para morir. Al tercer día de encierro en las habitaciones -el 1 de abril- se presentaron dos camiones de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con la intención de «desinfectar» el centro, ¡vete tú a saber con qué! Me llamó la atención que todo estaba siendo grabado por cámaras de televisión -probablemente para difundirlo a través de los medios y generar más alarmismo- presentando la situación del centro como insostenible a pesar de que hasta principios de semana -cuando se decidió encerrar a los abuelos- no había nada extraño y yo veía a todos como siempre salvo por el nerviosismo creado. ¿Por qué fueron entonces los  militares? La excusa debió ser un grupo de 10 personas que habían traído una semana antes desde una residencia que habían cerrado en Burgos y estaban aislados en la primera planta. Personalmente no me parecen acertadas las medidas adoptadas por la mayoría de los gobiernos del mundo con la excusa del coronavirus -alarmismo institucional, confinamiento, distanciamiento social, tratamiento de los enfermos en hospitales sin las familias presentes…- pues nunca antes se le había ocurrido a nadie implantar tales medidas con la excusa de proteger la salud pública excepto a los nazis y otros regímenes totalitarios. Siempre me ha interesado la Sociología y el análisis de los mecanismos de poder y desde el principio tuve claro que todo esto no es más que una nueva fase de la doctrina del shock que desde hace décadas lleva utilizando el neoliberalismo para imponer sus intereses. El caso es que yo mismo empecé a sentirme un carcelero. Cuando entraba a hacer sus habitaciones muchos abuelos me preguntaban por qué no podían salir de ellas, que les parecía absurdo y yo les decía que tampoco lo entendía pero no podía hacer nada. Hablé con una responsable del centro para pedirle explicaciones y me dijo que los sindicatos les habían denunciado por no aplicar las medidas adecuadas y obedecían órdenes superiores. Luego me confesó que si a ella le encerraran en la habitación todo el día lo pasaría fatal pero que no podía hacer nada. Yo me había negado a ponerme la pantalla facial porque además de inútil como medida de protección me parecía que sólo servía para transmitir más pánico a los residentes pero la responsable me dijo que me la pusiera o podría perder el puesto de trabajo. Eso me hizo ver con mucha mayor claridad que los trabajadores estábamos siendo usados como una especie de arma de guerra psicológica contra los residentes. Estar encerrado en una pequeña habitación viendo el aspecto con el que los trabajadores se paseaban por los pasillos de la residencia es algo que volvería loco a cualquiera y más si tienes que permanecer allí todo el día, alejado de otros residentes y sin poder ver a tus familiares y amigos. La gota que colmó el vaso fue la citada llegada de los militares de la UME el 2 de abril. Mientras hacía una habitación vi por la ventana dos camiones de la UME y a muchos militares en el parking de la residencia, algunos custodiando la entrada. Con la excusa de tirar unas cajas de cartón bajé hasta el hall principal y pregunté a varios compañeros que estaban en recepción qué hacían allí los militares contestándome que habían venido para «fumigar» el centro. Me quedé un rato para escuchar la conversación que tres militares mantenían con una médico y varios responsables del centro. El militar que parecía tener el mando insistía mucho en la necesidad de mantener el centro desinfectado. Volví a pedir explicaciones a una responsable y me dijo que no sabía nada, que al parecer se había denunciado al centro por no aplicar las medidas adecuadas y venían ellos a ponerlas en práctica. Le pregunté si iban a desinfectarlo con los residentes y trabajadores dentro y con qué y con un tono que expresaba cierta molestia me respondió que «harían lo que tuviesen que hacer»; es decir, confianza ciega en los militares para combatir un supuesto problema de salud. Al parecer, según las noticias, ese día desinfectaron el centro con los residentes y trabajadores dentro; todo bajo la atenta mirada de las cámaras de televisión. Y digo «según las noticias» porque ante el tremendo abuso de autoridad por parte de los militares, la actitud negligente e irresponsable del centro y la pasividad total de mis compañeros -la mayoría estaban entusiasmados con la llegada de los militares-, cogí mis cosas y antes de que comenzaran a «desinfectar» me marché por una salida de emergencia que no tenían controlada ni los militares ni las cámaras. No estaba dispuesto a formar parte de toda esa locura ni un segundo más. Además debieron dar instrucciones de cómo seguir desinfectado a partir de ese día lo que implicaría la utilización diaria de una elevada cantidad de agentes químicos altamente tóxicos que el personal de limpieza debió verse obligado a utilizar y los residentes a inhalar (ellos no llevan mascarillas). Al día siguiente redacté un escrito expresando mi desacuerdo con las medidas adoptadas por el centro por entender que podían tener efectos mucho más negativos que positivos sobre la salud de los residentes y añadí que todo lo del coronavirus me parecía una excusa para imponer medidas totalitarias que sólo servirían para enfermar aún más a la población más vulnerable y no estaba dispuesto a colaborar con ello por lo que presentaba la renuncia a mi puesto de trabajo. Lo que está sucediendo me resulta casi imposible de creer. En la residencia me he llegado a sentir como el protagonista de la novela 1984. La aceptación acrítica por parte de todos mis compañeros de lo que estaba pasando y la hostilidad de muchos ante mis opiniones me recordaba todo lo que había leído sobre la actitud de las masas en la época del holocausto nazi. Sé que ante la brutal manipulación que está ejerciendo el poder sobre la población se puede hacer poco pero si creéis que mi testimonio puede ser de alguna utilidad para frenar mínimamente esta locura os animo a que lo publiquéis y, si queréis, contar conmigo para dar públicamente testimonio, Y por cierto, acabo de enterarme hoy -4 de abril- de que según Plural 21 en algunas residencias de mayores se ha empezado a administrar quimioterapia y otros fármacos bastante abrasivos como ¡tratamiento preventivo! lo que dado el estado en el que se encuentran los abuelos es letal. Ojalá despertemos de esta pesadilla antes de que sea demasiado tarde. Un saludo

Carlos Cuñado
(Valladolid) 

Ante todo gracias por su testimonio que hemos tenido que recortar dada su extensión y precisión. Lo cierto es que hemos recibido numerosos testimonios de personas que denuncian lo que ha estado pasando en residencias de mayores de toda España pero no las publicamos porque nadie quiere que aparezca su nombre y apellido y nosotros no publicamos «anónimos». Podemos poner un pseudónimo pero no si antes no nos pasa su DNI como ha hecho usted que además ha aportado su contrato de trabajo. Le agradecemos pues su carta y confiamos en que sirva para concienciar a otras personas de los dramas que mucha gente ha vivido en ellas.     

NÚMERO 236 / ABRIL / 2020

Estimado Sr. Campoy: en 2012 se me diagnosticó un seminoma testicular derecho y fui sometido a orquiectomía radical derecha así como a sesiones de radioterapia pues mediante TAC se vio que tenía una adenopatía en la fosa iliaca derecha. Posteriormente todos los controles fueron satisfactorios sin apreciarse recidiva de la enfermedad. Desde hace un par de años no he vuelto a someterme a ningún tipo de chequeo. Actualmente, ya más informado y consciente de lo que son los tratamientos convencionales del cáncer así como de algunas de las pruebas diagnósticas empleadas para su detección y seguimiento, me pregunto de qué forma puedo seguir realizándome chequeos o controles periódicos de la manera más saludable posible ya que como bien han expuesto ustedes en más de una ocasión el TAC, que es la prueba por excelencia para la detección y seguimiento del cáncer, conlleva riesgos y no es ni mucho menos inocua. Siento que últimamente, gracias quizás a mejores hábitos de alimentación, ejercicio físico y descanso, he obtenido mejoras significativas en mi estado de salud y no me gustaría que nada interfiriera negativamente en este proceso. Gracias.

Jose Manuel T. 

Si usted no tiene síntomas y no le duele nada no necesita tampoco hacer nada. La arraigada costumbre de someterse a pruebas con carácter preventivo la ha impuesto socialmente la industria sanitaria en connivencia con los médicos para asegurarse de tener clientes incluso entre las personas sanas. Le invitamos a leer la esclarecedora entrevista que aparece en este mismo número con el doctor Antoni Sitges Serra y los consejos que da después de 40 años de ejercer la Medicina. 

 

Estimado Director: antes de nada quiero felicitar a todo el equipo de la revista por la gran labor que están realizando en beneficio de la salud. En fin, hace tiempo leí en la revista un artículo en el que el Dr. Enrique Meléndez-Hevia hablaba sobre la importancia de la glicina en la síntesis del colágeno de nuestro cuerpo. Pues bien, yo padezco artrosis de cadera desde hace tiempo -el diagnóstico es de un 80% con necrosis avascular en una zona muy reducida de la cabeza femoral- y varios especialistas a los que he visitado coinciden en la cantidad de cartílago destruido. Me hablan de una posible intervención quirúrgica pero solo pensarlo me espanta. Estoy tomando 1.500 mg de glucosamina y cola de caballo diariamente y con eso he conseguido de momento frenar el proceso. Mi pregunta es si a pesar de tanta cantidad de zona destruida un tratamiento con glicina, como asegura el Dr. Meléndez-Hevia, sería capaz de regenerar la zona. Asimismo me pregunto si tanta cantidad de glicina diaria no podría ser contraproducente en mi caso ya que arrastro una diabetes tipo 2 desde hace 15 años. Me despido atentamente no sin antes darles las gracias.

Enric Vicent
(Valencia) 

A juicio del doctor Meléndez Hevia es casi imposible tener problemas por exceso de glicina y no va a afectarle su ingesta porque sea usted diabético. Dicho esto vamos a permitirnos recordarle que hace apenas unos meses -en noviembre pasado- respondimos a otro lector con artrosis lo que podía hacer tras explicarle que esta patología suele deberse a déficit de calcio al extraerlo el organismo de los huesos para equilibrar el pH cuando hay excesiva acidificación y que consumir leche y sus derivados es un error ya que acidifica el organismo y es más bien causa de osteoporosis. Lo que contribuye a su carencia es la falta de actividad física, el exceso de proteínas, el tabaco, el café, el alcohol, la sal, el azúcar, los productos refinados, los alimentos dulces o azucarados (pasteles, helados, bollería, etc.), los fármacos y el déficit de manganeso. De ahí que sugiriéramos -y volvemos a hacerlo ahora- que en tales casos procede desintoxicar el organismo tomando carbón vegetal activado a diario durante una semana, tomar probióticos a partir de la segunda e ingerir coral marino con vitaminas K2 y D3 para asegurarse de que el calcio no se deposita en las arterias, silicio orgánico, sulfato de condroitina y curcumina. Agregaremos que han mostrado asimismo utilidad los suplementos de PABA, SAM, selenio y vitaminas A, C y E junto a las del complejo B.

 

Estimado Sr. Campoy: después de mucho pensarlo he decidido escribirle por si pueden ustedes darme algún consejo. Tengo una hija de 21 años que siendo muy pequeña se balanceaba en el sofá y se daba en la espalda y la cabeza. Lo hacía muy a menudo pero no le dimos importancia. Hace tres años sufrió una alergia muy seria: se le inflamaron los ojos y se le pusieron morada la cara, las manos, los pies y todo su cuerpo. Con la piel muy roja. Eso le duró varios días. Fuimos tres veces a Urgencias donde le inyectaron Polaramine, Urbasón y además Prednisona. Se le pasó, le hicieron luego las correspondientes pruebas de alergia y todo dio negativo. Nunca hemos sabido por qué pasó todo eso. Muy poco tiempo después empezó a tener mucha ansiedad y ahora lleva unos años pensando que tiene una encefalopatía traumática crónica por los golpes que se dio durante tanto tiempo (ella habla de golpes). Eso le está causando muchos problemas: ansiedad extrema, despersonalización, obsesiones, depresión… Se pasa el día llorando. Le está tratando un psiquiatra, ha empezado terapia psicológica y ahora está tomando Paroxetina -30 mg (1 al día)-, Lormetazepan -2 mg al irse a dormir- y Diazepan -5 mg cuando lo necesita-. Está convencida de que tiene daño cerebral a pesar de que no presenta ningún síntoma salvo los derivados de la ansiedad extrema. Le han hecho una resonancia magnética y su cerebro está perfecto pero ella sigue insistiendo. «Esto no se puede ver, solo cuando te mueres», dice ella. Está convencida de que no tiene solución, de que con el tiempo su cerebro se irá deteriorando. Ha perdido las ganas de vivir y no se centra en nada. ¿Es posible que pueda padecer esa enfermedad? Como yo creo que es muy obsesiva e hipocondríaca ¿podría aconsejarme a algún médico que pueda ayudarla? En estos años no ha mejorado nada. La medicación no le sirve y ni yo como madre ni mi familia sabemos ya qué hacer. Ella dice que su vida está perdida. Por favor, les agradecería mucho su opinión.

Isabel
(Madrid) 

No vemos la posible relación del proceso alérgico que sufrió ni con los cabezazos en la infancia ni con su situación actual. Y la «encefalopatía traumática» no es más que una etiqueta para justificar que los problemas cognitivos de alguien se deben a golpes secos -incluidos los del futbolista cuando remata de cabeza- pero ni siquiera se ha sabido elaborar una relación creíble de síntomas y no tiene pues tratamiento. Si lo que le pasa a su hija se debiera a los cabezazos de la infancia habría tenido problemas visibles significativos en esa época y la adolescencia. Nuestra sugerencia es que acudan ustedes a que valoren el caso a profesionales como el Dr. Javier Aizpiri -que dirige el Instituto Burmuin de Bilbao (94 444 26 79)- o al Dr. Javier Álvarez -jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de León (987 23 74 00)-. Es más probable que lo que le pasa a su hija se deba a una posible infección vírica, bacteriana o fúngica, a una intoxicación -bien por ingesta, bien por una vacuna o un fármaco-, a algún déficit ortomolecular o a una flora intestinal desequilibrada causada por una inadecuada alimentación. Hemos explicado esto último en numerosos reportajes, entre ellos los titulados ¿Es la mala salud intestinal la causa del autismo y otras patologías neurológicas?, La importancia del Segundo Cerebro,

Psicobióticos para las enfermedades nerviosas y mentales y El microbioma tiene acceso a todo el organismo ¡incluido el cerebro! que aparecieron en los números 145, 147, 198 y 223 respectivamente.

NÚMERO 235 / MARZO / 2020

Estimado Sr. Campoy: Alberto Nájera, conocido miembro del Círculo Escéptico, movilizó el pasado mes de enero las redes sociales para que el Ayuntamiento de Barcelona retirara el documento que sobre los peligros de la tecnología 5G había elaborado y dado a conocer La Fábrica del Sol, equipamiento de educación ambiental de su Área de Ecología, Urbanismo y Movilidad municipal. Se trata de un escrito hecho en colaboración con la Dra. Mª Carmen Ruíz Martín, médico del CAP Indianes, experta en medicina ambiental formada en la Universidad Complutense de Madrid y coordinadora del grupo de Patología Ambiental de la CAMFIC (Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitaria) que ante la presión ejercida el ayuntamiento optó por retirar. Es más, a continuación aparecieron agresivos artículos en El Mundo y 20 Minutos atacando tanto a la alcaldesa de Barcelona como a las personas electrosensibles. Como ustedes bien saben no es la primera vez que algo así sucede ya que para que la 5G no sea cuestionada se ha presionado de forma similar a otros ayuntamientos, a colegios de médicos y hasta a la Real Academia de Medicina. Todo ello orquestado por el Círculo Escéptico, asociación creada en 2005 que se supone defiende la “verdad científica” aunque sus campañas defienden frecuentemente los intereses de las farmacéuticas, las empresas de transgénicos, las fabricantes de aditivos alimentarios y las compañías de telecomunicaciones. Es más, entre sus miembros hay periodistas y «divulgadores científicos» en varios medios de comunicación que han conseguido crear un estado de opinión sesgado del que se hacen luego eco otros desinformados periodistas. El Círculo Escéptico suele citar al Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid como «valedor» de  la inocuidad de las tecnologías inalámbricas pero hablamos de un comité creado el mismo año que el Círculo Escéptico -2005- que solo depende del citado colegio desde 2016; además quienes lo integran -el propio Alberto Nájera incluido- son personas vinculadas a compañías de telecomunicaciones con posibles conflictos de interés. De hecho el CCARS lo fundó Francisco Vargas, persona bajo cuya responsabilidad se establecieron los límites de emisión para las tecnologías inalámbricas en España que posteriormente trabajaría para la empresa privada financiada por compañías de telecomunicaciones Servicios de Asistencia Técnica e Instalaciones (SATI). Es más, es el responsable del apartado sobre electrosensibilidad del llamado Informe del CCARS sobre Radiofrecuencias y Salud 2013-2016 que se presentó ante el Ministerio de Industria con el aval de un Secretario de Estado del que se hicieron eco numerosos medios de comunicación sin saber las graves irregularidades que hay en él. Y es que Francisco Vargas llega al extremo de manipular en él los abstract de estudios científicos sobre electrosensibilidad cambiando completamente el sentido de sus conclusiones. Hablamos de alguien que ha salido habitualmente en los medios haciendo declaraciones para presionar y evitar las sentencias judiciales -que afortunadamente se han dictado ya- sobre la incapacidad laboral de personas afectadas por electrosensibilidad. Y es que es difícil alegar que las radiaciones no producen efectos negativos cuando cada vez más jueces así lo dictaminan en sus sentencias. Es pues inaudito que el señor Vargas sea la persona que asesore al Ministerio de Sanidad sobre las enfermedades de sensibilización central: fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, sensibilidad química múltiple y electrosensibilidad. Un documento del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) aparecido en 2018 reconoce que en España alegan padecer este tipo de enfermedades en torno a 1.500.000 de personas de las que el 90% son mujeres. Y lo que se insinúa en él para evitar reconocer el efecto real de las radiaciones es que todas ellas sufren ¡algún «trastorno psiquiátrico»! El propio Defensor del Pueblo, conocedor del problema, lleva desde 2014 pidiendo de forma reiterada a los distintos gobiernos que se  han formado que se cree de una vez el Comité Interministerial sobre Radiofrecuencias y Salud previsto por las leyes ¡sin éxito! ¿Por qué? Pues porque no interesa que se sepa la verdad y por eso lleva asumiéndolas desde hace seis años el ya citado CCARS. Hay un informe de 17 páginas del Defensor del Pueblo en el que se denuncia que el llamado Plan Nacional 5G no pasó el preceptivo informe ambiental estratégico que exige la ley, no se publicó en el BOE y no se completó la información pública. No se ha hecho siquiera un seguimiento de sus efectos en la salud y no se ha aplicado el Principio de Precaución. Es todo tan surrealista que se ha hecho caso omiso de las recomendaciones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de prestar especial atención a las personas electrosensibles, lo que implica el reconocimiento tácito de su existencia. En suma, es tal la corrupción que hay detrás de todo esto que parece mentira que un problema social tan grave no preocupe a los medios de comunicación a los que solo parece interesarles si el World Congress Mobile termina celebrándose en Madrid y abandona Barcelona. La tecnología debería estar sometida al estado de derecho.

Vicente G. A.

Le agradecemos sinceramente su carta y como coincidimos plenamente con sus apreciaciones entendemos que no procede añadir nada por nuestra parte.  Como bien sabe llevamos multitud de noticias y artículos publicados sobre el peligro de las radiofrecuencias sin que las autoridades hagan el más mínimo caso.

 

Sr. Director: el pasado 3 de febrero la revista digital Redacción Médica publicó de forma amplia un comentario personal que tituló así: Ante el coronavirus China monta hospitales, no megacentros de acupuntura firmado según dice el propio medio por «el popular científico J. M. Mulet«. Supongo que lo de «popular» se deberá a dos de sus bodrios editoriales –Los productos naturales ¡vaya timo! y Transgénicos sin miedo- cuyos títulos hablan por sí mismos y denotan su inconcebible ignorancia, algo que explica la soberbia con la que se suele expresar. El caso es que en su comentario -que no noticia- el tal Mulet -que es biólogo y no médico- pretende mofarse de quienes ejercen la Medicina Tradicional China alegando que el Gobierno comunista del gigante asiático decidió recurrir a la medicina convencional farmacológica y no a la milenaria Acupuntura para afrontar la crisis creada por el nuevo coronavirus. Lo que demuestra que ni siquiera sabe en qué consiste ya que confunde la disciplina con una de sus múltiples técnicas terapéuticas algunas de las cuales -no todas- tienen como objetivo activar el flujo de los chacras nadis y meridianos que energetizan todo el organismo mediante los llamados puntos de acupuntura cuya existencia puede constatarse con una simple máquina «buscapuntos» que los detecta midiendo en la piel las diferencias de potencial. Solo que no se limita a eso porque se trata de una disciplina que trata al enfermo de forma integral con varios métodos o técnicas terapéuticas: la dieta, el ejercicio, la desintoxicación, una correcta respiración, el descanso adecuado, la Fitoterapia, el tratamiento ortomolecular -aunque no se llame así procura que el organismo tenga todos los nutrientes que necesita (proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales, enzimas, hormonas, oligoelementos etc.)-, la ya citada Acupuntura -que incluye la Digitopuntura, la Auriculoterapia y la Craneopuntura-, la  Meditación, la Moxibustión y otras. Creer pues que los médicos tradicionales chinos usan solo la Acupuntura es de una ignorancia supina. En todo caso el objeto principal de mi carta es que sus lectores sepan que el Sr. Mulet -miembro por cierto de la conocida secta de los «escépticos a los que ustedes ya han desenmascarado en varias ocasiones- mintió una vez más. El Gobierno chino mandó 125 expertos en Medicina Tradicional China a Wuhan. Cuarenta desde Pekín y 60 desde Guangdong. Es pues lamentable la actitud del tal Mulet y de esa revista, conocida defensora de los intereses de las grandes multinacionales sanitarias. Sin otro particular,

Dr. Jose Luis Gómez
(Madrid)

Tiene usted razón y hemos denunciado amplia y públicamente su comportamiento pero les da igual porque están apoyados por grandes grupos económicos.

NÚMERO 234 / FEBRERO/ 2020

Sr. Director: estoy encantada de aprender con ustedes cada mes. Soy una mujer mayor con problemas crónicos y quisiera saber si existe algún tratamiento natural demostrado por investigación para el Hipotiroidismo de Hashimoto? ¿Cuáles son los límites correctos de los valores hormonales? Mi médico internista dice que para tratamiento debe ser la TSH de 50. Lo que me extraña es que sólo miden el TSH y con ello deciden ya en el hospital. ¿Por qué no miden otros valores? No lo entiendo. La celiaquía la hacen por anticuerpos positivos ya que en el hospital sólo hacen la prueba de la toma de gluten durante un mes y yo llevo un año sin gluten. En fin, no quiero arriesgar por lo mal que lo paso: vitíligo, petequias, etc. ¿Y puede estar relacionada la celiaquía con los problemas de tiroides? Muchas gracias.

Soledad V. 

Vamos a permitirnos sugerirle ante todo que lea el reportaje que apareció en el nº 183 con el título ¿Causa el gluten hipotiroidismo? elaborado por nuestro compañero Antonio Muro. En él se explica que la tiroides es una pequeña glándula cuya principal función es controlar el ritmo metabólico mediante la producción de varias hormonas entre las que está la tiroglobulina, glicoproteína yodada precursora de las hormonas T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina). Es pues la que se encarga de que haya siempre suficientes hormonas reemplazando a las utilizadas, algo que vigila y controla otra glándula, la pituitaria, que en cuanto detecta que hay déficit estimula la tiroides segregando una hormona que por eso se llama Hormona estimulante de la tiroides (TSH). Debe asimismo saberse que una excesiva concentración de yodo -mineral que se pauta de forma abusiva en casos de hipotiroidismo- puede inhibir la formación de T3 y T4 -el fenómeno se llama «efecto de Wolff–Chaikoff»– liberando el cuerpo entonces hormonas TSH para promover la endocitosis del coloide, su digestión por enzimas lisosómicas y, por ende, la liberación en sangre de más T3 y T4. Pues bien, se diagnostica hipertiroidismo cuando los niveles de T3 y T4 son normales o altos y el de TSH bajo e hipotiroidismo cuando los niveles de T3 y T4 son normales o bajos y el de TSH alto. Los médicos achacan la mayoría de los casos de hipotiroidismo -como el bocio simple- a un déficit de yodo pero lo cierto es que, como antes dijimos, también lo provoca su exceso. Bueno, pues si se detectan en sangre anticuerpos que atacan a la tiroides se habla de Enfermedad Tiroidea Autoinmune (AITD), patología que agrupa los casos de hipotiroidismo autoinmune –Tiroiditis de Hashimoto– e hipertiroidismo autoinmune –Enfermedad de Graves- así como -son casos más raros- el Hipotiroidismo Autoinmune Atrófico, la Tiroiditis Posparto y la Orbitopatía Tiroidea (en los ojos). ¿Y qué anticuerpos son? Pues se han descubierto varios aunque solo tres han sido estudiados en profundidad: la tiroglobulina (Tg), la peroxidasa tiroidea (TPO) y el receptor de la tirotropina (TSHR). Se trata de anticuerpos que provocan la aparición de eosinófilos y linfocitos CD4 y CD8 que atacan a la tiroides pudiendo llegar a destruirla. Tal es el mecanismo pero lo que los médicos no saben aún es por qué aparecen esos anticuerpos. Solo hay hipótesis y se centran básicamente en posibles factores ambientales, en algún desajuste debido a una intervención quirúrgica, en el consumo de algún fármaco o sustancia tóxica o en un defecto genético del Sistema HLA -siglas en inglés de Antígenos Leucocitarios Humanos-, moléculas presentes en los glóbulos blancos o leucocitos cuya función es reconocer las sustancias ajenas al organismo. Otros investigadores agregan que bien en su aparición, bien en su progresión, pueden estar implicadas infecciones virales, el tabaquismo y el estrés. Tales son en suma las causas potenciales que desde hace décadas alegan los médicos pero desde hace unos años se apunta a responsables muy distintos: los lácteos, los edulcorantes sintéticos, los conservantes alimentarios y, sobre todo, los cereales; fundamentalmente el trigo pero también la cebada, el centeno, la avena y cualquiera de sus variedades e híbridos: espelta, escanda, kamut, triticale… En cuanto a la Tiroiditis de Hashimoto concretamente ya explicamos en su momento que puede cursar con una fuerte inflamación de la tiroides con infiltración de linfocitos y eosinófilos, atrofia del parénquima y fibrosis caracterizándose por cansancio, fatiga, ansiedad, nerviosismo, tristeza, somnolencia, falta de concentración y de memoria, retención de líquidos, descamación y sequedad de la piel, pérdida de cejas y cabello, rostro ensanchado, voz más ronca, pulso ralentizado, alteración térmica que hace soportar con dificultad el frío, menstruación anormal, estreñimiento y aumento de peso, entre otros síntomas. Diagnosticándose cuando además de tales síntomas -no necesariamente se manifiestan todos pues el problema avanza poco a poco- aparecen en sangre unos niveles de T3 y T4 normales o bajos pero la TSH y los anticuerpos tiroideos están elevados. Valores que por cierto se alteran y dejan de ser fiables si se está siguiendo un tratamiento hormonal sustitutorio -que puede ser de estrógenos, progesterona y a veces testosterona- o se ingiere levotiroxina -hormona sintética presuntamente similar a la tiroxina- lo que conlleva afrontar una larga lista de posibles efectos secundarios: arritmia cardíaca, palpitaciones, nerviosismo, irritabilidad, transpiración, fiebre, temblores, insomnio, descontrol en la pérdida o ganancia de peso, etc. En fin, lo cierto es que hoy se sabe ya que gran parte de quienes padecen hipotiroidismo son intolerantes al gluten, algo que muchos enfermos ignoran; sin duda porque las habituales molestias gastrointestinales y otros síntomas característicos son leves o bien aparecen pero se achacan a alguna otra causa. Se trata pues de un problema grave cada vez más extendido que afecta a muchísimas personas y no solo a los celiacos. En cuanto a la segunda parte de su pregunta claro que hay pues relación entre el hipotiroidismo –incluida la Tiroiditis de Hashimoto– y la celiaquía. En el reportaje antes citado ya se explica –y se sabe desde hace décadas- que la enfermedad celíaca subclínica es más habitual entre los enfermos con trastornos autoinmunes de la tiroides. El doctor Datis Kharrazian, uno de los autores que más ha investigado la relación entre la sensibilidad al gluten y el funcionamiento de la tiroides y autor de dos libros importantes sobre la materia, afirma que “la mayoría de los pacientes con la Enfermedad de Hashimoto se sitúan entre la sensibilidad al gluten y la enfermedad celíaca pero casi todos mejoran con una dieta estricta sin gluten; incluso los que no se ajustan a los criterios establecidos para la celiaquía. Y por estricta quiero decir 100% libre de gluten porque la reacción autoinmune a él puede aparecer incluso seis meses después de la exposición. De ahí que estar unos pocos días sin consumirlo o ingerirlo de vez en cuando no logre los beneficios terapéuticos de una dieta completamente libre de gluten. De lo que no está seguro Datis Kharrazian es de que la reacción autoinmune la provoque la gliadina y no cualquier otra de las proteínas del gluten que generalmente no se analizan, incluyendo la omega-gliadina, la gamma-gliadina, la aglutinina del germen de trigo y la gliadina desamidada. De ahí que diga: “He visto durante años a muchos pacientes con Tiroiditis de Hashimoto a quienes sus médicos les dijeron que podían comer gluten porque el test de anticuerpos salía normal -no se detectaba sensibilidad- o no tenían el gen de sensibilidad al gluten. Y es un terrible error y una desconexión completa con la realidad del gluten como disparador inmune en la mayoría de las personas con Hashimoto no asociadas con la enfermedad celíaca”. En pocas palabras, hay razones suficientes para postular que muchos de los problemas que se achacan a la tiroides se deben en realidad a una reacción autoinmune a los cereales y la leche. Es más, podrían ser la causa de la mayoría de las llamadas enfermedades autoinmunes. Luego lo indicado es descartar de la dieta no solo la leche y sus derivados sino los cereales y las harinas hechas con ellos y todos los productos a los que se les añade, peliagudo problema porque hoy día unos u otros están presentes en casi todos los alimentos que se venden envasados así que la opción es tomar solo frutas, hortalizas, verduras, setas, legumbres, frutos secos, semillas, carnes, pescados y mariscos frescos. Obviamente la decisión es suya. Debemos añadir en todo caso que hay otros trabajos que asocian el déficit de vitamina D a patologías autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, la esclerosis sistémica, la diabetes mellitus tipo 1, la esclerosis múltiple, las enfermedades inflamatorias del intestino, la gastritis autoinmune, la enfermedad de Graves… y la tiroiditis de Hashimoto. Téngalo en cuenta y tome suficientemente el sol a lo largo del año o, en su defecto, ingiera vitamina D. Y asegúrese de que no tiene déficit de selenio y magnesio.

 

Estimado Director: tengo 39 años, hace cinco fui diagnosticada de celiaquía y aunque sé que la revista ha hablado en alguna ocasión de la enfermedad me gustaría explicarles mi situación y hacerles unas preguntas. Hasta donde yo sé la celiaquía es una enfermedad crónica y autoinmune que afecta a personas genéticamente predispuestas. Mis síntomas eran los típicos: hinchazón de tripa, gases, diarreas y ya al final, hasta que me diagnosticaron, vómitos y dermatitis herpetiforme. Tras la biopsia intestinal no quedó ninguna duda por cómo estaban mis vellosidades intestinales. A posteriori me presenté voluntaria para unas pruebas genéticas que me dieron positivas. La duda que tengo es para mi padre, ferviente admirador y seguidor de su revista. Lleva toda la vida con diarreas y ha probado de todo cambiando su alimentación en numerosas ocasiones, incluyendo por supuesto muchos de los productos de defensa y demás que ha leído en su revista y creía que le podían ir bien. Muchas veces mejora pero al tiempo vuelve a recaer. Por diferentes motivos no termina de hacerse la biopsia intestinal pero hará como dos años si se hizo la prueba genética con resultado positivo y decía algo así como que tenía alta predisposición de tener la enfermedad celiaca. No es que quiera que mi padre sea celiaco pero le he visto padecer tanto y veo que tiene tantas papeletas de serlo que ¿ustedes recomendarían que se hiciera la biopsia intestinal? Muchas gracias. Atentamente.

Mariu Viñas 

Entendemos que la respuesta a la carta anterior habrá despejado muchas de sus dudas pero en su caso debemos añadir algo importante que hemos repetido a menudo: la genética predispone pero no determina. Si uno hace vida sana y se alimenta correctamente no tiene por qué manifestarse la posible anomalía genética: es una cuestión de epigenética. Es decir, lo que más influye en la salud es nuestro estado espiritual, mental, emocional y físico, lo que respiramos, bebemos y comemos y, en suma, nuestro tipo de vida. Su padre debe simplemente seguir la alimentación que propusimos en la anterior respuesta; si necesita más datos que lea el libro La Dieta Definitiva porque siguiéndola los problemas que nos describe desaparecen. Dicho lo cual puede hacer varias cosas para acelerar la recuperación: ingerir una cucharadita de carbón vegetal activado dos veces a la semana durante un par de meses, ingerir a diario un diente de ajo crudo, abundante cebolla y aceite de oliva virgen extra en las ensaladas y tomar todos los días sulforafano y probióticos no lácteos durante uno o dos meses. Y si desayuna todas las mañanas papaya, mucho mejor. En cuanto a las biopsias no somos partidarios en absoluto porque además de invasivas no son necesarias.

 

Estimado Director: mi padre tiene leucemia linfática crónica y aunque ha acudido a un experto del Par Biomagnético no le han bajado los niveles de linfocitos. ¿Qué nos recomiendan? Le siguen subiendo y está muy preocupado. Es diabético también. Y otra consulta: tengo 36 años y quería hacerme una prueba del corazón; me ha dicho el médico que me hagan una ecografía. ¿Es mala o no hay problema? Es solo para ver qué tal estoy. Espero su respuesta. Un abrazo a todos los miembros de la redacción y gracias. Y seguir así con la revista: me encanta. Saludos.

Héctor Cas 

Ni los ecógrafos ni los demás dispositivos de ultrasonidos son inocuos pero una ecografía puntual no es problemática; lo explicamos ampliamente en el reportaje que con el titulo Jim West: “Los ecógrafos y demás dispositivos de ultrasonidos no son inocuos” apareció en el nº 195 correspondiente a julio-agosto de 2016. Según ese conocido investigador los ultrasonidos ayudan a que virus y tóxicos entren con más facilidad en el interior de las células porque incrementan la permeabilidad de sus membranas haciéndolas más vulnerables pero una prueba puntual no tiene por qué provocar eso. Otra cosa es el abuso, especialmente si el sistema inmune no está en buenas condiciones. Aclarado esto y como quiera que no hemos hablado nunca de la leucemia linfática crónica que padece su padre vamos a extendernos un tanto en la respuesta para ilustrar brevemente a nuestros lectores sobre esta patología que se ha incluido en el ámbito oncológico y es sin duda una de las razones por las que Mariano Barbacid defiende que el cáncer es una palabra que en realidad agrupa unas ¡200 enfermedades diferentes! Los oncólogos definen la leucemia linfática crónica como una «enfermedad neoplásica del sistema linfático» que se caracteriza por la acumulación en distintos tejidos y órganos -especialmente en la médula ósea, la sangre y los ganglios linfáticos- de linfocitos que han perdido su capacidad de apoptosis, es decir, la de suicidarse o autoinmolarse. Es pues lo que llaman un «linfoma» o «síndrome linfoproliferativo». Y lo más llamativo para ser una patología «cancerosa» es que dos terceras partes de las personas así diagnosticadas no sufre síntoma patológico alguno. Y cuando se «manifiesta» -es decir cuando aparecen síntomas que se achacan a esa acumulación considerada patológica- suele tratarse de molestias derivadas del crecimiento de los ganglios (adenopatías) en diversas áreas (cuello, axilares, inguinales), aumento del bazo (esplenomegalia) e hígado o una infiltración medular que da origen a anemia y trombopenia. Asegurándose que cuando se padece hay mayor susceptibilidad a infecciones víricas, bacterianas y fúngicas si disminuye el número de inmunoglobulinas. Incluso se asevera que pueden producirse fenómenos considerados autoinmunes  como la anemia hemolítica y la trombopenia por producción de autoanticuerpos y que en un 10% de los casos puede llevar a un linfoma más agresivo (síndrome de Richter). Lo cierto sin embargo es que la mayor parte de las personas a las que se diagnostica la enfermedad no manifiestan nunca síntomas patológicos y mantienen la salud sin tratamiento alguno… lo que «per se» pone en duda que se trate de una «enfermedad» (y no digamos ya que se trata de un «cáncer»). De hecho quienes suelen tener peor «evolución», «pronóstico desfavorable» y «marcada reducción de su esperanza de vida» son quienes son sometidos a los tratamientos oncológicos protocolizados. Algo que se propone seguir a quienes tras hacérseles análisis se les detectan anomalías citogenéticas consideradas «malignas» -es decir, a deleciones (pérdidas de fragmentos de ADN en los cromosomas celulares)- o niveles bajos de proteínas ZAP-70 en los linfocitos. En suma, las personas a las que se somete a tratamiento suelen ser aquellas que manifiestan crecimiento ganglionar, infiltración en tejidos y órganos o citopenia (anemia o trombopenia) por invasión de la médula ósea. Casos en los que -en función de los síntomas- se procede a utilizar monoterapia con agentes alquilantes, poliquimioterapia, análogos de purinas y combinaciones de éstas con otros citostáticos, anticuerpos monoclonales, combinaciones de anticuerpos con quimioterapia, inmunosupresores o un trasplante de progenitores hematopoyéticos autólogos; y si hay infecciones antivíricos, antibióticos y/o antifúngicos. Aunque ninguno de ellos  «cura» la «enfermedad». Por nuestra parte ya hemos explicado muchas veces y de forma amplia que toda «enfermedad» -porque las «enfermedades» no existen- debe afrontarse de manera integral para lograr simplemente la homeostasis del organismo.  

NÚMERO 233 / ENERO/ 2020

Estimado Director: me gustaría compartir con sus lectores algunas de las reflexiones que hago habitualmente en mi blog (https://con-sentimiento-informado.blogspot.com) y que no replico exactamente para evitar que al estar en Internet los buscadores automáticos puedan considerarlo erróneamente plagio. Le escribo porque vengo observando en las últimas décadas cómo los medios de comunicación y los periodistas “freelance” se están poniendo sin disimulo a las órdenes del poder político y económico mientras que quienes no se pliegan o se muestran críticos son ya hasta amenazados. Las propias redacciones de los grandes medios se autocensuran por miedo y prudencia sabedores de que los lectores, radiooyentes y televidentes no son ya quienes deben ser satisfechos sino quienes les dan de comer a ellos. Los ciudadanos no tienen ya interés económico para los medios de comunicación que de hecho pueden sobrevivir sin que les compren sus diarios -impresos o digitales- o vean u oigan sus informativos. Los medios de comunicación forman parte hoy del Catálogo del Centro Nacional de Protección de las Infraestructuras Críticas que parece no solo proteger la funcionalidad y dependencia de los medios sino también sus contenidos. Los medios de comunicación y las redes sociales actúan hoy en perfecta simbiosis con el poder político para controlarnos y adoctrinarnos sobre todo tipo de asuntos. Están tan corrompidos como los científicos, especialmente quienes trabajan en el ámbito de la salud. Gran parte de los periodistas y los científicos han perdido la integridad, la honestidad y la ética. Es más, ocurre otro tanto con los jueces y magistrados de todo el mundo. Y le aseguro que hay millones de españoles que piensan lo mismo. «Guerra es Paz”, “Libertad es Esclavitud” e “Ignorancia es Fuerza» eran los lemas del partido que gobernaba el estado totalitario que George Orwell describe en su famosa novela 1984. Pues bien, si Orwell levantara la cabeza y leyese Maldita.es o el blog de la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC) añadiría un nuevo lema: «La propaganda es la única información veraz». La mayor parte de la población lo ignora pero Maldita.es pertenece a FactCheckEU y a The International Fact-Checking Network que es una sección de Poynter Institute, entidad que se dedica a promover la censura porque le tienen pánico a la libertad de información. Lo mismo que en el ámbito de la salud les pasa a los miembros de la Organización Médica Colegial (OMC) y a los de la Asociación para proteger al enfermo de terapias pseudocientíficas (APEPT). En cuanto a quiénes están detrás de tales iniciativas voy a citar a tres grupos: Google News Initiative, la Open Society Foundations de George Soros y la Tides Foundation. Iniciativas que en España «apoyan» Facebook y La Sexta. Se entiende así por qué los españoles se fían cada vez menos de los medios de comunicación y los consideran no fiables. Hace ya 12 años que Transparency International publicó un informe según el cual el 44% de los ciudadanos los consideran corruptos. En cuanto a la corrupción en el ámbito científico ustedes han hecho multitud de denuncias en estos años pero es que ya lo hizo Pierre Flourens (1794-1867) -Secretario Perpetuo de la Académie des Sciences de Francia durante treinta años- en un esclarecedor libro titulado Examen del libro de Darwin sobre el origen de las especies y más recientemente el físico estadounidense Alan Sokal  junto al también físico belga Jean Bricmont en su obra Imposturas intelectuales (1997) en el que se explica de forma detallada cómo cualquier mentira se puede disfrazar de ciencia mediante pseudonoticias, pseudoinformes científicos y pseudonormas legales (lo explico ampliamente en mi blog). Pues bien, el esperpento en este ámbito en España ha llegado al culmen con el pseudocomunicado que en diciembre ha emitido la autodenominada y desconocida Asociación Española de Comunicación Científica que, falazmente, ha “alertado” a la sociedad de que en nuestro país se está limitando el derecho a la información porque se está llevando a los tribunales “a quienes informan sobre pseudociencias”. Es decir, ¡consideran un atentado a la libertad de expresión e información que los organismos y personas que se consideran injuriadas, calumniadas y difamadas acudan a los tribunales de justicia! Realmente esperpéntico. Se trata de una auténtica burla a la inteligencia. ¿Y quiénes están detrás de tan lamentable tergiversación? Pues hablamos de una asociación que dice pertenecer a la World Federation of Science Journalists y a la European Union of Science Journalists’ Associations -organizaciones que ocultan quiénes las financian- y afirman además contar como socios colaboradores a PharmaMar, el Instituto Roche y Merck Sharp & Dohme (MSD) además de a Repsol y la Obra Social la Caixa. Agregaré que entre sus socios están también Álvaro Bayón Medrano -conocido difamador en redes sociales y medios de comunicación que a pesar de no tener formación sanitaria alguna se hace pasar por experto en los “peligros” de la Fitoterapia-, Ignacio Fernández Bayo -periodista que dirige una empresa de “comunicación científica”-, Fernando Frías Sánchez -abogado y militante pseudoescéptico promotor de la idea de que el consentimiento informado de los pacientes y la libertad de elección son falacias que hay que suprimir “por su bien”-, J. M. Mulet -profesor de Biotecnología conocido por su defensa de los transgénicos y pesticidas y detractor del uso de plantas medicinales que se dedica insultar y acosar a quienes practican las terapias naturales a pesar de que carece de formación sanitaria-, Rocío Pérez – coordinadora de Maldita Ciencia (maldita.es)- y Angela Bernardo -redactora en Civio, institución de trinchera de George Soros-. En fin, todo indica que los pseudoescépticos se han puesto muy nerviosos al comprobar que sus mentiras, calumnias, injurias y difamaciones están siendo por fin llevadas a los tribunales y corren el riesgo de ir a la cárcel así que han optado por hacerse pasar por víctimas de las verdaderas víctimas. Patético.

Luis de Miguel Ortega

Le agradecemos sinceramente su carta que entendemos no requiere comentario alguno por nuestra parte.

 

 

Estimado Sr. Campoy: he leído la entrevista que hicieron ustedes al Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Enrique Meléndez-Hevia en la que éste explica que la glicina promueve la síntesis de colágeno y es eficaz en enfermedades degenerativas como la artrosis, la artritis, la osteopenia y la osteoporosis. En ella afirma además que nuestro cuerpo necesita a diario 2,5 gramos de glicina para obtener proteínas y otros 12 para fabricar colágeno y que como solo es capaz de sintetizar y obtener con los alimentos entre 4,5 y 6 debemos ingerir el resto en forma de suplemento. Pues bien, les escribo porque padezco hiperuricemia y gota y necesito saber si la ingesta de tanta glicina no me afectará negativamente si finalmente me animo a tomarla. Dice mi médico que el ácido úrico se acumula en el organismo cuando uno ingiere demasiados alimentos ricos en purinas y que si no se elimina del cuerpo puede provocar la destrucción de cartílagos y huesos. Sé por la respuesta a otra carta que en su momento publicaron ustedes que son ricos en purinas la levadura de cerveza, los mariscos, las carnes rojas -en especial los extractos de carnes, los sesos, las mollejas y el hígado-, pescados como las anchoas, las sardinas, los arenques y la caballa, los espárragos, la coliflor, las legumbres, las setas, los champiñones y las espinacas así como todos los alimentos ricos en fructosa -el azúcar blanco, los zumos de frutas (tanto naturales como industriales), los refrescos azucarados (incluidas las colas y gaseosas), los productos azucarados en conserva y precocinados y los hidratos de carbono refinados (pasteles, tartas, dulces, bollería y helados incluidos)-. Además aconsejaban ustedes no ingerir leche –es inflamatoria- ni huevos -contienen ácido araquidónico- y descartar también los pimientos, berenjenas, patatas y tomates porque contienen solanina, sustancia capaz de producir reacciones alérgicas y empeorar los casos de enfermedad articular. Y para bajar el nivel de ácido úrico proponían ingerir coles, sésamo, alfalfa, germen de trigo y, sobre todo, alimentos ricos en apigenina (apio, ajo, cebolla, perejil, manzanilla y tomillo) añadiendo que sería asimismo útil la ingesta de enzimas proteolíticas, bioflavonoides, selenio, vitaminas A, B2, B3, B9, C y E, zinc, cobre, manganeso, SOD (superóxido dismutasa), sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina. Como pueden ver sigo su revista -he transcrito casi textualmente lo que dijeron- y me fío de sus consejos. ¿Y por qué pregunto si un exceso de glicina puede perjudicarme teniendo hiperuricemia y gota? Pues porque otros expertos alegan que el simple exceso de proteínas puede provocar gota aunque se trate de alimentos no ricos en purinas. Les agradeceré me respondan en la revista cuando puedan. Sin más se despide agradecida por su trabajo.

Catalina Monsálvez
(Buenos Aires) 

A nuestro juicio la hiperuricemia -y la gota- aparece básicamente cuando el organismo está intoxicado y acidificado y sufre déficits de oxígeno y nutrientes proteicos. El Dr. Enrique Meléndez-Hevia entiende por su parte que la principal causa de hiperuricemia -y de la gota- es la degradación de las bases púricas de los ácidos nucleicos. Según afirma cuando en la dieta no ingerimos suficientes proteínas -luego su exceso no produciría el problema- el metabolismo degrada las del cuerpo para abastecerse de los aminoácidos que precisa usando principalmente las proteínas de los músculos. Al degradar los componentes musculares también se degradan sus ácidos nucleicos cuyas bases púricas originan el ácido úrico. A su juicio pues el exceso de ácido úrico es una clara señal de que se consumen a diario menos proteínas de las necesarias y la mejor manera de bajar el nivel es aumentar su ingesta. Y asegura que si a la ingesta de suficientes proteínas se añade cada día la cantidad que recomienda de glicina la hiperuricemia y la gota desaparecen. No basta pues ingerir solo glicina, se necesitan también suficientes proteínas porque de no hacerse así el organismo usará gran parte de ella para fabricar otros aminoácidos y no se logrará el efecto deseado. Según nos ha asegurado nunca se ha producido un caso de hiperuricemia entre los miles de pacientes que ha tratado con glicina y añade que quienes padecían esa dolencia la resolvieron con su tratamiento.

 

 

Sr. Director: mi ginecólogo me ha recomendado un medicamento llamado Vyleesi para aumentar mi deseo sexual ya que no me apetece hacer el amor desde hace algún tiempo. La verdad es que tengo 55 años y estoy razonablemente sana y delgada pero no me excito ni lubrico como antes. No me parecía un problema porque además llevo 30 años casada, mi marido no está precisamente en forma y no me atrae físicamente como antes. Lo que pasa es que estoy con la menopausia, mis hormonas andan «desatadas» y el médico me dice que activar el deseo sexual puede ayudar a equilibrarme y disminuir la angustia (algo que por cierto no le he dicho tener). Como no conocía el producto he mirado en Internet  -he visto que lo llaman la Viagra femenina- y se afirma que es un medicamento seguro y efectivo. Al parecer es una hormona sintética que dicen desinhibe y aumenta la excitación neuronal en quienes sufren -¿mi caso?- el llamado Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (HSDD por sus siglas en inglés). Se trata de una inyección que hay que ponerse 45 minutos antes de la actividad sexual y la única preocupación que hay que tener es no ponerse más de una dosis al día y no inyectárselo más de 8 veces al mes. ¿Que opinan ustedes sobre ello? Atentamente,

Paloma Bermúdez
(Valencia)

Hay dos medicamentos que se comercializan para esa patología inventada e inexistente que dicen sufren muchas mujeres premenopáusicas; uno es Vyleesi (cuyo principio activo es la bremelanotida) y el otro Addyi (su principio activo es la flibanserina). El primero se autoadministra mediante una inyección y el segundo se trata de una tableta que se ingiere a diario antes de acostarse. Y vamos a decir claramente dos cosas de ambos «fármacos»: la inmensa mayoría de los médicos que han aprobado su uso tenían claros conflictos de interés y su supuesta eficacia es inexistente. Como muestra un ejemplo: en uno de los ensayos solo el 25% de las mujeres que tomaron Vyleesi aseguraron que les había aumentado el deseo sexual pero es que lo mismo dijo el 17% de las que se tomaron el placebo. Y lo que eso indica es lisa y llanamente que no funciona y no que hay una diferencia significativa positiva como los manipuladores de turno pretenden hacer creer a las personas más ingenuas y desinformadas. De hecho la propia FDA admite que disminuyó el nivel de «angustia» uno o dos puntos en el 35% de quienes la tomaron cuando lo mismo dijo el 31% de las que tomaron placebo. Y a pesar de que se dice que carece de efectos secundarios muchas mujeres sufrieron enrojecimiento, dolor de cabeza, náuseas, hipotensión arterial, fatiga, somnolencia diurna e insomnio. Y es que se trata de un fármaco que actúa sobre las vías de neurotransmisores -tanto excitatorios como inhibitorios- mediante una acción agonista sobre los receptores 5-HT1A de la serotonina -mecanismo similar al de diversos antidepresivos- y mediante una acción antagonista de los receptores 5-HT2A. Mire, la falta de deseo sexual en una mujer -como en un hombre- a partir de determinada edad -y cada persona es un mundo- puede deberse a muchas causas entre las que cabe destacar el consumo de numerosos medicamentos -incluidos por cierto los anticonceptivos orales-, patologías como la diabetes y la hipertensión, la sequedad vaginal, el estrés, la depresión y la baja autoestima. Y no es una enfermedad sino algo natural propio del envejecimiento. Obviamente hay personas -de ambos sexos- que mantienen alta su libido más tiempo que otras pero lo mismo que las hay que se mantienen sanas y en forma y otras que no. Lo absurdo es creer que la solución está en ingerir fármacos; especialmente en casos como el que nos plantea porque además solo conoceremos sus efectos iatrogénicos dentro de muchos años.

NÚMERO 232 / DICIEMBRE/ 2019

Hola. Tengo 37 años, trabajo como enfermera y he comprobado que en la web de la doctora Odile Fernández se dice que «el huevo es la mejor fuente dietética de colina, nutriente esencial para el desarrollo y normal funcionamiento de nuestro organismo que normalmente no sintetizamos en cantidad suficiente y por ello tenemos que obtenerlo de los alimentos. La deficiencia de colina se traduce en deterioro hepático, problemas de crecimiento, infertilidad, hipertensión, cáncer y pérdida de memoria, entre otros síntomas. Ahora bien, la colina tiene un problema: se transforma en el intestino de las personas que comen carne por medio de una bacteria en Trimetilamina, una sustancia tóxica que puede incrementar el riesgo de cáncer de próstata, ictus y muerte prematura». Es decir, que según ella comer a la vez huevo -rico en colina- y carne puede producir Trimetilamina aumentando ello el riesgo de cáncer, ictus y otras patologías. Luego tomar un suplemento de bitartrato de colina durante el embarazo y a la vez carne sería igualmente contraproducente. Su afirmación la confirmé posteriormente en la web El Médico Interactivo según la cual se ha publicado recientemente en Circulation una investigación de la Asociación Americana del Corazón que dice que «el consumo excesivo de colina aumenta los niveles de un compuesto producido por bacterias llamado N-óxido de trimetilamina (TMAO) y la tendencia de las plaquetas a agruparse y formar coágulos». Añadiendo luego que «numerosos trabajos han demostrado que los niveles sanguíneos más altos de TMAO se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca, incluyendo ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares en los seres humanos» así como que «análisis recientes demostraron que la alimentación de los animales suplementada con colina también eleva su riesgo de coagulación»; se constató en un trabajo con 18 voluntarios -ocho veganos y diez omnívoros- sin enfermedad cardiaca o factores de riesgo importantes con una media de 46 años -el 40% hombres- que tomaron dos veces al día durante dos meses suplementos de 500 miligramos de bitartrato de colina con lo que la ingesta diaria promedio fue de 302 miligramos al día. «Los investigadores hallaron que los niveles sanguíneos de TMAO aumentaron más de diez veces después de 1 y 2 meses de suplementación de colina tanto en vegetarianos como veganos y omnívoros. La tendencia de las plaquetas a formar coágulos en una prueba de laboratorio subió con la suplementación de colina. La capacidad de los niveles elevados de TMAO de promover la formación de coágulos se redujo cuando los sujetos también tomaron diariamente ácido acetil salicílico infantil (81 mg/día). De ahí que el autor principal del estudio, Stanley L. Hazen, presidente de Medicina Celular y Molecular y jefe de sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la Clínica Cleveland de Ohio (EEUU), añada: “Los alimentos que aumentan el TMAO pueden elevar el riesgo de coágulos y eventos trombóticos así que a menos que su médico se lo prescriba evite los suplementos con colina. Una dieta mediterránea o vegetariana ayuda en cambio a reducir el TMAO”. En fin, ¿creen ustedes que es realmente contraproducente tomar suplementos de bitartrato de colina? Lo pregunto porque hay muchos médicos naturistas que para la pérdida de memoria sugieren ingerir -entre otras cosas- un complejo de vitaminas del grupo B y colina. ¿Cuál es pues la cantidad de colina aceptable? ¿Es verdad, como dice la doctora Odile, que hay que evitar la combinación de carne y huevos -por la yema- ya que ello a lugar a Trimetilamina? Espero que me puedan aclarar todo esto.

Estrella Jurado Mora

Nos hemos permitido resumir su carta dejando lo esencial ya que era muy extensa. Mire, la colina es una vitamina del grupo B que aporta integridad estructural e interviene en la señalización celular siendo vital en la síntesis de fosfolípidos y lipoproteínas plasmáticas. Interviene además en la señalización celular, es importante en la síntesis del neurotransmisor acetilcolina y su forma oxidada -la trimetilglicina o betaína- actúa como donador de metilos en el ciclo de la metionina. Y está constatado que su déficit puede causar disfunciones hepáticas -hígado graso, esteatohepatitis no alcohólica y tumores incluidos-, hipertensión, distrés respiratorio, problemas cognitivos, circulatorios y cardiovasculares, cánceres colorrectal y de mama e infertilidad. Cabe añadir que en las plantas y animales está presente como colina libre, fosfocolina, glicerofosfocolina, fosfatidilcolina y esfingomielina y se encuentra en gran cantidad en el hígado de vaca -en 100 gramos de alimento hay 400 mg, en el bacalao (290 mg) y en el huevo (250 mg) -muy especialmente en la yema- así como -en cantidad más moderada- en la soja, el tofu, la carne roja, los frutos secos, las legumbres, los cereales integrales, las semillas de quinoa, lino y mijo, las coles, las espinacas, el ajo, la cebolla, la lechuga, el puerro, el apio, el pimiento, la remolacha, las zanahorias, las berenjenas, las espinacas e, incluso, en frutas como las naranjas, los plátanos, los pomelos, las manzanas y las fresas además de en la jalea real, la levadura de cerveza y otros alimentos por lo que es muy raro su déficit. En cuanto a la necesidad diaria de colina se calcula en 550 mg en el caso de los hombres y de 425 mg en el de las mujeres (algo más durante el embarazo y lactancia). Por lo que se refiere a su exceso puede bajar ligeramente la tensión y producir aumento de salivación, sudoración, vómitos, mareos, desmayos, adenomas de colon y hasta cáncer de mama pero eso se ha constatado en dosis de al menos ¡7.500 miligramos diarios! Algo que además puede detectarse fácilmente porque el aliento y el propio cuerpo huelen a «pescado» al degradar la flora intestinal bacteriana el exceso transformándolo en trimetilamina y dimetilamina (salvo si se ingiere en forma de fosfatidilcolina porque ésta no se metaboliza en trimetilamina). Ahora bien, el problema solo acaece por consumo de suplementos ya que mediante la ingesta de alimentos es casi imposible. ¿Y qué procede hacer si se requiere más colina? Pues si no queremos comer hígado de vaca -salvo que sea de vacas bien tratadas y no intoxicadas, algo no fácil de saber- o lenguado la alternativa es ingerir huevos ecológicos de gallinas camperas convenientemente tratadas y alimentadas. En general pesan entre 53 y 73 gramos y contienen 250 mg por cada 100 gramos (la yema sola 680 mg). Es decir, que si ingerimos huevos medianos de unos 60 gramos (150 mg pues de colina) para que nos intoxiquemos obteniendo 7.500 miligramos habría que comerse CINCUENTA huevos diarios. Nuestra sugerencia pues es que si se debe tomar colina por posible déficit se ingiera solo la yema de tres huevos diarios si se es mujer y de cuatro si se es varón; y solo durante dos o tres semanas. Dicho esto combinar carne y huevos de forma esporádica no representa el más mínimo problema. Otra cosa es que se haga a diario porque como norma no deberíamos mezclar ni proteínas ni carbohidratos de distintas fuentes en una misma comida; lo mejor es combinarlas con vegetales. Terminamos indicando que los problemas con la ingesta de colina suelen aparecer cuando se toma en forma de bitartrato de colina que no es sino colina unida al ácido tartárico para hacerlo más biodisponible y, sin embargo, es la forma en que mayoritariamente se comercializa.

 

 

Estimado Director: hace tres meses empecé a hacer La Dieta Definitiva porque aunque solo tengo 46 años y mido 1,74 me había puesto en los 88 kilos. No es que comiera mucho pero hace un año tuve problemas en el trabajo y la ansiedad me llevó a salir a menudo tomándome casi a diario tres o cuatro cervecitas con unos pinchos. En fin, cinco meses después me di «cuenta» -es curioso pero me miraba en el espejo y no me veía gordo- y decidí adelgazar. Fui a un endocrino, me hizo analíticas y me dijo que tardaría al menos año y medio en volver a los 72 kilos. Sin embargo, dos meses y medio después de seguir sus indicaciones había perdido solo cuatro kilos y estaba siempre cansado y malhumorado. Fue entonces cuando un amigo biólogo me habló de su dieta -y de la revista que no la conocía-, leí su libro, empecé a hacerla con 84 kilos y hoy, exactamente tres meses después, peso ya 72. Objetivo cumplido pues. Doce kilos en tres meses. Mis más sinceras gracias por tan fantástica obra ya que no he pasado hambre, no he tenido ansiedad en ningún momento y me encuentro mejor que nunca. De hecho le escribo solo para decírselo y que otros lectores sepan hasta qué punto funciona. Bueno, para eso y para decirle que fui al endocrino que me trató sin éxito y al verme le expliqué lo que había hecho y su único comentario fue que probablemente tendría déficits nutricionales. Así que me mandó unas analíticas y los resultados me los acaban de dar: ¡son inmejorables! ¿Y sabe lo que me dijo al verlos? Que había que esperar porque los problemas pueden aparecer más tarde. Es decir, que en lugar de admitir que hay métodos que funcionan mejor que lo que él propone se cerró en banda y se agarró a sus creencias. De hecho me dijo que no se creía que no hubiera tomado además algún fármaco. Me molestó tanto su actitud que terminé diciéndole que, en efecto, había tomado a diario un «medicamento» natural: ¡huevos! Y su respuesta fue, simplemente, que suben mucho el colesterol. Me enfadé, me fui y me he puesto sin más a escribir esta carta. Gracias de nuevo y felicidades por la revista.

Antonio Rodríguez
(Madrid)

Le agradecemos sinceramente su carta que publicamos sin más comentarios que este: ingerir huevos no aumenta en sangre el nivel de colesterol. Lo han constatado numerosos estudios, entre ellos uno elaborado por Alberto Soriano Maldonado en la Universidad de Granada según el cual «la ingesta de hasta siete huevos por semana no se asocia a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares«. Su trabajo se desarrolló en el ámbito del estudio europeo Helena en el que participaron nueve países y se publicó en Nutrición Hospitalaria. Es más, el consumo diario de huevos enteros puede ayudar a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón porque sus proteínas retrasan la coagulación sanguínea y demoran la conversión del fibrinógeno en fibrina, base estructural de los coágulos de sangre. De hecho hemos explicado ya varias veces que a las personas con grandes quemaduras se les llega a dar en las unidades de quemados ¡hasta 40 huevos diarios! sin que les suba el nivel de colesterol en sangre. Solo hay una excepción: los huevos fritos; éstos aumentan en sangre el nivel de triglicéridos -y ése sí es un parámetro negativo- y las moléculas “cis” del mismo se convierten por el exceso de temperatura en “trans”, grasas que no metaboliza bien el organismo. Es pues falsa la creencia de que el exceso de colesterol provoca problemas cardiovasculares como ya hemos explicado hasta la saciedad. El colesterol –incluido el llamado “malo”- es absolutamente necesario para la vida y nada indica que un nivel alto en sangre sea perjudicial por mucho que lo reiteren machaconamente los vendedores de estatinas y sus testaferros. Invitamos a leer en nuestra web –www.dsalud.com– los artículos que con los títulos La injustificable demonización del colesterol, ¿Causan las estatinas recetadas para bajar el colesterol las enfermedades neurodegenerativas?, Las estatinas, además de peligrosas, no sirven para prevenir patologías. Dr. Dwight Lundell: “Las patologías cardiacas no las provoca el colesterol sino la inflamación arterial”, No está demostrado que un nivel alto de colesterol sea negativo para la salud y El colesterol elevado ¡reduce el riesgo de muerte por enfermedad! aparecieron en los números 90, 91, 131,150, 169 y 191 respectivamente.

 

 

Soy lector asiduo y les animo a seguir en su magnífica labor divulgativa. Les escribo porque me sorprende la notable contradicción entre lo publicado en el nº 231 y lo que apareció en el 151 donde se presenta la glicina como promotora de cáncer. Les agradecería una aclaración al respecto. Saludos y gracias.

Joaquín Alpuente

En el nº 151 publicamos una noticia en la que dimos a conocer que tras analizar en 60 líneas celulares de cáncer más de 200 metabolitos un equipo de la Universidad de Harvard en Boston (EEUU) dirigido por Vamsi Mootha había publicado en Science un trabajo según el cual las células tumorales que proliferan rápidamente consumen mucha glicina mientras que las que lo hacen lentamente lo expulsan infiriendo esos investigadores de ello que la glicina está pues relacionada con la velocidad de la división celular en casos de cáncer. De hecho observaron qué ocurría en las células cancerosas a las que se priva de glicina -bien eliminando el aminoácido del medio de cultivo, bien bloqueando las enzimas implicadas en su metabolismo- y el resultado fue idéntico: las células que se dividían rápidamente redujeron su velocidad de proliferación mientras que las que se multiplicaban despacio siguieron al mismo ritmo. A continuación analizaron cerca de 1.500 enzimas y observaron que las que son necesarias en la mitocondria para la biosíntesis de la glicina están entre las más relacionadas con el ritmo de división celular. Y por último recopilaron datos de los estudios sobre cáncer de mama publicados en los últimos 25 años y descubrieron que entre las de peor pronóstico esas enzimas estaban más expresadas. Pues bien, el Dr. Enrique Meléndez-Hevia conoce esos trabajos pero aclara que se trata de cultivos de células aisladas in vitro y se trata de un buen modelo experimental para estudiar su metabolismo pero no el desarrollo del cáncer porque no tiene sus dos características principales: invasividad y agresividad; además in vitro las células malignas no se tienen que enfrentar a las del sistema inmune. En vivo la glicina promueve la síntesis de colágeno y éste dificulta la proliferación de las células cancerosas. Todas las células -sanas y tumorales- precisan de glicina y unidad monocarbonada para fabricar ácidos nucleicos y crecer y para eso es imprescindible un aminoácido: la serina. Y lo que consumen preferentemente las células cancerosas es este precursor de la glicina como demostró un equipo coordinado por el doctor Labuschagne en un trabajo que se publicó en 2014 en Cell Reports con el título Serine, but not glycine, supports one-carbon metabolism and proliferation of cancer cells (La serina y no la glicina apoya el metabolismo de la unidad monocarbonada y la proliferación de células cancerosas). Suplementar la dieta con glicina refuerza las barreras de colágeno de los tejidos haciendo más difícil la invasividad de las células cancerosas y la metástasis.

NÚMERO 231 / NOVIEMBRE/ 2019

Estimado Director: hace algún tiempo me dirigí a usted para que me recomendara algún médico que tratara el Trastorno Bipolar y me dio el nombre de uno que pasa consulta en Marbella pero debido a que vivimos en Madrid nos es imposible ir. Se trata de mi hija a la que se lo diagnosticaron hace años. Está tomando Valproato y un antidepresivo pero ninguna de las dos estamos a gusto con ello. Mi hija quiere dejarlo porque se encuentra embotada -siempre con sueño- y además dice que está cada día peor de la memoria pero, al mismo tiempo, nos da miedo dejarlo porque ya tuvo dos depresiones muy profundas. Me gustaría saber a dónde ir, a ser posible en Madrid. Muchas gracias.

Victoria H. B.
(Madrid) 

Como sin duda usted sabe se desconoce qué causa el Trastorno Bipolar y de ahí que no haya ningún fármaco o tratamiento eficaz ni para prevenirlo ni para tratarlo. Puede deberse a los efectos tardíos de alguna vacuna pero lo más probable es que el problema esté en una microbiota dañada que haya afectado a las neuronas del aparato digestivo y, por ende, a las del cerebro. El consejo de nuestros expertos es pues que su hija desintoxique a fondo el organismo cuidando lo que come -empiece tomando una cucharadita de carbón vegetal activado una vez por semana-, haga ejercicio moderado -caminar a diario a buen paso 45 minutos basta-, duerma suficiente -si le cuesta que tome triptófano y 3 mg de melatonina al acostarse- y suprima de la dieta los azúcares, las bebidas alcohólicas (vino y cerveza incluidos), la leche y sus derivados, los cereales y harinas, los fritos y las grasas «trans». Debe pues olvidarse del pan, la bollería industrial, las galletas, los donuts, las pizzas, las hamburguesas, los caramelos, las chocolatinas, los pasteles, los dulces, los chuches, los bombones, las palomitas, los helados, la mantequilla, la margarina, los patés, las colas, los refrescos y, sobre todo, de la comida asiática porque lleva mucho glutamato monosódico (que lamentablemente empieza a usarse también en muchos restaurantes españoles). Y por supuesto debe evitar todos los aditivos alimentarios (conservantes, colorantes, espesantes, aromatizantes, acidificantes, potenciadores del sabor y edulcorantes) así que no debe ingerir ningún producto envasado, preparado o precocinado. Es asimismo necesario que su hija se someta a un test para detectar posibles alergias o intolerancias alimentarias a fin de dejar de ingerir todos aquellos alimentos que le hagan daño. Debe en cambio aumentar la ingesta de alimentos ricos en triptófano -plátanos, higos, dátiles, pavo, etc.-, omega 3 -sería excelente que tomara a diario aceite de krill- y ácido gamma-aminobutírico (GABA) -se encuentra sobre todo en las verduras, las frutas, el té verde, las lentejas y los plátanos (está igualmente presente en los cereales integrales pero en su caso es mejor no tomarlos)- así como, de forma especial, ingerir aguacates, ajos, hojas de remolacha, brécol, frutos secos, garbanzos y lecitina de soja. Por lo que se refiere a su temor a dejar el Valproato (ácido valproico) -fármaco que comercializa Sanofi como «antiepiléptico» y «estabilizador del estado de ánimo» así como para el «trastorno bipolar» con el nombre de Depakene y bloquea los disparos sostenidos y repetitivos de alta frecuencia de las neuronas- recuerde que puede provocar mareos, náuseas, temblores, diarrea, somnolencia, debilidad, cansancio, confusión, convulsiones, sordera, dolor abdominal, fallos de memoria, cefaleas, nistagmo, anemia, ictericia, hinchazón facial, trombocitopenia, trastornos extrapiramidales, estupor, hipersensibilidad, alopecia, hiponatremia, hemorragias, lesión hepática, dismenorrea, agresividad, agitación, trastornos de la atención, diplopía y aumento de peso, entre otros problemas (incluida una hepatitis fulminante). Es más, se le ha acusado de ser el responsable de las malformaciones congénitas sufridas en Francia entre 1967 y 2016 por entre 2.150 y 4.100 niños al haberlo ingerido sus madres durante el embarazo; así se dedujo tras cruzar la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y los Productos de Salud (ANSM) los dosieres de la Seguridad Social de dos millones mujeres embarazadas y de sus bebés y constatar que 2.321 madres «estuvieron expuestas al valproato». Es más, de las 14.322 embarazadas que entre 2007 y 2014 lo consumieron 4.300 tuvieron que abortar, 1.206 sufrieron abortos espontáneos o embarazos extrauterinos y 115 bebés nacieron muertos. En España se «desaconseja» su uso durante el embarazo desde 2007 pero sigue permitiéndose a pesar de todo su comercialización, algo vergonzoso porque los riesgos de malformación del feto los conoce el fabricante desde la década de los ochenta y por eso añadió en el prospecto que era necesario «prevenir rápidamente al médico en caso de embarazo». Su consumo no se justifica pues, especialmente cuando hay un aminoácido natural que actúa como neurotransmisor e inhibe o reduce la excitabilidad neuronal: el ya citado ácido gamma-aminobutírico (GABA). Se trata de una sustancia natural utilizada por las neuronas del sistema nervioso para comunicarse entre sí a través de los espacios sinápticos y juega un papel importante en el comportamiento, la cognición y la respuesta frente al estrés sugiriendo las investigaciones que ayuda a controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreexcitan. De hecho cuando sus niveles están bajos se padece ansiedad, problemas para dormir, depresión e incluso otros problemas cognitivos más graves. Es pues oportuno plantearse sustituir cuanto antes el Valproato por cápsulas de GABA -además de ingerir los alimentos ricos en él ya descritos- junto con otro aminoácido: la apigenina (se trata de un bioflavonoide del que es muy rico el apio, el perejil y el té verde y tiene el mismo efecto de una benzodiacepina pero sin sus efectos secundarios).  Y ya puestos le sugerimos que su hija se someta a una hidroterapia de colon y a una quelación así como que consuma a diario un complejo multivitamínico y mineral, un suplemento enzimático, un probiótico (le sugerimos el Prodefen) y carbón vegetal activado en ayunas una o dos veces por semana. Sepa asimismo que el déficit de reelina -proteína que se encuentra principalmente en el cerebro pero también en la médula espinal, la sangre y otros órganos y tejidos que juega un papel fundamental en el funcionamiento neuronal y en el desarrollo del sistema nervioso central y periférico- se ha vinculado ya a distintos trastornos neurológicos; de hecho se han encontrado niveles reducidos de reelina en los cerebros de enfermos de alzheimer, autismo, esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión mayor. Además la reelina ayuda a madurar las neuronas -tanto anatómica como funcionalmente- así como a formar nuevas conexiones y hay varias investigaciones según las cuales su déficit puede resolverse ingiriendo ácidos grasos poliinsaturados omega 3. Asimismo se ha asociado el Trastorno Bipolar a la enfermedad celiaca; así lo afirma un trabajo efectuado en 2006 en la Clínica Mayo de Estados Unidos por el Dr. T. William que se publicó en Archives of Neurology en el que se explica que la intolerancia al gluten puede ser causa de ataxia, neuropatía periférica, distonías, convulsiones, epilepsia, migrañas, alzheimer, esquizofrenia, depresión, TDAH y Trastorno Bipolar. Dicho esto agregaremos que en la India el doctor Banerji trata tanto el Trastorno Bipolar con Ignatia 200 CH (5 gránulos dos veces al día), Aurum Metalicum 200 CH (5 gránulos dos veces a la semana si está en fase depresiva) y Hyosciamus 6CH (también 5 gránulos dos veces al día) si está en fase de euforia y, finalmente, si está violento, Stramonium 6CH (5 gránulos dos veces al día). Al ser productos inocuos carecen de efectos secundarios. Por lo que se refiere a médicos expertos en Trastorno Bipolar le sugerimos que acudan a profesionales como el Dr. Javier Aizpiri -que dirige el Instituto Burmuin de Bilbao (94 444 26 79)- o el Dr. Javier Álvarez -jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de León (987 23 74 00)-. Lea al respecto la entrevista que le hicimos en el nº 183  y tiene a su disposición en nuestra web (www.dsalud.com) con el título Dr. Javier Álvarez: «Se están diagnosticando como trastornos mentales procesos que en realidad no son patológicos». Salvo que tenga usted problemas económicos un traslado a otra provincia está más que justificado tratándose de su hija. Y si aún así no pudiera contacte usted en Madrid con el Dr. Santiago de la Rosa (91 431 35 16) o con el Dr. Enrique de Juan (91 549 02 11) pero ya le advertimos de que lo que sugerimos en esta carta es un resumen de lo que nos dicen varios médicos y especialistas en otras disciplinas terapéuticas y se trata pues un conjunto de consejos normalmente más amplio del que los médicos a nivel individual suelen proponer.

 

Sr. Director: llevo 20 días con diarrea sin que los médicos encuentren la causa; al principio tenía que ir suelta al baño muchas veces al día y actualmente solo mañana y noche pero he perdido mucho peso y aún tengo hinchazón en el vientre. Tomé estos últimos cuatro días carbón vegetal y acabo de empezar a tomar Prodefen para repoblar la flora intestinal ya que tras hacerme varias analíticas todos los parámetros salen normales salvo la calprotectina en heces que es mayor de 1.000 mg/kg cuando debe ser inferior a 50. Y mi problema no puede deberse a la ingesta de lácteos, carne, pescado o marisco porque soy vegetariana. Añadiré que tomo productos especiales que nunca me han ocasionado problemas pero lo menciono por si acaso; me refiero a productos para vegetarianos -como hamburguesas, salchichas, chorizo, queso…- que se elaboran -al menos así lo creo- con todo tipo de sustancias naturales no modificadas genéticamente y libres de glutamato monosódico. El «chorizo» dulce tiene por ejemplo como ingredientes proteína de trigo, agua, seitán, aceite de oliva, proteína de soja, pimientos rojos, pimientos suaves, harina de trigo, sal, ajo, perejil y sabores veganos, el «chorizo» picante agua, aceite vegetal, grasas vegetales no hidrogenadas, gluten de trigo, proteína de soja, especias y extractos de especias, azúcar morena sin refinar, ajo granulado, arroz fermentado, sal, proteína de trigo texturizada., cebolla granulada, fécula de patata y, como espesantes, carragenanos, las salchichas barbacoa soja, harina de trigo con gluten, aceite vegetal de  semillas de girasol, almidón modificado, sal marina, polvo y semillas de mostaza, azúcar, sulfitos,  carragenanos como espesante (E407), alga rhodophyta, ácido cítrico y vinagre de manzana, el «queso» No-Moo estilo curado  agua, aceites y grasas vegetales no hidrogenadas, fécula de patata, levadura, harina de arroz, mantequilla de nueces, sal, especias, sabor vegetal, carragenina y ácido láctico y la «hamburguesa» agua, aislado de proteína de arveja (guisante), aceite de canola, aceite de coco refinado, celulosa de bambú, metilcelulosa, almidón de papa, maltodextrina, extracto de levadura, sal, aceite de maravilla, glicerina vegetal, levadura seca, goma arábiga, extracto de jugo cítrico, ácido ascórbico, extracto de jugo de remolacha, ácido acético, ácido succínico, almidón modificado y achiote. Tomo más productos para ovovegetarianos pero como ejemplos me parecen suficientes. ¿Pueden orientarme? Atentamente,

Carla Gómez
(Madrid) 

La calprotectina es una proteína procedente de los leucocitos o glóbulos blancos -principalmente de neutrófilos y monocitos- que aparece en la mucosa intestinal cuando existe inflamación y suele estar presente en las personas con celiaquía (intolerancia al gluten), colitis ulcerosa, enfermedad de Cröhn, fibrosis quística intestinal, enterocolitis necrosante y cáncer de colon por lo que no tiene por sí misma significado diagnóstico ya que también aparece cuando hay atrofia de las vellosidades intestinales y aumenta su nivel cuando se ingieren antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos (paracetamol y aspirina incluidos). Así que si el resto de los valores analíticos son normales no parece signo de problema grave. Nos parece pues inteligente haber recurrido a la ingesta durante cuatro días de carbón vegetal activado ya que se ha utilizado terapéuticamente durante siglos para afrontar diarreas, problemas digestivos e intoxicaciones y ahora sabemos que además es antiséptico, antivírico, antiinflamatorio, carminativo, hipocolesterolemiante, uricosúrico y nefroprotector permitiendo incluso mitigar los efectos de la quimioterapia, ayudar en problemas neurológicos como el Trastorno Bipolar y deshacerse del exceso patológico de leucocitos. Es más, adsorbe los gases y es un eficaz desintoxicante tanto cuando se ingieren alimentos en mal estado como contaminados que provocan inflamación intestinal, disbiosis y diarrea siendo especialmente eficaz en casos de dispepsia, es decir, en todo tipo de problemas digestivos. Es eficaz hasta para neutralizar gran número de venenos y sustancias tóxicas, medicamentos incluidos, sean estos ingeridos accidentalmente o no; y hablamos de antibióticos, antiinflamatorios, antidepresivos, antiinflamatorios y cientos de drogas más. Se trata de unas llamativas propiedades que muchos ignoran a pesar de que hay suficientes investigaciones que así lo avalan como ya dimos a conocer en el reportaje que con el título Carbón activado: potente desintoxicante antiinflamatorio apareció en el nº 216 y puede leerse en nuestra web: www.dsalud.com. Ahora bien, como explicamos en ese texto no debe abusarse de él ya que no se metaboliza y el organismo debe expulsarlo por lo que su exceso podría en casos muy raros producir obstrucción intestinal o fecal. Parece razonable pues usar puntualmente varios gramos en caso de toxicidad o envenenamiento pero si se trata de problemas menores o como preventivo un par de gramos diarios deberían ser suficientes dada su enorme capacidad de adsorción. Es más, impide a menudo metabolizar lo que se ingiere posteriormente así que en su caso nos parece oportuno no tomarlo mientras ingiera Prodefen, producto que contiene prebióticos -fructooligosacáridos- y siete cepas de probióticos presentes de forma natural en todo sistema digestivo sano: Lactobacillus casei, Lactobacillus rhamnosus, Streptococcus thermophilus, Bifidobacterium breve, Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium infantis y Bifidobacterium bulgaricus. Le ayudará sin duda a repoblar la microbiota pero si no desaparece la diarrea pronto tome además Lactofilus en polvo (se adquiere también en farmacias). Dicho esto debemos agregar que la inflamación de la mucosa del colon puede deberse a una somatización emocional y a problemas con el sistema inmune. Y que además se da principalmente en el mundo desarrollado cuando la ingesta de frutas, verduras y legumbres no es suficiente y se toman alimentos que producen intolerancia o alergia. Hágase pues un test para descartar todos los alimentos a los que pueda ser intolerante o alérgico, problema que puede haberle surgido ahora aunque antes no le afectara. Obviamente no dará positivo a lo que no consume siendo ovovegetariana -mariscos especialmente- pero puede dar positivo a los frutos secos, los alimentos con gluten, las harinas, las levaduras, el café, el azúcar blanco, los carbohidratos refinados, el alcohol (cerveza y vino incluidos) y la comida enlatada, envasada y preparada porque contienen muchos aditivos siendo los más activos y peligrosos de entre ellos los sulfitos y el glutamato monosódico (lea en nuestra web –www.dsalud.com– el artículo Nuestros alimentos están repletos de peligrosos glutamatos publicado en el nº 151). Debe asimismo beber abundante agua para prevenir el desequilibrio electrolítico, realizar un ejercicio físico adecuado a sus circunstancias personales, procurar un sueño reparador y evitar el estrés. Agregaremos que son en cambio útiles el ajo -antibiótico natural que permite el reequilibrio de la flora intestinal-, el arroz integral -al no tener gluten es bien tolerado por el intestino y se trata de un normalizador del tracto intestinal-, la avena -aporta fibra soluble y es protectora y normalizadora del tránsito intestinal-, la manzana -es astringente y antiséptica-, la chufa -es remineralizante y contiene enzimas que facilitan la digestión de los hidratos de carbono y las grasas-, los germinados -contribuyen a regenerar la flora intestinal alterada-, la leche de almendras -tiene buena tolerancia y es muy nutritiva-, la zanahoria -por su contenido en pectina y betacarotenos mantiene en buen estado la mucosa intestinal siendo un eficaz antidiarreico y normalizador de la función intestinal-, la tapioca -suavizante, desinflamante y regeneradora-, el membrillo -astringente y antiinflamatorio de la mucosa gástrica-, los arándanos -astringentes y antisépticos-, el caqui -contiene taninos y mucílagos de acción astringente sobre la mucosa-, la granada -es astringente y antiinflamatoria de la mucosa-, el níspero -es normalizador y astringente pero además contiene sales minerales y vitaminas-, la okra -contiene mucílagos que suavizan y protegen la mucosa intestinal-, la papaya -suavizante, protectora y antiséptica- y el plátano -alimento bien tolerado que aporta minerales, sobre todo potasio-. En cuanto a nutrición ortomolecular son especialmente útiles el ácido fólico así como las vitaminas A y las del complejo B (especialmente la B12), minerales como el selenio, el hierro, el zinc, el magnesio y el calcio, probióticos, PABA y ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6. Además, por supuesto, de los probióticos y prebióticos que ya ha empezado a tomar. Obviamente no se trata de que tome todo eso: le damos una lista tan amplia para que sepa que puede optar por todos ellos para mejorar rápidamente. Por lo que se refiere a los numerosos productos para ovovegetarianos que consume vamos a ser claros y concisos: se trata de comestibles, no de alimentos. Un alimento natural -frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, plantas…- contiene más  o menos nutrientes pero lo que sobre todo lleva son enzimas que permiten su digestión y energía ya que se trata de seres vivos. Usted en cambio toma una enorme cantidad de sustancias muertas de muy variada procedencia mezcladas sin el más mínimo sentido dietético solo para dar apariencia similar al producto natural que pretende sustituir pero su digestión es complicada y no «alimentan«; es más, algunas pueden hacerle más mal que bien como la sal, el azúcar -tanto el blanco como el moreno sin refinar-, las harinas -con o sin gluten-, la fécula de patata, el almidón modificado, las proteínas de trigo y soja, el glutamato monosódico, la maltodextrina (mezcla de polímeros de glucosa que aparecen como resultado de la hidrólisis del almidón), la goma arábiga (polisacárido que se extrae de la resina de ciertas variedades de la acacia), los sulfitos y los  carragenanos. De la toxicidad de los sulfitos hemos hablado ampliamente en la revista -lea por ejemplo el reportaje El ignorado peligro de los sulfitos que apareció en el nº 184- y en cuanto a los carragenanos debe saberse que aunque la FDA acepta su uso cuando son «de calidad alimentaria» hay pruebas de que los degradados son altamente inflamatorios y tóxicos para el tracto digestivo pudiendo ser responsable de diversas disfunciones intestinales -especialmente colitis-, de artritis reumatoide e, incluso, de cáncer de colon. Terminamos indicando que la ingesta de muchos de esos productos tiene sus riesgos porque el hecho de que estén envasados al vacío no implica que no puedan fermentar en su interior bacterias patógenas o que, en los casos en que se congelan, se rompa la cadena de frío. Una alimentación adecuada -ovovegetariana o no- exige la ingesta de productos vegetales vivos de temporada. Terminamos indicando que el problema que sufre puede haberlo causado la infección transmitida por un animal doméstico si tiene usted alguno -gatos, perros, aves…-, un tóxico medioambiental -plaguicidas, insecticidas, venenos para ratas, etc.- o un producto de higiene casero.

 

Estimado Director: tengo 76 años, peso 63 kilos -algo de sobrepeso pues-, mi abdomen lleva décadas dilatado y padezco una leve osteopenia, escoliosis, hernias discales incipientes y artrosis. El caso es que desde hace algún tiempo ello me provoca unos dolores cada vez más intensos que procuro controlar solo con Termalgin (paracetamol). Tomo además fármacos para la hipertensión y 5 mg de Stilnox (Zolpiden tartrato) para poder dormir desde hace 30 años. Se unen pues al Losartan, la Higrotona y el Atenolol que me recetaron. Y tomo asimismo a diario Varson desde hace 7 años a fin de prevenir un posible ictus porque mi padre murió de ello. El caso es que a primeros de este año empecé a tener tanto dolor que acudí a la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Quirón de Pozuelo donde me mandaron Zaldiar y Duloxatina 30 yéndome muy bien durante dos meses pero entonces empecé a sudar tan copiosamente que preferí los dolores a los sudores. En abril me infiltrarían en los trocantes -tengo trocanteritis crónica- y me fue bien hasta junio que es cuando me apareció un fuerte dolor en la zona lumbar y tuve que volver a tomar Zaldiar y Duloxatina; hasta que de nuevo tuve que dejarlo porque los efectos secundarios eran terribles, con náuseas constantes y sudores. Como el dolor no menguaba me hicieron una resonancia y apareció un aplastamiento de la cuarta lumbar; me trataron, hice hasta junio reposo absoluto y parece que la vértebra ha “soldado” pero los dolores lumbares y trocantes continúan lo que me tiene desesperada. He probado con Homeopatía y Acupuntura pero no mejoro aunque hace tres meses empecé a tomar también Vitalfan para la caída del pelo. Además ingiero desde hace cinco años -los primeros 10 días de cada mes- una combinación de prebióticos, probióticos y vitaminas del grupo B: Vitanatur Symbiotics. Agregaré -porque sé que ustedes tienen muy en cuenta la dieta- que desayuno un café con leche descremada y a veces un poco de pan con aceite y tomate, bebo litro y medio o dos de agua a diario, me tomo a media mañana una fruta (generalmente melón, plátano o melocotón), almuerzo pescado -un par de veces- por semana o carne (pollo o pavo) -otras dos veces por semana y siempre a la plancha- que acompaño con verduras, ensaladas -tres o cuatro veces por semana, principalmente de lechugas varias y tomate-, legumbres -en ensalada o guisadas- una vez por semana, pasta -en ensalada o cocinada- una vez por semana y para beber un zumo de limón, naranja y toronja (hecho con media fruta de cada una) terminando con una infusión de té verde (todo frío). A media tarde me tomo una pieza de fruta y por la noche suelo variar: o bien un poco de jamón cocido o ibérico (a menudo en un pequeño sándwich), acelgas o espinacas cocidas, sardinillas, una porción de queso de Burgos y un café descafeinado con leche desnatada. Y en todas las comidas me tomo también un diente pequeño de ajo machacado que trago con líquido. No entiendo pues por qué sufro desde hace muchos años de diarreas espontáneas ya que no me parece que se deba a la alimentación. Tal es mi situación. ¿Pueden ayudarme con algún consejo? Atentamente, 

Marisa García
(Madrid) 

Médicamente se llama artrosis u osteoartritis a la degeneración de las articulaciones que produce el desgaste de los cartílagos, osteopenia a la pérdida de densidad ósea y escoliosis a la curvatura lateral de la columna vertebral. Pues bien, normalmente ese cuadro delata una insuficiente ingesta de calcio aunque no siempre ya que puede deberse a la utilización por el organismo del calcio de los huesos para equilibrar el pH cuando hay excesiva acidificación al ser el mineral alcalino más abundante de nuestro interior. Sin embargo consumir leche y sus derivados es un tremendo error ya que su consumo acidifica el organismo y es más bien causa de osteoporosis. De hecho es en los países donde más leche se consume donde mayor número de casos de osteopenia y osteoporosis hay. Lo que contribuye a la pérdida de calcio es la falta de actividad física, el exceso de proteínas, el tabaco, el café, el alcohol, la sal, el azúcar, los productos refinados, los alimentos dulces o azucarados (pasteles, helados, bollería, etc.), los fármacos y el déficit de un mineral: el manganeso. Le sugerimos pues que desintoxique el organismo tomando carbón vegetal activado a diario durante una semana, descanse tres y a partir del segundo mes lo ingiera solo un día a la semana, que tome un probiótico a partir de la segunda semana -una vez deje el carbón- (como el Prodefen citado en la carta anterior), ingiera coral marino con vitamina K2 -existe un producto que comercializa 100% Natural como NutriMK7 Huesos que combina calcio procedente de coral marino, vitamina K2 (menaquinona) y vitamina D3 lo que favorece la absorción y utilización del calcio pero asegurándose de que no se deposita en las paredes de las arterias-, silicio orgánico -nos permitimos sugerirle el Silicium G 5 Siliplant que comercializa Silicium España-, manganeso, Renovén (el antiguo Bio-Bac), sulfato de condroitina y curcumina. Es asimismo útil la ingesta de PABA, SAM (S-adenosil-L-metionina), selenio y vitaminas A, C y E junto a las del complejo B. Obviamente ello requiere ponerse en manos de un buen profesional que paute las dosis y los tiempos. Agregaremos que hay varias plantas antiinflamatorias muy útiles en casos de artrosis y problemas similares: el sauce, el harpagofito, la ulmaria o reina de los prados y la manzanilla. Y sepa que además de las duchas frías alivia igualmente las molestias aplicar hielo y posteriormente calor en la zona afectada así como cubrirla con un paño caliente empapado en aceite de lino (es rico en omega 3). Dicho esto plantéese dejar de tomar los fármacos que cita en su carta. Es inaudito que sobreviva usted a la ingesta de tal cantidad de medicinas iatrogénicas cuyos principios activos pueden interaccionar de manera grave. De hecho aun sabiendo que ocupamos con ello mucho espacio vamos a recordarle a usted y de paso a los lectores los efectos principales adversos de apenas dos de ellos… sin contar los daños que puede provocar su ingesta conjunta. De hecho no hay más que leerse las fichas técnicas, algo que por desgracia casi nadie hace, médicos incluidos. El Losartan puede provocar reacciones alérgicas graves (erupción cutánea, picor e hinchazón de cara, labios, boca y garganta), tos, mareos, diarrea, náuseas, vómitos, estreñimiento crónico, migrañas, debilidad, fatiga, hipoglucemia, hiperpotasemia, somnolencia, presión arterial baja, trastornos del sueño, palpitaciones, angina de pecho, disnea, dolor abdominal, urticaria, edemas, vasculitis, púrpura de Schonlein Henoch, parestesia, síncopes, fibrilación atrial, accidentes cerebrovasculares, hepatitis, altos niveles de alanino aminotransferasa (ALT) en sangre, anemia, número reducido de plaquetas, dolor muscular y de las articulaciones, problemas renales, dolor de espalda e infección del tracto urinario… entre otras. Y la Higrotona puede provocar por su parte fiebre, alteraciones electrolíticas, erupción cutánea, hipotensión ortostática, arritmias, bajos niveles de potasio en sangre, debilidad muscular, espasmos musculares, latidos cardíacos anormales, sarpullido, cansancio, confusión, dolor de garganta, fiebre, escalofríos, ictericia, hormigueo en manos, pies y labios, inflamación renal, inflamación de vasos sanguíneos, dificultad para orinar, sangrado, trombocitopenia, visión perturbada, ritmo cardíaco irregular, azúcar en la orina, empeoramiento de la diabetes, dolor en los ojos, dolor abdominal, inflamación de los vasos sanguíneos, pancreatitis, neumonitis, edema pulmonar, inflamación de los riñones, trastornos gastrointestinales (incluyendo náuseas, diarrea y vómitos), debilidad, letargia, somnolencia, inquietud, convulsiones, confusión, dolor de cabeza, dolores musculares, calambres, hipotensión, aumento de los niveles sanguíneos de colesterol y ácido úrico, mareos, desmayos, dolor gástrico, cansancio, debilidad inusual, aumento de la sensibilidad de la piel a la luz solar, impotencia, pérdida de interés sexual, dolor de cabeza, diarrea, dolor de barriga, estreñimiento, dolor en las articulaciones y coma. Sencillamente aterrador. Y le aseguramos que los efectos de los otros siete fármacos que toma cuyos potenciales efectos adversos no citamos porque haríamos esta respuesta interminable no son menores: Atenolol, Zaldiar, Duloxatina, Termalgin, Mastical, Varson y Stilnox. Obviamente la decisión de qué hacer es suya.

 

Sr. Director: soy lector de la revista desde su aparición -me suscribí a ella dado el interesante enfoque que tiene- y me gustaría conocer su opinión sobre mi problema. Tengo 76 años y hace ahora cuatro y medio me sometí a una prostatectomía radical por padecer un tumor grado 7 (4+3) de Gleason con  afectación focal del margen quirúrgico inferior y del ápex. El PSA tras la operación era de 0´04 y actualmente es de 0´60 con 10,24 de testosterona así que ante un nivel tan elevado me han aconsejado someterme a terapia hormonal, decisión que he ido posponiendo dados sus  efectos adversos. Me gustaría saber pues si existe alguna terapia alternativa carente de efectos negativos y el protocolo a seguir. Les estaré muy agradecido si pueden responderme.

Ángel G. 

Un tumor grado 7 (4+3) de Gleason con afectación focal del margen quirúrgico inferior y del ápex quiere decir que biopsiaron la parte inferior y superior de la próstata encontrando en una de ellas un grado de afectación de 4 y en la otra de 3. Los patólogos clasifican los cánceres de próstata de 1 a 5 atendiendo al grado de similitud que hay entre las células del tejido canceroso y las del tejido normal al observarlas al microscopio y si el tejido canceroso se parece mucho al sano se le asigna un grado 1 y si sus patrones de crecimiento son muy anormales un grado 5; luego los grados 2, 3 y 4 son intermedios. Cabe añadir que el primer número asignado es el grado más común en el tumor así que en su caso lo que se indica es que la mayor parte del tumor es de grado 4 y el resto de grado 3; suma que da 7 en la clasificación de Gleason en la que la máxima puntuación es de 10. Obviamente cuanto más alto es ese número más probable es que el cáncer crezca por lo que según los oncólogos los grados 8, 9 y 10 son los más peligrosos y los de 1 a 6 no tan agresivos porque crecen lentamente. Por lo que se refiere a los de grado 7, los 4+3 -que es su caso- tienen peor pronóstico que los 3+4. Todo esto en teoría porque luego el tumor puede ser en realidad más agresivo… o menos. Depende en realidad del estado de salud del paciente. Es más, por sí mi mismo no significa nada y de ahí que además se valoren conjuntamente otros parámetros como el nivel de PSA en sangre, las imágenes radiográficas, el número de núcleos, si se encontró cáncer en ambos lados de la próstata, si se ha propagado fuera… Solo que el PSA es una prueba absolutamente desprestigiada como explicamos hace ya más de DIEZ AÑOS en el reportaje que con el título Ponen en duda que la prueba del PSA prostático sirva para algo apareció en el nº 117 correspondiente a junio de 2009; texto en el que además dejamos claro que la causa del cáncer de próstata es un misterio para los oncólogos que no saben por ello ni cómo prevenirlo ni cómo curarlo. Mire, lo que la prueba detecta es qué cantidad hay en sangre del llamado Antígeno Prostático Específico (PSA por sus siglas en inglés) que no es sino una proteína que producen las células malignas de la glándula prostática ¡pero también las sanas! Así que se considera que puede haber cáncer cuando la concentración de PSA es excesiva y la próstata demasiado grande aunque eso no basta porque puede haber un tumor y ser benigno. Y es que también los benignos pueden aumentar la concentración de PSA y provocar prostatitis (inflamación de la próstata) e hiperplasia (agrandamiento de la próstata). Hasta hace muy poco se consideraba un valor «normal» el de 4 ng/ml o menos pero ahora se sabe que hombres con niveles bajos de PSA desarrollan cáncer de próstata y otros con valores mucho más altos no. Claro que el PSA aumenta asimismo si se sufre una simple  prostatitis o una infección de las vías urinarias. Aseverar hoy pues que es una prueba de detección específica del cáncer de próstata es manifiestamente absurdo. Por lo que se refiere a la testosterona dice usted que tiene un nivel «elevado» de 10,24 cuando el rango de «normalidad» está entre 10.41 y 34.70 nanomoles por litro (nmol/L). Lo tiene pues «bajo» y no elevado; es más, para alguien con 76 años es un nivel perfecto y no se justifica en absoluto que se someta a una terapia de reemplazo que no va a ayudarle -lo que pretenden es reducirle el nivel de andrógenos- y puede además hacerle perder el pelo, adelgazar en exceso, aumentar el hematocrito, exacerbar la apnea del sueño… Nuestro consejo es que si usted se siente bien no haga nada.

NÚMERO 230 / OCTUBRE/ 2019

Estimado Director: la Psiquiatría es esa profesión médica incapaz de hacer un diagnóstico basado en evidencias que utiliza medicamentos sin base científica y cuya seguridad no está garantizada que, lejos de servir al paciente, sirve a una maquinaria de control social. El psiquiatra es un médico que rompió su juramento hipocrático y dejó de velar por el bienestar del paciente para convertirse en mero vigilante del orden social con el viejo y falso pretexto de que «el loco es peligroso y necesita corrección y aislamiento». Así lo decía por ejemplo la ley de internamientos de la República Francesa de 1837, la primera que nació «para proteger a la sociedad de los locos e inmorales». Sin embargo la Psiquiatría, como pseudociencia que es, no ha conseguido validar ni una sola hipótesis sobre ninguna «enfermedad psiquiátrica» presuntamente “conocida”. Desconoce las causas de todas las enfermedades que tratan, su evolución y su pronóstico y aún así cuando a algún científico se le ocurre relacionar una enfermedad mental con problemas metabólicos, intoxicaciones, vacunas, parasitosis o infecciones aparece la censura inquisitorial y vienen a decir algo así como “Estamos muy contentos con nuestra pseudociencia; no molesten”. La Psiquiatría, como pseudociencia que es, ni siquiera es capaz de explicar cómo sus neurotóxicos -los llaman «tratamientos»- son capaces siquiera de mejorar la situación de un enfermo. Es más, no hay controles ni de su farmacodinámica ni de su seguridad. De hecho ningún paciente se cura con esos venenos que a lo más que llegan es a adormecer la conciencia y la mente para evitar conductas sociales displicentes o incómodas y ello a costa de reducir en 20 años -de media- la esperanza de vida de los pacientes a los que además somete a graves riesgos de descontrol y violencia. Hecho ante el que alegan que todo enfermo mental es peligroso y violento cuando lo cierto es que SOLO los enfermos en tratamiento farmacológico lo son a veces. Hablamos de fármacos que llevan a acciones tan extremas e inexplicables como arrancarse los ojos, matar a familiares cercanos, suicidarse, empuñar un arma para disparar indiscriminadamente a personas que ni siquiera conoce o estrellar un avión lleno de pasajeros. Acciones que hoy se sabe pueden inducir algunas de las actuales drogas psiquiátricas a pesar de lo cual siguen siendo legales y masivamente utilizadas. Hay abundante evidencia científica de ello. Una paciente mía -soy abogado- se tomó la medicación pautada y fue un día encontrada inconsciente en la ducha bajo un chorro de agua tan caliente que hubo que amputarle una pierna quedando la otra con graves secuelas. Y es que la Psiquiatría, como pseudociencia que es, oculta la peligrosidad de sus tratamientos, la adicción que producen sus fármacos, las muertes y desgracias que provocan y, en el colmo del esperpento, las sistemáticas mentiras de la industria farmacéutica sobre los resultados reales. Por eso la Psiquiatría, como pseudociencia e ideología totalitaria que es, se aplica a menudo por la fuerza -de forma coercitiva- y no tiene apoyo entre las profesiones basadas en los conocimientos científicos siendo defendida solo por los jueces y fiscales que dicen estar «al servicio del estado y el interés general”. Inexplicable apoyo explícito que ha convertido al psiquiatra en un pseudopolicía de bata blanca que puede entrometerse en la vida privada de sus pacientes sin consentimiento de los mismos. El psiquiatra es de hecho el único profesional sanitario que no está al servicio del paciente sino de “la sociedad” al que se ha facultado para, enviando un simple fax a un juzgado, solicitar el internamiento involuntario de una persona; a menudo mintiendo sobre las causas y sin que haya urgencia real para ello. Conozco casos de internamientos forzosos en los que la alegación ante el juzgado fue que ¡el paciente no acudía desde hacía unos meses a la consulta del psiquiatra! Es más, el psiquiatra es la única persona que sin ser parte de un procedimiento puede iniciarlo y mantenerlo sin necesitar abogado y procurador para conseguir la resolución judicial que desea. Puede hasta enviar un fax a cualquier juzgado para solicitar que la policía entre en un domicilio a detener a un paciente si ésta rechaza tomar la medicación que le ha pautado. Un psiquiatra puede coaccionar y exigir a una paciente que aborte sin su consentimiento alegando simplemente que lo hace “por el bien de la madre”. Me consta que en España ha habido abortos coactivos decididos por psiquiatras que, sencillamente, no querían que la ciudadanía sepa los daños que causan a los bebés la medicación psiquiátrica pautada a las madres. Claro que los psiquiatras también se usan en política: el pasado mes de agosto el diario español El Mundo publicó un texto titulado La jueza enloquecida por el comisario Villarejo en el que se relatan parte de las desventuras sufridas por la jueza María del Coro Cillán y García de Iturrospe a la que se internó contra su voluntad en un psiquiátrico de Palencia sin garantía alguna de defensa. Y quizás al lector le parezca imposible pero en España hay unas 65.000 personas sometidas a tratamientos psiquiátricos forzosos a muchas de las cuales se las ha internado en centros sin haber podido siquiera designar abogado para defenderse. Algo que se hizo siempre, evidentemente, “por su propio bien”; por eso se les privó de defensa, de ser recibidos en audiencia por el juez o de solicitar la medida menos restrictiva. Muchas de las  cuales fueron internadas sin el correspondiente consentimiento informado. Por insólito que parezca en el caso de la jueza antes citada el propio ministerio fiscal fue parte en el procedimiento y validó todas y cada una de las decisiones judiciales sobre ella sin tener en cuenta sus derechos. De hecho a la jueza se le designó «por su propio bien» un “tutor provisional” -figura inexistente en nuestro ordenamiento jurídico- que no recayó en familiares, amigos o personas de confianza de la jueza sino en la polémica fundación pública AMTA -acusada de abusos a personas discapacitadas- cuando la ley solo reconoce legitimidad a las instituciones cuando no existe ninguna otra alternativa. Es más, en los juzgados madrileños es habitual ver sentarse en el estrado junto al fiscal a los abogados de AMTA aún sin ser parte de los procedimientos de internamiento o incapacitación, algo que repugna y pone en duda la dignidad de nuestro sistema judicial. Agregaré que nunca he logrado en una vista judicial que un médico o psiquiatra explique si existe realmente algún modelo de diagnóstico mental científicamente válido. Mi conclusión tras muchos interrogatorios judiciales es que los diagnósticos psiquiátricos se basan en observaciones y juicios de valor personales no contrastados ni objetivamente fundamentados; es más, muchos son manifiestamente exagerados y apoyados con meros argumentos subjetivos -a veces delirantes- del propio psiquiatra. De hecho no suelen aportar ni pruebas analíticas, ni imágenes, ni pruebas electrofísícas, ni test genéticos, ni psicometrías (test estandarizados). Claro que los psiquiatras suelen ser incapaces de interpretar la mayoría de las pruebas médicas y psicológicas. Sus diagnósticos se basan normalmente en meras opiniones subjetivas. Dudo por todo ello que la jueza internada tenga patología psiquiátrica alguna. Estar estresado, cansado o harto de una situación no es una «enfermedad mental».  El público lo ignora pero a esa jueza se le practicaron tres periciales de parte: un psiquiatra, un psicólogo y un enfermero hicieron tres evaluaciones independientes y certificaron que la jueza no padecía enfermedad psiquiátrica alguna y que algunos de sus síntomas podían deberse a simple estrés y otros al uso indebido de la medicación psiquiátrica. Y a pesar de ello se decidió  internarla e iniciar un proceso -inconcluso- de incapacitación manteniéndola en una residencia de ancianos, algo no previsto por la ley que no habla de internamientos involuntarios en geriátricos. Es más, ¡se le prohibió que hablara con su abogada! Finalmente la jueza sería trasladada a un centro psiquiátrico de Palencia en un nuevo acto ilegal porque es de otra comunidad autónoma y pertenece a otra sede judicial. Y de nuevo -en connivencia con la Fiscalía- se le prohibieron las visitas pudiendo ya hablar con su abogada pero ¡solo estando delante la psiquiatra del centro! Y todo ello cuando solo había sufrido un leve deterioro cognitivo  y como su incipiente parkinsonismo podía ser un simple efecto secundario de la medicación se había negado a seguir tomando fármacos. De hecho lo que tomaba era un antipsicótico que se sabe produce deterioro cognitivo y parkinsonismo. Tal es el trato que está recibiendo en nuestro país una juez y catedrática de Derecho Constitucional. Vivir para ver.

Luis de Miguel Ortega 

No creemos necesario hacer ningún comentario por nuestra parte ya que su carta es explícita y contundente. Gracias por enviárnosla.

 

 

Estimado Sr. Campoy: quiero expresarle mi agradecimiento a usted y a sus colaboradores por la fantástica revista que hacen mensualmente ya que proporciona gran cantidad de información y conocimientos además de abrirnos los ojos ante los atentados que se hacen contra la salud en el mundo. Deseo compartir con usted y sus lectores una experiencia mía que creo interesante y también expresar mi reconocimiento y gratitud al Dr. Santiago De la Rosa. Hace unos 14 años estuve tomando Silicium 5G de última generación a la dosis recomendadas por el fabricante y a raíz de ello empecé a sufrir una intolerancia al silicio; los síntomas eran nerviosismo, agitación, piernas inquietas que me impedían dormir y erupción en la espalda con picores. Consulté mi problema con numerosos profesionales -médicos, terapeutas, farmacéuticos y a todo aquel que creía que podría ayudarme- pero nadie conocía tal problema y me miraban como si fuera un “bicho raro”. Me hizo la vida muy difícil porque como usted sabe este mineral está presente prácticamente en todo: en el agua, en los alimentos, en complementos alimenticios, medicinas, cosméticos, etc. El caso es que vivo en Castellón y hace aproximadamente tres años visité en Madrid al doctor De la Rosa para ver si podía hacer algo con mi problema. Me testó el silicio, dio positivo a intolerancia y con un aparato de biorresonancia me preparó una fórmula específica contra el silicio para borrar las frecuencias de mi organismo. Me libré de ellas -lo que a mí me parece un milagro-  y desaparecieron los síntomas y, con ello, mi terrible pesadilla. Mi agradecimiento pues al doctor De la Rosa al que considero un excelente profesional. Gracias. Les animo a seguir con su incansable lucha y ayudándonos con ella a tanta gente. Le envío un cordial y afectuoso saludo.

Mª Luisa Sanz
(Castellón) 

Ignoramos cuál pudo ser la causa -o causas- de los síntomas que padeció pero no nos consta que la ingesta de silicio orgánico -y mucho menos a la dosis recomendada de 15 ml dos veces al día- produzca los efectos negativos que describe usted: erupción en la espalda, picores, nerviosismo, agitación y piernas inquietas. De hecho no hay la más mínima referencia a ello en la literatura médica. Así que salvo que su caso sea único en el mundo no parece que la causa de sus síntomas fuera el silicio orgánico que tomó hace ¡14 años! Es más posible que se debiera a que sus riñones no funcionaban adecuadamente en esos momentos y no pudieran deshacerse de un posible exceso del mismo… o de otros principios activos. La otra posibilidad es que tuviera usted acumulado en su organismo aluminio y como el silicio lo «atrapa» dando lugar a un compuesto inocuo que el cuerpo elimina quizás tuviera una ligera crisis depurativa temporal. En suma. ¿se solucionó el problema porque los riñones se recuperaron? Lo ignoramos pero pudo ser así. Lo importante es que el tratamiento del doctor De la Rosa funcionó aunque infiramos que no debió ser lo único que le sugirió hacer a usted. Nosotros tenemos claro -y así lo hemos publicado- que el silicio orgánico es inocuo a las dosis sugeridas -especialmente el Silicium 5G- y que, entre otras muchas cosas, favorece la síntesis de colágeno en el tejido conectivo de la piel, las articulaciones y los sistemas óseo y cardiovascular siendo asimismo eficaz en casos de psoriasis y problemas como el alzheimer y el parkinson por su capacidad para mantener el equilibrio de los biometales, quelar metales pesados y reducir el estrés oxidativo, la inflamación, la expresión del factor de necrosis tumoral alfa y las interleuquinas así como disminuir la síntesis de proteínas betaamiloides en las neuronas. De todo ello hemos dado cuenta en varios textos que el lector tiene en nuestra web –www.dsalud.com-, especialmente en los amplios reportajes que con los títulos El silicio orgánico: un oligoelemento esencial para la salud, Le Ribault y el Silicio Orgánico de 5ª Generación, El silicio orgánico de 5ª generación y su incontestable utilidad terapéutica,  Sorprendente eficacia del silicio orgánico y El silicio orgánico es eficaz en la prevención y tratamiento de las patologías neurológicas aparecieron en los números 59, 74, 98, 178 y 217 respectivamente.

 

 

Sr. Director: tengo apnea obstructiva de sueño y al tener SQM y EHS he comprobado que no soy apto para aplicar las terapias convencionales. No tengo factores de riesgo excepto ser hombre y mayor de 60 años y llevo una alimentación cercana a los postulados de la Medicina Integrativa con el fin de intentar minimizar la SQM y la EHS. ¿Me podrían decir si hay alguna otra forma de abordar la apnea? Gracias y un saludo cordial

Luis González 

Hemos explicado ya en esta misma sección dos veces que el llamado Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño –que puede desembocar con el tiempo en latido irregular del corazón, presión arterial alta y, en casos graves, llevar a un ataque cardiaco o a una apoplejía- suele deberse a la acumulación de grasa en el cuello o una musculatura excesiva aunque a veces se debe a una comprensión patógena del opérculo torácico (lo que en este último caso puede resolverse quirúrgicamente). Y lo más recomendado es la CEPAP que consiste en una mascarilla que inyecta a través de la nariz un flujo continuo de aire a una presión mayor que la del ambiente -ajustada a cada paciente- para salvar las obstrucciones.  Pues bien, otra posibilidad es utilizar -en los casos que procede- una férula diseñada en España por el Dr. Pedro Mayoral; se trata de un dispositivo bautizado como Lirón que cuenta con el aval de instituciones como la European Academy of Dental Sleep Medicine, la American Academy of Dental Sleep Medicine y el Instituto de Investigación del Sueño. Eso sí, la acción de ese dispositivo es puramente mecánica ya que lo que hace es simplemente sujetar la lengua e impedir que caiga hacia atrás obstruyendo el paso del aire. Funciona tanto si se respira por la nariz como por la boca pudiéndose ajustar en cualquier momento. La alternativa es operarse pero sólo se justifica cuando la causa es la obesidad mórbida o una musculatura excesiva. Dicho esto agregaremos que a  nuestro juicio lo idóneo es adelgazar si se está con sobrepeso o se es obeso y seguir un tratamiento integral coordinado por un buen profesional porque si usted padece además -como nos dice- Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y Electrosensibilidad (EHS) es que su organismo está enormemente desequilibrado. Debe ante todo desintoxicarse y alimentarse adecuadamente lo que no sabemos si hace porque lo de que sigue «los postulados de la Medicina Integrativa» no nos dice nada. Cada médico integrativo tiene sus propias convicciones y no siempre coinciden. Otra cosa sería que hiciera La Dieta Definitiva porque nos consta que cuando se sigue a rajatabla funciona en todos los casos.  

NÚMERO 229 / SEPTIEMBRE/ 2019

Sr. Director: quisiera como suscriptor de la revista dar las gracias a todo su equipo por el enorme esfuerzo y la exquisita y rigurosa información que nos ofrecen mensualmente. Les escribo porque necesito ayuda para un problema que tiene mi mujer desde hace casi un año en la rodilla derecha. Tiene 58 años, no tiene sobrepeso, no está medicada y toma diariamente quelato de magnesio (1 pastilla), Silicium G5 Siliplant (1 dosis) y desde que apareció el problema también Lyprinol (1 cápsula/día). La rodilla le molesta -especialmente al bajar pendientes- y alguna vez se observa una inflamación en la zona que le impide doblarla completamente. En un centro privado le hicieron pruebas y radiografías y el diagnóstico fue el de Condropatía rotuliana de grado III con Gonartrosis de grado II dependiente fundamentalmente de compartimento femorotibial interno. Signos de Hoffitis cronificada con derrame sinovial«. Le han propuesto un tratamiento regenerativo muy caro y avanzado que en resumen consiste en una intervención mediante aféresis para obtención de células monocitarias, ocho implantes de UGF en la rodilla derecha tras la extracción sanguínea, aplicación de láser intracapsular y 12 sesiones de fisioterapia. En fin, quisiéramos saber si hay productos naturales o alimentos que pueda tomar para mejorar sus síntomas o regenerar el cartílago, si es recomendable la fisioterapia de forma complementaria y si creen que el tratamiento mencionado podría ser útil como último recurso. Gracias anticipadas por su dedicación y reitero mi enhorabuena por la revista.

Carlos O.

Ante todo que su mujer pida una segunda opinión para confirmar el diagnóstico. Se denomina condropatía rotuliana -también llamada condromalacia rotuliana, síndrome fémoro-patelar y síndrome fémoro-rotuliano- al desgaste y/o reblandecimiento del cartílago que existe entre el fémur y la rótula para evitar la fricción entre ellos y se caracteriza porque se siente dolor y se oye como un «chasquido» en la rodilla al flexionarla. Suele haber déficit de vascularización del hueso -la irrigación en la superficie corre a cargo de las arterias periósticas y la del interior de las arterias nutricias que penetran en el hueso dividiéndose en infinidad de delgadas ramificaciones- y si es de grado 3 es que están alteradas las capas más profundas del cartílago aunque sin afectar aún al hueso subcondral. Lo normal es tratarlo con masajes, ultrasonidos, punción seca, radiofrecuencias, estiramientos musculares, fortalecimiento de cuádriceps y ejercicios propioceptivos de rodilla no habiendo fármaco alguno que ayude a regenerar el cartílago aunque sí existen productos que ayudan a frenar el desgaste como el sulfato de glucosamina o condroitina, el cartílago de tiburón, el colágeno y el ácido hialurónico (este último mejor mediante infiltraciones). Y en efecto, se usan asimismo factores de crecimiento. En casos así hay que olvidarse del deporte y no correr ni montar en bicicleta siendo lo mejor caminar a paso moderado, la  natación y el Pilates. Hay que evitar los traumatismos y movimientos repetidos que compriman el cartílago o contribuyan a  desalinear  la rodilla y la posición de la rótula. Pero ante todo hay que asegurarse de que el diagnóstico es correcto porque  una resonancia magnética corriente solo detecta el problema si la lesión está avanzada salvo que sea de alto campo y al menos 3 Teslas o se someta a un TAC tras inyectar en la articulación un contraste. Sin embargo aún así la confirmación suele requerir una artroscopia directa; a veces requiriéndose valorar la calidad del cartílago  para ver si es deficitario en colágeno o hay alteraciones en la matriz extracelular. Los médicos suelen aliviar el dolor con analgésicos -tanto orales como intraarticulares- y antiinflamatorios no esteroideos pero son solo paliativos. Y cuando no hay mas remedio se procede a intervenir quirúrgicamente. Ahora bien, le dicen que sufre asimismo artrosis de rodilla de grado 2 (a eso se llama Gonartrosis); es decir, fisuras y degeneración del cartílago que dificultan aún más la flexión de la rodilla y pueden terminar llevando a la aparición de quistes óseos, inflamación y deformación. Y por si fuera poco añaden que sufre «signos de Hoffitis cronificada con derrame sinovial»; pues bien,  hoffitis es una forma coloquial de referirse a la Enfermedad de Hoffa -asimismo llamada Síndrome de Hoffa-Kastert y Síndrome de la almohadilla grasa infrarrotuliana– para definir la inflamación crónica que cursa con dolor de la zona grasa situada bajo la rótula detrás del tendón rotuliano. Dicho esto nos parece correcto que su mujer ingiera quelato de magnesio, silicio y Lyprinol (éste contiene, como en su día explicamos, altos niveles de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, diez tipos de esteroles marinos, una treintena de ácidos grasos saturados y monoinsaturados y seis ácidos grasos poliinsaturados omega-3 eicosatetraenoicos (ETA) que han demostrado una potente actividad antiinflamatoria y antiartrítica; de hecho el Lyprinol inhibe las vías metabólicas responsables de la inflamación LOX (lipooxigenasa) y COX (ciclooxigenasa) sin provocar efectos secundarios. Y por lo que a la propuesta de hacerle «ocho implantes de UGF» se refiere -es decir, de un Ultraconcentrado de Factores de Crecimiento– nos parece bien ya que estimula la regeneración tisular -incluida la del cartílago articular que está formado de condrocitos- si bien lo más eficaz para reparar éste es la implantación de condrocitos autólogos o, en su defecto, el uso de células madre mesenquimales que, inyectadas directamente en la zona, se conviertan en  condrocitos. Hay centros en España que ya utilizan ambas posibilidades.

 

 

Sr. Director: felicidades por el artículo sobre el aceite de oliva. Es inaudito que esté constatado que su consumo habitual aumente en sangre la cantidad de apolipoproteínas A-IV evitando la inflamación, la agregación plaquetaria y la formación de coágulos que obstruyan las arterias y nadie más se haga eco de una noticia tan impactante; máxime cuando según agregan ustedes previene el envejecimiento y la hipertensión arterial. Llevo más de 20 años leyéndoles y siguen impresionándome. Se adelantan siempre a lo que publican los demás. Hace unos días vi decir en televisión -salió en casi todas la cadenas- que el trasplante fecal mejora el estado de salud de las ratas enfermas y las rejuvenece y me acordé de que cuando ustedes hablaron de las posibilidades de esa terapia algunos conocidos médicos hicieron comentarios jocosos sobre lo que publicaron. Se rieron de ella en varios medios de comunicación. Es más, se sigue burlando de esa terapia la Organización Médica Colegial que la califica de «pseudoterapia». ¡Vaya linces! En fin,  quisiera aprovechar para hacerles una pregunta muy corta: ¿es verdad que la ingesta habitual de cúrcuma también reduce el riesgo de sufrir un infarto?

Carlos Ferreras
(Cáceres)

 Es cierto: está constatado por varios trabajos. Entre otros por el efectuado por un equipo de investigadores de la Universidad de Chiang Mai (Tailandia) dirigido por Wanwarang Wongcharo que se publicó en American Journal of Cardiology; según se explica en él la curcumina -el pigmento amarillo de la cúrcuma- reduce el riesgo de infarto. Al menos así lo infirieron tras valorar los casos de 121 personas a las que se instaló un bypass coronario entre 2009 y 2011. Resulta que parte de ellos tomó luego cápsulas de curcumina de un gramo cuatro veces al día durante ocho días -desde tres días antes hasta cinco días después de la intervención- y los demás un placebo constatándose después que sólo el 13% de quienes tomaron curcumina sufrieron con el tiempo un infarto mientras éste afectó al 30% de los que no lo tomaron. Tras valorar algunas diferencias previas a la cirugía Wongcharoen y sus colegas coligieron que tomar curcumina reduce en un 65% las posibilidades de sufrir un ataque al corazón. Probablemente por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Se trata de una especia muy apreciada de cuyas posibilidades terapéuticas afortunadamente se ha hablado mucho a diferencia de lo que pasa con otra no menos importante como es el azafrán y de ahí que vayamos a ocuparnos de ella en breve. En cuanto a la noticia sobre el trasplante fecal de la que habla nos hacemos eco de ella en este mismo número aunque solo corrobora parte de lo que ya dijimos en el reportaje que con el título Sorprendente técnica de constatada eficacia: el Trasplante fecal apareció en el nº 180. Y es que es una técnica terapéutica que ha demostrado ser eficaz para tratar infecciones intestinales complicadas -incluso en casos de Clostridium difficile, bacteria resistente a los antibióticos- así como en todas las enfermedades inflamatorias intestinales -colitis ulcerosa, Enfermedad de Crohn, etc.-, fatiga crónica y varias de las denominadas “enfermedades autoinmunes”; parece ser útil incluso en las patologías alérgicas, el asma, la diabetes tipo II, la artritis y el Síndrome Metabólico. De hecho ya hay en el mundo varias empresas que ofrecen productos fecales estandarizados que evitan tener que localizar a un donante sano al tiempo que se simplifica el engorro de tener que preparar una pasta viable a partir de heces frescas.

NÚMERO 228 / JULIO-AGOSTO / 2019

Estimado Sr. Campoy: mi esposa fue intervenida quirúrgicamente el pasado 3 de mayo de un tumor en el colon de forma satisfactoria haciéndosele luego una biopsia postoperatoria en el hospital de Ronda de la Seguridad Social. En consulta posterior el oncólogo del hospital nos diría que la situación no es ni grave ni alarmante pero recomendó un tratamiento «suave» de quimioterapia para “mayor seguridad” ­-capecitabina por vía oral durante seis meses- con los controles correspondientes lo que nos creó preocupación porque hemos sido y seguimos siendo reticentes al tratamiento con “quimio”. Así que visitamos en Málaga a la Dra. López Peral -a sugerencia de ustedes- y ella nos recomendó unos productos homeopáticos… además del tratamiento de “quimio” suave prescrito por el oncólogo. Y es eso lo que nos ha provocado nuevas preocupaciones porque seguimos siendo reticentes al tratamiento quimioterápico. Queremos pues buscar una alternativa -si es que la hay- que no incluya la quimioterapia por las razones que usted bien conoce y de ahí que recurramos a la revista de nuevo pidiéndoles que nos ayuden a encontrar un especialista en este problema que no considere la “quimio” imprescindible. Después de leer tantos artículos en su revista sobre los efectos perniciosos de la “quimio” mi esposa se niega rotundamente a ese tratamiento pero queremos asegurarnos de que puede ser prescindible acudiendo a la persona que Ud. nos recomienden. Les adjuntamos la última analítica, el informe de Anatomía Patológica y el resultado de los marcadores tumorales. Reciba nuestro agradecimiento de antemano, le enviamos un cordial saludo y le damos la enhorabuena por el buen trabajo de la revista.

J. Hiraldo
Ronda (Málaga)
 

No nos extraña nada la reticencia de su mujer. Mire, la capecitabina es un precursor del 5-fluorouracilo, antimetabolito que bloquea la metilación del ácido desoxiuridílico impidiendo que se convierta en ácido timidílico al inhibir la enzima timidilato -esencial para la síntesis de nucleótidos de timina, una de las cuatro bases nitrogenadas que forman parte del ADN- lo que impide su replicación inhibiendo la división celular y, por ende, el crecimiento tumoral. Así al menos ocurre in vitro. ¿De forma inocua? En absoluto. Para empezar no puede tomarse si se es alérgico a la capecitabina o a cualquiera de sus demás componentes, si se han tenido reacciones graves a las fluoropirimidinas, si se está embarazada o en periodo de lactancia, si se tienen en sangre niveles muy bajos de leucocitos o plaquetas, si se tienen problemas hepáticos o renales, si hay desequilibrio electrolítico, problemas cardiacos, problemas de circulación, patologías cerebrales, neuropatía, diabetes, déficit de la enzima dihidropirimidina dehidrogenasa y si se está tratando o ha sido tratado en el último mes con brivudina por sufrir o haber sufrido herpes zoster. En cuanto a sus posibles efectos adversos son estos según el propio prospecto: Frecuentes: malestar general, disminución del número de glóbulos blancos o rojos, deshidratación, pérdida de peso, insomnio, depresión, dolor de cabeza, mareos, hormigueo, entumecimiento de la piel, alteraciones del gusto, irritación ocular, aumento lacrimal, conjuntivitis, inflamación de las venas (tromboflebitis), dificultad para respirar, hemorragias nasales, tos, moqueo nasal, herpes labial, infecciones de los pulmones, neumonía, bronquitis, hemorragia intestinal, estreñimiento, dolor en el epigastrio, indigestión, flatulencia, sequedad de boca, erupción cutánea, pérdida de cabello (alopecia) enrojecimiento de la piel, piel seca, cambio de color de la piel, pérdida e inflamación de la piel, trastornos en las uñas, dolor en las articulaciones o en las extremidades, pecho o espalda, fiebre, hinchazón en las extremidades y problemas hepáticos con exceso de bilirrubina en sangre. Poco frecuentes: infección sanguínea, infección de las vías urinarias, infección de la piel, infecciones de la nariz y la garganta, micosis, gripe, gastroenteritis, absceso dental, bultos bajo la piel (lipomas), disminución de las células sanguíneas incluidas las plaquetas, anemia, alergia, diabetes, disminución de potasio en sangre, malnutrición, incremento de triglicéridos en sangre, estado de confusión, ataques de pánico, depresión, libido reducida, dificultad al hablar, memoria alterada, pérdida de la coordinación de movimientos, trastornos del equilibrio, desmayos, daños nerviosos (neuropatía), problemas de sensibilidad, visión borrosa o doble, vértigo, dolor de oídos, latido cardiaco irregular y palpitaciones (arritmias), dolor en el pecho, ataque al corazón (infarto), coágulos profundos en las venas, presión sanguínea alta o baja, sofocos, extremidades frías, puntos morados en la piel, coágulos sanguíneos en las venas de los pulmones (embolismo pulmonar), atelectesia pulmonar, tos con sangre, asma, dificultad respiratoria en el ejercicio, obstrucción intestinal, acumulación de líquidos en el abdomen, inflamación del intestino delgado o grueso, el estómago o el esófago, dolor en el bajo vientre, molestia abdominal, acidez gástrica (relujo de comida del estómago), sangre en las heces, ictericia (piel y ojos amarillentos), úlcera y ampolla cutáneas, reacción de la piel con la luz solar, enrojecimiento de las palmas, hinchazón o dolor en la cara, hinchazón o entumecimiento de las articulaciones, dolor óseo, debilidad o rigidez muscular, acumulación de líquido en los riñones, mayor frecuencia de micción durante la noche, incontinencia, sangre en orina, mayor creatinina en sangre (signo de disfunción renal), sangrado inusual de la vagina, hinchazón (edema) y escalofríos. Efectos adversos que son más comunes cuando se usa capecitabina con otros medicamentos para el tratamiento de cáncer a los que en tal caso habría que añadir disminución de sodio, magnesio o calcio en sangre, aumento de glucemia, dolor nervioso, zumbido en los oídos (acúfenos), pérdida de oído, inflamación venosa, cambio de voz, dolor o sensación alterada/anómala en la boca, dolor de la mandíbula, sudor, sudores nocturnos, espasmos musculares, dificultad en la micción y sangre o proteínas en la orina. Muy raros: estenosis del conducto lagrimal, insuficiencia hepática, hepatitis colestásica, cambios específicos en el electrocardiograma (prolongación QT) y varios tipos de arritmias, incluida fibrilación ventricular, torsade de pointes y bradicardia. ¡Y todo ello solo «por si acaso» quedaran algunas células cancerosas sueltas desconfiando de que pueda hacerse cargo el propio organismo de ellas! ¿Puede de verdad haber alguien que tras leer lo antedicho no piense seriamente que los oncólogos se han vuelto rematadamente locos? Nosotros así lo creemos. Máxime en casos como el de su mujer cuya analítica es prácticamente normal y en la que los marcadores tumorales dan negativo. Mire, nos consta -y ya lo hemos comentado otras veces- que el 99% de los médicos que son contrarios al uso de los ineficaces y peligrosísimos quimioterápicos no osan decirle a sus pacientes en consulta que los rechacen porque temen que les quiten la licencia para ejercer. De ahí que muchos no se nieguen a ellos y para saber lo que realmente piensan haya que hacer la pregunta o preguntas adecuadas. Por ejemplo: ¿si usted tuviera un cuadro clínico idéntico al mío se sometería al tratamiento quimioterápico y/o radioterápico que me han propuesto a mí? Porque en tal caso hablaría de él y no de usted y nadie podría acusarle de haberle aconsejado contradiciendo los protocolos oncológicos impuestos por la gran industria con la colaboración de los organismos, entidades y asociaciones que controlan o dirigen. Nuestra sugerencia pues es que su esposa, ante todo, desintoxique y alcalinice el organismo y se asegure de no ingerir alimentos, productos o fármacos que la agredan. Lo idóneo es seguir una dieta cetogénica estricta durante unas semanas eliminando de forma drástica todos los carbohidratos refinados, el alcohol y la comida procesada y enlatada así como la leche, sus derivados y los productos que los contienen: helados, pasteles, tartas, dulces, bollos, galletas, chocolate, etc. Todo ello ingiriendo suficientes prebióticos y probióticos vegetales a diario porque es vital regenerar el microbioma intestinal. Ahora bien, no se trata solo de no ingerir alimentos de alto índice glucémico sino de asegurarse de que la carga total de glucosa que se ingiere al día no sea excesiva porque el problema existirá igualmente si la cantidad de alimentos de medio y bajo índice glucémico es alta. Recuérdese que las células cancerosas crecen básicamente en ambientes deficitarios de oxígeno y muy ácidos utilizando para obtener energía la fermentación anaeróbica de la glucosa, proceso que da lugar a la producción interna de gran cantidad de lactatos y iones de hidrógeno que la célula expulsa fuera aumentando más la acidificación del microambiente externo. En suma, la hiperglucemia ayuda a crecer los tumores al dificultar el transporte hacia las células inmunes del ácido ascórbico -vitamina C necesaria tanto para la mitosis como para la fagocitosis-, reducir la respuesta inmune, activar monocitos y macrófagos que producen citoquinas inflamatorias y acidificar el terreno tumoral. Hemos publicado abundante información sobre ello que tiene agrupada en www.dsalud.com/index.php?pagina=dossier_cancer. Dicho esto agregaremos que en casos de cáncer de colon son especialmente útiles el sulforafano y el conocido Renovén. La decisión, en cualquier caso, es suya.

 

 

Buenos días. Felicidades por sus 65 años. Entre líneas se le veía desanimado. No lo haga. Nunca le he escrito pero ahora ha llegado el momento. Hace 10 años que compro su revista y 12 que tuve un cáncer agresivo: un leiomiosarcoma. Supervivencia mínima a 5 años. Tratamiento clásico: quirófano + radioterapia + quimioterapia. Con 3 hijos, el pequeño de 6 meses. Tengo un carácter reservado, tímido más bien y entonces un físico gordito. Pongo relevancia en este dato: una persona anodina, del montón. Pero no sé por qué tuve claro desde el principio que era una paciente más, un caso raro que a nadie le importaba y mucho menos a los médicos que habían aplicado su protocolo y ya está. No lloré nunca. No quería calmantes ni nada. Tenía que estar despierta al 100%. Pensaba mucho. Y pensé que nadie puede curar algo que ha provocado el propio cuerpo; me lo podían quitar pero el cuerpo lo volvería a fabricar. Necesitaba un cuerpo nuevo. Y recordé que en una de las pruebas me hicieron beber glucosa y esperar 20 minutos para el TAC o similar. Y recordé que la enfermera me dijo que el cáncer se alimenta de glucosa y que todas las células cancerígenas se activan y por eso se hace así la prueba. Y en plena quimioterapia agresiva cambié la alimentación por completo. De forma radical. De hecho iba al supermercado y no podía comprar nada para mí salvo en la sección de verduras. Sólo comía frutas y verduras. Y leí sobre la cúrcuma. Y sobre el brócoli. Y sobre el té verde. Y en el tercer ciclo de quimioterapia adopté una alimentación totalmente cruda a base de frutas y verduras + cúrcuma + té verde + 10 tazas de brócoli y de todas las coles. Y nada más. Los resultados del análisis antes de ponerme el 4º ciclo de quimioterapia -ante el alucine de la doctora que me lo hizo repetir- fue que había doblado las defensas en plena quimio y estaba en parámetros normales, como una persona sana de la calle. La oncóloga me preguntó si había modificado la alimentación y yo le respondí que si eso servía para algo; ella me comentó que no servía para nada modificar la alimentación y entonces le contesté que no, que comía lo mismo de siempre. Era un hilo de donde estirar y mi secreto: me lo callé ante los médicos y ante la familia. No podía dejar que nadie me desanimara. No sabía si era el camino correcto pero era mi elección. Seguí con la alimentación radical que indiqué antes añadiendo nuevas cosas: zumo de limón, jengibre, perejil… Acabé la quimio con las defensas altas y, sobre todo, con el ánimo alto y fuerzas para hacerme cargo de 3 hijos pequeños. Y trabajando seis meses después de la última quimio. Pasó un año desde el cáncer detectado. Veía vuestra revista en el quiosco, como otras, pero no la cogía; la mayoría de cosas que leía me desestabilizaban y no podía darme el lujo de dudar de mí. Me convertí en una paciente molesta para la oncóloga. Lo que más me sorprendió con los controles posteriores de cada 3 meses era la cara que ponían los enfermeros y enfermeras que me habían dado la quimio cuando me veían: como si vieran a un fantasma. Y encima, en las visitas con la oncóloga, la notaba molesta conmigo. Me preguntaba que qué molestias tenía y yo le decía que ninguna; sólo que se me ponía un ojo rojo en el lagrimal y lo solucionaba con colirio. Y me indicaba que si no salía nada en las pruebas había que hacer pruebas más extensas. Para detectarlo. Pero nada. Y al año y medio descubrí Renovén. Era el elemento definitivo. Cada euro que vale es oro. Y caí del porqué del alucine de los enfermeros y de la molestia de la oncóloga: no me moría. No era normal. De hecho, pasados 2 años, no sólo había sobrevivido sino que mi aspecto físico no podía ser más saludable. Rebosaba vitalidad. Y eso se salía de su línea. Ella/ellos saben que pocos sobreviven al cáncer y aún menos a las secuelas. Y eso que nadie me lo discuta a mí. Llevo 12 años viendo de todo en los hospitales. Y sé que no sobreviven. Y sí lo hacen ¡cómo quedan tanto física como anímicamente! Y dejé la clínica de prestigio -me la pagaron mis padres- que me había tratado y en las que llevaba 3 años de controles. Fui consciente de que no confiaban en mí. Buscaban y rebuscaban porque para ellos era imposible que un paciente con un sarcoma como el mío estuviera sano. Me marché sin decir nada. Y al final me decidí. Y compré vuestra revista. Era el número que hablaba del doctor Alberto Martí Bosch y su terapia alternativa para curar el cáncer. Y entonces lloré. Como no había llorado aún hasta entonces. En un banco, con mi hijo pequeño de entonces 3 años durmiendo en el cochecito. Y supe que estaba libre de cáncer. Y que lo vería crecer como así ha sido. Y pensé en mi rebeldía y me felicité a mi misma por mi decisión a la vez que temblaba y pensaba en lo diferente que hubiese sido si no hubiera escogido ese camino. Ahora me lleva desde hace 8 años la sanidad pública. Controles. Sala de espera. Mucha gente derrotada. Con la experiencia de los años que llevo veo enseguida quién tiene o ha tenido cáncer. La mirada con miedo. El físico abandonado. Y me miran. Los pacientes y los acompañantes. Y se preguntan quién soy. Y sé lo que ven. Esa gordita de otros tiempos ha pasado a ser una mujer normal que entre la alimentación y el ejercicio no deja indiferente. Cuando me llaman y entro y hay otro oncólogo del habitual me mira y se queda unos momentos en suspenso. Pregunta por la paciente. Le digo que soy yo. Y entonces lee todo el expediente y le veo fruncir el ceño. Otro que no sabe nada. Pero tampoco yo le explicaré nada: no quiere saber. No le pondré mi nombre. Mis hijos, ya más mayores, no saben de lo acaecido y leen la revista. Se lo explicaré en su momento pero dos de ellos aún son menores. Si quiere algún documento para cerciorarse de la certeza de lo que le he indicado se lo puedo enviar porque confío en usted pero para su constancia, no extensivo a terceros. Ni usted ahora es consciente de la influencia que ha tenido ni que tendrá en generaciones futuras. Siga su instinto.

G. C. 

Le agradecemos sinceramente que haya compartido su experiencia con nosotros y los lectores así como sus palabras de ánimo. Y, por supuesto, la felicitamos por su coraje y decisión.

NÚMERO 227 / JUNIO/ 2019

Sr. Director: hace 7 años me diagnosticaron un neurinoma del acústico, también conocido como schwannoma vestibular. Es un tumor poco frecuente no canceroso que empezó teniendo 7 mm. y actualmente es de 14 mm. La medicina oficial solo plantea como solución cirugía -con muchas secuelas-  o radioterapia (Radiocirugía). ¿Podrían aconsejarme a algún doctor que tuviera un tratamiento alternativo, sin tantas secuelas? Preferentemente en Barcelona. Saludos cordiales.

Vicenç Oriol
(Figueres) 

El neurinoma del acústico es un tumor benigno de crecimiento lento que aparece en el nervio vestibular –el que va del oído interno hasta el cerebro-, surge de las células de Schwann que cubren el nervio –de ahí lo de schwannoma vestibular- y al afectar a la presión puede provocar pérdida de audición, zumbidos, mareos, vértigos e inestabilidad presionando a veces los nervios adyacentes que controlan los músculos faciales y los vasos sanguíneos produciendo entumecimiento facial y, de forma excepcional, debilidad o pérdida de movimiento muscular. Es más, en muy raras ocasiones crece hasta comprimir el tronco encefálico poniendo la vida en peligro. Y lo que médicamente se hace es extirparlo quirúrgicamente o eliminarlo con radiocirugía. En cuanto a la causa se achaca actualmente a un gen defectuoso del cromosoma 22 que produce una proteína que inhibe el crecimiento anómalo de las células de Schwann. Lo que se ignora es por qué ese gen es defectuoso siendo el único factor de riesgo conocido que uno de los padres sufra Neurofibromatosis tipo 2, trastorno genético poco frecuente; y a ello se debería además solo un 5% de los casos. El problema es que actualmente no existe -que sepamos- alternativas naturales a la extirpación. Lo sentimos.

 

Sr. Director: quisiera saber cómo se transportan los minerales que el organismo necesita hasta el interior de las células. Lo pregunto porque cuando voy al herbolario hay todo tipo de preparados distintos y no sé cuál es el mejor o más adecuado. Le pongo un ejemplo: se que el magnesio es un mineral con muchas propiedades e imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo; de forma muy especial para el corazón, las arterias, el aparato musculoesquelético y los sistemas nervioso, endocrino y digestivo. Y sé que su déficit puede causar alteraciones gastrointestinales, náuseas, estreñimiento, fatiga, hipertensión, somnolencia, convulsiones, tics, irritabilidad, debilidad muscular, depresión, astenia, deterioro de la capacidad intelectual, trastornos menstruales. Porque todo ello lo han publicado ustedes. Es más, han explicado que la carencia de magnesio afecta principalmente a quienes no ingieren habitualmente frutas, hortalizas u otros alimentos crudos o hacen una alimentación pobre y que su deficiencia es frecuente en alcohólicos, personas con cirrosis hepática, mala absorción intestinal, diarreas prolongadas y pacientes con enfermedades renales. Ahora bien, ¿en qué forma química es más biodisponible y eficaz? ¿Cómo cloruro de magnesio –forma a la que ustedes dedicaron un extenso reportaje- o como glicinato de magnesio, malato de magnesio, treonato de magnesio, citrato de magnesio, óxido de magnesio, glutamato de magnesio, carbonato de magnesio, sulfato de magnesio o aspartato de magnesio? Y lo pongo solo como ejemplo porque lo que me interesa de verdad es saber cuál es la forma química idónea para llegar a las células. No he encontrado información seria al respecto. Sé que mi pregunta es compleja pero no sé a quién dirigirme que me merezca más confianza más que ustedes. Y no estoy halagándoles para que me contesten sino porque así me consta ya que llevo leyendo la revista desde que salió hace más de 20 años. Aprovecho pues para felicitarles, en especial por llevar años denunciando lo que otros empiezan a hacer ahora porque andaban en la inopia.

Juan Carlos Álvarez
(Madrid) 

Ante todo gracias por sus amables elogios. En cuanto al magnesio cabe recordar que es el quinto elemento más abundante en nuestro organismo calculándose que un ser humano de 70 kilos tiene entre 21 y 28 gramos de los que el 65% está en el esqueleto, el 25% en los músculos y el resto en los tejidos blandos -principalmente, corazón, cerebro, hígado y riñones- y en los líquidos orgánicos. De hecho funciona como cofactor en más de 300 reacciones enzimáticas ya que interviene en todas las reacciones que se producen para la formación de la principal molécula de energía del cuerpo humano -la adenosín-trifosfato o ATP- y además modula los potenciales eléctricos de las membranas celulares lo que permite que los nutrientes transiten adecuadamente a través de ellas. Asimismo participa en la duplicación del ADN y en la transmisión de los impulsos nerviosos, regula los niveles de azúcar en sangre, interviene en la relajación y contracción de los músculos previniendo calambres, contracturas, vértigo, mareos o fatiga, favorece la absorción y metabolismo de otros minerales y ayuda a regular la temperatura corporal además de mantener sanos huesos, articulaciones, cartílagos y dientes. Y si se consume tanto es porque se calcula que entre el 15 y el 20% de la población tiene carencia crónica de magnesio. Carencia que sufren sobre todo quienes -como usted bien recoge en su carta- consumen muchos alimentos procesados, bebidas azucaradas –colas, refrescos, etc.-, carbohidratos refinados, bebidas alcohólicas y fármacos y no ingieren habitualmente vegetales crudos: verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y frutas Déficit que asimismo pueden tener las personas con mala absorción intestinal, diarreas prolongadas, cirrosis y enfermedades renales. Por otra parte, su biodisponibilidad es menor si en el organismo hay exceso de calcio, fósforo, citratos, zinc, ácidos grasos o sales biliares. Incluso es importante el nivel adecuado de vitaminas siendo negativo tanto el exceso como la carencia; de hecho el déficit de magnesio en los tejidos puede deberse tanto a déficit de vitamina E como a un exceso de vitamina C. En cuanto a la forma química es evidente que no lo aconsejaríamos nunca en formas de óxido, glutamato y aspartato siendo a nuestro juicio las más idóneas de las que menciona el glicinato de magnesio y el cloruro de magnesio pero siempre que se tomen a la dosis adecuada. En cuanto a la parte principal de su pregunta requiere una explicación muy técnica y amplia que vamos a intentar resumir: para que una sustancia penetre en una célula –minerales incluidos- hay que atravesar la membrana que la recubre protegiéndola; y una vez en el interior las que recubren las organelas, el núcleo, los lisosomas, los retículos endoplasmáticos, etc. Membranas celulares muy selectivas que “saben” y deciden lo que puede entrar y salir de la célula y de sus estructuras internas y de ahí que se las considere las portadoras de la memoria de la especie. Pues bien, el doctor alemán Hans Alfred Nieper postuló hace ya 60 años que muchas patologías se debían a la imposibilidad de que minerales específicos pudieran llegar a sitios celulares específicos. Y como la doble capa de fosfolípidos de la membrana sólo permite el paso de las moléculas no polares -es decir, sin carga eléctrica- y no los iones -como el calcio o el magnesio- había que buscar otro tipo de transporte, alguna sustancia que les ayudara a atravesar la membrana. Sería así como finalmente constataría que había cuatro sustancias con las que se logran espectaculares resultados: el ácido aspártico, el ácido orótico, la arginina y el fosfato de colamina. Y tras investigar sus posibilidades comprobaría que son los orotatos y arginatos los que permiten transportar los minerales hasta el interior de la célula. Es más, los orotatos de calcio y magnesio atraviesan intactas las membranas sin disociarse ni liberar sus iones pudiendo así soltar luego sus respectivos minerales en el interior. Cabe agregar que los orotatos son sales del ácido orótico, sustancia natural que se encuentra en varios alimentos y de hecho son componentes del sistema natural de transportadores de electrolitos por el organismo. En suma, los transportadores idóneos de minerales serían los orotatos; al menos los de magnesio y calcio. En cuanto al ácido orótico se le consideró mucho tiempo una vitamina del grupo B –de hecho aun se la llama vitamina B13y se trata de un compuesto intermedio de la síntesis de la pirimidinas que se encuentra sobre todo en las raíces comestibles y en el suero o porción líquida de la leche cortada.

 

NÚMERO 226 / MAYO/ 2019

Estimado equipo de Discovery DSALUD: en primer lugar quiero felicitarles por su gran trabajo y dar a conocer lo que otros callan. Tengo 38 años y les escribo porque desde hace tiempo soy lector de unos dossiers sobre salud y medicina natural de una conocida pagina web llamada Salud nutrición bienestar que están firmados por el Dr. Jean Paul Curtay y el biólogo Thierry Soucar aunque, siendo sincero, sus contenidos son parecidos a los que ustedes llevan escribiendo desde hace muchos años. El caso es que el otro día recibí uno de ellos y en él se hablaba de cómo prevenir los accidentes cerebrovasculares y,  bueno, es un breve resumen de lo que ustedes llevan mucho tiempo diciendo: que hay que tomar omega 3, té verde, magnesio, vitaminas C, B6, B9, B12, evitar el trigo, hacer ejercicio…  Pero hubo dos párrafos que me llamaron la atención porque en uno de ellos el Dr. Jean Paul Courtay escribía: «Recomiendo por lo tanto cualquier multivitamínico para evitar una carencia siempre que no lleve ni cobre, ni hierro, ni manganeso ya que estos elementos químicos pueden reaccionar con la vitamina C y producir radicales libres». La verdad es que me sorprendió esta afirmación ya que incluso ustedes mismos publicaron un reportaje sobre el manganeso en el que se afirma que muchas osteoporosis o artrosis se deben al déficit de este mineral. Además existen cientos de suplementos antioxidantes que llevan manganeso en su composición… por no hablar ya del cobre y el hierro. Todos los llevan. Es cierto que el hierro es un pro-oxidante pero no lo es menos que ante ciertas necesidades -como el embarazo o la caída del cabello- es indispensable tomar vitaminas que lleven hierro y cobre.  El otro párrafo que me llamó la atención decía: «Por otro lado, dentro la toma de complementos hay que evitar aquellos que contengan triptófano (suministrado para aumentar la serotonina) ya que la gran mayoría se transforma en serotonina pero no en el cerebro sino en el tubo digestivo; y en el tubo digestivo las plaquetas captan esa serotonina y las convierte en explosivas. Al más mínimo rasguño o inflamación en la pared arterial se puede desencadenar una fuerte constricción de los vasos y provocar agregación plaquetaria aumentando con ello la formación de coágulos y, por ende, la posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular». Y leer esto me sorprendió porque hay muchos médicos naturistas que recetan a sus pacientes triptófano para tratar las depresiones; de hecho hay también médicos que recetan litio, triptófano y vitamina B6 para la depresión. Mi duda es pues esta: ¿es cierto que los multivitamínicos no deben incluir ni hierro, ni cobre, ni manganeso en su fórmula ya que reaccionan con la vitamina C y forman radicales libres? Y cuando el Dr. Curtay recomienda no tomar triptófano ¿se refiere al L-triptófano o a su forma 5-HPT (5-hidroxitriptofano)? Porque lo que sí es cierto es que tomar ambas formas a la vez es contraproducente. En suma, ¿conocen ustedes esos dossiers, al Dr. Curtay y lo que afirma? ¿Podemos fiarnos de sus aseveraciones sobre el triptófano y los multivitamínicos con hierro, cobre y manganeso?

Miguel Jurado Mora
Miguelturra (Ciudad Real) 

Los conocemos pero no utilizamos su información. Que sepamos Thierry Soucar es un periodista francés -tiene 20 libros publicados- y no biólogo y Jean Paul Curtay fisioterapeuta francés especializado en nutrición con otros tantos libros de divulgación publicados. Es más, escribieron al menos tres libros de forma conjunta: Enciclopedia de  las vitaminas, minerales y oligoelementos en 1996, La nueva guía de las vitaminas en 1997 y Programa para una larga vida. De la ciencia a la alimentación en 1999. En cuanto a lo que dice usted que afirman nos sorprende porque Soucar protestó en su día cuando en Francia estaba restringida la venta de triptófano. Y por lo que se refiere a sus preguntas se sabe que la compatibilidad de la vitamina C con el cobre es escasa –no nula- así como la del manganeso con el hierro porque éste reduce su asimilación. Pero de que sea incompatible la vitamina C con el cobre, el manganeso y el hierro porque la mezcla produce radicales libres no hemos encontrado la más mínima referencia en trabajos publicados. Y lo de que ingerir triptófano puede provocar constricción de los vasos, agregación plaquetaria, formación de coágulos y aumento de la posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular no hemos encontrado tampoco nada. Le sugerimos pues que pregunte usted a los responsables de esa web. El L-triptófano es el aminoácido de mayor peso molecular -204 daltons- y se sabe que una excesiva ingesta puede producir acidez, dolor estomacal, gases, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, mareos, somnolencia, sequedad de boca, visión borrosa, debilidad muscular y problemas sexuales debiendo además evitarse su consumo durante el embarazo y la lactancia, si se sufre eosinofilia o si están en mal estado el hígado o los riñones. Y como interactúa con los depresores del sistema nervioso central -sedantes, tranquilizantes, ansiolíticos, antidepresivos, etc.- debe evitarse su ingesta si se están tomando fármacos de ese tipo. Y lo mismo cabe decir de productos naturales como la Hierba de San Juan, la amapola californiana, la hierba gatera, el lúpulo, el chijol, la kava, la escutelaria, la valeriana y la yerba mansa. Dicho esto nos sorprende mucho la alegación de que el triptófano puede provocar tantos problemas en el sistema digestivo teniendo en cuenta que está presente de forma natural en numerosos alimentos, especialmente en los huevos, las carnes rojas, el pollo, el pescado, la leche, el queso cottage, el chocolate, los garbanzos, los cereales integrales, la calabaza, los plátanos, los cacahuetes, las almendras, los dátiles, las semillas de sésamo, las pipas de girasol, las pipas de calabaza, el amaranto, la espirulina y muchos otros. No tiene sentido. En cuanto al 5-Hidroxitriptófano se refiere diremos que su consumo puede causar hipertensión si no se administra conjuntamente con un inhibidor periférico de la L-aminoácido aromático decarboxilasa. Y como la administración directa de serotonina puede dañar las válvulas cardiacas así como fibrosis cardiaca no es descartable que la conversión periférica del 5-Hidroxitriptófano en serotonina no pueda provocar los mismos daños. ​Lo mejor es pues -como casi siempre- tomar triptófano ingiriendo alimentos ricos en él; y como está en tantos es difícil tener carencia del mismo.

 

 

Estimados amigos: hace unas semanas decidí hacerme un test genético para saber qué fármacos son mejores para mí si en el futuro padezco alguna enfermedad -me dijeron que dependiendo de los genes se metabolizan unos medicamentos mejor o más rápidos que otros- y me han dejado preocupado porque me dicen que tengo una mutación anómala del alelo 4 en el gen APOE y existe en mi caso un alto riesgo de padecer alzheimer. ¿Es verdad? ¿Podéis orientarme por favor? Me he quedado muy preocupado.

Carlos Álvarez
(Sevilla) 

Un gen es una unidad de información que ocupa un lugar fijo -a eso se llama «locus»- en el ADN (ácido desoxirribonucleico) del cromosoma 19 y almacena la información genética que se transmite. Molecularmente es una secuencia de nucleótidos -moléculas orgánicas formadas por la unión covalente de un monosacárido de cinco carbonos (pentosa), una base nitrogenada y un grupo fosfato- que contienen la información necesaria para la síntesis de macromoléculas con funciones celulares específicas, es decir, vinculadas al desarrollo o funcionamiento de una función fisiológica; generalmente proteínas. Ahora bien, un mismo gen puede tener diferentes secuencias o funciones -deleciones, inserciones o sustituciones- y a cada una de ellas se le llama «alelo». Gen que puede tener varios alelos -dominantes o recesivos (que no se expresan)- así como genes que hayan sufrido una mutación. En cuanto a la APOE o apolipoproteína E es una proteína con 299 aminoácidos que consta de cuatro exones, tres intrones y 3.597 pares de bases que se encarga básicamente de transportar las lipoproteínas, las vitaminas liposolubles y el colesterol hacia el sistema linfático y la sangre. En general la sintetiza el hígado salvo en el sistema nervioso donde se ocupan de ello los astrocitos y las microglías aunque se ha encontrado también en cerebro, riñones y bazo. Pues bien, cuando en el gen APOE una persona tiene el alelo 4 se entiende que puede tener dificultades para transportar las lipoproteínas, las vitaminas liposolubles y el colesterol aumentando ello el riesgo de ateroesclerosis y problemas cognitivos como el alzheimer. De hecho se calcula que entre el 50% y el 80% de los enfermos de alzheimer tienen al menos una copia del alelo 4. Ahora bien, ¿implica tener el alelo 4 del gen APOE sufrir antes o después problemas cardiovasculares o cerebrovasculares? En absoluto. Además los genes que tienen que ver con el metabolismo de fármacos son los del citocromo P450, conocidos como CYPs. El APOE no influye en el metabolismo de los medicamentos aunque en los pacientes con alzheimer puede afectar a la eficacia pero no la seguridad. El Dr. Ramón Cacabelos lo ha explicado  varias veces en nuestra revista: la genética predispone pero no determina. Si uno hace vida sana y se alimenta correctamente no tiene por qué ser así: cuestión de epigenética.

NÚMERO 225 / ABIL/ 2019

Estimados amigos: he conocido la revista hace poco porque me recomendó que leyera lo que habéis publicado sobre mis problemas un amigo de mi padre que vino un día a comer a casa y es catedrático de la Facultad de Medicina en Barcelona. Sufro desde hace años –tengo 24- digestiones muy pesadas, molestias gastrointestinales y a menudo inflamación abdominal y aunque he hecho todo lo que él me aconsejó durante tres meses no mejoro. Igual le molesta que recurra a vosotros pero si es seguidor de la revista y me dijo que la leyera será por algo. Ni los rayos X ni la ecografía del sistema digestivo detectan nada, me han hecho análisis de sangre y orina cuyos datos no explican lo que me pasa y además test de alergias e intolerancias alimentarias que dieron positivo a los lácteos, a varios cereales y a los tomates pero ni siquiera habiendo dejado de tomar todo eso mejoro. Y tampoco me han ayudado ni los antihistamínicos –he tomado Polaramine primero y luego Ibis– ni un suplemento con diaminooxidasa (DAO) como Daodín. ¿Podéis orientarme por favor? Atentamente,

Carla Riba
(Barcelona) 

Dice un refrán español que a grandes males, grandes remedios. Nuestra sugerencia pues es que ayune tres días –beba solo agua mineral de baja mineralización- y los cinco siguientes coma solo verduras crudas ecológicas y de temporada en ensalada; sin sal y aliñada con aceite de oliva virgen extra o coco (sin vinagre). Y luego siga un mes una dieta básicamente vegetariana –sin cereales- rica en prebióticos. Restrinja en todo caso la cantidad de tomate, pimiento, aceitunas, aguacates, soja, espinacas y acelgas que pueda agregar a ellas. En cuanto a la fruta tómela solo por las mañanas y en ayunas, sin mezclar dulces con ácidas ni con las verduras. Y enteras, nada de zumos. Eso limpiará su sistema digestivo y regenerará la flora intestinal alterada. Pero no tome nada más.. Ni bebidas alcohólicas, ni café, ni té, ni colas, ni refrescos. Si lo hace lo normal es que en tan escaso tiempo desaparezcan todos sus problemas, hinchazón incluida. Y no tome fármacos; ninguno salvo que tenga déficit constatado de diaminooxidasa en cuyo caso le sugerimos que mejor tome Legumactive, complemento alimenticio natural a base de legumbres orgánicas con diaminooxidasa, catalasa y fitonutrientes. Los antihistamínicos sintéticos tienen muchos inconvenientes y salvo casos de reacciones alérgicas graves no hay que recurrir a ellos. Si alguna vez nota que puede ser intolerante a algo tome cebolla roja, manzanas, uvas, brócoli, té o, en su defecto, un suplemento de quercitina. La histamina, al igual que se hizo con el colesterol, se ha demonizado cuando se trata de una enzima vital necesaria para la vida. Al punto de que hoy sabemos que es sintetizada y liberada hasta por las neuronas del sistema nervioso central que la usan como neuromodulador. De hecho se encuentra en mayor o menor medida en la gran mayoría de los alimentos y es cuando hay exceso y el organismo no puede metabolizarla cuando causa problemas al acumularse, algo que suele deberse a un sistema digestivo en mal estado que da lugar a déficits de vitaminas y enzimas; sobre todo de la enzima encargada de metabolizar la histamina de los alimentos que es, en efecto, la diaminooxidasa. En tales casos la histamina puede pasar a través del epitelio intestinal hasta el torrente sanguíneo y provocar su acumulación en el plasma y los tejidos. Por eso los expertos recomiendan en tales casos no tomar durante un tiempo los alimentos más ricos en histamina. Conviene en todo caso saber que hay medicamentos que inhiben la actividad de la diaminooxidasa, entre ellos los antihistamínicos pero también mucolíticos, expectorantes, antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, diuréticos, tranquilizantes, antidepresivos, antiparkinsonianos, antituberculosos, antipalúdicos, antieméticos, antiarrítmicos, antiulcerosos, bronquiolíticos, relajantes musculares y antiasmáticos; y lo mismo hacen las infecciones fúngicas –como las cándidas- y algunos parásitos. En cuanto a los suplementos puede ayudarle ingerir -controlado por un experto en nutrición ortomolecular- magnesio, zinc, cobre, vitaminas B6, B9, B12, C, colina, inositol, metionina, betaína, SAMeE y la ya mencionada quercitina. 

 

Sr. Director: oigo hablar últimamente en televisión a muchos expertos de la importancia de desintoxicar el organismo y «alcalinizarlo», cuestión que me consta llevan más de 15 años diciendo ustedes en la revista porque la adquiero desde que apareció. Bueno, en la revista y en su libro La Dieta Definitiva que compré cuando salió en 2002 -hace ya 17 años- y que realmente se adelantó más de tres lustros a todo lo que hoy se está contando en alimentación como «novedades». Mi sincera felicitación por ello. Dicho lo cual tengo una pregunta: ¿es verdad que hay alimentos especialmente alcalinizantes»? Y si es así, ¿cuáles? Quedo a la espera de su respuesta y aprovecho para felicitarles por ser el único medio de impacto que se ha atrevido a enfrentarse desde el principio a la campaña contra las inexistentes «pseudociencias»? Y es ¡qué nivel de ignorancia el del actual gobierno socialista! Atentamente, les saluda

Carlos Arias
(Zaragoza) 

Ante todo, gracias por sus amables palabras de elogio. En cuanto a su pregunta, no se trata tanto de «alcalinizar» como de lograr el equilibrio, la homeostasis del organismo. El problema es que la alimentación actual lo intoxica y acidifica porque la inmensa mayoría de los productos alimentarios que se venden en vidrio, latas, plástico o envases de aluminio lleva azúcares añadidos y muchos otros aditivos tóxicos. Bastaría pues eliminarlos de la dieta y consumir a diario en ayunas suficientes frutas enteras ecológicas de temporada -no zumos- para desayunar y a partir de entonces una alimentación rica en verduras, hortalizas y legumbres. En cuanto a los vegetales que más «alcalinizan» -más bien que regulan el pH de los distintos tejidos y órganos- destacan y el limón, la zanahoria, la lechuga, la espinaca, la remolacha, el pepino, el ají, el apio, el perejil, la remolacha y el berro.

 

Sr. Director: he escuchado en televisión -y luego lo he confirmado leyendo diarios digitales- que la Xunta de Galicia que preside Alberto Núñez Feijóo va a exigir a los padres que quieran llevar a guarderías públicas y concertadas a sus hijos pequeños -de 0 a 3 años- que los vacunen o no podrán matricularlos. Algo que se ha decidido -eso dicen al menos- tras consultar a los servicios jurídicos y entender estos que lo justifica el hecho -lo copio textual de un diario- de que “en este asunto es prioritaria la protección de la salud de los menores, tal y como reconoce el artículo 43 de la Constitución española, y que no se conculca de ninguna forma la libertad ideológica, religiosa o de culto de las familias”. Y ha instado a las guarderías y escuelas privadas a hacer lo mismo anunciando que va a estudiar la posibilidad de obligar a hacerlo también a partir de los tres años mediante la aprobación de una ley. Y le diré que lo que más me ha llamado la atención es que la propuesta la ha apoyado públicamente la Asociación Española de Pediatría (AEP) aunque advirtiendo ésta que en las etapas de educación obligatoria no podrá imponerse porque la vacunación en España -como han dicho ustedes muchas veces en la revista- es voluntaria. Al parecer la medida se implementaría el próximo curso. ¿Qué pueden comentar al respecto?

Rosa Quintero
(Orense) 

Llevamos publicados 44 extensos reportajes sobre los peligros de las vacunas -incluido el que aparece en este mismo número-, decenas de noticias y cuatro videos. No hay ningún medio de comunicación que haya publicado tanta información sobre ellas. Y estamos ya hartos de decir  que no existe un solo estudio científico en el mundo que demuestre que una vacuna -la que sea- previene realmente de una enfermedad -la que sea-. Por el contrario, existen multitud de trabajos científicos que relacionan las vacunas con todo tipo de patologías, muchas de ellas graves, algunas con resultado de muerte. ¿Que los expertos jurídicos de la Xunta avalan su obligatoriedad? Eso solo demuestra que sobre las vacunas no saben absolutamente nada. Nosotros nos limitamos pues a retirar nuestra postura: las vacunas no han demostrado jamás su eficacia, no son inocuas sino peligrosas y no puede imponerse a un padre que vacune a su hijo.

NÚMERO 224 / MARZO/ 2019

Estimado Sr. Campoy: supongo que están ustedes informados de la modificación que va a hacerse del Código de Deontología Médica cuyo borrador me atrevo a hacerles llegar por si no lo tuvieran dado el desasosiego que ha producido en mí mismo y en el de otros muchos compañeros. Y es que entre las grandilocuentes expresiones de compromiso con los que se adorna nuestro comportamiento ideal se encuentran en él algunas cuestiones que al menos a quien esto suscribe y a otros colegas nos tiene muy preocupados porque entendemos que lo que se pretende es «controlarnos» para que no podamos ejercer nuestra profesión con libertad. Así de simple. Eso sí, con la manida excusa de que el férreo control previsto redunda en nuestro propio beneficio, en la protección del enfermo, en el prestigio de la profesión y en una mejor calidad asistencial. Lo cierto sin embargo es que las comisiones de ética de los colegios médicos se han utilizado siempre para perseguir a quienes tienen -tenemos- la osadía de tener criterio propio y no nos plegamos a asumir sin rechistar las «verdades oficiales». Y para que se me entienda pongo varios ejemplos. Yo, al igual que muchos otros colegas, no me vacuno nunca y me he negado a vacunar a mis tres hijos. Ninguno ha recibido una sola vacuna y jamás han contraído las «enfermedades» que se supone podrían haber contraído por no hacerlo; y el menor tiene ya 24 años. Son personas sanas a los que hemos enseñado por norma a no tomar fármacos. Y digo «hemos» porque mi mujer es enfermera y tenemos la misma forma de pensar. Tampoco creo en la falacia de que el colesterol sea por sí mismo un factor de riesgo cardiaco y me niego a recetar estatinas a quienes tienen un nivel superior al considerado «razonable» o «sano». E igualmente estamos en contra de tratar a los enfermos de cáncer con quimio y radioterapia porque como ustedes mismos han explicado innumerables veces no sirve para nada; más de 110.000 muertos por cáncer al año en España mientras son así tratados es un argumento contundente. En fin, podría seguir con muchos ejemplos pero no lo creo necesario. Lo que sí me parece necesario -y me consta que algunas asociaciones de colegas han decidido intervenir directamente para intentar parar este sinsentido- es denunciar que la principal justificación del nuevo código deontológico es cercenar de raíz la libertad del médico para obligarle a aceptar las verdades y protocolos decididos por las grandes industrias sanitarias. Quieren convertirnos en meros funcionarios recetadores de fármacos tras imponernos una especie de pensamiento único. Y quieren hacerlo convenciendo a la población -y lo que es el colmo, ¡a nosotros mismos!- de que la Medicina es una «ciencia» porque se basa en el «método científico» y las demás formas de entender la enfermedad y recuperar la salud no lo son tachándolas de «pseudociencias» y «pseudoterapias». Me permito transcribir como constatación lo que dice el artículo 26 del borrador de código ético que les he hecho llegar. En su punto primero se afirma que «el método científico y la medicina basada en pruebas son el fundamento del conocimiento médico»; añadiéndose que «el médico, en su actuación profesional, debe emplear procedimientos y fármacos cuya eficacia se ha demostrado científicamente y no debe emplear ningún tipo de presión que proceda del paciente o de terceros». Por si quedara duda el punto 2 «aclara» que «las pseudociencias, las pseudoterapias, el intrusismo y las sectas sanitarias son contrarios a la Deontología Médica». Y en el tercero que «son contrarias a la Deontología Médica las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y las que prometen a los enfermos la curación así como los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o quirúrgicos y el uso de productos de composición no conocida». Afirmaciones de una arrogancia infinita porque la Medicina convencional -y sé de lo que hablo porque llevo poco más de 35 años ejerciéndola- no se basa «en el método científico» como se arguye demagógicamente. Es más, la investigación clínica -tanto con humanos como con animales- es una auténtica tomadura de pelo que no resiste el más mínimo análisis serio. Y encima quieren asegurarse no solo de que no se ejercen disciplinas y terapias no «bendecidas» por ellos sino ¡hasta impedir que se hable de ellas! Lo que constituye un ataque a la libertad de expresión, información, opinión y pensamiento. Así lo expresa el punto cuatro del artículo 104 del borrador que dice que «son contrarias a la Deontología Médica las intervenciones carentes de fundamento científico o que consistan en charlatanismo». Y ya se sabe que para ellos carece de tal «fundamento científico» y es puro «charlatanismo» toda disciplina terapéutica que no pertenezca a la medicina convencional aunque la avale la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). Es de auténtica chirigota. En fin, solo quería «desahogarme» y avisar a mis colegas porque o mucho me equivoco o va a empezar en nuestro país una auténtica «caza de brujas» que va a llevar a los tribunales a muchos sanitarios además de a otros profesionales de la salud. Y agregaré que -como ya habrá supuesto- yo ejerzo la Medicina naturista y además me he formado en Homeopatía, Medicina Tradicional China -en Pekín-, Nutrición Ortomolecular y Fitoterapia. Dicho lo cual finalizo dándole mis más sincera enhorabuena por la revista..

D. R.
(Valencia)

Le agradecemos sus reflexiones y atendemos la petición añadida de no publicar su nombre y apellidos para evitarle problemas con su colegio médico. En cuanto a lo que plantea somos muy conscientes de ello y de hecho venimos advirtiéndolo desde hace ya tiempo. Puede constatarse leyendo el extenso reportaje que con el título La ética médica en el banquillo: del juramento hipocrático a la Declaración de Ginebra publicamos en el nº 134 correspondiente a enero de 2011, hace pues ya ocho años. Texto en el que, entre otras muchas cosas, explicamos que el actual modelo médico dominante es incompatible con el respeto a los principios de la ética médica y apareció en el siglo XVIII cuando la Ciencia comenzó a sustituir a la Religión apareciendo una autoridad médica que puso en marcha rituales para curar enfermedades y adoptó como lugar de control y normalización el hospital en lugar de la iglesia. Modelo médico que si bien goza aún de credibilidad social y política ha fracasado a la hora de resolver las patologías crónicas y degenerativas haciendo que cada vez más personas acudan a disciplinas alternativas que es lo que desató la alarma de la industria farmacéutica. De hecho ya explicamos que el Servicio de Inteligencia Epidemiológica de los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos tiene miles de agentes de información y control infiltrados en instituciones estatales e internacionales, fundaciones privadas y medios de comunicación, que la FDA está en realidad al servicio de la gran industria farmacéutica y por eso desde hace años dificulta la comercialización de los productos biológicos, alimenticios, fitoterapéuticos u homeopáticos y que el actual modelo hegemónico niega a los enfermos la información imprescindible para tomar decisiones de forma adecuada, impone test sin garantías de fiabilidad, aprueba fármacos sin respetar los procedimientos de seguridad, presiona a personas aterrorizadas para que consuman fármacos tóxicos e incluso obliga a los padres a que envenenen a sus hijos bajo amenaza de retirarles la custodia. En definitiva, pisotea todos los códigos de ética médica. Es más, en el nº 192 -correspondiente a abril de 2016- publicamos otro reportaje titulado ¿Son los colegios oficiales medios de control de los médicos? en el que denunciamos -entre otras muchas cosas- que el Manual de Ética Médica que acababa de aprobar la Unidad de Ética Médica de la Asociación Médica Mundial había sido financiado por una multinacional farmacéutica: Johnson & Johnson. Más claro, agua.

 

Sr. Director: el pasado 15 de enero la Sección Séptima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ordenó en sentencia firme -no recurrible- el cese del jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del madrileño Hospital Severo Ochoa de Leganés tras anular su nombramiento. Según consta en la sentencia -publicada por Acta Sanitaria- se habían presentado al puesto cuatro traumatólogos y la Comisión de Valoración asignó 82,95 puntos al candidato ahora cesado y 81,08 puntos al segundo candidato; es decir, una diferencia de 1,87 puntos sobre 100. Sin embargo la sentencia del TSJM concluye que durante el examen los evaluadores no cumplieron con «la exigencia de motivación y transparencia» que manda la ley puesto que no justificaron los criterios seguidos para otorgar una puntuación con una precisión de dos decimales. ¿Por qué una Comisión de Evaluación tiene problemas para justificar de forma detallada -como exige la ley- la puntuación de los candidatos? La respuesta es evidente. No lo hace porque no puede justificar la superioridad de “su” candidato cuando éste, sencillamente, es muy inferior en capacidad y méritos. En este caso, además, la comisión evaluadora recurrió a diversas estratagemas: una de ellas es tener en cuenta “criterios de evaluación no previstos en las bases de la convocatoria” -así lo señala la sentencia del TSJM– lo que transgrede la Ley de Procedimiento Administrativo Común y el Estatuto Básico del Empleado Público. Otra artimaña es la opacidad de las actas que comienza con la no designación de un secretario que tome nota de lo ocurrido a puerta cerrada o la elaboración de las actas meses ¡después del examen! Todas estas irregularidades ocurrieron en el caso del Severo Ochoa que ahora sentencia el TSJM. Por ello, el tribunal ordena a la Comisión de Selección que vuelva a evaluar a los candidatos y justifique detalladamente la puntuación que otorga basándose en un dictamen del Tribunal Supremo de 2014 «para comprobar que (…la Comisión de Valoración ha …) respetado los principios de mérito y capacidad, y que se ha adjudicado el puesto o los puestos con la finalidad de nombrar al mejor preparado». Lo grave es que no se trata de una irregularidad aislada sino de situaciones que acontecen con relativa frecuencia. De hecho hay varias sentencias judiciales anulando nombramientos por ilegalidades graves. Basta con revisar las de los últimos años para percatarse de que estos casos traducen una sustitución de los cargos técnicos de responsabilidad por amigachos y adláteres. Estas situaciones generan conflictos y tensiones dentro de nuestros hospitales llegando a huelgas en los propios servicios, como ocurrió en 2010 en el Servicio de Traumatología del Hospital Ramón y Cajal que finalizó con la dimisión del Jefe de Servicio. ¿Por qué una Comisión de Evaluación puede permitirse este comportamiento? La respuesta es también sencilla: porque en la gran mayoría de los casos los concursantes a estas pruebas selectivas desisten de iniciar un proceso judicial caro, lento y de resultado dudoso. Conseguir demostrar la injusticia que supone el hurto de una carrera profesional en un juzgado es complejo dado que las deliberaciones de las comisiones evaluadoras se realizan a puerta cerrada. En el caso del Hospital Severo Ochoa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid  ordenó el cese basándose en los documentos aportados. Hay que ser descuidado para dejar por escrito unas actas que demuestran que se ha producido una desviación clamorosa en el cumplimiento de la ley. O eso… o saber que se es impune ante las infracciones. Hasta ahora estos temas parece que no importaban a la sociedad. Los medios de comunicación apenas recogen notas informativas cuando lo que está ocurriendo desde hace muchos años -y era por todos conocido y aceptado- es que existen nombramientos sangrantes por designio de un politicastro de segundo orden. Así se construye la estructura jerárquica de muchos de nuestros hospitales públicos. Sin embargo todo esto está cambiando y la tolerancia ante estos hechos, al límite del nepotismo, debe acabarse. La denuncia presentada y ganada -al igual que muchas otras denuncias previas- es un paso más para conseguir la limpieza en el acceso a la función pública. Señor director: lo que sí solicito es que no publique mi nombre porque antes o después puedo terminar teniendo que trabajar bajo el mandato de alguno de estos sujetos de moralidad dudosa y relajados en todo lo que es el respeto a la ley y al juego limpio. Muchas gracias por su tiempo. Atentamente

D.R.B.
(Madrid) 

Le agradecemos su carta ya que lo que denuncia es preocupante. A fin de cuentas el funcionamiento de nuestros hospitales públicos depende de las personas que los dirigen y el jefe de un servicio es vital por lo que el puesto debe cubrirse siempre con transparencia y criterios de igualdad, méritos y capacidades.

 

Sr. Campoy: hace años que leo su revista y me parecen muy buenos sus consejos y reportajes por lo que les escribo para que me orienten. Tengo solo una hija que a sus 45 años quiere ser madre y ha decidido junto a su marido optar por la fecundación in vitro. Y debo confesar que tengo más miedo que ilusión por ser abuela ya que según he leído en este caso puede ser peligroso dada su edad tanto para ella como para el hijo. ¿Es así? ¿Qué opinan ustedes? No recuerdo haber leído nada sobre ello en la revista a pesar de que es un tema candente al retrasar hoy las mujeres cada vez más su maternidad. Se despide esperando su respuesta una madre con mucho miedo.

Pilar Rodríguez
Vic (Barcelona) 

Sea la concepción natural o mediante fecundación in vitro los riesgos potenciales son los mismos y dependen básicamente de la buena o mala salud de la madre. Especialmente del estado de su corazón, hígado, páncreas, riñones y sistema digestivo. Si su hija está sana no debería haber problemas; si no lo está el riesgo es alto. Sobre todo si tiene disfunciones hormonales, tensión alta, exceso de glucosa y déficits nutricionales. Y, por supuesto, el riesgo más alto está en que consuma fármacos. En suma, si su estado de salud es bueno no hay problemas añadidos al embarazo de una mujer más joven; si no lo es, lo desaconsejamos.

 

NÚMERO 223 / FEBRERO / 2019

Estimado Director: le escribo esta breve carta como médico que ama su profesión y la ejerce a diario con vocación, espíritu de sacrificio y -por qué no decirlo- algún que otro patente éxito fácilmente constatable; y lo hago obligado ante la falta de corporativismo y ética profesional que observo en algunos de mis muy honorables colegas. Y es que es triste que en vez de hacer piña haya médicos que malgasten sus energías y tiempo en criticar a los compañeros que usan técnicas naturistas en lugar de intentar ponerse a su altura. El tiempo que dedican a sus insultos e ignorantes críticas lo restan a la investigación, al análisis y al conocimiento –en una palabra- de las nuevas técnicas, de una nueva medicina que día a día avanza y progresa a pasos agigantados. Además solo los torpes y los necios tiran piedras contra su propio tejado. Los enfermos no entienden de hecho que se desprestigie a grupos concretos de médicos y terminan desconfiando de todos con el consiguiente perjuicio -fundamentalmente espiritual- de la profesión en su conjunto. Es algo que me produce asco y pena. Asco por la mediocridad y vulgaridad de tal comportamiento y pena porque en vez de altura de miras y criterios es obvio que la universidad ni siquiera enseñó a algunos a discurrir y entender que la inteligencia exige capacidad de matización y comprensión. Y más vale que los médicos se respeten entre sí porque el espíritu de superación te saca del provincianismo y te acerca al universalismo inteligente de los avances y los descubrimientos. Bien está pues la crítica constructiva pero no la basada en meras descalificaciones gratuitas. Es hora de que los colegas menos formados acudan a congresos, seminarios, ponencias, coloquios y charlas que actualicen sus trasnochados conocimientos. Y que sea en ellos donde planteen las dudas que les surjan. Basta ya de ejercer públicamente de censores y de difamar a colegas solo porque utilizan métodos terapéuticos sobre los que ellos no saben absolutamente nada. ¡Que tengan en cuenta y respeten la ética deontológica!

Dr. José Luis Cidón Madrigal
(Madrid)

Agradecemos sinceramente sus comentarios que, obviamente, compartimos. El problema es que la gran mayoría de sus colegas no se molestaron en abrirse a otros conocimientos y formarse mejor tras acabar la carrera limitándose a acudir a los cursos de «formación continuada» que de forma obscena y lamentable se apropió la industria farmacéutica hace décadas con el injustificable beneplácito de las universidades, los colegios médicos y las autoridades educativas y sanitarias. Y eso es difícil de afrontar hoy por lo que muy probablemente la gente termine buscando cómo solucionar sus problemas de salud fuera del ámbito médico convencional. Especialmente porque el número de negligencias médicas graves -muchas de ellas con resultado de muerte- aumenta sin parar año tras año y los tratamientos convencionales son ya la tercera causa directa de fallecimientos en la sociedad.  

 

Estimado Sr. Campoy: soy médico, llevo 40 años ejerciendo la Homeopatía y otras terapias tradicionales y quiero darle las gracias por la defensa veraz y objetiva que desde su revista están haciendo ante la orquestada campaña de desinformación generalizada contra estas disciplinas -especialmente en los medios audiovisuales- aportando de paso mi granito de arena frente a tantos estereotipos. En primer lugar, ¿cómo puede decirse que «la Homeopatía es una pseudociencia y una pseudoterapia«? Existen más de 6.500 artículos científicos publicados sobre ella, muchos de ellos -como ustedes han resaltado- con «patrón oro». ¿Cuántos estudios científicos hay sin embargo sobre los efectos de las interacciones medicamentosas en los enfermos polimedicados? No creo que haya ninguno y como desde un punto de vista fisiopatológico in vivo sólo es posible estudiar la interacción farmacológica de dos principios activos y la mayoría de las personas mayores y enfermos crónicos están polimedicados cabe concluir que en los hospitales y centros de salud de toda España lo que se está haciendo a diario es «pseudociencia y pseudoterapia». Se alega en segundo lugar que «el medicamento homeopático carece de indicación terapéutica». Pues bien, desde un punto de vista legal es cierto pero no desde el científico porque algunos medicamentos homeopáticos sí han sido estudiados para indicaciones específicas; por ejemplo el Árnica montana en contusiones y traumatismos contusos. Hay pues medicamentos homeopáticos sintomáticos específicos aunque la mayoría sean policrestos, es decir, que pueden utilizarse para muchas indicaciones terapéuticas, algo que un homeópata entrenado sabe diferenciar y por tanto prescribir, atendiendo a la idiosincrasia del paciente y del medicamento. Se dice, en tercer lugar, que acudir a una terapia distinta a la convencional implica una «pérdida de oportunidad terapéutica» para el paciente. Controvertido tema sobre el que se han vertido sin rubor la mayoría de los bulos. Para empezar, que una persona pueda morir por sustituir un medicamento convencional por uno homeopático es un supuesto realmente excepcional y si así acaeciera se trataría de un puntual error -o falta de criterio- médico; algo que por desgracia ocurre asimismo en numerosas ocasiones en la medicina convencional. Es pues un «argumento» que solo busca dividir y desinformar a una opinión pública que no conoce a fondo este asunto. La verdadera «pérdida de oportunidad terapéutica» la sufren en realidad los enfermos que acuden a la medicina convencional. Lo he constatado personalmente y conozco muchos otros casos contados por colegas míos. En cierta ocasión atendí a una persona con insuficiencia renal crónica por lupus sistémico que vino con un catéter puesto; se lo retiramos, le tratamos y se mantuvo libre de diálisis muchos años. En cambio todos los enfermos a los que su nefróloga insertó un catéter estuvieron mucho tiempo en diálisis renal con las complicaciones y sufrimientos que la técnica implica. Además hemos sacado adelante problemas de todo tipo; desde casos de neoplasia intraepitelial cervical de alto grado a displasia de cérvix por papiloma a los que evitamos la colonización del cuello del útero. Como hemos estabilizado y normalizado las transaminasas de pacientes con hepatitis C crónica. Como hemos logrado en casos de hipotiroidismo la normalización funcional de las hormonas tiroideas sin que tener que sufrir los efectos secundarios negativos del Eutirox. En fin, los médicos que utilizamos la Homeopatía sabemos bien que en determinadas ocasiones -especialmente en casos agudos graves- puede ser mejor y más eficaz un fármaco convencional de síntesis y lo usamos; pero no es así siempre. Luego lo inteligente es respetar la Homeopatía y, además, regular adecuadamente las terapias complementarias y alternativas ya que pueden, cuando menos, «sumar» terapéuticamente y mejorar la calidad de vida de los enfermos y, por ende, de la salud pública. Atentamente

Mª José Martínez Albarracín
(Murcia) 

Tiene usted razón. Afortunadamente, como ya hemos explicado en números anteriores,  el intento de demonizar y prohibir la Homeopatía puede darse en España por fracasado. Nadie serio en Europa apoya tamaño disparate.

 

Sr. Director: soy lectora asidua de la revista desde hace casi diez años y le escribo porque mi madre tenía a sus 82 años una salud increíble hasta que hace un año sufrió una angina de pecho y desde entonces no es la misma. No puede caminar porque se cansa y no hablemos ya de subir cuestas. Cuando hablo con ella por teléfono noto una respiración ruidosa que antes no tenía. No fuma ni nunca ha fumado. La adoro y veo que no es la misma persona. Es cierto que tiene su edad pero estaba cañón hasta hace nada. Me gustaría pues saber si existen alternativas al Sintrom. No entiendo por qué se lo recetan a la gente mayor prácticamente por sistema. En más de una ocasión se ha encontrado mal por culpa de la incompatibilidad con otros medicamentos; los toma al tener artrosis y dolor en articulaciones y huesos. Muchas gracias por su atención.

M. Varela 

Hemos pedido en numerosas ocasiones que antes de planteársenos preguntas concretas se compruebe en la sección de Cartas de nuestra web –www.dsalud.com– si ya hemos respondido a la duda que se quiere resolver. Basta pinchar arriba en el apartado de Cartas y volver a hacerlo donde pone Acceso a todas las cartas para llegar a un solo documento con todas las preguntas y respuestas publicadas desde el nº 50 (mayo de 2003). Una vez abierto basta pulsar Control + C y poner la palabra exacta que se busca para que automáticamente -pinchando en Siguiente– vaya a cada una de ellas. Aclarado esto -que cualquiera que maneje un navegador de Internet sabe- vamos a  limitarnos a reproducir lo que ya contamos sobre el asunto en enero de 2018. La ingesta de acenocumarol -el conocido Sintrom de Novartis Farma– exige controles periódicos para ajustar las dosis y la imposibilidad de ingerir fármacos como la aspirina o la warfarina -que en España comercializa Aldo-Union como Aldocumar- al igual que ciertos alimentos -como el alcohol, la coliflor, las espinacas, las acelgas, los espárragos o la carne de hígado- para evitar interacciones. A fin de cuentas todos esos fármacos son anticoagulantes que dificultan la agregación plaquetaria pero no es menos cierto que numerosas personas han muerto de hemorragias -sobre todo cerebrales- en su intento de evitar trombos. Y cabe preguntarse si tiene sentido arriesgarse a morir de una hemorragia cerebral por intentar evitar un infarto. Hemos explicado muchas veces que cuando las arterias se dañan el cuerpo utiliza el colesterol para evitar que uno se desangre; son pues nuestros “parches” internos naturales, necesarios e inevitables. Y por tanto la estrategia adecuada pasa por impedir que aparezca el problema proporcionando los nutrientes que el cuerpo necesita. Y esos están todos en las frutas y verduras. De ahí que la mejor manera de prevenir posibles accidentes cardio y cerebrovasculares sea una dieta vegetariana y/o un tratamiento ortomolecular para asegurarse de que la causa de la fragilidad de las venas y capilares no está en el déficit de algún nutriente; muy especialmente de vitamina C pero también de aminoácidos como la lisina, la prolina, la arginina, la carnitina, la cisteína y la taurina, de minerales como el magnesio, el cobre, el potasio y el calcio, de coenzima Q-10, de inositol, de picnogenoles (un tipo de bioflavonoides), de betacaroteno (provitamina A), de vitaminas D, E y H (biotina) y de algunas del grupo B (especialmente las B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12). En suma, la salud se recupera dando al organismo lo que necesita y no fármacos que le dificulten o impidan desarrollar sus funciones. Dicho esto sepa que hay productos que tienen el mismo efecto de esos anticoagulantes. Es el caso del chocolate negro: produce el mismo efecto que la aspirina y bastan dos cucharaditas diarias de chocolate puro, es decir, hecho con extracto seco de granos de cacao. Se logra ese efecto gracias a su riqueza en bioflavonoides. También el consumo de huevos enteros puede ayudar a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón porque sus proteínas retrasan la coagulación sanguínea y demoran la conversión del fibrinógeno en fibrina, base estructural de los coágulos de sangre. Como igualmente ayuda la ingesta de ácidos grasos esenciales omega 3. En suma, tiene usted alternativas carentes de efectos secundarios. Todo ello sin olvidar que la formación de un trombo puede deberse a alteraciones del flujo sanguíneo por reposo excesivo en cama o a las patologías que presentan flujos en torbellinos (como las estrecheces valvulares); es el caso de la estenosis mitral en la que el flujo en la aurícula se hace más lento y favorece la trombosis. Otra causa de trombosis es padecer daños en el endotelio por traumas físicos, especialmente por fracturas múltiples. Agregaremos que en el endurecimiento arterial -y, consecuentemente, en los problemas cardiovasculares- tiene más influencia el exceso de toxinas, la falta de irrigación sanguínea y el aumento de radicales libres junto al exceso de sodio y la falta de potasio que el exceso de colesterol. Por otra parte, no es cierto que el exceso del llamado “colesterol malo» sea la principal causa de las enfermedades degenerativas y, especialmente, de las cardiovasculares. De hecho insistimos en que es más que discutible que la acumulación de las placas de ateroma que dificultan el paso de la sangre por las arterias –la llamada arterosclerosis- se deba a su exceso en sangre y no a un deterioro crónico del tejido endotelial (el que forma la pared interna de los vasos sanguíneos, linfáticos y del corazón). Terminamos indicando que según el médico alemán Berthold Kern los infartos no los provocaría además la obstrucción de las coronarias pues entre 1930 y 1940 realizó numerosas autopsias y esa hipótesis no se corroboró. Según él son consecuencia de la acidosis metabólica del tejido del ventrículo, problema que afirma puede corregirse por ejemplo con la ingesta de estrofantina, glucósido derivado de la planta africana strophantus gratus. Lo explicamos en detalle en el reportaje que con el título ¿Es realmente la obstrucción coronaria la principal causa de los infartos? se publicó en el nº 148 (lea por cierto la respuesta a la carta que publicamos a continuación). En todo caso puede consultar su situación con el Dr. Taher Abbas (93 456 96 34), cardiólogo experto que pasa consulta en Barcelona.

 

Hola. Hace años conocí a una terapeuta alemana que me habló de las propiedades de la estrofantina para la prevención y tratamiento de las enfermedades coronarias. Me refirió que tuvo contacto con vuestra redacción para informaros sobre esta planta, sus beneficios y experiencia en Alemania y que como consecuencia de este contacto publicasteis un artículo destacado en portada. El caso es que acabo de salir del hospital en el que he estado ingresado por causa de mi 5º infarto y quisiera que a la mayor brevedad posible me facilitaseis contacto con esta terapeuta, información actual sobre la estrofantina y referencias con garantía de dónde conseguirla así como información sobre otros tratamientos que conozcáis y recomendaciones -alimentación, suplementos, terapias, etc.- para mejorar mi estado de salud. Y, si sabéis, algo acerca de la posibilidad de regeneración de las arterias. Espero vuestras prontas noticias. Un fuerte apretón de manos.

Jose Aurelio González 

El reportaje al que usted se refiere es precisamente el que citamos en nuestra respuesta anterior, apareció en el nº 148 con el título ¿Es realmente la obstrucción coronaria la principal causa de los infartos? y en él dimos cuenta -entre otras muchas cosas- de que según el médico alemán Berthold Kern los infartos no los provoca la obstrucción de las coronarias porque entre 1930 y 1940 realizó numerosas autopsias y tal hipótesis no se corroboró. Avalando estudios posteriores su convicción. Su postulado básico es que si las placas de ateroma fueran la causa de los infartos de corazón, ¿por qué no infartan otros órganos cuando las arterias que les alimentan desarrollan también esas placas en sus paredes? Los investigadores David Spain y Victoria Bradess llegarían por su parte -en 1960- a la conclusión de que los bloqueos arteriales son consecuencia y no causa del infarto agudo de miocardio. Sosteniendo que gran parte de los problemas cardiovasculares los provoca la acidificación del organismo y el consiguiente deterioro de las arterias y del músculo cardiaco cuyos tejidos pueden entonces necrosar y terminar infartando. De hecho hay actualmente destacados cardiólogos que postulan que para prevenir un infarto lo que hay que hacer es restablecer el equilibrio del pH en el músculo cardíaco ya que ello impediría el daño tisular. Y eso se consigue tomando de forma regular cardiotónicos a dosis bajas, especialmente un producto de origen natural: la estrofantina. Solo que la estrofantina no puede adquirirse aún en España (y le diremos como dato curioso que aquí la comercializaba en ampollas inyectables como Kombetin -¡en 1938!- los Laboratorios Boehringer).  Ni como medicamento ni como producto homeopático a pesar de que la elaboración de la tintura madre está al alcance de cualquier laboratorio. Se vende en cambio en farmacias centroeuropeas, especialmente en Alemania. Le sugerimos pues que busque en Internet y entre en contacto con alguna. Nosotros no podemos hacer esa labor en su nombre. En cuanto a su interés de entrar en contacto con la terapeuta alemana que nos habría hablado del producto debemos decirle que no sabemos de quién habla. A nosotros nos habló de ella una persona de ese país que vive en España pero no era terapeuta sino empresaria y está ya jubilada. Dicho esto lea la respuesta a la carta precedente.

 

Estimado Sr. Campoy: leo con mucho interés su revista y agradezco la labor tan importante que hacen usted y su equipo informando de otras opciones para tratar enfermedades por profesionales con una visión más integral y menos tóxica. Y por segunda vez solicito su ayuda, en esta ocasión para mi hermana. En noviembre de 2016 le diagnosticaron un lentigo maligno –melanoma in situ– en la mejilla derecha. En aquella ocasión no aceptó la extirpación pero el pasado 25 de octubre de 2018 se lo extirparon citándola para revisión el 6 de febrero de 2019. Sin embargo cuatro días después tuvo que acudir a Urgencias porque se le había infectado la herida. La limpiaron, le hicieron un TAC, la pusieron un tratamiento de antibióticos y la remitieron a Atención Primaria. En diciembre la llamaron de la fundación para citarla, primero en cirugía plástica y después para Oncología. En cirugía plástica nos explicarían que tienen que operarla para ampliar los márgenes de la cicatriz previa, profundizar y limpiar advirtiéndonos de la posibilidad de tener que llegar hasta el vaciado del cuello para prevenir una posible metástasis. Ante un proceso tan agresivo le pregunté a la doctora si no había alguna forma de verificar previamente si la extirpación realizada había dejado la zona bien limpia y sin peligro. Me contestó que podría ser un TAC o un escáner pero que ella no podía ordenarlo por lo que nos remitió a Dermatología. Así que con inseguridad y desconfianza decidimos rechazar la intervención inmediata, aplazar la cita con Oncología y esperar a la revisión de la operación el 6 de febrero antes de solicitar un TAC o un escáner. Mi hermana tiene 74 años y buena salud; lo único que toma es un complejo vitamínico y Ginkgo Biloba. He pensado que tomara Renovén (Bio-Bac). Espero su respuesta ya que confío mucho en lo que puedan aconsejarme sobre este proceso. Le adjunto los informes médicos. Gracias por su atención y reciba un cordial saludo.

Pilar Domenech Roldán 

Aunque no nos lo indica suponemos que a su hermana le extirparon el melanoma mediante la llamada Cirugía de Mohs que se controla microscópicamente y es eficaz en más del 97% de los carcinomas primarios de células basales, en el 94% de los carcinomas de células escamosas y en más del 77% de los melanomas in situ (el caso de su hermana). Al tratarse de un procedimiento controlado micrográficamente permite una eliminación precisa del tejido canceroso. Y no nos consta que haya alternativas verdaderamente eficaces por lo que procede atender a lo que les proponen. Pueden consultar en cualquier caso al Dr. Pérez Olmedo por si entiende que en este caso concreto puede tratarse con Ozonoterapia; tiene su consulta en Pontevedra y el teléfono de su clínica es el 986 10 10 76.

NÚMERO 222 / ENERO / 2019

Apreciado Sr. Campoy: hace ya más de 40 años que mi difunto hermano -el médico Germán Duque Mejía- y yo fundamos lo que otrora fuera la Academia Latinoamericana de Medicina Biológica con sede en Los Robles (Popayán, Colombia). Dado que nuestra formación profesional tuvo lugar en Alemania mi hermano fue egresado de Medicina de la Universidad de Tübingen y yo terminé mis estudios secundarios en la Schule Schloss Salem en donde fuimos compañeros de internado de la Reina emérita Dª Sofia a quien cariñosamente llamábamos Grieche. Ella y su hermana Irene eran sobrinas del Rector de nuestro colegio, el Príncipe Georg Wilhelm von Hannover. La labor de nuestra academia se circunscribió a invitar a conferencistas alemanes en las diferentes áreas de las llamadas medicinas alternativas, en boga en ese momento. Fue así como el Dr. Peter Dosch, alumno predilecto de Ferdinand Huneke, «padre» de la Terapia Neural, nos visitó durante 12 años consecutivos para impartir cursos para principiantes y otros avanzados en Terapia Neural. Pues bien, fuimos nosotros los que llevamos por primera vez la Terapia Neural a España en nombre del Dr. Peter Dosch a quien yo serví de traductor simultáneo en su primera aparición en suelo español. Personajes como Reinhold Voll -«padre» de la Electroacupuntura que lleva su nombre- y Ernesto Adler -ilustre médico-odontólogo alemán-catalán residente entonces en Lloret de Mar y «padre» de lo que hoy llamamos Odontología Neurofocal- fueron otros de los visitantes asiduos a Los Robles. El Dr. Hans Heinrich Reckeweg -fundador y propietario en su momento de la casa Heel de Baden-Baden- fue otro de las lumbreras que nos honró con su presencia y con sus enseñanzas sobre Homotoxicología en “vivo y en directo”. En algo más de una década de existencia alcanzaron a desfilar por la academia de Los Robles más de 1.600 médicos, odontólogos y terapeutas de toda América Latina. El deber de la academia, con apoyo decidido de nuestros visitantes alemanes, era el de informar y formar a profesionales de la salud en aquellas disciplinas que no solían enseñarse ni mencionarse en las facultades de Medicina. Hoy, al pretender hacer un balance de nuestra labor, más de veinte años después de la muerte de mi hermano Germán, creo que cumplimos pues en todos los países de habla hispana será posible siempre encontrar a algún médico practicante de la hoy llamada Medicina Integrativa que hizo su tránsito por Los Robles. Pues bien, por aquellos días solíamos encontrar la revista Discovery DSALUD en dos de los quioscos de nuestra ciudad pero hace ya algunos años que ni siquiera en la Librería Nacional de Bogotá la podemos encontrar. Los dependientes nos explicaron que la revista física ya no llegaba. Queremos imaginar que fue el alto costo del flete aéreo el responsable de tan lamentable pérdida. Hoy, a pesar de mi edad -cuento ya con 75 años, 46 de ellos inmerso en el campo de las medicinas que no se enseñan en las facultades de Medicina- sigo en la lucha y asisto todos los años a la semana médica de Baden-Baden. Y fue precisamente allí donde en 2014 encontré el tema que quiero sugerirle. Verá, mi hermano Germán siempre anduvo en vida tras la búsqueda de alguna disciplina médica que fuera INESPECÍFICA, perteneciese ésta a las medicinas universitarias o a las integrativas o bio-energéticas. Siempre creímos que la Terapia Neural de los hermanos Huneke era la que más se acercaba al concepto de INESPECÍFICA tras del cual andábamos nosotros pues una aplicación neural-terapéutica acertada es capaz de desencadenar múltiples procesos curativos y/o armonizantes. Y hablamos de INESPECIFICIDAD pues todas las demás modalidades terapéuticas que se cobijan bajo el generoso marco de las terapias integrativas o bio-energéticas son ESPECÍFICAS. Fue en suma en el 2014 cuando guiado por un amigo alemán de 104 años que se había convertido en “el papá” de todos los colombianos que solemos asistir a la semana médica de Baden–Baden me puse en contacto con la casa Airnergy AG de la población de Hennef (Alemania). Allí conocí el concepto de lo que ellos llaman, con muchísima razón, la VITALIZACIÓN o ESPIRO–VITALIZACIÓN. Por primera vez pude percatarme, a pesar de mi edad, del significado que tiene la respiración, de la importancia del conjunto de elementos que componen nuestra atmosfera respiratoria y de lo poco o nada que hacemos para preservar lo único de valor que le podremos legar a nuestros descendientes: el aire que respiramos con su 78% de contenido de nitrógeno, su 21% de oxígeno y su 1% de gases nobles varios. Había logrado encontrar esa terapia INESPECIFICA que tanto buscó mi hermano Germán. Adquirí uno de los equipos de fabricación de Airnergy y desde el día 7 de maro de 2015 vengo trabajando en mi consulta con cuatro de esos equipos. Hasta la fecha he realizado más de 17.000 sesiones de 21 minutos de VITALIZACIÓN en el más increíble abanico de cuadros clínicos, en pacientes casi que neo-natos y nonagenarios, en deportistas de alto rendimiento y de fin de semana, en asmáticos de todos los estados y en ciudadanos de la Tercera Edad. En Youtube, bajo el rubro de Jorge Alberto Duque Mejía Espirovitalización, podrá ver usted algunos pequeños videos sobre la temática. Ya que usted, a la cabeza de Discovery DSALUD, ha sido el indudable promotor y punta de lanza para hacer conocer muchísimas de las disciplinas terapéuticas que “nadan contra la corriente oficial” me permito sugerirle entrar en contacto con Alemania para que su maravillosa revista sea la pionera en abrir esta posibilidad terapéutica a los médicos y pacientes de la madre patria y, con especial énfasis, a quienes ya han sido rotulados con el sello de ser pacientes de EPOC. Yo he escrito más de 50 artículos sobre mis experiencias en más de 17.000 sesiones, artículos -todos ellos- que están a su entera disposición de forma absolutamente gratuita. Y por si acaso logro despertar su interés le incluyo a continuación las señas específicas en Alemania; estando tan cerca le sugeriría una visita a la planta de Hennef, a unos kilómetros de Colonia. Si en algo puedo serle útil para que sea usted quien abandere esta cruzada de lo que nos va a permitir RESPIRAR en medio de estas nubes de ppm de polvillo fino, bien puede contactarme que con gusto estaré a su disposición. El alemán es prácticamente mi segunda lengua materna. Un cordial saludo,

Jorge Alberto Duque Mejía
Popayán (Colombia)

La agradecemos muy sinceramente sus palabras y su propuesta que vamos a analizar inmediatamente.  

 

Sr. Director: he tenido conocimiento de que el ex ministro socialista de Fomento y actual diputado del Parlamento Europeo José Blanco López -popularmente conocido Pepe Blanco o Pepiño- que en su día fue Vicesecretario General del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) formuló por escrito una pregunta a la Comisión Europea sobre la petición del Gobierno de Pedro Sánchez de que se modifique la legislación vigente sobre la Homeopatía por entender que es contrario a la Directiva 2001/83/CE -que establece el código comunitario sobre medicamentos para uso humano- y «constituye un riesgo cada vez más notable para la salud de los consumidores». Bueno, en realidad hizo tres preguntas. Son éstas: 1) ¿Ha recibido la Comisión comunicaciones similares de otros estados miembros en relación con la conveniencia de modificar la legislación vigente? 2) ¿Prevé modificar las actuales definiciones de ‘medicamento’ y ‘medicamento homeopático’ recogidas en la Directiva 2001/83/CE y aprobar un marco regulador estandarizado que clarifique el escenario tanto a los profesionales sanitarios como a los ciudadanos? 3) ¿Prevé prohibir los reclamos promocionales de eficacia, seguridad y calidad cuando no haya pruebas demostrables y reproducibles sobre los productos homeopáticos? Tal fue la pegunta que hizo el pasado 28 de septiembre. Pues bien, en nombre de la Comisión le respondió el 23 de noviembre el lituano Vytenis Povilas Andriukaitis Kiusiur -actual Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria- de la manera que transcribo sin tocar una coma: 1) La Comisión no tiene constancia de solicitudes similares de otros Estados miembros para que se modifique la legislación actual sobre los medicamentos homeopáticos.2) La Comisión considera que el marco normativo actual de los medicamentos homeopáticos tiene en cuenta su carácter específico y halla un equilibrio entre garantizar su calidad y seguridad e informar a los consumidores -incluyendo a los profesionales sanitarios- al tiempo que ofrece a los ciudadanos acceso a estos productos. En particular, los productores no asociarán las declaraciones de carácter clínico con los medicamentos homeopáticos sin que se haya demostrado su eficacia terapéutica. Además la etiqueta de estos productos incluirá la indicación ‘medicamento homeopático sin indicaciones terapéuticas aprobadas’ y una advertencia para que el usuario consulte a un médico si los síntomas persisten. La Comisión no tiene previsto en esta fase evaluar ni modificar la legislación sobre medicamentos homeopáticos. 3) La Directiva 2001/83/CE1 exige que tanto los medicamentos homeopáticos como los medicamentos convencionales se sometan al mismo control en términos de fabricación, distribución y vigilancia farmacológica y establece disposiciones de seguridad específicas para los medicamentos homeopáticos sin declaraciones de propiedades terapéuticas. La Directiva especifica qué información puede emplearse para anunciar dichos productos y no permite el uso de información relativa a su eficacia clínica. Compete al estado miembro supervisar que la publicidad de los medicamentos sea conforme a la legislación. Por último, los estados miembros siguen teniendo libertad para adoptar acciones a escala nacional con el fin de incrementar la concienciación». En pocas palabras, se le dice al destacado diputado socialista español que la pretensión del Gobierno de Pedro Sánchez de demonizar y prohibir la Homeopatía en España no cuenta con respaldo alguno en la Unión Europea. De hecho el vicepresidente de la Asociación Médica Mundial Frank Ulrich Montgomery -que es además presidente de la Asociación Médica Alemana- declaró en noviembre pasado de forma pública que la Homeopatía es eficaz. Es más, defendió también la «utilización pragmática» de las llamadas medicinas complementarias «según su nivel de evidencia y potenciales riesgos». De hecho a pesar de la resistencia del actual Gobierno socialista los productos homeopáticos han sido finalmente registrados como medicamentos en España. Lo hizo obligada por las normas europeas la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios el pasado 29 de octubre dando cuenta de los 2.008 medicamentos homeopáticos que pueden ya venderse en nuestras farmacias de forma definitiva y no merced a la disposición transitoria hasta entonces vigente. Tiene pues usted razón cuando en la revista del pasado mes de diciembre dijo que la guerra contra la Homeopatía ya la habían ganado quienes la defienden y lo que resta no es más que el run-run-run de quienes no asimilan su amarga derrota. Atentamente,

Carlos Requejo
(Madrid) 

La agradecemos sinceramente la información que nos ha hecho llegar sobre la pregunta a la Comisión del diputado europeo socialista español que refleja la inaudita posición del PSOE ante la Homeopatía -similar por cierto a la de Ciudadanos– y la clarificadora respuesta textual del Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Sr Andriukaitis. Como le agradecemos igualmente sus amables palabras sobre nuestro trabajo.

 

Estimado Sr. Campoy: hace dos meses compré su libro La Dieta Definitiva a instancias de un endocrinólogo al que acudí dos semanas antes por problemas de hinchazón, inflamación sistémica y dolor generalizado en abdomen, músculos y articulaciones. Me mando análisis de sangre y orina, una tomografía, un electrocardiograma, una ecografía abdominal y, finalmente, una resonancia de cuerpo entero. Y tras decirme que tenía hipertensión y había algunos parámetros fuera de rango -colesterol alto, triglicéridos elevados, niveles de sodio alto y potasio bajo, ácido úrico por las nubes, anemia y la creatinina, las transaminasas, la fosfatasa alcalina y la bilirrubina elevadas- añadió que no se detectaban masas anormales. Debo decirle que cuando acudí tenía solo unos diez kilos de sobrepeso y el médico no lo consideró principio de obesidad ya que a mis 42 años peso 92 pero mido 1,87. El caso es que me recetó una cantidad enorme de fármacos: nada menos que doce. Fue entonces cuando le dije que cómo iba a tomarme tantas medicinas juntas teniendo en cuenta la cantidad de contraindicaciones, interacciones y efectos secundarios que aparecen siempre en los prospectos y en ese momento le cambió la expresión de la cara. Y muy molesto me preguntó si yo era médico o tenía estudios de algún tipo relacionados con la salud, que él había estudiado muchos años para sacarse el título, que sabía lo que hacía y que si no iba a hacerle caso no entendía para qué había ido a consultarle. Le respondí que había ido para saber qué me pasaba y, sobre todo, por qué. Que entendía que todo lo que me había dicho indicaba que me faltaba hierro, que los riñones y el páncreas no estaban bien, que había en mi cuerpo exceso de sal y que tomaba demasiada comida grasienta, bebía cerveza en exceso (no tomo otro alcohol) y era consciente de que no hacía nunca ejercicio y dormía poco. Y a continuación le expliqué que era consciente de mis malos hábitos de vida y que lo que debía hacer era cambiarlos. Añadiendo que lo sabía bien porque era lector de Discovery DSALUD desde hacía casi quince años pero nunca hice otra cosa que informarme por si algún día lo necesitaba pero que a nivel vital no hacía mucho caso de lo que leía porque me encontraba razonablemente bien. Bueno, pues me respondió que la alimentación es importante pero que cambiando de hábitos no iba a resolver mis problemas, que eran ya muchos y graves. Y que me gustara o no debía tomarme los medicamentos que me había recomendado. Que no había otra manera de afrontar mi estado «patológico». Así que, aprensivo y algo asustado, los pedí en la farmacia y empecé a tomarlos. Hasta que a los doce días me encontraba tan mal que decidí dejar todos. Sin excepción. Y me fui a comprar su libro del que había oído hablar cientos de veces pero nunca había adquirido. El caso es que me lo leí entero en dos días, me puse a hacer lo que en él se aconseja y le escribo hoy -30 de noviembre- tras dos meses exactos de llevar sus consejos a «rajatabla». ¿El resultado? Perdí los 10 kilos que me sobraban, no me duele nada y todos mis síntomas han desaparecido. Estoy entusiasmado. De hecho me han dado hoy los resultados porque pedí que me repitieran las analíticas de sangre y orina y TODOS los parámetros son ya normales. Mis más sinceras gracias por su trabajo. Y sepa que voy a hacerle llegar a aquel endocrino -al que no he vuelto a ver desde aquel día- copia de esta carta. Un fuerte abrazo.

Jorge Castillo
(Valladolid) 

Nos congratula su recuperación, le agradecemos de verdad que haya compartido su experiencia con nosotros y le rogamos nos disculpe por haber omitido el nombre de ese médico pero no nos parece ni necesario ni elegante difundirlo.   

NÚMERO 221 / DICIEMBRE / 2018

Sr. Director: somos profesionales de la salud, trabajamos en Genética y estamos desesperados porque España es ¡el único país de Europa que no tiene reconocida la especialidad de Genética a pesar de que llevamos 30 años reivindicando su creación! Integramos un colectivo de biólogos, médicos, farmacéuticos y químicos especialistas en Genética -especialidad no reconocida por el Ministerio- que ejercemos nuestra profesión en hospitales públicos, laboratorios privados y universidades. Se trata de un trabajo desconocido quizás para muchos pero de máxima responsabilidad y cualificación. De hecho casi toda la población ha tenido contacto con nosotros en algún momento de su vida, muchas veces sin saberlo; basta para entenderlo poner algunos ejemplos de en qué consiste lo que hacemos. Los genetistas realizamos estudios de ADN a pacientes con enfermedades poco frecuentes (enfermedades «raras»), pruebas de paternidad, autismo y retrasos mentales, diagnóstico preimplantacional, pruebas de ADN para determinar posibles cánceres familiares hereditarios, diagnósticos prenatales y test prenatales no invasivos (ADN fetal en plasma materno), análisis de parejas con esterilidad o con abortos de repetición y estudios genéticos hematooncológicos (leucemias, linfomas, mielomas, etc.). En suma, efectuamos estudios genéticos de todo tipo. La lista es interminable. Y con repercusiones muy importantes para la salud. Además los resultados de los diagnósticos genéticos “son para toda la vida” y pueden tener implicaciones importantes para otros miembros de la familia. Pueden ser predictivas de la aparición de enfermedad clínica en una persona aparentemente asintomática y pueden ser claves para el manejo y pronóstico de un embarazo influenciando de forma decisiva la toma de decisiones en relación al mismo. Todo ello acompañado de un adecuado asesoramiento genético que también debe realizar el genetista. Pues bien, desde hace 30 años reivindicamos la creación de la especialidad multidisciplinar de Genética porque España es el único país de la Unión Europea que no la tiene reconocida y no se nos hace caso. Es por ello que necesitamos movilizar a la sociedad y concienciar de esta situación a la opinión pública a fin de que nos ayuden, desesperados por la injusticia que esto representa para nuestro colectivo y para la atención sanitaria de tantas personas y familias. En los últimos tiempos se nos ha prometido desde la Administración -en numerosas ocasiones- que se iba a crear la especialidad de Genética. De hecho durante 17 meses -de agosto de 2014 a diciembre de 2016- tuvimos un marco legal regulador para poder acceder a la tan deseada especialidad con el Real Decreto 639/2014, de 25 de julio por el que se regulaba la troncalidad y, entre otros aspectos, se creaba la Especialidad de Genética Clínica dentro del tronco de Laboratorio y Diagnóstico Clínico pero una decisión del Tribunal Supremo acabó con esta posibilidad al anular el real decreto por falta de memoria económica de la troncalidad. Se anuló todo el real decreto, incluyendo la creación de nuestra especialidad. Bueno, pues dos años después seguimos igual y lo reiteramos: somos el único país europeo que NO dispone de esta especialidad. Y necesitamos ser especialistas en Genética con carácter urgente por varias razones: 1) Porque los genetistas realizamos trabajos de alta cualificación y alta responsabilidad. Son funciones propias de un especialista en Genética (con contratos de Titulados Superiores en los hospitales públicos) y retribuciones muy inferiores a nuestras competencias en la mayoría de los casos. Necesitamos equiparación profesional y salarial con sueldos como los de nuestros compañeros que son especialistas en «otras materias» y realizan el mismo trabajo que nosotros pero con sueldos superiores en la mayoría de los casos. 2) Necesitamos ser facultativos especialistas en Genética con competencias definidas y sueldos acorde a ellas y no Titulados Superiores como ocurre en los hospitales públicos. 3) Mientras se crea la especialidad de Genética necesitamos que todas las comunidades autónomas creen de forma inminente la categoría profesional de Facultativo en Genética con sueldos y contratos iguales a nuestros compañeros. 4) En los hospitales públicos no podemos tener nombramientos de Jefes de Servicio ni la retribución oportuna para este cargo como todos nuestros compañeros. Muchos tienen contratos de Titulados Superiores ejerciendo funciones de Jefes de Servicio. 5) Para colmo de males, además de tener contrato como Titulados Superiores buena parte son eventuales o interinos de larga duración porque no convocan nuestras oposiciones desde el año 2000. 6) No convocar oposiciones significa que en los hospitales públicos tampoco se puede optar a cobrar la carrera profesional porque no somos fijos. Es pues de justicia poner en valor a los genetistas, grandes profesionales de la salud y de gran impacto en la atención sanitaria, problema que va en aumento. Además en los últimos tiempos, dado el enorme auge de la Genética, este tema ya se ha convertido en una cuestión urgente por problemas de mala praxis, intrusismo, legalidad de los estudios, problemas éticos, regulación de formación, etc. Y todo esto sin hablar de las páginas web que venden estudios genéticos sin ninguna base científica estafando a la gente. Porque como no hay especialidad no hay legislación y nada se puede hacer para luchar contra las malas prácticas. La regulación de la especialidad mejoraría la formación, la atención al paciente y la oferta de los estudios genéticos pertinentes en todos los centros de salud. Ahora no hay genetistas suficientes para atender toda la demanda y la mayoría de los padres con hijos con enfermedades poco frecuentes tardan muchos años en dar con el diagnóstico adecuado. España necesita un Plan Nacional de Medicina Personalizada de Precisión. Recordemos que el estudio genético nos permite identificar no solo qué pacientes se van a beneficiar de una cierta terapia sino también aquellos en los que la toxicidad podría ser inaceptable. Y eso, de nuevo, no es solo bueno para el paciente -que recibirá un tratamiento más eficaz y con menor toxicidad- sino que es beneficioso también para el conjunto de la sociedad al contribuir a la sostenibilidad del sistema. De esa forma solo recibirían determinados tratamientos aquellos pacientes que realmente puedan resultar beneficiados. En fin, sin genetistas no puede haber medicina personalizada y eso requiere que se cree de una vez en España la especialidad de Genética. Y dado que el Ministerio de Sanidad lleva años prometiendo que se va a crear pero no cumple el colectivo de genetistas, en un intento ya desesperado, ha acordado realizar una petición a través de change.org para que sea la propia sociedad la que reclame la creación de la especialidad. Se trata de un problema de salud de primer orden que afecta a todos y de ahí que pidamos que se firme y se difunda entre familiares y amigos. Necesitamos ayuda para conseguirlo y mejorar así la atención sanitaria. https://t.co/usJT1fBeyg

Dra. Mª José Trujillo-Tiebas
Adjunto del Servicio de Genética de la Fundación Jiménez Díaz

Dra. Belén Gil-Fournier
Responsable de la Unidad de Genética del Hospital de Getafe
 

Somos conscientes de la importancia de su trabajo y les aseguramos que la situación por las que ustedes atraviesan no es que sea bochornosa -que también- sino directamente delictiva. De hecho deberían haber llevado ustedes a los tribunales a los responsables administrativos de tal desaguisado pues el perjuicio que les llevan causando desde hace años con su desidia -personal, profesional y económico- es obvio y cuantificable. Lo mismo que deberían haber hecho otros colectivos sanitarios a lo que se ningunea… cuando no se les veja. Siempre nos ha llamado la atención la falta de valentía y coraje de algunos colectivos para exigir sus derechos cuando otros que no los tienen los piden sin ruborizarse. Así que publicada queda su carta y dada a conocer su iniciativa de acudir a una petición popular a través de change.org pero si creen que eso realmente va a servir como medida de presión política son ustedes ingenuamente encantadores. Los derechos no se mendigan: se exigen. Y se lleva a quienes lo impiden ante la Justicia; primero ante la española y si ésta mira hacia otro lado ante la europea. Nadie pisotea a quienes no se dejan pisotear así que den juntos un paso al frente de una vez. 

 

Sr. Director: acabo de enterarme con auténtico asombro -oyendo la radio- de que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) -organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social- puso en marcha el pasado 8 de noviembre una campaña para alertar a la población de que la acrilamida -compuesto que se forma al cocinar a más de 120º alimentos ricos en hidratos de carbono como las patatas y los cereales- puede ser peligrosa y hay que concienciar de los riesgos que para la salud comporta su consumo dando consejos sobre formas de cocinado que eviten altas concentraciones de la misma en los alimentos. Reconocen ya abiertamente que es genotóxica y cancerígena. Solo que han tomado esa decisión porque en abril pasado entró en vigor el Reglamento (UE) 2017/2158 de la Comisión Europea que así lo exige. Y digo que lo escucho con asombro porque yo leí eso en su revista ¡hace 16 años! Me he molestado en buscarlo y lo advirtieron ustedes -por primera vez porque luego hay más informaciones- en la sección de Noticias del nº 42 correspondiente a septiembre de 2002. Es más, soy de los que se ha estudiado -no solo leído- su obra La Dieta Definitiva y he comprobado que ya advertía también en él de ello en dos capítulos: Inconvenientes y peligros de freír los alimentos y La preparación incorrecta de los alimentos. Y eso que la primera edición apareció en junio de 2002. Mi más sincera felicitación por tanto ya que una vez más lleva años adelantándose a lo que otros tardan mucho más en asumir. Realmente van ustedes a la vanguardia del conocimiento en el ámbito de la salud como decía un antiguo eslogan de la revista que aún recuerdo. Y reconocerlo es de justicia.

Carlos Martínez
(Zaragoza)

Gracias por sus elogios. Hace poco, en un amplio reportaje aparecido en el nº 216 con el título La genotóxica y cancerígena acrilamida está presente en más de 750 alimentos, recordamos que se trata de un tóxico presente hoy en bolsas de patatas fritas, aperitivos, galletas, cereales para el desayuno, productos de bollería, café y cientos más de alimentos a pesar de estar considerada «posiblemente cancerígena» por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer. Y es que se metaboliza en el hígado convirtiéndose en glicidamida, metabolito demostradamente genotóxico y cancerígeno. Acrilamida que aparece siempre que se elaboran a más de 120º los alimentos ricos en glucosa, fructosa y asparagina, aminoácido no esencial presente en los lácteos, la carne de ternera, las aves de corral, los huevos, el pescado, el marisco, los espárragos, las patatas, las legumbres (incluida la soja), los frutos secos y las semillas. Además la acrilamida se metaboliza con facilidad absorbiéndose en el tracto gastrointestinal desde donde puede pasar a todos los órganos tras transformarse en glicidamida en el hígado. Advertimos igualmente que si bien los alimentos más ricos en acrilamida son las patatas fritas industriales, el pan, los cereales de desayuno, las galletas, los productos de bollería, el café y otros derivados de cereales y patatas están asimismo en muchos otros alimentos. De hecho explicamos que por eso la Unión Europea va a vigilar estrechamente diez grupos de alimentos que incluyen los productos de bollería, pastelería, repostería y galletería, las patatas chips, los productos de aperitivo, los biscotes, las barritas de cereales, los cucuruchos, los barquillos, los cereales de desayuno, el café, los sucedáneos de café con más de un 50% de cereales o achicoria, los alimentos para bebés en tarro y muchos otros. Siendo tres las recomendaciones básicas de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaría y Nutrición para disminuir al máximo la presencia de acrilamida en los alimentos que se cocinan en el hogar: preferir el color dorado al marrón oscuro, evitar tostar o quemarlos y almacenar las patatas en lugar fresco y oscuro pero nunca en la nevera.

NÚMERO 220 / NOVIEMBRE / 2018

Estimado Director: soy habitual lector de su revista desde hace ya muchos años y me he animado a escribirles por lo desconcertado que me he quedado al leer dos artículos absolutamente contradictorios entre sí publicados en la revista nº 218 del mes de septiembre. Me refiero a la recomendación del Dr. José Luis Cidón Madrigal -por el cual siento una profunda admiración- de limitar el consumo de cereales (incluyendo los integrales y entiendo que en grano y de máxima calidad biológica) de los que en el artículo se llega a decir que «pueden dificultar la circulación sanguínea«. Sin embargo unas páginas más adelante, exactamente en la 55, el Dr. Hiromi Shinya recomienda totalmente su utilización comentando que «no ensucia la sangre con desperdicios y no requiere grandes gastos de energía para digerirse y absorberse«. Hasta ahora comprendía que hay miles de estudios que avalan el consumo de cereales integrales de cultivo ecológico, los cuales han constituido la base de la alimentación de gran parte de la humanidad y de sus poblaciones más longevas y son el fundamento de estilos de vida bien fundamentados como la Macrobiótica. Y la verdad, desconcierta leer opiniones científicas tan radicalmente opuestas. Es por ello que me dirijo a ustedes por si tienen a bien de poner algo de luz en este tema, donde los profesionales debatan hasta el fondo de esta cuestión y saquemos algo en claro, sobre todo cuando existen posturas tan opuestas entre sí. Son miles los profesionales en todo el mundo los que recomiendan una dieta elevada en cereales integrales (sobre todo sin procesar, en grano y de cultivo ecológico), legumbres, verduras, frutas, semillas, frutos secos, aceites de calidad y un poco de producto animal como la mejor dieta para garantizar no solo la salud sino también la sostenibilidad del planeta. Reciba un cordial saludo

Juan José Martín

Antes de la frase que usted cita se explica que Hiromi Shinya desaconseja abiertamente la ingesta de carbohidratos refinados pero no la de «los integrales orgánicos de calidad». Y recordemos que se llama alimento orgánico, ecológico o biológico al producto agrícola o agroindustrial que se produce sin el uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales. Pues bien, un cereal integral orgánico es sano cuando no ha sido genéticamente modificado. Algo que hoy es cada vez más difícil de encontrar, especialmente en los casos del trigo y el maíz. Que el maíz actual provoca numerosas disfunciones metabólicas se sabe aunque se ha estudiado menos pero en el caso del trigo el problema es ya enorme. Por eso tanta gente ha dejado de ingerir pan. Es verdad que se venden panes de otros cereales… pero prácticamente todos se hacen mezclándolos con harina de trigo. Desde los de espelta hasta los de chía pasando por los de centeno. Y el trigo actual no tiene nada que ver con el ancestral que se comercializaba en el mundo hace poco más de medio siglo. Lo hemos contado de forma amplia en el reportaje que con el título Los cereales, el pan y la pasta son dañinos publicamos en el nº 180 y puede usted leer en nuestra web en el que -entre otras muchas cosas- explicamos que en su singular libro Cerebro de Pan el conocido neurólogo David Perlmutter llega a decir lo siguiente: “Los cereales modernos están destruyendo silenciosamente tu cerebro. Y cuando digo modernos no me refiero solo a las harinas refinadas, las pastas o el arroz que cargan ya con el estigma que les imponen los enemigos de la obesidad. Me refiero también a todos los cereales que muchos hemos llegado a considerar saludables: el trigo integral, el cereal integral, el multigrano, los siete granos, el grano vivo, el grano molido a la piedra y demás. En pocas palabras, estoy diciendo que uno de nuestros grupos alimenticios esenciales más queridos es en realidad una agrupación terrorista que ataca nuestro órgano más preciado: el cerebro”. Habla pues pésimamente de los cereales modernos, incluidos los integrales. El cardiólogo William Davis publicó por su parte la obra Sin trigo, gracias -en inglés Wheat Belly cuya traducción literal es Barriga de trigo– en la que asegura que el trigo actual puede ser causa de obesidad y patologías cardiovasculares denunciándose en él que el problema no está solo en el gluten porque hay “otras 1.000 proteínas en el trigo que también tienen potencial para provocar respuestas extrañas o inesperadas». Afirmaciones contrastadas como puede comprobarse leyendo el amplísimo reportaje La intolerancia al pan y a los productos hechos con trigo es cada vez mayor que publicamos en el nº 163, texto en el que explicamos que el 95% del que hoy se consume es un trigo hexaploide cuyo ADN contiene 42 cromosomas, plasticidad genética tan extraordinaria que permite obtener miles de variantes. De hecho contiene ¡seis veces más genes que el genoma humano siendo capaz de producir la friolera de 24.000 proteínas distintas! Por eso puede ser causa de muy diversas patologías… o agravarlas. Entre otras, de celiaquía, obesidad, hipertrigliceridemia, resistencia a la insulina, diabetes tipo II, hipermeabilidad intestinal, autismo, esquizofrenia, hiperactividad y cáncer. En suma, estamos ante un problema difícil de resolver porque no es fácil ya encontrar para hacer mezclas de cereales proveedores de harinas de emmer silvestre, triticale (cereal reforzado que procede del cruzamiento entre trigo y centeno), espelta, einkorn, sanduri y otros trigos salvajes. Es por eso más sencillo consumir pan de alforfón, es decir, de trigo sarraceno. 

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El conocido investigador y cofundador de la organización Cochrane Collaboration, Peter C. Gøtzsche, ha sido expulsado de la misma, decisión tras las que inmediatamente dimitieron otros cuatro miembros de la Junta de Gobierno. Pues bien, con tal motivo Gøtzsche publicó en su blog una Carta Abierta sobre lo sucedido que incluimos de forma excepcional en esta sección dada su importancia y a petición de varios de sus colaboradores. Esta es la traducción que de la misma se nos ha hecho llegar:

Lamento informar de que he sido expulsado del actual equipo de la Junta de Gobierno de Colaboración Cochrane con el voto favorable de 6 de sus 13 miembros. Expulsión sin justificación clara y razonada pues solo se me ha acusado de “desacreditar” a la organización. Es la primera vez en 25 años que un miembro es excluido de Cochrane, acción desproporcionada sin precedentes muy perjudicial para la entidad y los intereses generales de la salud pública. Como resultado y debido a una serie de cuestiones más amplias relacionadas con la inadecuada gobernabilidad de Cochrane contrarios a sus principios y objetivos otros cuatro miembros de la Junta han dimitido. Colaboración Cochrane ha entrado así en un territorio inexplorado de crisis y falta de dirección estratégica. Recuperarse de tan calamitosa situación requeriría disolver el actual Consejo y convocar nuevas elecciones tras un amplio debate participativo sobre la estrategia futura y los criterios que deben presidir la organización pues en solo 24 horas la Junta de Gobierno de Cochrane -de trece miembros- ha perdido a cinco, cuatro de los cuales son directores de centros y miembros clave de la organización en diferentes países.

El equipo central ejecutivo de Cochrane no ha podido activar las salvaguardas adecuadas -no solo técnicas que generalmente son excelentes- para asegurar políticas eficientes en los ámbitos de la epistemología, la ética y la moral. La transparencia, el debate abierto, la crítica y la amplia participación son las herramientas que garantizan disminuir la incertidumbre en las revisiones y mejoran la percepción pública en el proceso científico democrático. Son condiciones y herramientas de las que no se puede prescindir -como ha sucedido recientemente- sin poner en serias dudas el compromiso científico de Cochrane y erosionar la confianza pública en su trabajo. Mi expulsión debería verse en este contexto.

Además ha habido un serio déficit democrático. El papel de la Junta de Gobierno ha sido radicalmente debilitado debido al intenso control del actual equipo central ejecutivo convirtiéndolo cada vez más en una mera instancia testimonial para legitimar propuestas cerradas que no permiten el intercambio de puntos de vista y formular nuevas políticas. En decenas de cuestiones el Consejo solo puede votar sí o no con muy poca oportunidad para enmendar o modificar las propuestas del equipo ejecutivo.

Esta creciente cultura autoritaria y jerárquica así como un modelo de negocio cada vez más comercial impuesto por parte del liderazgo de Cochrane en los últimos años amenazan los objetivos científicos, morales y sociales de la organización. Muchos centros Cochrane han sufrido presiones y sufren por la negativa a dialogar del Director Ejecutivo (CEO). Cuando los responsables de Cochrane alertaron de estas preocupantes tendencias -que afectan negativamente la operatividad y percepción de nuestro trabajo científico- el Nordic Cochrane Centre recibió amenazas y sufrió limitaciones presupuestarias. Muchos de los directores y personal clave de los centros Cochrane más antiguos del mundo han manifestado su desacuerdo sobre cómo interactúan los ejecutivos de las oficinas centrales. A pesar de que el objetivo de tales interacciones debería ser mejorar la calidad de nuestro trabajo el enfoque de mano dura ha creado situaciones conflictivas cuando se plantean nuevas iniciativas científicas, más colaboración abierta y libertad académica. También ha habido críticas internas sobre excesos en la divulgación de revisiones favorables, conflictos de interés y sesgos de algunos comentarios de expertos utilizados por el departamento de traslación del conocimiento de Cochrane.

Además Cochrane da cada vez menos prioridad e importancia a su entorno cívico y a su compromiso político para promover el acceso abierto, la apertura de datos, la transparencia científica, evitar conflictos de interés y, en general, promover un modelo de innovación de interés público. Problemas a mi parecer estrechamente relacionados con la obtención de la “mejor evidencia posible”, uno de los fines de Cochrane. El actual ejecutivo de Cochrane se ha negado incluso a dar públicamente su opinión sobre las nuevas políticas tecnológicas que restringen el acceso a los datos impidiendo cumplir con los objetivos. Hay una clara resistencia a decir algo que pueda molestar a la industria farmacéutica porque la excusa de la falta de tiempo y personal -alrededor de 50- no es creíble. Ha habido igualmente resistencia e inmovilismo por parte del equipo ejecutivo central para mejorar las políticas de conflicto de interés de Cochrane. Hace un año propuse que no hubiera en Cochrane revisores que tuvieran vínculos financieros con empresas relacionadas con el producto revisado y aunque lo apoyaron otros miembros de la Junta la propuesta no prosperó.

Los líderes ejecutivos de Cochrane usan hoy casi siempre términos comerciales -como “marca”, “productos” y “negocio”- que no se corresponden con una red de colaboración científica que comparte valores como cooperación, independencia y apertura.  Para disgusto de muchos líderes senior en Cochrane la palabra Collaboration –que es parte de nuestro nombre- ha sido eliminada de las comunicaciones internas cuando es la que nos distingue de otras entidades científicas en las que la competencia domina los procesos internos. La colaboración, el compromiso social, nuestra independencia de los intereses comerciales y nuestra mutua generosidad es lo que las personas que trabajamos en Cochrane hemos apreciado siempre más y lo que otorga valor añadido a nuestro trabajo.

A menudo se olvida que somos una organización científica cuya supervivencia depende del altruismo de miles de donantes y la contribución de diversos gobiernos de todo el mundo. Contribuimos de forma sustancial a la comprensión e interpretación de la evidencia científica y cuáles son los beneficios y daños de las intervenciones, dispositivos y procedimientos que usa la gente. Nuestro trabajo influye pues en las decisiones políticas que se toman en todo el mundo, desde los protocolos médicos hasta la comercialización de nuevos medicamentos por las agencias reguladoras más importantes. Así que la integridad de Colaboración Cochrane es primordial. Debería enorgullecernos ser proveedores globales de “evidencias fiables” que se fundamentan en valores como la apertura, la transparencia y la colaboración pero en los últimos años Cochrane ha virado significativamente hacia un modelo de negocio que busca obtener beneficios. A pesar de ser una organización sin ánimo de lucro la estrategia de monetizar “marca” y “productos” tiene prioridad sobre la obtención de resultados científicos independientes, éticos y socialmente responsables. De hecho, contraviniendo los fines fundacionales, mi centro y otros nos hemos tenido que enfrentar a numerosos intentos de censura científica y a limitaciones del debate científico -pluralista y abierto- sobre la calidad científica de las revisiones Cochrane que dan cuenta de los beneficios y daños de las distintas intervenciones utilizadas en la práctica médica.

La crisis ética de Colaboración Cochrane fue de hecho lo que me animó a postularme como miembro de la Junta de Gobierno siendo elegido a principios de 2017 con más votos que los otros 11 candidatos, algo que consideré un éxito dado que fui el único que había sido crítico con nuestros líderes. Lamentablemente he sido expulsado por mi “comportamiento” pero la razón oculta es la existencia de una estrategia clara que busca que Cochrane se aleje cada vez más de sus objetivos y fines originales. No se trata pues de una cuestión personal: es un asunto político, científico y moral que tiene que ver con el futuro de Cochrane. Como la mayoría sabe gran parte de mi trabajo no es precisamente favorable a los intereses financieros de la industria farmacéutica y eso ha hecho que Cochrane haya tenido que afrontar presiones, críticas y quejas. Y mi expulsión es el resultado de tal campaña. Lo que está en juego por tanto es la capacidad de lograr evidencias médicas creíbles y fiables, algo que nuestra sociedad valora y necesita.

Peter C. Gøtzsche

NÚMERO 219 / OCTUBRE / 2018

Estimado Director: tengo 87 años y hace mucho que soy suscriptora de la revista. Hace unos años tuve un pequeño dolor en la cadera, fui a un reumatólogo, me hicieron radiografías y me dijeron que tenía la Enfermedad de Paget y tomara Fosamax pero al ver sus efectos secundarios me negué y decidí probar por mi cuenta. El caso es que después de la gimnasia diaria me duché con agua fría -sobre todo al rededor de la cadera-  desapareciendo así el dolor por lo que me olvidé de ello. Les escribí una carta especificándoles lo que comía para desayunar y la gimnasia que hacía para asegurarme de que era correcto -aunque no mencione lo de Paget porque ya no tenía nada- y ustedes me contestaron que siguiera haciendo lo mismo así que eso hice. El problema es que últimamente me ha empezado a doler de nuevo la cadera y me han hecho una densitometría y una gammagrafía confirmando otra vez que tengo la Enfermedad de Paget. Y me han ofrecido un tratamiento con acido alendrónico pagando 600 euros al contado. Como no lo vi claro hablé con mi médico de cabecera y me propuso tomar Fosamax. Lo tomé y la noche siguiente tuve unos dolores muy fuertes en el brazo izquierdo, que llevo enyesado por una caída accidental. En fin, no me importa pagar lo que sea si verdaderamente me cura pero no lo veo claro. Les pido pues su opinión y consejo. Tomo calcio diariamente e Hidroferoluna vez al mes. Estoy muy asustada porque hace dos meses me encontraba perfectamente y ahora me duele todo. Gracias y un ¡bravo! por su gran acción y labor.

Micaela Tur Bonet
(Barcelona) 

Los médicos llaman Enfermedad de Paget u Osteítis deformante a la inflamación idiopática -es decir, de causa desconocida aunque se especula con una posible causa genética o una infección viral sufrida en la infancia o la juventud- del tejido óseo metabólico dando lugar a la destrucción y posterior regeneración anormal del hueso -que suele ser más grande pero débil y lleno de vasos sanguíneos nuevos-. Y cursa con dolor persistente en huesos, compresión neural, deformidades óseas que afectan la marcha, hipercalciuria severa -con o sin formación de cálculos renales- y fracturas reiteradas. No entendemos pues que sea su caso si hace apenas dos meses no tenía usted síntoma alguno. Se trata además de un problema que suele tratarse con antiinflamatorios no esteroideos o bifosfonatos que inhiban la resorción ósea; como el tiludronato, el pamidronato, el risedronato y, sobre todo, el alendronato sódico que es el que a usted le han sugerido tomar ya que se comercializa como Fosamax. Fármaco que debe ingerirse simultáneamente con suplementos de calcio y vitamina D durante al menos 6 meses. En cuanto al ácido alendrónico no es más que otro nombre del alendronato sódico, luego le estás ofreciendo lo mismo a un precio disparatado. En suma, el Fosamax que inteligentemente usted se negó a ingerir es un bisfosfonato que dicen previene la pérdida de hueso y el riesgo de fracturas óseas –algo muy discutible- pero su ingesta puede provocar –y esto no es discutible porque lo reconoce el propio fabricante- reacciones alérgicas como urticaria, erupción cutánea, picor, enrojecimiento de la piel, hinchazón de la cara, labios, lengua y garganta, náuseas, vómitos, calambres, espasmos musculares, sensación de hormigueo en los dedos o alrededor de la boca, visión borrosa, dolor o enrojecimiento en el ojo, dolor abdominal, sensación incómoda en el estómago o eructos, estreñimiento, sensación de estómago lleno o hinchado, diarrea, flatulencia, ardor, dificultad para tragar, úlcera de esófago, heces negras, estrechamiento de la garganta, fiebre, mareos, hinchazón de las articulaciones, manos o piernas y disminuciones leves y transitorias de los niveles de calcio y fosfato en sangre así como dolor óseo, muscular o articular. Dice usted asimismo que a pesar de no tomarlo sí que ingiere lo que se toma conjuntamente con él: calcio y vitamina D.  Porque el Hidroferol es pro-vitamina D en forma de calcifediol y aunque los médicos minimizan su riesgo la verdad es que en caso de ingesta excesiva y/o prolongada puede dar lugar también a numerosas reacciones adversas sobre todo cuando se asocia con altas dosis de calcio (su caso). Entre ellas dolor óseo y muscular. En pocas palabras: el dolor de la cadera se lo puede estar provocando la ingesta de calcio e Hidroferol así que, ¿cree que tiene sentido tomarlos? Tiene más sentido que dada su edad padezca usted un principio de artrosis u osteoartritis, degeneración de las articulaciones que se caracteriza por la deformación que produce el desgaste de los cartílagos que suele afectar sobre todo al cuello,  la región lumbar, las rodillas y las caderas además de a otras articulaciones. Y para prevenirlo y tratarlo lo que hay que hacer es algo de ejercicio -el que pueda dada su avanzada edad-, ingerir suficiente agua de calidad, desintoxicarse, saber que hay multitud de fármacos y alimentos que acidifican el organismo y obligan al cuerpo a compensarlo -normalmente extrayendo calcio de los huesos al ser el mineral alcalino más abundante- y seguir durante una temporada una dieta basada en verduras, frutos secos, legumbres -todos preferentemente ecológicos-, gelatina y pescado azul para asegurarse de ingerir suficientes ácidos grasos omega 3. Añadiremos que hay otras muchas sustancias que pueden ayudarle, especialmente el cloruro de magnesio, el silicio orgánico y el manganeso pero también suplementos de cartílago de tiburón –es rico en sulfato de condroitina y glucosaminoglicanos-, cúrcuma, enzimas proteolíticas, PABA, SAM (S-adenosil-L-metionina), selenio y vitaminas A, C y E junto a las del complejo B. Obviamente ello requiere ponerse en manos de un buen profesional que paute las dosis y los tiempos. Agregaremos que hay varias plantas antiinflamatorias muy útiles en casos de artrosis y problemas similares: el sauce, el harpagofito, la ulmaria o reina de los prados y la manzanilla. Y sepa que además de las duchas frías alivia igualmente las molestias aplicar hielo y posteriormente calor en la zona afectada así como cubrirla con un paño caliente empapado en aceite de lino (es rico en omega 3). 

 

Sr. Director: el año pasado empecé a sentirme mal de pronto estando por la mañana en la oficina y vomité sin poder hacer nada para evitarlo; apenas llegué a coger una papelera cerrada que forramos por dentro con una bolsa de basura por razones de eficacia a la hora de vaciarla. Y a continuación vomité una y otra vez cada poco tiempo hasta que estuve así ¡tres horas! Mis compañeros -apenas podía ya ponerme en pie- pidieron entonces una ambulancia, me llevaron al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda y una vez allí me interrogaron, pidieron una analítica y un TAC urgente de cabeza y tórax y tras tumbarme en una cama de lado junto a un cubo para poder vomitar me pusieron suero fisiológico para no deshidratarme y me dieron un anti-vomitivo (Primperán). El caso es que ni en el TAC ni en la analítica detectaron nada anormal. Ya por la tarde vinieron dos otorrinos, me hicieron unas simples pruebas tras pedirme que me sentara en el borde de la cama -lo que me costó- y concluyeron que tenía «vértigo periférico». Les pregunté entonces qué era eso porque no lo había oído en mi vida y me dijeron que lo producía una alteración  del líquido del oído interno. Y que ni se sabe por qué se produce ni hay tratamiento eficaz. Que tomara el anti-vomitivo mientras tuviera náuseas, una pastilla que se supone es para el vértigo que horas después comprobé no sirve para nada y que me quedara en observación hasta la mañana siguiente. Eso fue todo. Volvieron pues temprano, vieron que no vomitaba ya y me dijeron que podía irme a casa pues lo único que puede hacerse en estos casos es tumbarse en la cama varios días hasta que el propio organismo se autorregule. Lo que en mi caso costó más de una semana. Recuperación pues muy lenta. Agregaré que todo empezó cuando llevaba casi mes y medio nadando a crol en la piscina y, por tanto, moviendo la cabeza para respirar de un lado a otro constantemente durante mucho tiempo (me hacía 100 largos de 25 metros al día entre mañana y tarde). Entiendo pues que pudo ser la causa. El problema es que este año he hecho lo mismo y he tenido síntomas iniciales parecidos pues a veces me desequilibro al andar, se me revuelve el aparato digestivo y me da la impresión de que voy a vomitar en cualquier momento. Y tal es el motivo de mi carta: ¿pueden por favor dedicar un reportaje a este problema lo antes posible? En este tiempo me he enterado de que es algo más común de lo que pensaba, que hay distintos tipos de vértigo y que además de los oídos puede haber otras causas. Gracias anticipadas.

Jose Antonio Sanz
(Majadahonda) 

Tiene razón: es un problema más habitual de lo que se cree. Vamos pues a complacerle en breve.

NÚMERO 218 / SEPTIEMBRE / 2018

Estimado Director: hace unos cuatro años y medio me puse en contacto con la revista para hablarles del enfoque del médico chileno Jorge Lolas Talhami sobre el Síndrome Premenstrual Severo (SPM) o Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) y en febrero de 2014 publicasteis un artículo pero como desde entonces ha habido muchos avances quisiera ponerlos en vuestro conocimiento. Y empezaré diciendo que poco antes de su publicación tuve que volver a Chile para continuar allí con el tratamiento porque no encontré a ningún ginecólogo que se prestara a realizarlo o continuarlo en España. Fue muy frustrante y las reacciones de los médicos me desanimaron. Afortunadamente una vez en Chile el Dr. Lolas se volcó conmigo y terminado el tratamiento mi calidad de vida mejoró un 60%. Desaparecieron los síntomas emocionales previos a la menstruación y pude dejar de tomar psicofármacos con los que llevaba ya más de 4 años. Además las crisis de migrañas disminuyeron notablemente -en frecuencia, intensidad y duración- y las menstruaciones dejaron de ser tan dolorosas, menos cuantiosas y asimismo de menor duración. También dejé de tener infecciones de repetición, tanto de orina como vaginales. Pues bien, poco después de la publicación del artículo en Discovery DSALUD una ginecóloga española seguidora de la revista, la Dra. Juani Lafaja Mazuecos, contactó con el Dr. Lolas. El artículo le había parecido muy interesante porque siempre se había sentido limitada a la hora de abordar el Síndrome Premenstrual Severo de sus pacientes así que en abril de 2014 se desplazó hasta Santiago de Chile para conocerle en persona y aprender su metodología quedando muy sorprendida por lo que vio y verificó. En ese tiempo yo aún me encontraba en Chile terminando el tratamiento, pude conocerla en persona y me pareció una profesional muy humana e implicada. Me sentí muy agradecida de que el artículo hubiera dado frutos y además nos hicimos amigas. Una vez la Dra. Lafaja regresó a Elche -donde tiene su consulta- preparó todo para abordar el Síndrome Premenstrual Severo con la metodología integral y personalizada del Dr. Lolas valorando el origen infeccioso, el proceso inflamatorio y el déficit inmunitario. Por mi parte continué con el trabajo de difusión junto a otras pacientes y familiares y me ofrecí a colaborar con la doctora en su clínica ya que, tal y como había observado en la consulta del Dr. Lolas, este tratamiento precisa de orientación debido a lo exclusivo y novedoso del método; requiere empatizar e informar desde el inicio y durante todo el proceso; en suma, colaboro con ella desde 2015. En cuanto a mi sintomatología he mejorado ya en un 75%. ¿Y cuáles son las novedades a las que me refería? Pues éstas: 1) El Dr. Lolas ha publicado en colaboración con la Dra. Lafaja un nuevo trabajo que puede consultarse en https://ng-clinicas.com/wp-content/uploads/2017/03/OJOG-espa%C3%B1ol-Lolas-Lafaja-Ferr%C3%A1ndez.pdf. 2) El cineasta chileno Patricio Quintana ha elaborado sobre ello un documental que puede visualizarse en www.youtube.com/watch?v=v2Ef4YMvU-w&list=LL7cyJJbtGHheGdTr-mnW0XA&index=10. 3) El Dr. Lolas ha publicado la 2ª edición de su libro y en él se incluye una guía para médicos: http://histerotoxemia.blogspot.com/2017/01/nuevo-libro-del-dr-lolas.html. 4) Tanto el Dr. Lolas como la Dra. Lafaja están informando y/o formando a otros profesionales de la salud sobre esta patología y su abordaje. Agregaré que desde que la Dra. Lafaja emprendiera esta andadura ha contactado y aprendido de otros profesionales que tienen un abordaje similar a esta problemática como el Dr. Attila Toth quien en 1988 realizó un estudio que relaciona esta patología con la infección del aparato reproductor (http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/030006058801600404). Es más, encontró una clara relación entre la infertilidad y la infección crónica uterina publicando sobre ello un interesante libro titulado Fértiles versus Infértiles. Me queda añadir que la Dra. Lafaja está cursando los estudios de Medicina Ambiental que promueven la Fundación Alborada y la Escuela Americana de Medicina Ambiental y que se ha formado en Nutrición Celular Activa con el profesor Felipe Hernández ya que considera que la alimentación es crucial para la salud en general y para esta problemática en particular. Además quiso completar su formación con un máster en Sexología impartido por la Universidad Camilo José Cela de Madrid al darse cuenta de que muchas de las pacientes con esta dolencia padecen serias disfunciones sexuales habiendo hecho un trabajo de fin de máster titulado Impacto de la patología inflamatoria del cérvix uterino en la función sexual femenina y en la calidad de vida. En fin, me he permitido enviarles esta información porque desgraciadamente no hay muchas profesionales de la Medicina que traten a sus pacientes con esta problemática de forma tan integral y completa y las españolas con este problema deben saberlo. Gracias finalmente por la publicación de aquel artículo que ha servido, de modo directo o indirecto, para mejorar la vida de muchas mujeres y las de las personas de su entorno. Reciban un afectuoso saludo.

Ángela de la Serna 

Le agradecemos sinceramente su carta que hemos resumido dada su extensión si bien respetando lo fundamental y quitando las referencias que podrían considerarse de carácter meramente publicitario.

 

Sr. Director: supongo que mi pregunta la habrán respondido muchas veces pero conocí la revista hace apenas dos años y no he visto respuesta a mi inquietud en este tiempo. Y es muy sencilla: dicen ustedes en las respuestas a muchos lectores -lo sé porque me encanta leer el histórico de la sección ya que ¡vaya cantidad de información de calidad que ofrecen en ella!- que el azúcar blanco es MUY malo para la salud. Sin embargo en otros medios de comunicación leo textos en los que se afirma que no debemos dejar de consumirla porque es imprescindible para el funcionamiento del organismo, de forma especial para el cerebro. ¿Es realmente así? ¿No solo podemos sino que debemos ingerirla de forma habitual como se afirma en ellos? Quedo a la espera de su contestación y aprovecho para felicitarles por tan excelente revista.

Jose Manuel Cabello
(Barcelona)

Sobre este tema publicamos un completo artículo en el nº 8 de la revista -muy al principio pues– que puede leer en nuestra web –www.dsalud.com– y apareció con el título ¿Es el azúcar peligroso para la salud? ¿Y los edulcorantes? Texto en el que explicamos que al obtener azúcar refinado -tanto de la caña de azúcar como de la remolacha- se pierde toda la fibra, las sales minerales y las vitaminas debido a los procedimientos de cocción a altas temperaturas así como al uso de productos químicos obteniéndose un polvo sólido, cristalizado y de color blanco en estado puro que en realidad es sacarosa (C12H22O11). Siendo subproductos que se obtienen de ella la melaza -utilizada para la fabricación de alcohol y la alimentación del ganado- así como el bagazo -que se emplea como combustible-, la celulosa, el rayón, la pasta de papel, productos plásticos… Y no es verdad que el organismo la necesite. Lo que precisa el ser humano es glucosa y esa está presente en los hidratos de carbono no refinados. Y es igual que sea azúcar blanco o moreno ya que sus diferencias son mínimas; ambos son igualmente nocivos. ¿Por qué? Pues porque para metabolizar el azúcar blanco o sacarosa se precisan vitaminas del grupo B, en especial de la B1. Y como quiera que se trata de una vitamina cuya ingesta se realiza habitualmente en poca cantidad si el organismo debe dedicar la que tiene a su metabolización podemos encontrarnos con un fuerte déficit; mayor cuanto mayor es el consumo. De hecho el déficit de vitamina B1, B2 y B3 favorece la irritabilidad, la falta de concentración, la hipercinesis, problemas psicológicos y trastornos del sistema nervioso. Asimismo se sabe que la ingesta excesiva de azúcar provoca obesidad y bloqueo de las arterias y capilares aumentando ello el riesgo de infartos cardiacos y cerebrales. Y que da lugar al desarrollo de diabetes además de coadyuvar en el desarrollo de las úlceras de estómago y provocar caries, especialmente en niños. Y es que el azúcar blanco se adhiere y fija al esmalte dental a diferencia de los hidratos de carbono de los alimentos naturales. Es más, provoca osteoporosis y problemas óseos. El Instituto Patológico de la Academia de Medicina de Osaka (Japón) investigó durante 10 años con conejos jóvenes a los que añadió en su alimentación algo de azúcar y al cabo de 146 días observaron que su sistema óseo se veía afectado por fracturas espontáneas y los huesos se doblaban estando tan débiles que podían cortarse con un simple cuchillo. Pudo constatarse así que había una pérdida considerable de calcio. Posteriormente se comprobaría que basta dar 6 gramos de azúcar diarios a un niño de 5-6 años y unos 20 kg. de peso para detectar con el tiempo alteraciones óseas preocupantes. A ello cabe añadir que el Dr. Sandler -conocido autor del libro Alimentación especial para prevenir la parálisis infantil– afirma que los niños que consumen habitualmente azúcar tienen mayor propensión a sufrir infecciones víricas. En fin, está igualmente constatado que la ingesta excesiva de azúcar blanco provoca problemas de memoria, sueño, fatiga repentina, pasividad, actitud negativa, emociones incontroladas, miedo, pesimismo, propensión a accidentes, nerviosismo, introversión, indecisión, falta de concentración… Y por si lo dicho fuera poco añadiremos que experimentos efectuados por C. H. Best mostraron que cuando se alimenta a ratas con disoluciones de azúcar o de alcohol etílico el hígado almacena mayor cantidad de grasa. Aseverando por su parte el profesor John Yudkin -del Instituto Científico para la Nutrición de la Universidad de Londres– que “el azúcar produce un ensanchamiento del hígado y los riñones en animales de experimentación, no sólo haciendo que las células se hinchen un poco sino aumentando el número de células en ambos órganos. En algunas personas aumenta además el nivel de insulina y el de hormonas corticoadrenales”. Es decir, que el azúcar tiene un efecto expansivo y acidificante en las células y estructuras del organismo lo que es obviamente peligroso. En cuanto al argumento de que un gramo de azúcar tiene menos calorías que un gramo de grasa es verdad pero un gramo de grasa ingerida sola no engorda y un gramo de azúcar ingerida sola sí. Y si el azúcar se ingiere con la grasa engorda aún más. Es asimismo falso que el azúcar tenga efecto saciante. ¡Todo lo contrario! Cuanto más azúcar se consume más reclama el organismo. Se produce una continua estimulación del páncreas con la consiguiente producción de insulina lo que termina llevando a la hipoglucemia y a la consiguiente necesidad de azúcar otra vez. ¿Ah! Y lo de que su ingesta entre comidas ayuda a superar el hambre y/o la ansiedad es radicalmente falso.

 

Estimado Sr. Campoy: le envío solo unas líneas para agradecerle la defensa que de los médicos naturistas realiza casi en solitario su revista y el valor que le echan enfrentándose abiertamente año tras año a la industria farmacéutica, al Ministerio de Sanidad -independientemente del partido que esté en el poder- y a la Organización Médica Colegial (OMC) que dice «defendernos», algo que por supuesto no se cree ya casi ningún colega. Y es que soy un médico en ejercicio que además utiliza varias de las disciplinas terapéuticas que mis «representantes» tachan de «pseudocientíficas». ¿Y por qué le escribo? Pues la verdad, para «tranquilizarle» porque observo que últimamente se molesta usted mucho ante la gran campaña orquestada contra las medicinas complementarias y alternativas; muy especialmente contra la Homeopatía. Tengo ya muchos años y puedo asegurarle que nuestros dirigentes médicos no solo están haciendo el ridículo sino obteniendo resultados completamente contrarios a los que buscan. Le pongo un ejemplo: en una sala habilitada para ello en el Hospital General de Fuerteventura Virgen de la Peña se ha estado ofreciendo durante seis meses clases de yoga a diez pacientes -todas ellas mujeres- del servicio de Oncología que en él coordina el doctor Samuel Hernández Sarmiento; clases que imparte un monitor externo: Jesús Medina. Y es que hablamos de un oncólogo que admite y defiende que el yoga contribuye a la curación agregando que el cáncer ¡debe tratarse forma integral y combinando la medicina convencional con la complementaria! Y le doy otro: ¿recuerda el reportaje que publicaron ustedes en el nº 180 correspondiente a marzo de 2105 sobre la sorprendente eficacia del Trasplante fecal para tratar las enfermedades inflamatorias intestinales -colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, etc.-, las infecciones intestinales complicadas y otras muchas dolencias como la fatiga crónica, la esclerosis múltiple y muchas de las denominadas “enfermedades autoinmunes”? Pues bien, aún recuerdo las risas que provocó entre algunos de mis colegas pero es que resulta que el Hospital Universitario de Bellvitge de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) acaba de crear el primer banco de muestras de heces congeladas de España para -dicen- «facilitar y potenciar los trasplantes de microbiota fecal en pacientes con colitis recurrentes». Centro que aseguró al darlo a conocer en un comunicado que «estos trasplantes son la única terapia ‘altamente efectiva’ para casos resistentes y recidivantes de la principal infección hospitalaria intestinal, que se produce en pacientes con una microbiota intestinal alterada por tratamientos previos con antibióticos». E incluye el tratamientos de casos resistentes y recidivantes de colitis por Clostridium difficile. Al contárselo a dos de mis colegas sus risas ya no eran tales sino muecas de malestar. Y no son más que meros ejemplos porque le aseguro que son muy numerosas las clínicas, hospitales y consultas médicas privadas españolas que incorporan desde hace años muchas de las terapias que, como usted bien dice, intentan «demonizarse». Así que seguirán presionando en los hospitales públicos -como hacen en el que yo trabajo- para intentar hacerlas desaparecer pero no lo lograrán nunca en los privados. Y siendo así terminarán teniendo que admitirlas porque de lo contrario la gente empezará a ir a la sanidad privada y a hablar mal de la pública. Y eso no pueden permitirlo. Relájese pues que el tiempo pondrá al final todo en su lugar. Incluyendo a su revista que realmente lleva años haciendo una labor impagable. Eso sí, mientras firme usted por favor esta carta con mis iniciales que no quiero que me «jubilen» antes de tiempo.

J.M.D
(Barcelona)

NÚMERO 217 / JULIO-AGOSTO / 2018

Estimado Director: hace dos años me diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica y a pesar de haberme puesto desde el principio en manos de conocidos neurólogos y tomar varios fármacos mi estado es cada vez peor. Me cuesta ya mantener el equilibro, la rigidez casi me impide caminar, siento mucho cansancio y duermo mal. Los médicos que me atienden dijeron que me habían cogido en una fase inicial y quizás pudieran detener el avance de la enfermedad pero lo cierto es que no ha sido así. Estoy pues desesperado además de deprimido ya que mi familia sufre también mucho con la situación. Me he vuelto a mis 45 años una carga insoportable para mi mujer y mis dos hijos. El caso es que no conocía su revista pero un amigo me habló de ella hace unos días, he navegado por su web y finalmente le he pedido que escriba este correo en mi nombre porque ya ni soy capaz de manejarme solo en el ordenador. ¿Hay algo realmente eficaz que pueda hacer? Porque no estoy dispuesto a quedarme inválido y sin apenas movilidad en una silla de ruedas. Y por favor, no publiquen mi nombre completo porque no quiero que mi familia sepa aun lo que pienso… Atentamente,

R.
(Cádiz)

Aunque se dice que es de etiología desconocida la mayor parte de los neurólogos consideran la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) una patología degenerativa de tipo neuromuscular que se iniciaría cuando las motoneuronas del sistema nervioso empiezan a funcionar mal y terminan muriendo. Pues bien, hay investigadores que postulan que la causa está en la llegada al cerebro de toxinas -como el aluminio y el mercurio de las vacunas y otros productos- y otros que la causa está en una alteración grave de la microbiota intestinal. Otros sugieren en cambio que podría estar causada por hongos; es el caso del equipo español de investigación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa que coordina el Dr. Luis Carrasco que de hecho encontró proteínas, DNA y unos corpúsculos intracelulares de varias especies de hongos en el cerebro y el líquido cefalorraquídeo de personas con ELA infiriendo de ello que tan grave patología –e incluso otras neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, el alzheimer o el parkinson- pueden deberse a una infección por hongos. El trabajo se publicó en International Journal of Biological Sciences y encontraron concretamente tres especies fúngicas: Candida albicans, Cryptococcus spp. y Malasezzia spp. Algo que si es su caso puede saberse ya que entonces habría en su sangre macromoléculas fúngicas identificables mediante la llamada técnica Fungitell; detecta en sangre el beta-D-glucano, polisacárido componente de la pared fúngica de muchas especies de hongos si bien hay expertos que afirman que solo detecta candidiasis sistémicas pero no a nivel cerebral por falta de sensibilidad. La otra opción disponible hoy es detectar si hay ADN fúngico mediante la reacción en cadena de la polimerasa -la técnica PCR-, ampliarlo y después secuenciarlo para saber la especie o especies presentes en las muestras tisulares. Y luego, si la infección se confirmase, acudir a que la sometan a un tratamiento fúngico potente que en España solo puede hacerse en el ámbito hospitalario. Agregaremos que Juan Carlos Albendea -experto en el Par Biomagnético– afirma haber constatado en los tres pacientes de ELA que trata con ese método terapéutico que además de los hongos hay en ellos dos virus: el citomegalovirus -herpesvirus de la familia Herpesviridae- y el Epstein-Barr. Infecciones que además podrían tratarse con un producto mexicano llamado Eviter (su web es www.eviter.com.mx); lea al respecto el artículo que publicamos en el nº 212 con el título Desarrollan unas potentes nanopartículas vegetales antimicrobianas. Son además muchos los neurólogos que obvian -o ignoran- que el riesgo de desarrollar ELA es notablemente mayor cuando se está expuesto a algunos agentes químicos, entre ellos al formaldehído. Lo demostró una investigación dirigida por Marc Weisskopf en la Universidad de Harvard de Boston tras estudiar a casi un millón de personas que estuvieron expuestas a doce agentes químicos distintos y controlarlas durante quince años de las que 1.156 murieron de ELA. Los datos indican que el riesgo de contraerla aumenta un 34% si se está expuesto al formaldehído. Y lo malo es que hablamos de un conocido alérgeno que se halla presente -de forma incomprensible- en múltiples productos y se incorpora a otros muchos en los procesos de fabricación. Conocido también como formol, formalina, oximetileno y veracur se usa de hecho en medicamentos, telas, detergentes, desodorantes, cosméticos, cepillos de dientes, desinfectantes, materiales de limpieza en seco, fertilizantes, aislantes, tintes, fluidos de corte de metales, pinturas, fabricación de papel, fijadores, fotografía, plásticos, resinas, conservantes de goma y otros productos. Es pues no ya útil sino necesario eliminar posibles toxinas, metales pesados y microbios patógenos del organismo y para ello hay pocas soluciones mejores que el carbón vegetal activado pues es antiséptico, antivírico, antiinflamatorio, carminativo, hipocolesterolemiante, uricosúrico y nefroprotector además de mitigar los efectos de la quimioterapia, ayudar en problemas neurológicos como el desorden bipolar y deshacerse del exceso patológico de leucocitos; lo explicamos el mes pasado en el reportaje titulado Carbón activado: potente desintoxicante antiinflamatorio. Se usa incluso como antídoto de venenos en hospitales así como para afrontar diarreas, problemas digestivos e intoxicaciones. Asimismo le sugerimos que ingiera aceite de coco -está constatada su eficacia en casos de ELA- y resveratrol liposomal; este último es un polifenol natural de alto poder antioxidante presente en numerosos alimentos y plantas que protege de los efectos neurotóxicos en casos de ELA siendo incluso más eficaz que el Riluzol, medicamento hepato-tóxico que se emplea hoy como terapia farmacológica de esta patología. Así lo asegura al menos un grupo de investigadores del Instituto Teófilo Hernando de I+D del Medicamento -adscrito a la Universidad Autónoma de Madrid- dirigido por el catedrático de Farmacología Antonio García en un trabajo que se publicó en Brain Research. Según se explica en él una de las causas de la apoptosis o suicidio celular que conduce a la muerte de las neuronas motoras en la ELA es tanto un exceso de calcio citosólico como de radicales libres y resulta que el resveratrol -incluso a concentraciones submicromolares- mitiga considerablemente los efectos neurotóxicos. Podría ser asimismo útil la ingesta de ácidos grasos omega-7 destacando en ese sentido el Provinal, producto de una empresa estadounidense de investigación y desarrollo llamada Tersus que en España comercializa la empresa 100% Natural como Omega Confort 7; y es que contiene casi un 50% de ácido palmitoléico además de un 1,5% de omega 9 y menos de un 1% de ácido palmítico. Como útil puede ser equilibrarle mediante un tratamiento completo con Moraterapia (lea en nuestra web –www.dsalud.com– los reportajes que hemos dedicado a este singular aparato de biorresonancia). Terminamos sugiriéndole que siga ante todo una estricta dieta cetogénica, no ingiera productos envasados o preparados, elimine de su vida el alcohol y el tabaco -si bebe o fuma- y siga una alimentación alcalinizante. Es decir, no tome azúcar ni carbohidratos refinados -deje pues las pizzas, hamburguesas, bollería industrial, galletas, donuts, caramelos, chocolatinas, pasteles, dulces, chuches, bombones, palomitas, helados, etc.- ni tampoco lácteos, grasas animales saturadas (chorizo, salchichón, salami, beicon, lomo curado…), grasas “trans”, aditivos alimentarios (conservantes, colorantes, espesantes, aromatizantes, acidificantes, potenciadores del sabor y edulcorantes), alimentos en conserva, mantequilla, margarina, patés, carnes rojas, colas y bebidas con gas, platos preparados o precocinados y alimentos fritos. Y ya puestos sométase a una hidroterapia de colon y a una quelación y consuma a diario un complejo multivitamínico y mineral así como suplementos enzimáticos en las comidas. Se sabe que el recientemente fallecido Stephen Hawking –que sobrevivió 55 años a su diagnóstico ya que le detectaron el ELA a los 21 y murió contra todo pronóstico a los 76- complementaba su dieta con vitaminas del grupo B –en especial ácido fólico-, C y E así como minerales –sobre todo zinc- y aceite de hígado. Además seguía una dieta sin gluten y no tomaba nada envasado o precocinado. Su larga supervivencia se achaca convencionalmente a que su ELA empezó a nivel espinal y afectó principalmente a las neuronas motoras superiores –por lo que empieza afectando a las extremidades- y no a nivel bulbar -que afecta primero a las neuronas motoras inferiores y se manifiesta principalmente en el sistema respiratorio y en problemas para tragar o hablar- pero si así fuera, ¿por qué todas las demás personas en ese mismo caso fallecen en pocos años? Terminamos indicando que un médico chino, el Dr. Huang Hongyun, afirma tratar con éxito tanto la paraplejia como el ELA interviniendo quirúrgicamente. Según explica la intervención dura entre 5 y 8 horas y lo que hace es acceder a la zona de la médula lesionada -en el caso de los parapléjicos- o al cerebro -si lo que se sufre es ELA- e inyectar directamente una gran cantidad de células procedentes del bulbo olfatorio de fetos abortados a las 16 semanas que antes se cultivan durante 10 días en un medio líquido cuya composición no quiere desvelar. La intervención viene a costar unos 15.000 euros y se efectúa en un pequeño hospital de Pekín. Ahora bien, según Huang el resultado se obtiene a los dos años de la intervención, tiempo durante el cual los pacientes deben seguir un duro programa rehabilitador.

 

Estimado Director: leo la revista todos los meses desde su aparición -decidí suscribirme dado el interés que me suscita tanto la línea editorial como el contenido de los artículos- y les escribo porque me gustaría saber qué medidas puedo tomar. Mi PSA tras una prostatectomía radical era de 0´03 pero va subiendo de forma lenta y después de tres años es ya de 0´31. Y como si sigue subiendo la intervención más usual es la radioterapia quiero prevenir. Sé gracias a la revista el valor relativo del PSA pero aún así me pregunto, siendo profano en la materia, si después de una prostatectomía radical su nivel no tendrá un valor y significado distinto y más objetivo pues habiendo partido prácticamente de cero algo se está moviendo y no en dirección positiva. Asimismo me gustaría saber si existen métodos naturales -sin efectos secundarios- que logren un bloqueo hormonal o, al menos, cierta disminución de los andrógenos y cuáles son los alimentos favorecedores o contraindicados en este proceso hormonal. Les quedo muy agradecido.

G. 

El PSA -acrónimo inglés de las siglas Prostate-Specific Antigen (Antígeno prostático específico)– es una proteína producida por la próstata que participa en la disolución del coágulo seminal cuyo nivel puede medirse en sangre y determina, cuando hay demasiado, que puede haber un tumor. Considerándose “normales” -aunque los valores de referencia varían según los laboratorios- cuando están en unos 4 ng/mL (en realidad lo que se considera “normal” depende de la edad porque ese nivel se considera elevado en una persona de 50 años y normal en alguien de 80). También hay que tener en cuenta que los niveles de PSA oscilan de forma aleatoria un 15%. Así, un análisis de PSA de 3 ng/mL puede dar solo unos días después 2,8 o 3,2 ng/mL. Y en un paciente hospitalizado disminuir hasta un 50%. Sin olvidar que también la eyaculación, el ejercicio físico, un masaje prostático y una biopsia pueden variar los niveles. Se trata pues de una prueba tan “fiable” que un paciente con cáncer de próstata puede tener los niveles de PSA normales… o altos. Y haber personas con niveles elevados de PSA que no tienen cáncer sino otras patologías prostáticas (son los casos de quienes sufren hiperplasia benigna de próstata y prostatitis). Carece en suma de toda fiabilidad y es absurdo que el nivel de PSA en sangre se considere un marcador tumoral fiable de cáncer prostático. Lo explicamos en el reportaje que con el título Ponen en duda que la prueba del PSA prostático sirva para algo apareció en el nº 117. Lamentamos pues que le hayan hecho a usted una prostatectomía radical -es decir, la extirpación quirúrgica de toda la glándula prostática y de algunos de los tejidos de alrededor- porque además de inútil puede dar lugar a incontinencia urinaria, estrechez uretral e impotencia. De hecho el propio Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos reconoce que esta prueba da falsos positivos -personas con alta concentración de PSA en sangre que no padecen cáncer- y falsos negativos -cuando los niveles de PSA son normales pero se detectan células tumorales-. Por otra parte, detectar un tumor cuando aún es pequeño no implica mayor posibilidad de supervivencia. Los estudios estadísticos desmienten tal creencia; es más, a veces dan lugar a tratamientos agresivos que no se justifican y ponen la vida del paciente en peligro. ¿Por qué le preocupa entonces a usted que en tres años su nivel de PSA haya pasado de 0´03 a 0´31, máxime cuando hasta 4 ng/mL se considera «normal»? Pues porque usted sigue creyendo que el nivel de PSA es realmente indicativo de la existencia de un tumor maligno y contra las creencias infundadas no se puede hacer nada. Nuestra sugerencia es… que deje de hacerse el test.

 

Sr. Director: me reviso todos los años la vista y me han encontrado en el fondo de ojo exudados duros generalizados añadiendo que tengo ojo derecho seco. Realizada una tomografía han aparecido ateromas de colesterol dispersos que aun no afectan a la mácula. Pues bien, me han sugerido como tratamiento un complemento de ácidos grasos omega 3 en forma de triglicéridos (DHA 70% EPA 8,5% y DPA 6%), vitaminas B1, B2, B3, B6, B9, B12 y C, luteína, zeaxantina y varios minerales: selenio, manganeso, zinc y cobre. Y para la sequedad ocular unas gotas con acido hialurónico. El problema es que cuando pregunto por la causa me dicen primero que no se sabe y luego que es como consecuencia de la edad (tengo 56 años). ¿Podrían por favor decirme si se conoce la causa y si el tratamiento que me sugieren es adecuado? Gracias.

Manoli Gómez 

Los oftalmólogos llaman exudados duros a los depósitos intrarretinianos de lípidos y lipoproteínas -suelen ser blancos o blanco amarillentos- de límites irregulares pero precisos así como de tamaño variable que se localizan entre la capa plexiforme externa y la nuclear interna del ojo. Se ven aislados o agrupados, en forma de estrella, anillo o placas compactas y la principal causa es la hipertensión arterial que a veces afecta a las arterias retinianas. Es pues la antesala de una retinopatía hipertensiva y la padecen sobre todo los diabéticos. Y si bien lo que le han sugerido tomar puede ayudarle lo suyo es equilibrar el organismo y lograr la homeostasis. Le recomendamos pues simplemente que siga La Dieta Definitiva y haga algo de ejercicio moderado. Debería ser suficiente para que el problema se resuelva.

NÚMERO 216 / JUNIO / 2018

Estimado Director: soy asiduo lector de la revista y quisiera expresarle a través de este escrito mi gratitud por la publicación, que sigo prácticamente desde su inicio. A raíz de su lectura decidí hace años optar por la Medicina Homeopática y he de decirle, con satisfacción, que tratamientos que la medicina paliativa consideraba crónicos los he solucionado de forma satisfactoria gracias a ella. El caso es que observo cómo a través de los medios informativos se producen cada vez más declaraciones atacando de forma intensa la Homeopatía dando la sensación de tratarse de una gran campaña orquestada para denostarla y conseguir crear un estado de opinión que haga desistir en la idea a gente que tenga intención de acercarse a ella. He leído en la prensa que según la VII Encuesta de Percepción Social de la Ciencia más de la mitad de los españoles confía en los productos homeopáticos; siendo mayor la confianza cuanto mayor es su nivel de estudios lo que parece contradecir determinadas afirmaciones por parte de los mismos medios en las que intenta asociarse su práctica con gente ignorante e ingenua. Como es bien sabido España necesita adaptar sus normas a la legislación europea y por ello el Ministerio de Sanidad ha regulado finalmente, con años de mucho retraso, los medicamentos homeopáticos lo que supone un grave revés para los que se oponen a su práctica y ello nos invita a realizar, entre otras, algunas reflexiones. ¿Olvidan los detractores que la práctica de la Homeopatía y la comercialización de sus productos está legalizada en la Unión Europea? ¿También allí hay tantos ignorantes que la practican? ¿Por qué en algunas de sus críticas asocian la práctica de la Homeopatía con los curanderos a sabiendas de que según dicha encuesta un 76% de españoles no cree en ellos pero la mitad sí confía en los medicamentos homeopáticos? ¿Qué hay de los casi diez mil profesionales médicos que se dedican a la misma? ¿También son unos ignorantes? ¿No se plantean nunca que “sus medicamentos” contienen en general tal cumulo de contraindicaciones y consecuencias perniciosas para la salud que puede hacer que los pacientes busquen otras alternativas desconfiando de los mismos? Yo soy usuario de los productos de dicha disciplina y lo que algunos pretenden es cercenar mi libertad de decisión. De hecho, ¿por qué no está incluida la práctica homeopática en el Sistema Nacional de Salud para que los ciudadanos tengamos la opción de elegirla? Es evidente que la puesta en marcha de la regulación de los medicamentos homeopáticos debilita los argumentos de quienes los critican y abre la posibilidad de que aumenten los pacientes que la requieran pero yo estoy convencido de que sus detractores no van a cesar en su empeño lo que se intuye a través de la cantidad y fiereza de los artículos que van apareciendo en prensa y de los intereses en juego. Quieren que la ciudadanía perciba que no son eficaces y así se observa ya en las opiniones que da mucha gente en las redes y medios informativos. Echo por ello en falta que el sector que la apoya se haga más visible informativamente y eduque del tema homeopático mostrándole al público en general la utilidad, los fundamentos en los que se apoya y los logros obtenidos en una función didáctica necesaria e imprescindible por el bien del paciente y para contrarrestar en alguna medida los ataques que, sin lugar a dudas, seguirán recibiéndose. Lo veo claro e impactante en el blog del doctor De la Rosa: https://homeopatia200anosdevidencia.blogspot.com.es.Muchas gracias.

Jose Valero Ceacero
Enguera (Valencia)

Suponemos que necesitaba usted desahogarse y de ahí que hayamos publicado su carta pero en España no ha cambiado legalmente nada. Lo explicamos de forma amplia en el Editorial del pasado mes en el que ya comentamos que en realidad la orden ministerial aprobada constituye una mera formalidad porque se limitó a requerir a quienes ya comercializan productos homeopáticos de forma «transitoria» que reafirmasen formalmente por escrito su interés en seguir haciéndolo. Lo único que se les pedía era volver a rellenar los formularios que en su día presentaron para saber si había cambiado algo manifestando en ellos -para lo cual se les dio tres meses- quién es el titular del producto -indicando nombre o razón social y domicilio o sede social-, su DNI/NIE o NIF, el nombre del medicamento homeopático, si reivindica indicación terapéutica o lo solicita “sin indicaciones terapéuticas”, cuáles son las condiciones de prescripción y dispensación propuestas, su composición cualitativa y cuantitativa -con declaración completa y detallada de los componentes activos que lleva-, quién lo fabrica y si dispone de certificado de normas de correcta fabricación (GMP), aclarar si alguna de las cepas de origen son “nosodes” -especificando las mismas- y cuál es su forma farmacéutica y vía de administración. Pidiéndose luego con el fin de acortar la tramitación si el medicamento homeopático está ya autorizado en algún país de la Unión Europea y aclarando que basta una única comunicación para todas las diluciones del mismo medicamento homeopático. Eso es todo. Luego se trató de una mera formalidad. Se lo diremos aún más claro: la Homeopatía es legal, solo pueden practicar esta disciplina licenciados en Medicina y sus productos tienen la consideración de medicamentos y de ahí que en España solo puedan recetarlos médicos y venderse en farmacias. Así que el intento de demonizarla, presionar a los médicos para que no la ejerzan y convencer a la gente de que no la use está condenado al fracaso desde el principio. Dejemos pues que los dirigentes de la Organización Médica Colegial (OMC) y quienes se oponen a la Homeopatía sin argumentos serios y sin tener la más mínima idea ni de sus fundamentos ni de su eficacia sigan haciendo el ridículo. Se les da muy bien.

 

 Estimado Director: actualmente es un conocimiento generalizado y ampliamente aceptado el hecho de la patogenia generada por intoxicación de metales pesados así como la terapia usada en tales casos, es decir, la quelación en sus diversas formas: oral e intravenosa. De hecho para detectar su presencia en el organismo y dependiendo del metal de que se trate se utiliza una metodología ya consolidada. Ahora bien, ¿y sobre los disruptores endocrinos, especialmente el bisfenol A? Existen protocolos para su detección y limpieza? ¿Conocen algún centro que trabaje en la medición y eliminación de tales sustancias? Sería de gran ayuda que en interés de los lectores publicasen de hecho referencias de profesionales o clínicas solventes dedicadas a ello así como al análisis de metales pesados y su quelación. Gracias y un saludo.

Francisco Pardo

Sí, sería de gran ayuda tener un directorio sobre eso y sobre las clínicas y médicos que ejercen el más de centenar de disciplinas terapéuticas no convencionales que se ejercen… pero no existe. Y desde luego nosotros no estamos en condiciones de afrontar ese ingente trabajo que requeriría tener a varias personas buscando en Internet para crearlo. Puede que le resulte extraño pero los profesionales de la salud que practican métodos apenas utilizados convencionalmente muy rara vez anuncian lo que hacen, especialmente si son médicos. Y la razón es simple: se les persigue. Y no necesariamente por lo que hacen sino por cualquier otra causa… real o inventada. De la misma manera que en algunas épocas cuando a un adversario político o empresarial se le quería «fastidiar» se ordenaba desde el poder que se le hiciera una inspección de Hacienda. Y le aseguramos que en España se usa hoy la táctica de ordenar inspecciones a los médicos que les resultan molestos a los guardianes de la ortodoxia médica y a la industria. A veces llevándoles a los tribunales con acusaciones falsas porque aunque al final sean absueltos eso les tiene jorobados varios años dada la conocida rapidez y eficacia de nuestros «tribunales de justicia»; sin olvidar que los instigadores se van siempre «de rositas» y sin afrontar gastos ya que lo hacen desde sus puestos institucionales. Dicho esto hay un centro en Madrid especializado en este tipo de cosas; nos referimos a la Fundación Alborada que dirige en Brunete la doctora Pilar Muñoz Calero cuya web es www.fundacion-alborada.org y su número el  91 815 50 74.

 

Sr. Director: creo recordar que según la revista el ajo negro -que tan de moda está en la actualidad- no es en modo alguno más eficaz que el blanco; sin embargo un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) coordinado por Miriam Granado -del departamento de Fisiología- ha publicado un trabajo en Journal of Functional Foods sobre las propiedades cardioprotectoras del ajo negro envejecido según el cual disminuye la contractilidad cardíaca tras un infarto de miocardio; al menos así dicen haberlo constatado en ratas. Asegurando que tiene más polifenoles, ácidos grasos poliinsaturados -como el ácido linolénico- y compuestos azufrados -como la S-alil-cisteína (SAC)- de gran capacidad antioxidante. Los experimentos se llevaron al parecer a cabo mediante la técnica del corazón perfundido que permite valorar la función cardíaca ex vivo y administrar tratamientos directamente en el corazón. Los investigadores afirman que el extracto de ajo negro es un potente vasodilatador de las arterias coronarias y administrarlo antes y después de un infarto previene la disminución de la contractilidad cardíaca inducida por éste; de forma dosis-dependiente pero con solo una dosis de 50 mg/L de extracto. ¿Cuál es su opinión?

Carlos Collazo
(Barcelona)

En primer lugar, ese trabajo se hizo para una empresa –Pharmactive Biotech- y con segmentos de aorta en un sistema de baño de órganos para valorar la reactividad vascular. Y echar esa cantidad de ajo negro lo que aumentó es la liberación de óxido nítrico (NO) -sustancia vasodilatadora- infiriéndose de ello que eso activa mecanismos antiinflamatorios y antioxidantes. Sin embargo los propios investigadores reconocen que la expresión de marcadores inflamatorios y  estrés oxidativo en tejido arterial y cardíaco no sólo no disminuyó sino que aumentó ligeramente. No es pues un trabajo que demuestre nada de lo que se dice. Mire usted, al obtener ajo negro mediante calor tiene lugar la conocida reacción de Maillard que en general da lugar a la disminución de su valor nutritivo, a la alteración de sus características organolépticas -al afectar a sus aminoácidos esenciales y vitaminas (como la K y C)- y a una disminución de la solubilidad y digestibilidad de sus proteínas. Y en algunos casos a la formación de melanoidinas y pirazinas de capacidad mutagénica así como a nitrosaminas. En el caso del ajo además desaparecen la gran mayoría de sus compuestos organosulfurados a excepción del ajoeno. Dando lugar la «reacción de Maillard» a un gran número de productos de glicación avanzada con modificación permanente de los grupos amino de las proteínas que asimismo afecta a lípidos y ácidos nucleicos. Es más, produce en los eritrocitos la hemoglobina HbA1c que caracteriza a los diabéticos. Se ha constatado igualmente que afecta negativamente a las proteínas del cristalino contribuyendo a su opacidad y a la aparición de cataratas. Y altera el colágeno pudiendo contribuir a padecer aterosclerosis, nefropatías y alteraciones vasculares periféricas. Hasta da lugar a alteraciones en la transferrina, la α-1-antitripsina, la α-2-macroglobulina, la apolipoproteína A-I y HaII, el fibrinógeno y la α-1-glicoproteína ácida.6​  En cuanto a la alicina sus propiedades terapéuticas se han constatado solo cuando el ajo crudo se parte y entra el interior en contacto con el oxígeno por lo que aseverar que sus propiedades se mantienen una vez caramelizado no se sostiene ya que la cantidad de la misma disminuye de forma radical. Es verdad que hay otros trabajos en los que asimismo se asevera que el ajo negro tiene mayor actividad antioxidante que el crudo pero son todos experimentos hechos in vitro y extrapolar eso a lo que acaece con su ingesta es cuando menos temerario.

 

Estimado Sr. Campoy: soy fiel lectora de su revista y mi carta es de agradecimiento por la maravillosa dieta que ha creado. Compré su libro hace dos meses, rápidamente me puse a llevar la dieta a cabo y estoy ilusionadísima pues he perdido siete kilos sin ningún esfuerzo. Me encuentro con una gran energía y con gran ánimo para perder los veinte kilos que aún me sobran según mi médico, el cual está sorprendidísimo pues me dijo que no iba a funcionar pero ahora me dice que a a hacer que la siga su esposa que también la necesita. En fin, mil gracias.

Celia Prieto

 Nos congratula que le vaya bien y aunque no explica usted cuánto tiempo lleva con ella inferimos que algo menos de dos meses que es cuando compró el libro. La verdad es que hemos recibido cientos de cartas como la suya que no publicamos porque podría dar una impresión equivocada de autobombo pero la dieta funciona siempre y en todos los casos cuando se hace exactamente como se indica. De hecho el único problema que hoy existe es que desde que salió el libro las frutas y verduras vegetales están ampliamente contaminados por pesticidas peligrosos y algo similar pasa con los productos envasados y precocinados, llenos de aditivos tóxicos y a menudo alergénicos.  Un problema que llega hasta los embutidos y vinos. Es pues conveniente plantearse seriamente ingerir solo o preferentemente alimentos ecológicos frescos de temporada y cercanía. Los productos químicos que se echan hoy a los alimentos -incluidos la carne, el pescado y el marisco- son ya la primera causa de intolerancias y alergias. Y nadie está libre de sufrir ese problema si se ve además obligado a comer a menudo en restaurantes en los que, por desgracia, hay un producto que empieza a estar presente en casi todas las comidas: el peligroso glutamato monosódico que algunos llaman eufemísticamente el «quinto sabor» para justificar que se añada estúpidamente a multitud de comidas.  De hecho hoy no basta evitar los restaurantes asiáticos que tan aficionados son a él ya que los demás han empezado a utilizarlo masivamente. En fin, hemos hablado ampliamente en estos años del problema de los aditivos alimentarios (conservantes, colorantes, aromatizantes, saborizantes, emulsionantes, espesantes o gelificantes) así como de los pesticidas, herbicidas, fungicidas, insecticidas y abonos químicos que llevan. Lo mismo que de los alimentos transgénicos y de los numerosos disruptores endocrinos (sustancias que alteran el sistema hormonal) hoy omnipresentes ya que se encuentran en plaguicidas y biocidas (contienen chlorpyrifos, diazinon, dichlorvos y carbamatos) pero también en envases de plástico (incluidas las botellas), tetrabricks y latas de conserva (contienen ftalatos y BPA). Productos principalmente responsables de la hinchazón abdominal que a menudo se sufre tras ingerirlos durante apenas unos días costando cada vez más recuperarse. Y aclaramos esto porque es la razón de que en los próximos meses vayamos a dar mucha más cobertura a la alimentación como el contenido de este mismo ejemplar de la revista demuestra.

NÚMERO 215 / MAYO / 2018

Sr. Director: tengo una amiga a la que le han diagnosticado la enfermedad del Síndrome del Buen Pastor o Good Pastore y me gustaría saber si conocen a alguien que pueda tratarla eficazmente o aconsejarle algo ya que le dicen que no tiene cura. En espera de su respuesta le saluda

Carlos Pascual
(Valencia) 

El Síndrome del Buen Pastor -llamado también Síndrome renal pulmonar, enfermedad por anticuerpos contra la membrana basal glomerular y Glomerulonefritis rápidamente progresiva con hemorragia pulmonar– se considera una enfermedad autoinmune muy rara cuya causa se ignora que se caracteriza por insuficiencia renal y hemorragias en los alveolos pulmonares cuando está muy avanzada habiéndose encontrado anticuerpos contra el colágeno en la membrana basal de los glomérulos de los riñones -encargados de filtrar las toxinas- de quienes la sufren. Anticuerpos a los que se ha bautizado por eso como «antimembrana basal glomerular». Y los síntomas que llevan a su diagnóstico -que pueden ir apareciendo a lo largo de meses e incluso años- son tos seca, dificultad respiratoria y expectoración hemoptoica -se llama así cuando al toser se expulsa sangre o moco sanguinolento- que van a menudo acompañados  de sensación de ardor al orinar y/o orina con sangre, náuseas, vómitos, piel pálida e hinchazón en cualquier parte del cuerpo pero especialmente en las piernas. Y todo indica que lo provoca el sistema inmune al atacar “algo” que afecta negativamente a los riñones y posteriormente a los pulmones  Por lo que se refiere al tratamiento los médicos hacen lo habitual cuando no conocen las causas de una dolencia… que es casi siempre: centrarse en paliar los síntomas. De ahí que propongan una plasmaféresis -para «extraer» los anticuerpos perjudiciales-, combatir la inflamación con corticosteroides -como la prednisona- y otros fármacos, usar inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) para controlar la presión arterial, diálisis si la insuficiencia renal ya no se puede tratar y, en última instancia, un trasplante de riñón. Limitándose a pedir al enfermo en cuanto a la alimentación se refiere que deje de tomar sal y disminuya la ingesta de líquidos para controlar la hinchazón. Y a veces que reduzca la ingesta de proteínas. Agregaremos finalmente que la inhalación de disolventes tóxicos e  hidrocarburos -como el gasoil y la gasolina- así como las infecciones respiratorias exacerban el problema en los pulmones por lo que hay que evitarlo a toda costa.  Tal es la «explicación» de la Medicina convencional. Por nuestra parte -tras consultar a algunos de los miembros de nuestro Consejo Asesor- lo que sugerimos es buscar la posible causa en alguna infección bacteriana o fúngica –la más probable es por cándidas- mediante análisis de anticuerpos específicos; pudiendo ayudar para identificarlos acotar antes posibilidades con un dispositivo MORA y/o el Par Biomagnético. Recordándole en caso de dar positivo a cándidas que si bien hay antifúngicos muy potentes de uso exclusivamente hospitalario pero iatrogénicos -el organismo crean anticuerpos contra las sustancias que contienen- como el fluconazol, el voriconazol, el posaconazol y las equinocandinas también lo son -sin esos problemas- el ajo, el clavo, la canela, el aloe vera, el jengibre, el sello de oro, el Pau d’Arco, las semillas de pomelo, la raíz del regaliz, el ácido caprílico, el cobre coloidal, los  aceites esenciales de orégano y del árbol del té y el bicarbonato sódico (tomado éste en la cantidad debida, sin excesos). Claro que el problema también puede deberse a tóxicos: metales pesados, químicos farmacológicos, plásticos, etc. Hay que valorarlo bien pues para encontrar el tratamiento más efectivo.  Nuestra propuesta es que su amiga consulte a alguien que tenga experiencia en este ámbito y vamos pues a sugerirle que contacte en Valencia con José Ramón Llorente cuyo email es  jrllorente@telefonica.net  y el número de su consulta el 96 392 41 66.

 

Estimado Director: soy una persona mayor de 80 años y padezco desde hace unos cuatro meses una ensalivación continua en boca que no sé si es por la edad o debido a alguna enfermedad que ignoro. Fui a mi médico varias veces, le expuse lo que me pasaba y me dijo que era todo de la medicación que estaba tomando. Me mandó hacer unos análisis de sangre y orina y el resultado salió todo bien. Entonces suspendí el Valium 5 que tomaba solo pero pasa el tiempo y sigo igual, con mucha saliva en la boca que trago y a veces expulso. A ser posible me gustaría que me dieran su opinión sobre ello. Muchas gracias.

José Antonio López-Vallejo
Puerto de Sagunto (Valencia)

Al exceso de saliva o hipersalivación se le llama médicamente sialorrea y las causas pueden ser muy variadas. Ante todo le diremos que la saliva la producen principalmente tres glándulas: la submandibular, la sublingual y la parótida- aunque también pequeñas glándulas distribuidas por la boca. Y suele aparecer -casos de embarazo femenino, crecimiento dental infantil y rabia aparte- cuando se sufre reflujo gastroesofágico –se sabe porque la saliva es agria-, una pancreatitis, una enfermedad hepática, una infección vírica, bacteriana, fúngica o helmíntica (por gusanos), hipertiroidismo, un tumor –todo lo cual en su caso es descartable porque nos dice que en las analíticas no aparece nada anormal-, usar  dentadura postiza –lo que no apunta-, una contaminación por mercurio, cobre, yodo, plomo, arsénico u organofosforados (insecticidas) –lo que presumimos le habrían detectado- y , en efecto, numerosos medicamentos (ensalivación e incluso babeo). Especialmente tranquilizantes, sedantes, relajantes musculares, anticonvulsionantes, antipsicóticos y otros fármacos neurológicos; incluido pues el Valium que usted tomaba. Como asimismo puede provocarlo la ansiedad y los ataques de pánico pero en tales casos tendría usted altas la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, sudaría demasiado, se le dilatarían las pupilas… Así que descarte que no sufre contaminación por esos metales por si acaso aunque no es probable si la ensalivación es el único síntoma que tiene usted. En realidad lo más probable es –además del Valiu- que en su caso se deba a una ingesta excesiva de alimentos ricos en almidón; como el arroz, el pan, los bizcochos, las patatas, la pasta, los cereales, el maíz, las arvejas, etc. Algo que obviamente no sabemos porque usted es muy escueto y se limita a decir que ensaliva demasiado. Le sugerimos pues que elimine o restrinja al máximo todos lo alimentos que contienen almidón, bien porque lo contienen naturalmente, bien porque se les añade (hoy se echa almidón hasta en los zumos industriales y leches). Y si aun así no mejora centre su atención en las demás posibilidades mencionadas.

 

Sr. Director: he leído en un diario nacional que tomar antihipertensivos y estatinas si se es hipertenso reduce la probabilidad de padecer un primer ictus en un 44% según un estudio epidemiológico de la Universidad McMaster de Toronto (Canadá) coordinado por Jackie Bosch que fue dado a conocer en la Conferencia Internacional sobre Ictus de la Asociación Americana del Corazón celebrada a primeros de este año en Los Ángeles. Lo infirieron tras seguir cinco años y medio la evolución de 12.705 adultos de 21 países con una media de 66 años y comprobar que hubo menos casos de ictus entre quienes tomaron un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina II -un antihipertensivo denominado Candesartán–, un diurético para disminuir la presión sanguínea –hidroclorotiazida– y una estatina diaria (10 mg de rosuvastatina). ¿Qué opinan ustedes?

Carlos Arévalo (Madrid) 

Pues que la industria sigue sufragando cualquier estudio que la ayude a vender sus no ya ineficaces sino peligrosas estatinas. En 2015 un equipo coordinado por H. Okuyama publicó en Review of Clinical Pharmacology un trabajo según el cual las estatinas no solo no reducen el riesgo de aterosclerosis al bajar en sangre el nivel de colesterol sino que «pueden ser causantes de la calcificación de la arteria coronaria y funcionar como toxinas mitocondriales que alteran la función muscular en el corazón y los vasos sanguíneos mediante el agotamiento de la coenzima Q10 ‘heme A’, y, por tanto, generación de ATP». Añadiendo: «Las estatinas inhiben la síntesis de vitamina K2, cofactor para la activación de la proteína Gla de la matriz que, a su vez, protege las arterias de la calcificación«. Y por si fuera poco agregarían: «Las estatinas inhiben la biosíntesis de las proteínas que contienen selenio, una de las cuales es la glutatión peroxidasa que sirve para suprimir el estrés peroxidativo. Y el deterioro de la biosíntesis de selenoproteína puede ser un factor en la insuficiencia cardíaca congestiva que recuerda a las miocardiopatías dilatadas observadas en caso de déficit de selenio». De ahí que concluyan diciendo que «la epidemia de insuficiencia cardíaca y aterosclerosis que afecta al mundo moderno puede verse agravada, paradójicamente, por el uso generalizado de las estatinas». Claro, conciso y contundente.

NÚMERO 214 / ABRIL/ 2018

Estimado Sr. Campoy: sé que han publicado ustedes numerosos reportajes sobre la ineficacia y peligrosidad de las vacunas que he leído a fondo porque tengo cuatro hijos pequeños pero aun siendo abundante la información tengo algunas dudas que no consigo me conteste nadie así que abusando de su generosidad quiero planteárselas a ustedes. Y van sobre el uso en ellas del tiomersal o timerosal, compuesto mercurial que se afirma es peligroso. ¿Lo admite así la Organización Mundial de la Salud (OMS)? Y en tal caso, ¿por qué se añade mercurio a las vacunas? ¿Es imprescindible o prescindible? Es decir, si tiene alguna utilidad ¿no puede sustituirse por otra sustancia no tóxica? ¿Y llevan mercurio todas las vacunas o solo algunas? ¿Cuáles? Me gustaría saberlo. Sé que la OMS niega que el timerosal sea peligroso pero en tal caso ¿por qué hay países de primera línea que se están planteando prohibir en sus territorios las vacunas que lo lleven? ¿Y en qué se basa la OMS para negar una peligrosidad que muchos científicos de medio mundo han constatado como ustedes han dado a conocer? ¿Ha hecho estudios propios sobre su seguridad o asume lo que le dicen los laboratorios fabricantes? ¿Y por qué estos se resisten a dejar de usar el timerosal ante la polémica actual? ¿Por qué lo consideran tan imprescindible? En fin, sé que son muchas preguntas que requieren dedicar tiempo pero somos millones los padres preocupados, la información que ustedes han publicado es muy extensa y me gustaría que respondieran al menos a esto para tener «concentrada» la información. ¿Pueden ayudarnos por favor? Se despide de usted una madre agradecida. 

Carla Castillejo
(Barcelona) 

La OMS admite que el mercurio es uno de los 10 químicos más tóxicos que existen -perjudica incluso en cantidad muy pequeña- y puede causar graves problemas de salud, sobre todo en niños; de hecho reconoce que daña los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, los pulmones, los riñones, la piel y los ojos. Pero considera que el principal problema está en el consumo de pescado y marisco, ampliamente contaminados hoy por el metilmercurio que echa en el aire, los ríos, los lagos y el mar la industria, muy especialmente las centrales termoeléctricas alimentadas con carbón, los sistemas de calefacción doméstica, los incineradores de desechos y la minería del mercurio, el oro y otros metales. ¿Y por qué se añade entonces en forma de timerosal a las vacunas? Pues para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en las vacunas inactivadas -con virus muertos- que se suministran en viales multidosis y en otras para inactivar microorganismos y toxinas además de para mantener la esterilidad en la cadena de producción. Y la excusa para usarlo en los viales multidosis es que en muchos países hay problemas para almacenar las vacunas en frío; lo que no justifica que se añada en los casos de monodosis y aun así los fabricantes lo hacen. En cuanto a las vacunas que contienen timerosal son las de la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), la hepatitis B, la rabia, la gripe, las infecciones por Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) y los meningococos; entre 8 y 50 µg por dosis. En todo caso puede aparecer en otras que lo utilizan como inactivador y no como conservante. Y las que no lo llevan como conservante son las vacunas «vivas»; como la antipoliomielítica oral, la de la fiebre amarilla, la del sarampión, la de la parotiditis y la de la rubéola. Por lo que se refiere a su pregunta de si la OMS ha hecho pruebas propias sobre la inocuidad del timerosal a las dosis que aparece en las vacunas la respuesta es NO. Asume lo que le dicen los «expertos» del llamado Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS) que se supone integran personas «independientes» cuando las relaciones de sus miembros con la industria son bien conocidas. Su lema es desde hace décadas el mismo: no hay pruebas de que la cantidad de timerosal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud. Solo que no es que no existan sino que las que encuentran los investigadores realmente independientes se ignoran o rechazan con argumentos más políticos que científicos. De hecho para dar la impresión de que sus conclusiones son creíbles la industria se ha ocupado de introducir a otros testaferros suyos en organismos nacionales conocidos que avalen su supuesta inocuidad como el Instituto de Medicina y la Academia de Pediatría de Estados Unidos o el Comité de Seguridad de los Medicamentos del Reino Unido. Y, por supuesto, lo avala asimismo la Agencia Europea de Medicamentos, cuya independencia de la industria es nula. ¿Y es verdad que hay ya países industrializados que quieren prohibir el uso del timerosal en las vacunas? Pues sí, es cierto. Y entre ellos está ¡Estados Unidos! De hecho la Food and Drug Administration (FDA) pidió formalmente hace ya unos años a los fabricantes de vacunas que las fabricaran sin timerosal. A pesar de que los supuestos «expertos independientes» del GACVS defiendan su uso con el argumento de que las características farmacocinéticas del etilmercurio son muy diferentes a las del metilmercurio presente en pescados y mariscos. ¿Y qué pasa con los trabajos realmente independientes que cuestionan su inocuidad? Pues se rechazan alegando que tienen limitaciones o errores metodológicos. Les da igual que muchos coincidan y en sus conclusiones todos hayan comprobado que provocan graves trastornos neurológicos y cardiopatías. Dicen simplemente que sus resultados «no son convincentes» o «no están confirmados». Y la verdad oficial se impone así a la verdad científica. En cuanto a si podría sustituirse el timerosal por otros conservantes la respuesta es SÍ pero se rechaza alegando que supondría grandes costos en los procesos de desarrollo y registros. De hecho se han probado ya dos: el 2-fenoxietanol -en la vacuna antipoliomielítica inactivada- y el fenol -en la vacuna contra la fiebre tifoidea- pero como la OMS entiende que el timerosal no causa problemas y aceptar los nuevos requeriría a su juicio estudios preclínicos, clínicos y de validación de la fabricación los ignora. ¡Como si la inocuidad del fenol no estuviera fehacientemente probada! Es más, los viales monodosis no suelen llevar timerosal -salvo que el fabricante produzca las vacunas a granel y las envase en ambos tipos de viales, algo que lamentablemente sucede- y sí los viales multidosis pero no se generalizan las monodosis con el sólido «argumento científico» de que son «más caros» ya que se necesita más espacio de almacenamiento en frigoríficos y mayor capacidad de transporte. Lo que ya roza el esperpento es que la OMS considere inseguro el mercurio inorgánico que se añade a algunos cosméticos -como jabones y cremas blanqueadoras- y seguros el timerosal (etilmercurio) y las sales de fenilmercurio que se utilizan como conservantes en el rímel y diversos productos de limpieza de maquillaje. En suma, la OMS es en todos esos organismos un mero «observador» que está presente en las reuniones y puede presentar solicitudes, organizar reuniones informativas técnicas o hacer aportaciones pero lo que realmente hace es asumir las conclusiones de los expertos… que controla la industria. Lamentable.

 

Apreciado Sr.: soy odontólogo, máster en Terapia Neural y Odontología Neurofocal, ejerzo en mi consulta de Tarrasa desde hace ya unos cuantos años y en mi consulta solía siempre encontrarse en la sala de espera un ejemplar de su revista puesto que por mi dedicación y preferencia a ejercer una Odontología lo mas biológica y conservadora posible y dado que la mayoría de mis pacientes son personas con gran sensibilidad por los temas que habitualmente se tratan en su revista es una de las mas ojeadas y leídas de las ofertadas (nunca ha habido en mi consulta revistas tipo Hola o Lecturas). Pues bien, he de decirle que he quedado muy sorprendido por el artículo publicado en el nº 210 firmado por Francisco Sanmartín cuyo título es ¡Las endodoncias pueden dar lugar a múltiples problemas!, suficientemente escandaloso y sensacionalista. Máxime en la sala de espera de una clínica dental, sobre todo para pacientes que están a punto de someterse a tal tratamiento. Pasé media mañana respondiendo a pacientes escandalizados explicando la frivolidad con que se trató el tema… hasta que decidí retirar la dichosa revista. En su lugar he puesto un mensaje donde se informa que debido a la falta de rigor científico y poca seriedad con que se tratan ciertos temas en su revista hemos decidido retirarla hasta una rectificación clara del tema. Pensaba que Discovery DSALUD era una revista seria y con rigor científico dentro de lo que es una publicación de divulgación sanitaria pero ahora, después de leer el artículo sobre ese tema, sobre el cual creo entender un poquito, dudo ya de su seriedad y fiabilidad acerca de otros temas en ella expuestos. Le expongo a continuación mi reflexión por si resulta de su interés. Para empezar, en el titular quizás debiera haberse añadido tras el término endodoncias la expresión… mal hechas a fin de no alarmar innecesariamente a la población. Somos muchos los odontólogos que tratamos de realizar endodoncias a diario con una técnica lo mejor y más depurada posible puesto que nunca es lo mismo realizarlas en media hora o en varias sesiones aplicando antisépticos más selectivos, con instrumentos y materiales lo más avanzados posibles. En cuanto a los estudios del Dr. Weston Price, muy interesantes por cierto para su época, no dejan de haberse realizado hace prácticamente un siglo sobre una población con dientes endodonciados en centros de ignorada solvencia y con técnicas de su época que se trataban introduciendo puntas de plata en los conductos con un sellado más que dudoso y unas preparaciones biomecánicas igualmente más que dudosas. Hoy en día, afortunadamente, la situación ha cambiado considerablemente y se consiguen mejores resultados de preparación biomecánica y sellado tridimensional; como la utilización de materiales de sellado más biocompatibles que los de antaño. Obviamente estamos de acuerdo en que no es el mejor de los tratamientos deseados y que lo ideal es no tener que llegar a esos estadios pero una vez se llega no me parece correcto ofrecer como única alternativa -en general- desdentar al paciente puesto que le condenamos a llevar un aparato removible -habitualmente a base de metacrilato y/o cromo-cobalto- o un puente fijo que implica mutilar seriamente los dientes vecinos. ¿O es que no es preferible poner implantes que no tienen ligamento periodontal alguno? Hacer lo otro es mucho mas invasivo. Además deberíamos hablar también de la calidad de los mismos porque actualmente se ofrecen -por parte sobre todo de ciertas macroclínicas o franquicias- implantes colocados más baratos que lo que a nosotros nos cobra el fabricante. ¡Preocupante tema! No por ello critico sin embargo los implantes ya que son una excelente opción de tratamiento cuando hemos perdido los dientes. Por todo ello y en defensa de los numerosos profesionales que ejercemos a diario la Odontología desde un punto de vista holístico, conservador y con técnicas lo más depuradas posibles le agradecería -o exigiría- una correcta y contundente rectificación/aclaración del tema. Hasta entonces deberemos estarles muy agradecidos por haber generado tal alarma sociosanitaria a nuestros pacientes, por cierto lectores suyos. Lamento también profundamente que la Dra. Gelfo se haya ofrecido a participar en su penoso artículo de forma tan inconsciente. Cuando uno participa de alguna manera en un artículo debe informarse y pensar bien lo que hace o dice. Atentamente,

Joan Badal 

Somos muy conscientes de que cada vez que ponemos en entredicho alguna de las convicciones de los médicos los afectados por la información se enfadan sobremanera. Llevamos años recibiendo acervas críticas por ello. Pero nosotros nos limitamos a dar a conocer informaciones y trabajos que otros ocultan. Y el caso que le indigna no es una excepción. Sin embargo el titular que usted considera “escandaloso” y “sensacionalista” es correcto y ecuánime. Se dice en él que las endodoncias pueden ser causa de múltiples problemas de salud, no que lo sean siempre. Y no añadimos “en caso de estar mal hechas” porque no es eso lo que afirman quienes así lo aseveran. Permítanos recordar que el artículo explica que quien hace ya décadas coligió los problemas a que puede dar lugar una endodoncia fue inicialmente el Dr. Weston A. Price a principios del siglo XX pero no es menos cierto –y usted lo obvia en su carta- que en el texto se aclara que todo lo que aquel afirmaba lo corroboró George Meining, endodoncista que en junio de 1993 -recientemente pues- publicó un libro confirmando todo. Además Weston A. Price no era un dentista más ya que fue quien fundó la National Dental Association, principal área de investigaciones de la Asociación Americana de Dentistas que él mismo presidió entre 1914 y 1928.  Hablamos de alguien que realizó una extensa investigación sobre los efectos destructivos del tratamiento de los conductos radiculares tal y como se realizaba entonces -así se especifica en el artículo- haciendo durante diez años numerosos experimentos con animales –¡más de 5.000!- que dejó documentados en dos grandes volúmenes y más de una veintena de artículos. Todo ello se explica en el reportaje que, a fuer de ser puntilloso, aclara -una y otra vez- “con los métodos disponibles en la época”. En cuanto a George E Meining fue uno de los 19 dentistas que fundaron la Root Canal Dental Association (Asociación Dental del Conducto Radicular), era miembro de honor de la Asociación Estadounidense de Endodoncistas y tras revisar a fondo la obra de Price durante 18 meses no dudó en calificarla de “minuciosa y sólida”. Y entre sus conclusiones están las de que «los conductos radiculares representan una amenaza para la salud”, “la mayoría de los dentistas no están familiarizados con la presencia de bacterias en los túbulos de la dentina e ignoran que pueden escapar y diseminarse por todo el cuerpo causando un gran número de enfermedades degenerativas” y, como colofón, que “no hay procedimiento dental alguno que permita alcanzar esos canales accesorios y limpiar el tejido muerto. Y ese tejido necrótico termina siendo el nido de múltiples infecciones bacterianas al llegar al ligamento periodontal”. Obvia también usted que en junio de 2010 el portavoz de la Fundación para la Investigación de Elementos Tóxicos (TERF por sus siglas en inglés), Hal A Huggins, analizó el ADN de piezas dentales endodonciadas y encontró contaminación bacteriana ¡en el 100% de las muestras! Hace siete años y medio, no un siglo atrás. Llegando a plantear incluso que el inexplicable aumento de casos de esclerosis múltiple y otras enfermedades neurológicas -como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)- puede estar directamente relacionado con las amalgamas y las endodoncias. El artículo explica asimismo que según el Dr. Josef Issels -considerado uno de los «padres» de la Medicina Integrativa- casi todos los pacientes con cáncer han tenido infecciones en boca, dientes, mandíbulas, amígdalas o adenoides. Es más, asevera que el 97% de los pacientes terminales con cáncer que ha tratado tenían una o más endodoncias. Y aún así el autor del artículo que a usted le disgusta se limita a decir a continuación: “¿Meras coincidencias estadísticas?” En cuanto al moderno sellado actual que según usted se hace hoy día Huggins dice textualmente: “El objetivo de la Odontología es salvar dientes y el sellado de sus conductos radiculares permite mantener muchos durante años en lugar de extraerlos pero, ¿es eso lo apropiado teniendo en cuenta el coste biológico expuesto en la investigación con ADN? ¿Y qué es más importante? ¿Salvar la vida del diente o la del paciente?« Así que, ¿qué debemos hacer ante esa afirmación nosotros? ¿Ocultarla? ¿Minimizarla? ¿Desmentirla sin datos? Por lo que se refiere a la odontóloga Maria Judith Gelfo no somos nosotros quienes tenemos que responder de sus palabras pero no es menos cierto que las apoyó enseñándonos abundante documentación sobre lo que aseveró. Diciendo sobre los actuales sistemas químicos de sellado que los antibióticos no siempre pueden acabar con las bacterias y ahí está el riesgo. “Una vez se saca el nervio del interior del diente –explica ella en el reportaje- y se sella con el material de obturación, al carecer el diente de circulación sanguínea el antibiótico no tendría efecto sobre las bacterias que hubieran quedado atrapadas en estos túbulos. Con lo que estamos dejando en la boca un elemento muerto que puede ser causa de inflamación. Y donde hay inflamación el tejido se acidifica atrayendo a su vez como un imán a más bacterias”. Y está hablando de las técnicas de endodoncia actuales, no de las de hace un siglo. Terminamos con dos breves acotaciones: la primera, reiterar que nosotros somos periodistas y nos limitamos a recoger los trabajos y afirmaciones de expertos en sus materias; y la segunda que en el ámbito de la Odontología sí que en su día tomamos posición sobre una cuestión que ha sido -y sigue siendo para algunos- muy controvertido: la peligrosidad de las amalgamas dentales. Tras analizar a fondo el asunto denunciamos durante años que eran peligrosas y fueron muchos los dentistas, odontólogos y estomatólogos que se dirigieron a nosotros mostrando su profundo enfado por asustar injustificadamente a la población y crear “alarma”. Años después –lo dimos a conocer la sección de Noticias del nº 108 correspondiente a septiembre de 2008- la propia FDA reconocía que las amalgamas dentales son peligrosas. Lo asumió en un comunicado que colgó en su web el 3 de junio diciendo: «Las amalgamas dentales que contienen mercurio pueden tener efectos neurotóxicos sobre el sistema nervioso durante el desarrollo de los niños y los fetos». Asunción que tomó tras llegar a un acuerdo con varias asociaciones norteamericanas que habían acudido a la Justicia para exigir la retirada dada su peligrosidad, algo que la FDA negó durante décadas con la manida y falsa excusa de que “no había pruebas científicas de su peligrosidad”. Tuvieron sin embargo que transcurrir otros tres años para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicara un informe titulado El uso futuro de los materiales para restauración dental en el que se instaba ya a sustituir las amalgamas por otros materiales. Lo dio a conocer el 11 de octubre de 2011 dando tres razones: porque plantean «problemas de salud general» y no sólo a quienes las llevan en sus bocas, porque liberan “una cantidad significativa de mercurio» que termina afectando a la atmósfera, a las aguas superficiales y subterráneas y al suelo pudiendo “entrar en la cadena alimentaria humana, especialmente a través del consumo de pescado» y porque ya hay materiales alternativos disponibles. Excusas muy “sutiles” para evitar millones de reclamaciones a los dentistas de todo el mundo. Obviamente quienes defendían su inocuidad permanecieron callados. La noticia la publicamos en el nº 144  correspondiente a diciembre de 2011 y puede leerse en nuestra web: www.dsalud.com. Sentimos sinceramente que dar a conocer todo esto le moleste y enfade pero argüir que como lo que en el reportaje se dice no coincide con su parecer todo lo que hemos publicado hasta ahora así como nuestro rigor y profesionalidad deben ser cuestionados nos parece poco ecuánime. De hecho si usted quiere matizar o rebatir lo que en el reportaje se dice ponemos nuestras páginas a su disposición así como del presidente de la Asociación Española de Endodoncia que también nos ha escrito y cuya carta publicamos a continuación al haber llegado posteriormente.

 

Muy Sr. mío: le escribo en relación con el reportaje titulado Las endodoncias pueden ser causa de múltiples problemas de salud publicado en el nº 210 de su revista (diciembre de 2017) y lo hago en nombre de la Asociación Española de Endodoncia, sociedad científica integrada en el Consejo General de Colegios de Dentistas de España. La Endodoncia es la rama de la Odontología/Estomatología que se ocupa de la patología del complejo dentino-pulpar dental y de su prevención y tratamiento. Popularmente se denomina endodoncia al tratamiento de los conductos del interior de las raíces de los dientes que sirve para conservar el diente en boca libre de patología. En el mencionado reportaje se cuestiona la efectividad del tratamiento de conductos o endodoncia cuando es uno de los tratamientos más consolidados en la odontología moderna; es también uno de los más predecibles siempre que se realice correctamente, con un porcentaje de éxito de más del 95%. Hay literatura científica que así lo certifica a partir de la evaluación de 1.5 millones de tratamientos de conductos y que arroja un éxito para la endodoncia del 97% ocho años después del tratamiento. El tratamiento de conductos o endodoncia previene las infecciones, las cura y es capaz de regenerar el propio hueso perdido del paciente (alrededor del diente y a consecuencia de la patología dental) como ninguna otra especialidad bucodental. En suma, sus efectos son justo los contrarios de lo que se recogen en el mencionado reportaje. La endodoncia se basa en una evidencia científica muy estricta con el objetivo de salvar el diente y mantener los tejidos que lo rodean, ya sea la encía o el hueso. Debo decirle que el contenido del reportaje ha molestado mucho a los/as profesionales de todo el país que desarrollan honestamente su trabajo en pro de la salud bucal de la población después de haber cursado una formación universitaria; y no hablo solo de los/as compañeros que se dedican exclusivamente al tratamiento de conductos. En el citado reportaje se expresan cosas como éstas: «Los dentistas mejor informados y formados no realizan ya prácticamente endodoncias en sus consultas» y «Las endodoncias pueden dar lugar a depósitos de bacterias anaeróbicas patógenas que si llegan al torrente sanguíneo pueden causar -a veces décadas después- numerosas patologías crónico-degenerativas, cáncer incluido». Con este tipo de afirmaciones -y otras similares- no se expone la realidad científica actual sobre este tema lo que podría crear una alarma innecesaria y más en un tema tan sensible como el de la salud. Sin ir más lejos, en cuanto al supuesto descenso de intervenciones de este tipo es justamente lo contrario. En el año 2017 el tratamiento de conductos o endodoncia es uno de los más frecuentes. En Estados Unidos, donde hay estadísticas al respecto, se realizan más de 22 millones de endodoncias cada año. De hecho hay expertos consagrados en exclusiva a este tipo de tratamiento, igual que sucede en España y muchos otros países. Existe asimismo una amplia oferta de formación postgraduada universitaria que permite a los/as profesionales de la odontología conocer las últimas técnicas en este campo. Hoy en día los odontólogos tienen a su disposición materiales y tecnología de vanguardia tales como microscopios o sistemas avanzados de imagen digital y de tomografía dental computarizada de haz cónico. Podemos afirmar también, sin temor a equivocarnos, que el nivel de la endodoncia española es altísimo y, lógicamente, todo esto se pone al servicio de la salud de la población. Por otro lado, existen importantes asociaciones de profesionales en el ámbito europeo -como la European Society of Endodontology- y estadounidense -como la American Association of Endodontists– de las que es posible recabar información de primera mano al respecto así como publicaciones científicas especializadas reconocidas internacionalmente por su nivel (incluidas en los primeros puestos del Journal Citation Records). Décadas de investigaciones contradicen las afirmaciones recogidas en la publicación que usted dirige y lo cierto es que no hay evidencia científica válida que vincule dientes tratados endodónticamente con enfermedades sistémicas. Incluso las investigaciones más recientes sugieren justo lo contrario ya que el tratamiento de conductos se asocia a una menor mortalidad cardiovascular. Por todo lo expuesto en el citado reportaje, desde la Asociación Española de Endodoncia solicitamos una rectificación por medio escrito por todo el daño producido a la profesión odontológica: propagar informaciones no ajustadas a la verdad, confundir a pacientes y perjudicar a profesionales de la Odontología, y en particular de la endodoncia española. Si no obtenemos una respuesta en los próximos 10 días pondremos el asunto en manos de nuestro gabinete jurídico. Atentamente,

Dr. Miguel Miñana Gómez
Presidente de la Asociación Española de Endodoncia

Publicada queda su carta aunque como ya le respondimos por email nada más recibirla lamentamos que no dilucide usted entre lo que afirma nuestra revista y lo que afirman quienes aparecen en sus artículos. Es bastante «molesta» la costumbre española de «matar al mensajero». Asimismo nos sorprende su «advertencia» legal cuando jamás nos hemos negado a publicar una «rectificación», cosa que por otra parte usted no hace ya que en realidad no «rectifica» ni matiza nada; lo que ejerce es el derecho de réplica y como nosotros lo respetamos es por lo que la publicamos. Porque en su carta usted se limita a afirmar que la endodoncia «es uno de los tratamientos más consolidados en la odontología moderna» -matizando «siempre que se realice correctamente»-, que «se basa en una evidencia científica muy estricta», que «los odontólogos tienen a su disposición materiales y tecnología de vanguardia», que «existen importantes asociaciones de profesionales en el ámbito europeo (…) de las que es posible recabar información de primera mano», que «décadas de investigaciones contradicen las afirmaciones recogidas en la publicación que usted dirige» y que «no hay evidencia científica válida que vincule dientes tratados endodónticamente con enfermedades sistémicas». Afirmaciones genéricas sobre las que no menciona ni aporta usted un solo trabajo científico. Y quizás existan -no lo dudamos- pero también existen las que dicen lo contrario… aunque usted lo niegue. De algunas de ellas se habla de hecho en el reportaje criticado pero es que hay muchas más que no se mencionaron en él por meras razones de espacio. ¿Quiere usted que hablemos de todas ellas y nos explica por qué no son aceptables? Porque están publicadas en revistas del sector y desarrolladas por investigadores serios y rigurosos que no ganan nada con sus trabajos. Todo lo contrario: son duramente criticados por quienes se autoarrogan la verdad científica en su especialidad. Cita asimismo «importantes asociaciones de profesionales» que apoyan lo que dice pero obvia que existen otras que sostienen criterios similares a los expuestos en el reportaje como la Academia Internacional de Odontología y Medicina Biológicas  (www.iabdm.org) y la Academia Internacional de Medicina Oral y Toxicología (www.iaomt.org) entre otras. Y es que en su sector existe un movimiento que apuesta por otro tipo de Odontología. Y por cierto, una de las investigaciones que apoyan la potencial peligrosidad de las endodoncias por posible infección de los canales reticulares -no citada en el reportaje- la hizo el Dr. Jerry Bouquot, director del departamento de Ciencias del Diagnóstico durante más de 26 años en la Universidad de Virginia Occidental y en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas de Houston, ambas en Estados Unidos. Investigador que ha recibido más de 50 premios entre los que están  el Premio Nacional St. George –máximo galardón otorgado por la Sociedad Estadounidense del Cáncer-, el Bridgeman Distinguished Dentist Award –que otorga la West Virginia Dental Association-, el Distinguished Leadership Award -que entrega la West Virginia Public Health Association-, el Presidential Certificate of Appreciation -otorgado por la American Academy of Oral Medicine– y el Honorary Life Membership -que entrega la International Association of Oral Pathologists– entre otros. Autor de más de 400 artículos científicos es en la actualidad profesor adjunto retirado en las dos universidades antes citadas y director del Centro maxilofacial para la educación y la investigación. Agregaremos que ha sido director de dos de los servicios de biopsias de patología oral más grandes de Estados Unidos -uno de los cuales recibió tejido de 45 estados y cinco países extranjeros para su investigación- y autor de la teoría NICO neuralgia-inducing cavitational osteonecrosis que está en la misma línea de lo señalado en nuestro artículo. Quienes postulan pues lo que publicamos no son medianías. Terminamos indicando que usted habla de la existencia de una «tecnología de vanguardia» que hoy resolvería el problema pero silencia que no todos los endodoncistas disponen de esa aparatología al ser muy cara. El problema pues no estaría en si las endodoncias están bien o mal hechas -que también- sino en el hecho de que la tecnología más vanguardista no está a disposición de la mayoría. Dicho esto le invitamos -al igual que hemos hecho con el Dr. Badal en nuestra respuesta a la carta precedente- a quedar con usted para que nos exprese su punto de vista y nos diga por qué los trabajos científicos en los que se basa nuestro artículo -y otros cuyas referencias le pasaríamos previamente- no son a su juicio aceptables.

NÚMERO 213 / MARZO/ 2018

Sr. Director: desde hace unas semanas tengo problemas en los oídos y no entiendo por qué. Me alimento bien, hago ejercicio, estoy sano y sin embargo últimamente me duelen. Y no tengo cera porque me los limpio bien a diario con bastoncillos. Vivo desde hace pocos meses en un pequeño pueblo de la montaña donde no hay médicos y mucho menos un otorrino así que me permito preguntarles si se les ocurre cuál puede ser la causa ya que por lo demás estoy bien y no creo tener infección.

Carlos Gómez
Valdelugueros (León)

Limpiarse los oídos con bastoncillos de algodón es un error muy común. La cera de su interior-que aparece solo en el tercio externo del canal auditivo- es una sustancia natural de propiedades protectoras, lubricantes y antibacterianas que no debe eliminarse. Es cierto que en raras ocasiones puede acumularse en él cera dando entonces la sensación de estar «taponado», oír mal y sufrir dolor e incluso mal olor pero en esos casos es mejor recurrir a un profesional que lo limpie ya que pasa muy raramente. Solo es habitual en las personas que usan audífonos y no parece ser su caso. Lo suyo es limitarnos a quitarnos el jabón, el gel o la espuma de afeitar solo con agua y secarnos con una toalla fina o paño. Por lo que nos cuenta lo más probable es que si deja de usar bastoncillos la cantidad de cera se recupere y el problema se resuelva sin más. Y si no es así tendrá que buscar un otorrino. No procede improvisar.

 

Estimado Sr. Campoy: tengo 42 años, soy soltera, vivo con un hijo de 15 años y llevo una dieta básicamente vegetariana basada en frutas y verduras crudas con algo de cereales integrales aunque de vez en cuando ingiero alimentos de origen animal de forma frugal. Además tomo complementos de omega 3, vitamina C y onagra. Y llevo varios empastes de amalgama. En 2006 empecé a usar una crema con prednicarbato –Peitel- y en 2014 el gel Dacortín para tratarme de varias alergias. Pues bien, en abril de 2016 se me diagnosticó un Síndrome de Cushing ACTH-independiente con adenomas bilaterales de 30 y 26 mm teniendo cortisol en orina (1782,40 nmol a las 24 horas). También tengo varios quistes en los ovarios, dos hemangiomas en hígado, dos nódulos en la tiroides y un nódulo en el pecho derecho. La endocrina me recomendó extirparme los quistes ováricos pero luego dijo que dada su posición habría que extirparme ambos ovarios. Y después las glándulas suprarrenales. Me negué y cambié de endocrina. En mayo de 2017 empecé a tomar Ketoconazole -2 pastillas de 200 mg- y el cortisol me bajó a 257 pero en agosto me volvió a subir a 385 por lo que me subieron la dosis a 3 pastillas de 200 mg. Sin embargo en noviembre me subió a 500 y actualmente tomo 5 pastillas de 200 mg a la espera de nuevos resultados. El caso es que en la última visita la endocrina me dijo que si el Ketoconazole no funciona habrá que hacer una suprarrenalectomía bilateral; lo que implicaría carecer de cortisol y tener que medicarme de por vida lo que para mi no es una opción. Quiero buscar alternativas y me gustaría conocer vuestra opinión. Y gracias por su maravillosa publicación.

Rosalía Pérez
(Barcelona) 

No vamos a explicarle la importancia de eliminar las amalgamas de la boca porque lo hemos explicado varias veces y tiene la información en nuestra web. Y no vamos a recordarle el peligro de los fármacos que cita y los problemas que pueden causar -especialmente el Dacortín- porque basta leerse los prospectos. En cuanto al Síndrome de Cushing o hipercortisolismo se achaca a un exceso de hormona cortisol que puede deberse a un adenoma en la hipófisis, a alguna disfunción en las glándulas suprarrenales -posibles tumores incluidos- y a la ingesta de glucocorticoides sintéticos (Hidrocortisona, Deflazacorte, Prednisolona, Triancinolona, Metilprednisolona, Betametasona, Dexametasona y Beclometasona). O bien a una alta producción de ACTH, hormona producida por la hipófisis que estimula las glándulas suprarrenales para producir cortisol lo que no parece ser su caso. Cabe agregar que un exceso de cortisol -glucocorticoide de la familia de los corticosteroides- puede dar lugar a muchas disfunciones: sed, irritabilidad, obesidad -con abdomen protuberante y extremidades delgadas-, fatiga, debilidad muscular, hipertensión, diabetes, dolores de espalda y cabeza, hirsutismo, falta de libido, disfunción eréctil, amenorrea, aumento de la micción (orina), acumulación de grasa entre los hombros, cara redonda y roja, estrías rojo-vinosas, hematomas frecuentes, depresión, ansiedad e incluso psicosis. Considerándose que si es ACTH-Independiente -su caso- las causas más probables serían un tumor suprarrenal (adenoma o carcinoma), una hiperplasia nodular suprarrenal o la ingesta de glucocorticoides. Y debe usted saber que el Peitel que usaba es un corticosteroide tópico de similar potencia a la hidrocortisona y que el Dacortín contiene básicamente prednisolona que no es sino un metabolito activo de la prednisona, uno de los glucocorticoides sintéticos antes citados. En pocas palabras: es muy posible que su problema se lo hayan causado esos fármacos. En cuanto al Ketoconazole se trata de un potente antifúngico no eficaz en el Síndrome de Cushing que puede provocar náuseas, dolor en la parte superior del estómago, picazón, sensación de cansancio, pérdida de apetito, orina oscura, heces fecales de color arcilla, ictericia (color amarillo de la piel u ojos) y, sobre todo, daños en el hígado. ¿Nuestro consejo? ¡Cambie inmediatamente de médico de nuevo! Vaya a alguno formado integralmente que no se limite a recetar fármacos inútiles y peligrosos y le ayude a desintoxicarse y recuperar la homeostasis perdida. Obviamente la decisión es suya pero puede acudir por ejemplo a la Clínica Omega Zeta de Barcelona (93 368 26 54).

 

Sr. Director: tengo casi todos los ejemplares de Discovery DSALUD que he releído a menudo a lo largo de los años encontrando casi siempre respuestas a mis dudas pero ahora tengo un problema de difícil solución: mucosidad y dificultades para respirar. He buscado soluciones que me liberen del inhalador y la cortisona pero con poco éxito. A veces alguna terapia me ha ido bien hasta dos meses pero después recaigo. Y una solución de esas ha sido el Método Buteyko del que la revista no ha escrito nada nunca. Desearía saber su opinión sobre el mismo si no es pedir demasiado. Muchas gracias. 

Joan Casanovas Permanyer
Sant Feliú de Codines (Barcelona) 

El método es una técnica de ejercicios que parte de la base de que la mayoría de las patologías respiratorias -incluida el asma- se deben -o dan lugar- a una hiperventilación crónica que pretende corregirse enseñando a reducir la cantidad de aire inhalado. Centrada en la respiración nasal y la relajación insta a hacer pausas antes de cada inhalación. La desarrolló el doctor ucraniano Konstantin Buteyko -fallecido en 2003- y no obtiene a nuestro juicio grandes resultados. Le sugerimos que lea el reportaje que con el título Dr. Miquel Pros: «La acumulación persistente de mucosidades en las fosas nasales da lugar a muchos problemas de salud» apareció en el nº 204 y puede consultar en nuestra web: www.dsalud.com. En él se explica que ante todo hay que desintoxicarse para lo cual lo mejor es ayunar un tiempo o seguir una dieta vegetariana y hacer ejercicio. Siendo asimismo útil una hidroterapia de colon o en su defecto enemas o lavativas de uno o dos litros de agua hervida durante 10 minutos a la que luego, retirada del fuego, puede añadirse un poco de manzanilla, tomillo o café natural -sin descafeinar ni torrefactar- y una cucharada de sal marina, mezcla que debe dejarse enfriar hasta alcanzar la temperatura corporal (37º) y entonces colarla para dejar solo el líquido. Asimismo se recomienda la ingesta de un caldo vegetal hecho con verduras frescas de temporada: cebolla, col, zanahoria, patata, apio, nabo, puerro, acelga, perejil… Otra posibilidad es tomar una infusión de manzanilla, saúco, tomillo, limón y miel. Es también eficaz tomar a lo largo del día un zumo de limón con una o dos cucharadas de miel. Ayudando en casos de taponamiento nasal y tos cortar una cebolla por la mitad y ponerla por la noche en un plato debajo de la cama, cerca de la cabeza, para que sus efluvios lleguen a las fosas nasales y auditivas; cambiando la cebolla cada noche. Ayuda igualmente usar un spray nasal de agua de mar isotónica a diario. Y dicho esto un consejo MUY importante: elimine de su dieta los aditivos alimentarios, especialmente los sulfitos y glutamatos.

 

Estimado Director: en junio de 2017 un familiar mío tuvo fiebre alta durante dos días y finalmente se le diagnosticó dengue debiendo permanecer 28 días en la unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo de Chiclayo (Perú). Entubado y aparentemente inconsciente. Luego le hicieron una traqueotomía y lo pasaron a Cuidados Intermedios durante 3 días desde donde le llevaron a Neurología para recibir rehabilitación física y tratamiento neurológico. El caso es que perdió gran parte de la memoria reciente. No se acuerda de los últimos 3 años pero sí de lo anterior. Su recuperación física es ya casi del 100% pero la memoria la está recuperando muy lentamente. Y mi pregunta es ésta: ¿podría ayudarle a recuperar la memoria el Par Biomagnético?

Rafael Puga López 

No lo creemos. El cerebro tiene en cualquier caso una gran capacidad regenerativa desmintiendo lo que hasta hace apenas unos años se postulaba. Lo hemos explicado en varios reportajes; entre ellos en el aparecido en el nº 201 con el título El poder regenerativo del cerebro adulto que tiene en nuestra web: www.dsalud.com. Basta una alimentación sana y nutritiva, hacer ejercicio físico moderado, dormir suficientemente, relacionarse familiar y socialmente de forma positiva, no consumir tóxicos –alcohol, tabaco, plaguicidas, aditivos alimentarios y fármacos incluidos-, mantener la homeostasis, no estresarse y mantener una actividad intelectual constante a lo largo de la vida para prevenir las patologías cerebrales -y todas las demás- e incluso afrontarlas si ya se ha manifestado deterioro orgánico. Dicho esto agregaremos que en este mismo número tiene usted un reportaje sobre los ácidos grasos de cadena corta que le animamos a leer detenidamente. En él se explica que los alimentos ricos en fibra fermentable no sólo facilitan el tránsito intestinal y favorecen el desarrollo y proliferación de las bacterias beneficiosas del colon en detrimento de los microorganismos patógenos sino que al ser metabolizada se transforma en ácido butírico, ácido valérico, ácido propiónico y ácido acético; es decir, en ácidos grasos de cadena corta de alto poder terapéutico que además de antiinflamatorios y anticancerígenos pueden modular la expresión de genes relacionados con numerosas patologías estimulando especialmente la neuroplasticidad y la neurorregeneración; y por ende, la capacidad cognitiva. Y es que incrementan la acetilación y transcripción de genes promotores de factores neurotróficos BDNF, GDNF (Factor neurotrófico derivado de la glía) y otros. Que su familiar tome pues a diario alimentos ricos en fibra fermentable como las patatas y el arroz -cocidos pero comidos fríos-, la pectina de la piel y la pulpa de las frutas, bardana, achicoria, diente de león, yacón, cebolla, alcachofa, puerros, algas… Dicho esto sepa que el ácido butírico se comercializa en cápsulas.

 

Estimado Sr. Campoy: en los últimos años me he dedicado a buscar en Internet respuestas a mis dudas sobre problemas de salud -propios así como de familiares y amigos- y he seguido los consejos de otras web a pesar de que en muchas ocasiones lo que se decía en unas se contradecía con lo que aparecía en otras. Es algo que al principio solo me sorprendía pero luego me he dado cuenta de que aparte de que la mayoría de las webs se limitan a copiar lo que aparece en otras ¡en casi ninguna se dan referencias científicas bibliográficas! Es decir, opinan de todo y aconsejan sobre todo pero no explican en qué basan sus opiniones y consejos. De hecho la única que lo hace en la inmensa mayoría de sus textos es Discovery DSALUD. ¡Y he tardado años en darme cuenta! Ustedes dan razones sobre lo que argumentan y lo avalan citando constantemente trabajos publicados siempre en revistas científicas. Y aun así ¡resulta que son acusados de defender las disciplinas y terapias no científicas! Es inconcebible. En fin, me ha parecido de pronto tan esclarecedor que no he resistido el impulso de enviarles estas líneas con mi reflexión. Sigan así. Terminarán ganándose el respeto hasta de quienes hoy les atacan gratuita e injustamente por ser honrados e independientes. Gracias de corazón y ánimo.

Carlos Castejón
(Barcelona)  

Le agradecemos sus palabras. La libertad que ofrece Internet es un gran avance pero tiene en efecto su contrapartida negativa. Y una de ellas es que cualquiera puede decir lo que plazca sin haberse molestado en informarse y formarse. Aunque el principal peligro está en la desinformación y manipulación de quienes controlan el poder, especialmente en el ámbito sanitario.    

NÚMERO 212 / FEBRERO/ 2018

Sr. Director: soy asidua lectora de la revista desde hace años y sé que han hablado ustedes sobre quelantes de metales pesados pero no sé si lo han hecho sobre quelantes -naturales o químicos- que ayuden a eliminar el uranio del cuerpo; no en el momento de la intoxicación sino después de estar durante años en él. Me han hecho un metalograma del cabello y sale que tengo un alto nivel de uranio; supongo que por la alimentación al ingerir raíces y agua potable desde pequeña ya que vivo en Almería donde hay mucho uranio en el suelo. A la espera de sus noticias reciban un cordial saludo

Ana Belén Ureña 

La contaminación interna con uranio -ya sea por inhalación, ingesta o a través de heridas en la piel- suele afectar a diferentes tejidos y órganos depositándose preferentemente en los riñones y los huesos y el único tratamiento convencional disponible existente -que sepamos- es una infusión intravenosa lenta de bicarbonato sódico al 1,4%. En cualquier caso parece ser igualmente útil la ingesta de un producto de la empresa 100% Natural: el IP6 + Inositol. Al menos así nos lo manifestó el profesor de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland y autor de más de 200 artículos científicos Abulkalam Shamsuddin quien desarrolló y patentó hace unos años una mezcla sinérgica de inositol y hexafosfato de inositol (IP6) que según asegura mejora la circulación, regula los niveles de colesterol, refuerza el sistema inmune, inhibe la proliferación de las células cancerosas pudiendo incluso revertir su malignidad y tendría propiedades quelantes para ese mineral radioactivo. Al menos así nos lo manifestó cuando hablamos con él al venir a España a primeros de 2016 (la entrevista apareció en el nº 193 y puede acceder a ella entrando en nuestra web: www.dsalud.com).

 

Sr. Director: les agradecería me digan si existe algún producto natural para tratar con eficacia los eczemas. Tengo eczema dishidrótico desde hace más de 15 años y me trato con esteroides pero están ya atrofiando mi piel. Saludos cordiales.

Daniel Alonso Garcia 

Se sabe que en muchos casos de eczemas existe en el organismo bien déficit de ácidos grasos omega 3 y 6, bien déficit de la enzima DiAminoOxidasa (DAO) así que debe tenerlo en cuenta. Dicho esto hay un producto ingerido que puede serle útil: Alyvium. En España lo comercializa Acacia Soluciones y en 2017 recibió el Premio Nutraingredients al Mejor Complemento Alimenticio del año en Europa que se entrega cada año en la Feria Vitafoods. Se trata de un complemento alimenticio que combina los polifenoles y flavonoides naturales de la aceituna -hidroxitirosol, oleuropeína, tirosol y verbascósidos- con vitamina A, riboflavina y biotina ayudando a reducir la inflamación, frenar la proliferación de queratinocitos en la epidermis y reducir el tamaño de las placas y las escamas mitigando incluso la sensación de picor. En cuanto a las cremas de uso tópico puede probar con Blue Cap -de la empresa Catalysis-, con Holoprolis -de Equisalud– y con Olevm Derma di Pompeia -de la empresa Pompeia Life-. Entendemos que pueden serle útiles.

 

Sr. Director: a mi hijo -que actualmente tiene 28 años- le sale un herpes zóster en el ojo desde los tres años que es cuando pasó la varicela. Todos los años de su vida. Al principio tomaba Aciclovir en pastillas pero un día un médico nos dijo que usarlo a menudo podía dañarle el hígado. A partir de entonces acudimos a varios de los médicos o terapeutas que ustedes suelen mencionar -Jose Luis Vázquez, Domingo Pérez León, Ignacio Chamorro y Diego Jacques- y lo máximo que han logrado es que cuando brota lo haga con menos fuerza. Mi hijo ha tomado ya productos homeopáticos, vitaminas y oligoelementos y se ha sometido a microinmunoterapia pero el infierno continúa. Pues bien, acaba de presentar su proyecto de fin de carrera y como consecuencia del estrés y los nervios a la semana le salió un herpes de forma impresionante. El caso es que no encontramos solución. ¿Pueden por favor ayudarme de alguna manera? Vivimos en Alicante. Gracias.

Manoli Gómez
(Alicante) 

Ante todo discúlpenos por resumir su carta pero era muy extensa. Hay un producto natural en el mercado que afirma ser útil ante el herpes zóster y quizás pueda ayudar a su hijo: el Viusid de Laboratorios Catalysis. Dicho esto nos permitimos indicarle que cuando la infección es cutánea es útil la aplicación de arcilla, limón, agua oxigenada y/o plata coloidal; si en cambio el virus afecta ya a nivel interno lo idóneo es ingerir conjuntamente vitamina C, ácido alfa lipoico, zinc, L-arginina y L-lisina. En cuanto a algún médico en su zona nos permitimos sugerirle que consulte con el doctor José Francisco Navarro; puede usted localizarle en el 96 542 04 48. Agregaremos que un buen profesional del Par Biomagnético puede desactivarlo pero solo si domina realmente la terapia así que si su hijo se anima a venir a Madrid puede intentarlo con Juan carlos Albendea (91 704 57 81).

 

Estimado Director: en España no se aplican por parte de las instituciones las recomendaciones, resoluciones y convenios (ratificados) en materia de protección y eliminación del “estigma” de los enfermos mentales. Las leyes y protocolos que se aplican a los asuntos de este colectivo son contrarias a los principios de los derechos humanos. A lo más que se llega en este -nuestro- país es a elaborar “Planes estratégicos para la salud mental” que bien podrían denominarse “A la caza del loco”. También se realizan -cada vez más frecuentemente- los llamados Internamientos y tratamientos involuntarios avalados por el art. 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil declarado inconstitucional en 2011. Pues bien, aunque el propio Tribunal Constitucional urgió a que se promulgase una nueva ley que regule esta cuestión a día de hoy seguimos a la espera y mientas dicha ley se sigue aplicando por los poderes públicos y se siguen realizando «internamientos involuntarios» indiscriminadamente a pesar de su declarada inconstitucionalidad. Se sigue encerrando (privando de su libertad), medicando y privando del derecho a votar a ciudadanos supuestamente enfermos, la mayoría de las veces debido a un diagnóstico sin base científica emitido desde la subjetividad y sin pruebas que sustenten la “presunta” disminución del entendimiento. Cierto que hay audiencia ante el juez del “presunto” enfermo mental pero cuando ésta se realiza se hace dentro de la Unidad Psiquiátrica, sometido a medidas de seguridad (aunque el enfermo no sea agresivo), en pijama y ya drogado con medicamentos, la gran mayoría de ellos psicoactivos y con importantes efectos en el área cerebral de la personalidad y el control motor. Con lo cual lo que percibe el juez en ese momento le da el convencimiento pleno de que se encuentra ante alguien que está muy mal, es decir, ante un auténtico «enfermo mental». Por tanto se está decidiendo sobre la vida y equilibrio de seres humanos que bien podrían estar sanos o su grado de enfermedad no ser como para adoptar tan graves medidas. Se les encierra, se les etiqueta, se les droga, se les humilla cosificándolos y se les quita toda la credibilidad; no solamente en ese acto sino también para sus actos futuros (historial médico y judicial). En resumen, esas personas quedan absolutamente indefensas. Y si a alguno de ellos se le ocurre llevar el asunto a los tribunales -cosa rara pues en el estado en el que quedan después de la experiencia ni se les ocurre- como bien quedan directamente sin capacidad o sin credibilidad ¡para qué queremos más! En resumen, quedan indefensas. Pues bien, yo soy una de ellas. El artículo 763 también se está usando para incapacitar a personas mayores; por ejemplo para impugnar su voluntad en el testamento, para ingresarlos en residencias, etc. Basta con que un psiquiatra elabore un informe indicando en él que esa persona mayor no tiene suficiente capacidad cognitiva y hacer luego que lo ratifique un forense -que también es psiquiatra y aplica la máxima de la profesión de “nunca debes criticar a un colega abiertamente ni desautorizarlo”- por lo que no va a contradecir fácilmente a su compañero. Y como el juez se apoya únicamente en el informe del forense -que para eso es especialista en la materia- autoriza lo que le pongan delante. Sistema perverso, ¿no? Y así ya están el abuelo o la abuela o ambos. ¡¡¡incapacitados para tomar decisiones sobre su propia vida!!! Sin posibilidad de defensa. Me parece escandaloso que alguien que ha luchado toda su vida por lograr o conservar su patrimonio -muchas veces a base de grandes sacrificios- acabe de pronto de esa manera y se quede sin opinión sobre lo que es suyo; sin valorarse la humillación y el disgusto que ello supone. Es de una crueldad absoluta. Todo esto debería mirarse con más prudencia. ¿Y qué decir de los casos de muchos niños? Gracias a esas maravillosas «estrategias en salud mental» que tan bien aplican nuestras instituciones se está ordenando a los profesores de los colegios y a los pediatras que comuniquen a la Administración toda “anomalía en el comportamiento de los menores”. ¿Anomalía? ¿Qué es anomalía? Pues puede ser cualquiera de los comportamientos que clasifica el tan controvertido Manual DSM –la «biblia» de los psiquiatras- según la cual casi cualquier comportamiento puede clasificarse como trastorno o patología mental (vamos, una panacea en manos de un psicópata). De esa manera se les «reeduca» para que se integren en el sistema, a muchos se les medica -¡se está medicando en nuestro querido país a niños de 4 años!- sin tener en cuenta los efectos negativos que pueda producir el fármaco en su organismo a largo plazo, sobre todo en el cerebro. Eso además del trauma que puede suponer para un niño ser sometido a un programa especial de estas características. Y la caída en “esta red” va en alarmante aumento. En fin, no sé por qué no se publica apenas nada sobre estos temas; si es por desconocimiento, por desinterés, por ausencia de rentabilidad o simplemente porque son asuntos que creemos nunca nos van a afectar. Pero lo cierto es que, como mínimo, se están vulnerando leyes y principios y pienso que los medios de comunicación deberían hacerse eco de esto; hay “mucho que rascar” en temas de legalidad, moral, ética, etc. Espero que al menos ustedes se hagan eco de mi carta e investiguen y publiquen sobre los temas que he expuesto. Les envío un saludo y les ruego que no publiquen mis datos personales por razones obvias.

E. I. 

Tanto el punto primero del artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre Internamiento no voluntario por razón de trastorno psíquico que dice textualmente que «El internamiento por razón de trastorno psíquico de una persona que no esté en condiciones de decidirlo por sí, aunque esté sometida a la patria potestad o a tutela, requerirá autorización judicial que será recabada del tribunal del lugar donde resida la persona afectada por el internamiento» como el inciso del párrafo segundo «la autorización será previa a dicho internamiento salvo que razones de urgencia hicieren necesaria la inmediata adopción de la medida» fueron declarados inconstitucionales por el Pleno del Tribunal Constitucional mediante sentencia dictada el 2 diciembre de 2010. Asimismo declaró inconstitucional el artículo 201 del Código Civil que dice «Los menores de edad podrán ser incapacitados cuando concurra en ellos causa de incapacitación y se prevea razonablemente que la misma persistirá después de la mayoría de edad«. Y hay otras sentencias del mismo tribunal ratificando que los llamados «internamientos involuntarios» son inconstitucionales. Siendo una de las razones alegadas de carácter formal: la de que solo una ley orgánica puede limitar un derecho fundamental y ni el Código Civil ni la Ley de Enjuiciamiento Civil son leyes «orgánicas», es decir, leyes tramitadas y aprobadas por las dos cámaras: el Congreso y el Senado. El problema es que las sentencias declararon inconstitucionales esos textos pero no los anularon -para no dejar un «vacío legal»- limitándose a instar al poder legislativo a tramitar «con urgencia» una Ley Orgánica sobre el tema, algo que nunca se hizo. Además las sentencias no se pronunciaron sobre el fondo del asunto, sobre si es constitucional privar de libertad a alguien por razones de salud mental sin garantizarle el derecho a recurrir, a una defensa letrada y a un juicio justo. Solo se ha convertido en ley orgánica el internamiento de menores -por «problemas de comportamiento», para «rescatarlos» de padres «poco cumplidores» o para someterlos a tratamientos farmacológicos alegando que es «por su bien»- mediante una disposición adicional que se agregó a la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor cuando fue reformada en julio de 2015. Y hay quien alega que la reforma de esa ley también convirtió en «orgánico» el artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil cuando el mismo se refiere a «enfermos mentales» y no tiene pues nada que ver con la Protección Jurídica del Menor. En el resto de Europa casi todos los países han reformado el sistema legal de internamientos -sea de menores o de personas con capacidades cognitivas claramente mermadas- elaborando leyes específicas bien articuladas que ofrecen garantías legales a los posibles afectados; en algunos casos incluso creando protocolos y tribunales especializados.  En España, sin embargo, eso no se ha hecho. Aquí tenemos un simple artículo que a juicio del letrado español Luis De Miguel Ortega «no dice casi nada pero sirve para todo» y no ofrece garantías procesales. De hecho asevera que se está empleando además de para someter a una persona a tratamiento psiquiátrico involuntario para entrar a la fuerza en un domicilio si un paciente no va a la consulta o no se pincha la inyección prescrita e incluso para trasladar a un enfermo a un hospital lejano con el único objeto de aislarle de su familia. Añadiremos que sobre los abusos de la Psiquiatría hemos publicado numerosos textos; entre otros los artículos que con los títulos Juan Pundik: “No podemos consentir que se medicalice a los niños”, Postulan dar fármacos a los niños y adolescentes no sumisos: la enfermedad de la rebeldía, ¿Es la Psiquiatría una disciplina científica o una estafa?, Aumenta el número de niños tratados de una enfermedad inexistente: el Déficit de Atención e Hiperactividad, Profesionales sanitarios se plantan ante “la Biblia de los trastornos mentales”, ¿Es la mala salud intestinal la causa del autismo y otras patologías neurológicas? y Psiquiatras: policías del pensamiento aparecieron en los números 104, 118, 128, 138, 140, 145 y 152 respectivamente y puede leernos en nuestra web: www.dsalud.com. Es más, nos hacemos eco del problema de forma más específica en este mismo número como puede comprobar leyendo el reportaje En España hay entre 45.000 y 50.000 niños a cuyos padres han quitado la tutela meros funcionarios de los Servicios Sociales.

 

Estimado Director: sufro desde hace años -sobre todo tras comer-  reacciones inflamatorias que el médico me sugirió tratar con un antihistamínico -el Polaramine (dexclorfeniramina)- pero ni realmente me ayuda ni mejoro. Es más, a veces me siento bastante peor. ¿Pueden ustedes sugerirme algo? Gracias anticipadas. 

Antonio Cortés
(Valencia) 

Ese fármaco actúa básicamente en casos de rinitis -estacional, perenne y vasomotora-, conjuntivitis alérgica, afecciones alérgicas cutáneas leves -eczema alérgico, urticaria y angioedema-, dermatitis atópica y de contacto, picaduras de insectos, dermografismos y reacciones medicamentosas pudiendo provocar su ingesta somnolencia, urticaria, erupciones cutáneas, sensibilidad a la luz, sudoración excesiva, escalofríos y sequedad de boca, nariz y garganta así como reacciones cardiovasculares, sanguíneas, gastrointestinales, respiratorias, genitourinarias, del sistema nervioso e incluso -en muy raras ocasiones- un shock anafiláctico. Y si le pasa tras comer su ingesta es además de peligrosa ineficaz. Le sugerimos pues que ante todo elimine de su dieta todos los alimentos -especialmente los fermentados- y fármacos a los que sea intolerante o alérgico. Y recuerde que en los pescados se genera mucha histamina -por descarboxilación bacteriana del aminoácido histidina- cuando su manipulación y preservación es inadecuada; lo que sucede por ejemplo cuando se almacenan en lugares con poca higiene y sin suficiente refrigeración durante tiempo prolongado (está constatado de hecho que suele haber niveles altos de histamina en el atún y la caballa). Suprima en suma los fermentados, el pescado poco fresco, los quesos, los embutidos y el trigo y restrinja la carne roja aunque lo mejor sería hacerse un test de intolerancias y alergias alimentarias. Mientras ingiera durante una temporada quercetina en cápsulas; es un excelente antihistamínico natural.

NÚMERO 211 / ENERO/ 2018

Sr. Director: he leído con gran pena e indignación los artículos publicados en el nº 209 sobre el calvario que tuvo que pasar el microbiólogo sevillano Fernando Chacón con su Bio-Bac y el acoso al que se ve sometido el Dr. Alberto Martí Bosch por parte de unos majaderos prepotentes e ignorantes simplemente porque usan unos remedios o practican una medicina que no es la ortodoxa pero que beneficia a sus pacientes. Esa panda de cazurros que los atacan, en lugar de interesarse por las aportaciones terapéuticas de los personajes en cuestión, probarlas, ver si funcionan y si no es así criticarlas -entonces con razón- se dedican a pontificar sin conocerlas a fondo criticando métodos terapéuticos que desconocen simplemente porque solo saben lo que han aprendido en la facultad ignorando que la cerrazón mental poco tiene que ver con el espíritu científico. Soy médico naturista -ahora jubilado- y conozco el percal que se da en las facultades de Medicina. No está mal para medicina de urgencias pero fracasa estrepitosamente cuando se trata de las enfermedades crónicas más comunes en Occidente: hipercolesterolemia, hipertensión arterial, problemas cardiocirculatorios, diabetes tipo 2, cáncer, etc. Aun recuerdo una reunión que se hizo en el Colegio de Médicos de Barcelona a principios de los años noventa entre los estamentos directivos y las nuevas secciones -Medicina Homeopática, Acupuntura y Medicina Naturista- para entablar un diálogo (?) y combatir el intrusismo médico existente en este tipo de terapias. Un directivo del COMB, jefe de sección de un hospital cercano a Barcelona, trató de mostrarse «conciliador» pero nos instó a que reconociéramos que la alimentación no tiene nada que ver con el cáncer. ¡Y se quedó tan pancho! Conociendo lo que saben nuestros colegas médicos sobre alimentación saludable no es de extrañar escuchar sandeces de tal calibre. Creo que en el COMB no hay ninguna sala con retratos de «grandes burros ilustres» pero ya están tardando en inaugurarla. Sería una gran lección de humildad y autocrítica. Como bien dice el Dr. Alberto Martí Bosch «los que atacan la medicina natural son unos ignorantes» y yo añado que son además prepotentes, dogmáticos y poco abiertos a la curiosidad científica.

Frederic Vinyes

Le agradecemos sinceramente su carta cuyo contenido compartimos por entero y que, obviamente, no requiere respuesta por nuestra parte.

 

Hola. Les sigo desde hace mucho tiempo -tengo casi todas sus revistas- y creo a fe ciega en todo lo que dicen por lo que les agradecería mucho que me ayudaran. Hace años, cuando desconocía el mundo de la medicina alternativa, tuve una enfermedad periodental en la boca y fui al dentista que me hizo una cirugía que me permitió conservar los dientes de abajo un tiempo aunque al final los perdí. El caso es que ahora me pasa lo mismo pero en las encías de arriba, he ido al dentista, me ha hecho una radiografía y ha visto que uno de los dientes se ha desprendido del hueso por lo que ha programado quitármelo el próximo 1 de diciembre y que la infección no afecte a los otros. Y esa es la razón de mi carta: quisiera que me aconsejaran sobre la causa de la enfermedad peridental y también sobre qué alimentos, vitaminas y plantas incorporar a mi alimentación para conservar los demás. Y de paso que me sugieran un dentista holístico (vivo en Alicante). Hoy día los dentistas se están haciendo de oro con las cremas y colutorios que mandan pero no sirven para nada y además contienen aluminio. Gracias.

Manoli Gómez García 

La llamada «enfermedad periodontal» la causan infecciones bacterianas en la boca denominándose gingivitis si solo afecta a las encías y periodontitis si hay ya inflamación y destrucción de los tejidos que soportan el diente. Y favorece su evolución una mala higiene bucal, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés, el sobrepeso, los medicamentos, piezas dentarias mal posicionadas y empastes mal ajustados. Asegurándose que puede aumentar el riesgo de padecer tanto diabetes como problemas cardiovasculares. Lo que se hace habitualmente para tratarlas es una limpieza de boca con raspado y alisado radicular en el caso de la periodontitis aunque a veces se considera necesaria cirugía para eliminar a fondo el sarro y limpiar de bacterias las raíces. Los dientes son órganos vivos suficientemente capacitados por la naturaleza para defenderse por sí mismos de cualquier ataque bacteriano y la clave está en una nutrición sana y completa que garantice la acción reparadora y remineralizante del fluido dentinal. Ni la gingivitis, ni la periodontitis, ni las caries las producen bacterias patógenas: éstas se limitan a colonizar esos tejidos cuando ya estás destrozados. En el caso de las caries como resultado de la desmineralización del esmalte y la dentina. De ahí que la clave de una buena salud bucodental sea una dieta de alimentos naturales rica en vitaminas liposolubles -en especial la A, la D y la K-, calcio y fosforo además de limitar la ingesta de granos integrales -contienen abundantes fitatos que al ser ingeridos bloquean la absorción intestinal de los nutrientes (fitatos que por cierto son parcialmente destruidos por la cocción, la fermentación y el germinado)- aunque el producto más pernicioso es el azúcar. Los dientes cuentan con eficaces mecanismos de defensa contra las agresiones externas; defensa que se concreta a través de la circulación del fluido dentinal tubular -plasma que fluye desde la pulpa dental utilizando los conductos que le facilitan los túbulos de la dentina- hasta el esmalte y la cavidad bucal. De hecho es cuando ese fluido deja de circular por los túbulos cuando el diente comienza a desmineralizarse y se desvitaliza llevando ello a su colonización por bacterias. La teoría de que son las bacterias del medio ácido bucal las que atacan el esmalte y la dentina de los dientes no se sostiene porque los antibióticos no impiden la formación de caries, las bacterias supuestamente cariogénicas no producen anticuerpos y eso significa que el sistema inmune no las considera patógenas. Y los lavados y cepillados con dentífricos o colutorios bactericidas ni previenen ni disminuyen su incidencia. En suma, como tejido funcional vivo los dientes necesitan el aporte constante de nutrientes para mantenerse sanos luego si con la alimentación no obtenemos las vitaminas y minerales necesarios tanto el esmalte como la dentina y el complejo periodontal se debilitarán y dañarán con el tiempo. Dicho esto agregaremos que cepillarse los dientes es en todo caso conveniente porque los restos de comida deben eliminarse; no porque provoquen caries sino porque pueden pudrirse dando lugar a mal olor y dañar las encías. Se explicó ampliamente en el reportaje Cómo prevenir y tratar las caries dentales de forma natural que apareció en el nº 175 y puede leerse en nuestra web: www.dsalud.com. En cuanto a algún dentista holístico en Alicante le sugerimos contactar con Elizabeth Cendales (625 63 85 46).

  

Sr. Director: estoy suscrito a su web y he realizado en ella una búsqueda de artículos relacionados con la trombosis pero no he encontrado nada. Llevo 35 años cuidando mi salud vía macrobiótica a raíz de un diagnóstico de probable Glomerulonefritis Mesangial IGa pero en los últimos diez me he relajado un poco con la comida. El caso es que en febrero me detectaron por casualidad una trombosis en la vena safena izquierda y otra bajo el sóleo izquierdo. Fue un poco shock pues creía que tenía un seguro a todo riesgo con la Macrobiótica. Tras el diagnóstico hace 35 años me plantearon empezar con diálisis en 6 meses… y volví a pasar la «ITV» a los 11 años (de ahí lo del «seguro a todo riesgo»). En fin, tras 6 meses con heparina y Xarelto la trombosis apenas ha mejorado un poco. Me han hecho un test de fosfolípidos que ha dado positivo -técnicamente un test Anticoagulante lúpico Sílica- y me plantean tomar Sintron de por vida ya que tengo tendencia a coagular la sangre. Solo que el Sintrón es muy incómodo debido a los continuos controles que hay que hacerse por lo que de momento han aceptado que siga con Xarelto. ¿Podríais facilitarme el nombre de algún profesional o terapia útil para la trombosis? Se me ha olvidado decir que tengo 63 años y hago mucho deporte (squash, trial, correr…). Y en caso de tener que seguir con anticoagulantes, ¿consideráis necesario pasar al Sintron? ¿Y desaconsejáis tomar verduras verdes por la vitamina K? Otro dato: en la analítica aparece Srm-Homocisteina, c 42.41 Gracias mil.

Jesús María V. 

Ingerir acenocumarol -el conocido Sintrom de Novartis Farma– exige efectivamente controles periódicos para ajustar las dosis y la imposibilidad de ingerir fármacos como la aspirina o la warfarina -que en España comercializa Aldo-Union como Aldocumar- al igual que ciertos alimentos -como el alcohol, la coliflor, las espinacas, las acelgas, los espárragos o la carne de hígado- para evitar interacciones. Hablamos en suma de anticoagulantes que dificultan la agregación plaquetaria y se sugieren al inferirse que permiten prevenir accidentes cardio y cerebrovasculares. En lo que no se incide es que numerosas personas han muerto de hemorragias -sobre todo cerebrales- en su intento de evitar trombos y cabe preguntarse si tiene sentido arriesgarse a morir de una hemorragia cerebral por intentar evitar un infarto. Nosotros hemos explicado muchas veces que cuando las arterias se dañan el cuerpo utiliza el colesterol para evitar que uno se desangre. Son pues nuestros “parches” internos naturales, necesarios e inevitables. Y por tanto la estrategia adecuada pasa por impedir que aparezca el problema proporcionando los nutrientes que el cuerpo necesita. Y esos están todos en las frutas y verduras. De ahí que la mejor manera de prevenir posibles accidentes cardio y cerebrovasculares sea una dieta vegetariana y/o un tratamiento ortomolecular para asegurarse de que la causa de la fragilidad de las venas y capilares no está en el déficit de algún nutriente; muy especialmente de vitamina C pero también de aminoácidos como la lisina, la prolina, la arginina, la carnitina, la cisteína y la taurina, de minerales como el magnesio, el cobre, el potasio y el calcio, de coenzima Q-10, de inositol, de picnogenoles (un tipo de bioflavonoides), de betacaroteno (provitamina A), de vitaminas D, E y H (biotina) y de algunas del grupo B (especialmente las B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12). En suma, la salud se recupera dando al organismo lo que necesita y no fármacos que le dificulten o impidan desarrollar sus funciones. Dicho esto sepa que hay productos que tienen el mismo efecto de esos anticoagulantes. Es el caso del chocolate negro: produce el mismo efecto que la aspirina y bastan dos cucharaditas diarias de chocolate puro, es decir, hecho con extracto seco de granos de cacao. Se logra ese efecto gracias a su riqueza en bioflavonoides. También el consumo de huevos enteros puede ayudar a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón porque sus proteínas retrasan la coagulación sanguínea y demoran la conversión del fibrinógeno en fibrina, base estructural de los coágulos de sangre. Como igualmente ayuda la ingesta de ácidos grasos esenciales omega 3. En suma, tiene usted alternativas carentes de efectos secundarios. Todo ello sin olvidar que la formación de un trombo puede deberse a alteraciones del flujo sanguíneo por reposo excesivo en cama o a las patologías que presentan flujos en torbellinos (como las estrecheces valvulares); es el caso de la estenosis mitral en la que el flujo en la aurícula se hace más lento y favorece la trombosis. Otra causa de trombosis es padecer daños en el endotelio por traumas físicos, especialmente por fracturas múltiples. Dicho esto agregaremos que en el endurecimiento arterial -y, consecuentemente, en los problemas cardiovasculares- tiene más influencia el exceso de toxinas, la falta de irrigación sanguínea y el aumento de radicales libres junto al exceso de sodio y la falta de potasio que el exceso de colesterol. Por otra parte, no es cierto que el exceso del llamado “colesterol malo» sea la principal causa de las enfermedades degenerativas y, especialmente, de las cardiovasculares. De hecho insistimos en que es más que discutible que la acumulación de las placas de ateroma que dificultan el paso de la sangre por las arterias –la llamada arterosclerosis- se deba a su exceso en sangre y no a un deterioro crónico del tejido endotelial (el que forma la pared interna de los vasos sanguíneos, linfáticos y del corazón). Terminamos indicando que según el médico alemán Berthold Kern los infartos no los provocaría además la obstrucción de las coronarias pues entre 1930 y 1940 realizó numerosas autopsias y esa hipótesis no se corroboró. Según él son consecuencia de la acidosis metabólica del tejido del ventrículo, problema que afirma puede corregirse por ejemplo con la ingesta de estrofantina, glucósido derivado de la planta africana strophantus gratus. Lo explicamos en detalle en el reportaje que con el título ¿Es realmente la obstrucción coronaria la principal causa de los infartos? se publicó en el nº 148. En todo caso puede consultar su situación con el Dr. Taher Abbas (93 456 96 34), cardiólogo experto que pasa consulta en Barcelona.

  

Sr. Director: mi mujer y yo llevamos leyendo desde sus inicios la revista y en estos momentos estamos ambos un poco indispuestos por lo que me gustaría una opinión al respecto. Ella tiene colitis ulcerosa desde hace mas de un año y no ha habido día en el que no sangre. Además sufre dolencias estomacales diarias. Está tomando Salofalk 3g -prescrito por su médica especialista- y asimismo toma zumo de áloe vera y alguna receta casera que ve en alguna web como zumo de remolacha con zanahoria y manzana. ¿Podrían ustedes aconsejarnos qué tomar para llevar mejor esta enfermedad que denominan crónica? En cuanto a mí comentarles que padecí en abril un infarto de miocardio y tengo el FEVE en 35-40. Mi pregunta es la siguiente: leí hace años en su revista que Ateronon es un producto natural para el corazón porque baja el colesterol malo así como para el cáncer por su riqueza en licopeno. ¿Podrían decirme si sería bueno para el infarto que sufrí o hay cosas mejores hoy día? Y muchísimas gracias por la revista. Esperando contestación les saludamos atentamente.

Eloisa Romero González y José Mª Acasuso Ubieta  

En cuanto a usted vamos a remitirnos a la respuesta de la carta anterior si bien añadiremos que el licopeno –pigmento presente en los tomates y otras frutas y verduras dándoles su característico color rojo- reduce en efecto el daño causado en el ADN, ayuda a prevenir el cáncer y permite reducir drásticamente los niveles de colesterol “malo” en apenas ocho semanas. Lo constató un equipo de investigadores de la Facultad de Farmacia y Ciencias Biomédicas de la University of Portsmouth (Gran Bretaña) dirigido por la Dra. Mridula Chopra afirmando en un trabajo aparecido en British Journal of Nutrition que “es mucho más eficaz que las estatinas”; de hecho decidieron comercializar un producto con licopeno que bautizaron como Ateronon y empezó a fabricar Cambridge Theranostics. Lo logra además una concentración de licopeno tan pequeña como la que hay en un frasco de salsa de tomate si bien es más biodisponible y biológicamente activo cuando se añade una pequeña cantidad de aceite. Sugerimos pues a quienes quieran reducir sus niveles de colesterol que usen productos naturales sabiendo que en un tomate fresco hay por cada 100 gramos unos 2 mg de licopeno, en un zumo o salsa de tomate 6 mg y en una salsa de tomate frito 25 mg. Otra opción es usar como aliño Aceiterol, producto español que se comercializa en monodosis llevando 20 ml de aceite de oliva virgen y 8 mg de licopeno. Por lo que se refiere a la colitis ulcerosa de su mujer diremos que se trata de una afección inflamatoria crónica de la mucosa del colon que cursa normalmente con ulceraciones epiteliales difusas de profundidad variable y diarreas hemorrágicas cuya causa se desconoce aunque hay diferentes teorías habiéndose inculpado a bacterias, virus y hongos, a problemas alérgicos con algunos alimentos -en especial a la leche-, a una somatización emocional y a problemas con el sistema inmune. De hecho se da principalmente en el mundo desarrollado en el que se consumen muchos alimentos refinados, lácteos, carnes y grasas saturadas y, por contra, pocas frutas, verduras, legumbres y cereales. Lo que sí está constatado es que la ingesta de leche -o de alimentos que la contengan- desencadena a veces exacerbaciones fulminantes. Como está constatado que para afrontarla lo mejor es eliminar los alimentos que pudieran ser causa de alergias o intolerancias -especialmente los frutos secos, los alimentos con gluten, las harinas, las levaduras, los lácteos, el café, el azúcar blanco, los carbohidratos refinados, los mariscos, la comida basura, los embutidos, el alcohol (cerveza y vino incluidos) y la comida enlatada, envasada y preparada- siguiendo una dieta baja en grasas saturadas animales y aumentando la ingesta de vegetales -especialmente los de raíz- y frutas hervidas. Sin olvidar beber abundante agua para prevenir el desequilibrio electrolítico, realizar un ejercicio físico adecuado a las circunstancias personales, procurar un sueño reparador y evitar el estrés. Agregaremos que son en cambio útiles el ajo –antibiótico natural que permite el reequilibrio de la flora intestinal-, el arroz integral -al no tener gluten es bien tolerado por el intestino y se trata de un normalizador del tracto intestinal-, la avena -aporta fibra soluble y es protectora y normalizadora del tránsito intestinal-, la manzana -es astringente y antiséptica-, la chufa -es remineralizante y contiene enzimas que facilitan la digestión de los hidratos de carbono y las grasas-, los germinados -contribuyen a regenerar la flora intestinal alterada-, la leche de almendras -tiene buena tolerancia y es muy nutritiva-, la zanahoria -por su contenido en pectina y betacaroteno mantiene en buen estado la mucosa intestinal siendo un eficaz antidiarreico y normalizador de la función intestinal-, la tapioca -suavizante, desinflamante y regeneradora-, el membrillo -astringente y antiinflamatorio de la mucosa gástrica-, los arándanos -astringentes y antisépticos-, el caqui -contiene taninos y mucílagos de acción astringente sobre la mucosa-, la granada -es astringente y antiinflamatoria de la mucosa-, el níspero -es normalizador y astringente pero además contiene sales minerales y vitaminas-, la okra -contiene mucílagos que suavizan y protegen la mucosa intestinal-, la papaya -suavizante, protectora y antiséptica- y el plátano -alimento bien tolerado que aporta minerales, sobre todo potasio-. En cuanto a nutrición ortomolecular son especialmente útiles el ácido fólico así como las vitaminas A y las del complejo B (especialmente la B12), minerales como el selenio, el hierro, el zinc, el magnesio y el calcio, probióticos, PABA y ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6.

 

Estimado Sr. Campoy: soy asidua lectora de su revista desde hace seis meses y le felicito por su trabajo y valentía. Mi pregunta es sobre la dieta alcalina. Lo primero que me llama la atención es que a pesar de que hay bastante información sobre ella no hay dos tablas que coincidan en los alimentos ácidos y alcalinos llegando a ser de lo más dispares. Bueno, parece que el único que se salva es el limón que lo ponen como alcalino aunque no lo parezca y las carnes como muy ácidas. Además de esto parece que la alcalinidad es cosa de vegetales. Pues bien, después de llevar tres meses aplicando este principio y llevando una dieta cuasi vegetariana e ingerir siempre productos biológicos -amén de haber suprimido azúcares, harinas y pastas refinadas- y comer pescado tanto mi marido como yo, al analizarnos el pH de la orina con el papel de farmacia, vemos que nos da por debajo de 6. Entonces hicimos pruebas tras comer carne y vimos que nuestro pH subía a veces hasta lo que se considera «bueno»: alrededor de 7. Y, claro, esto nos tiene confundidos. ¿Qué explicación tiene? Nos gustaría que si fuera posible nos lo aclarara. Gracias de antemano.

María José Lega 

Es muy simple: los alimentos alcalinos son los que están «vivos». Es decir, los vegetales: frutas, verduras, hortalizas, legumbres y semillas crudas. En cuanto al pH -acrónimo de «potencial de hidrogeniones»- es una medida que permite valorar el grado de acidez o alcalinidad relativa de una sustancia en función de una escala que va de 0 a 14 y cuyo punto de neutralidad es 7; es decir, indica el grado de concentración de iones de hidrógeno. Por tanto si una sustancia supera esa cifra es alcalina y si es menor ácida. Sea en la sangre, en la orina, en la saliva, en un zumo de frutas o en una copa de vino. Algo que en el caso de los líquidos y tejidos humanos depende del intercambio celular de iones entre su citoplasma y el exterior y ello de lo que comemos, bebemos y respiramos así como del ejercicio. Ahora bien, el pH que precisa para funcionar correctamente cada zona del cuerpo no es uniforme aunque lo más importante es verificar que el de la sangre esté entre 7,35 y 7,45 porque si se alcaliniza demasiado -si sube de 7,45- puede llevar a la muerte y si se acidifica -si baja de 7,35- a disfunciones de todo tipo. En todo caso el pH proporciona básicamente información sobre la eficiencia de las sustancias tampón del organismo que se ocupan del mantenimiento de valores constantes en el pH de las soluciones intra y extracelulares: bicarbonato, hemoglobina, aminoácidos y proteínas ya que pueden tanto ceder protones (ácidos) como captarlos (bases). En cuanto al pH de la orina es por lo común ligeramente ácido debido a la presencia de ácido úrico pudiendo estar sus valores entre 4,5 y 7.5. No es pues indicativo del estado general del organismo. Y puede pues estar en 7 incluso siendo moderadamente carnívoro ya que ese valor depende de varios factores.

NÚMERO 210 / DICIEMBRE/ 2017

Estimado Sr. Campoy: tengo 43 años y aunque no hago deporte ni mucho ejercicio por problemas óseos en los pies me alimento desde hace tres o cuatro años de forma moderada e ingiero mucha fruta -a todas horas-, pasta, arroz, pan, cereales, frutos secos y aceite de oliva virgen así como helados, zumos de frutas y alguna cervecita o copita de anís de vez en cuando. Eso sí, no demasiada verdura, lo reconozco. Pero apenas ingiero carne, pescado, mariscos, embutidos y quesos. Vaya, a mi juicio una dieta razonable. Bueno, pues me han diagnosticado hace unos días esteatosis hepática no alcohólica, es decir, ¡hígado graso! ¿Cómo es posible? ¡Estoy asombrado! ¡Pero si apenas tomo grasas! ¿Puede ser verdad o es más probable que se trate de  un error de diagnóstico? ¿Cuál es su opinión? Y si fuera verdad, ¿qué lo puede haber causado y cómo podría resolverlo? Sinceramente, no me fío de los médicos de mi ambulatorio y en estos momentos no puedo permitirme acudir a consultas privadas. Confío en que pueda ayudarme aunque haga poco tiempo que les sigo ya que no conocí la revista hasta principios de este año (y me encanta). A la espera de su respuesta se despide

Justino Álvarez
(Bilbao)

La Esteatosis hepática no alcohólica o hígado graso lo provoca normalmente una dieta demasiada rica en azúcares -en especial de fructosa y sacarosa- y deficitaria en colina y metionina, no la ingesta de grasas. Y mejora rápidamente con una dieta libre de azúcares y carbohidratos refinados y la ingesta de colina -vitamina del grupo B de la que es rica la yema de huevo-, quercetina, metionina, levadura de cerveza, germen de trigo, leguminosas, coles de bruselas, pescado, prebióticos y probióticos (en especial L. casei). Ayudando asimismo ingerir fibra soluble, ácidos grasos omega-3, silimarina -principio activo del cardo mariano-, pycnogenol, extracto de Galega officinalis y dos minerales: cobre y zinc. Y uno o dos cafés diarios ya que éste disminuye la permeabilidad intestinal al elevar los niveles de la proteína zonulina-1. Es más, hacer esto es eficaz asimismo en casos de hepatomegalia -aumento patológico del tamaño-, inflamación, fibrosis, cirrosis e, incluso, hepatocarcinomas. Y permítanos que insistamos en la importancia de la colina porque ya en 1949 un grupo de médicos de la Universidad de Toronto demostró que incluso el exceso de alcohol y azúcar que pueden dar lugar a cirrosis y esteatosis hepática se previenen en buena medida cuando en el organismo hay suficiente colina. Y que en 2008 un numeroso grupo de investigadores ya constató que el factor de riesgo más importante para desarrollar una esteatosis hepática no alcohólica es el exceso de ¡fructosa! Siendo igualmente factores de riesgo muy importantes las bebidas gaseosas azucaradas y los carbohidratos refinados (pan, pasta, galletas, pasteles, etc.). Dicho esto añadiremos que en este mismo número de la revista damos a conocer que hay una sustancia enormemente eficaz para proteger el hígado: la hesperidina. Se trata de una flavanona glucósida que se encuentra tanto en la piel como en la capa interna blanca de los cítricos -especialmente en el limón- junto a otros conocidos flavonoides: la quercetina, la rutina y la didimina. Es más, hemos explicado igualmente que hay otras muchas sustancias naturales que protegen y/o regeneran el hígado. Las proantocianidinas por ejemplo protegen los hepatocitos y actúan a nivel genómico impidiendo la replicación del virus de la hepatitis C. El ácido glicirricinico o glicirricina presente en el regaliz es eficaz no solo frente a los virus de las hepatitis A, B y C sino también frente al herpes simple. La cúrcuma bloquea la replicación del virus de la hepatitis C al inhibir la expresión de su gen Akt-SREBP-1. El cardo mariano es hepatoprotector y no solo por la silimarina sino por otros de sus principios activos, como la silibina, la isosilibina, la silidianina y la silicristina, moléculas todas ellas antiinflamatorias, antioxidantes y antifibróticas que potencian la regeneración del hígado además de modular el sistema inmune exacerbado. Y fitonutrientes como el resveratrol, el licopeno, la capsaicina y la alicina -así como muchos otros- inhiben las vías de expresión de potentes factores inflamatorios y cancerígenos; como el factor NF-kB, la proteína activadora AP-1, la quinasa JAK-STAT y la COX-2. En suma, contra lo que usted piensa la alimentación que hace no es adecuada y explica que haya contraído hígado graso.

 

Muy Sr. Mío: soy médico con consulta privada desde hace 35 años y aunque he comprobado que la revista que usted dirige lleva casi 20 años en los kioscos no me había enterado de su existencia hasta hace unos días cuando compré un ejemplar al escuchar una animada discusión entre colegas de profesión sobre uno de sus reportajes en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid al que tuve que acudir por una caída en la que me luxé el tobillo. Hablaban de lo que publicaron en el nº 207 sobre la eficacia clínica de la Homeopatía, terapia que siempre he considerado -lo admito- sin el más mínimo fundamento. El caso es que me picó la curiosidad porque eran cinco y tres la defendían alegando precisamente lo que se planteaba en ese reportaje así como en otros que al parecer ustedes han publicado. En cualquier caso admito que lo que más me llamó la atención fue un dato que desconocía: el hecho de que los médicos que más agresiones sufren en los centros públicos de salud -ambulatorios, clínicas y hospitales- son los convencionales mientras prácticamente ninguno de los que ejercen las medicinas alternativas son agredidos. Y lo confieso: siempre creí que eran éstos quienes terminaban provocando la ira de sus pacientes ante su falta de resultados y resulta que es todo lo contrario. Me descolocó, investigué y resulta que es cierto. Lo irónico es que debí haberme dado cuenta mucho antes porque de hecho las medicinas alternativas no se practican en los centros sanitarios del sistema público de salud. Y sin embargo ni había caído en la cuenta. En fin, el caso es que he estado dos meses entrando a diario en su web y estoy perplejo. Sus textos son impecables, están muy bien documentados y aportan una información muy interesante que a mí jamás me había llegado porque reconozco leer solo revistas científicas y  muy de vez en cuando. Y aun más perplejo me quedé cuando vi quiénes están en su Consejo Asesor. Sinceramente, no entiendo cómo su publicación no es hoy referente en el ámbito de la salud. ¡Es excelente! Pensé que se debía a que a mis colegas tampoco les conocen pero luego lo he comentado con algunos y resulta que soy el único que no sabía de su existencia. Entono pues el mea culpa. Solo quería que lo supieran y que cuentan desde ahora con un lector agradecido. Están haciendo una labor encomiable. ¡Ah! Una pregunta: ¿qué datos tienen sobre las agresiones a médicos? No sé si han publicado algo recientemente pero me gustaría saberlo. Mera curiosidad. Sin otro particular, les saluda

Carlos González
(Madrid)       

Le agradecemos sinceramente sus palabras y su cortesía. En cuanto a su pregunta nosotros nos hemos limitado a dar a conocer lo que al respecto dice la propia Administración. Y es que entre 2008 y 2012 los médicos sufrieron en España más de 30.000 «agresiones». Tanto en centros de Atención Primaria -el 51% de los casos- como en hospitales. El 80% de ellas agresiones verbales -insultos, vejaciones e intentos de coacción- pero un 20% físicas. Siendo los principales agredidos los médicos seguidos de los enfermeros. Tal fue de hecho el motivo por el que se decidió políticamente otorgarles la condición de «autoridad pública» y tengan «presunción de veracidad» en el ejercicio de sus funciones. Lo que no es tan conocido es que los médicos son asimismo agredidos en los centros del estado ¡por sus propios colegas! Y los datos son escalofriantes porque el 43,5% asegura haber sufrido algún tipo de acoso, discriminación o maltrato en su centro de trabajo durante 2016¡por sus superiores jerárquicos! Así lo recogió al menos la cuarta oleada del estudio Situación laboral de los médicos en España que elabora anualmente la Organización Médica Colegial (OMC).  Lo que se une a la ya conocida y denunciada precaria situación en que vive la mayoría. Según el informe los médicos son víctimas de insultos graves, vejaciones, comentarios despectivos o discriminatorios de tipo racial o étnico, reciben solicitudes de favores de naturaleza sexual, se les deja en ridículo o se les minusvalora ante otros profesionales sanitarios y pacientes, tienen una excesiva carga laboral y horarios de trabajo inadecuados y/o excesivos, reciben vetos para poder prosperar profesionalmente y se les excluye de forma inmotivada y prolongada de las actividades del servicio, entre otros. Problemas que sufren especialmente las  mujeres jóvenes de nacionalidad extranjera. Y hay más: el 55,3% no tiene plaza en propiedad y trabaja con contratos inestables de corta duración siendo el paro mucho más alto entre las mujeres: el 63,3%. Sin comentarios.

 

Sr. Director: quiero felicitarle por los dos últimos editoriales: La medicina convencional es una pseudociencia y La farsa criminal del cáncer. Me parecen dos textos tan importantes -y valientes- que entiendo que en MedicalNews se reprodujeran íntegramente y se hicieran llegar a los -según tengo entendido- más de 30.000 suscriptores de ese servicio gratuito. Lo que no entiendo es que nadie se haya hecho eco de ellas si como ustedes dicen llegan con él a más de un millar de periodistas, a todos los miembros de las comisiones de Sanidad del Congreso de los Diputados y el Senado, a gran número de altos cargos de las administraciones estatal y autonómica y a miles de médicos. ¿Cómo se explica el silencio ante tamañas denuncias? ¿Cómo es posible que acusaciones tan graves -y documentadas- no se hayan difundido masivamente? Se lo digo con sinceridad: estoy anonadado. Y ahora entiendo aquel editorial que publicó usted hace unos años manifestando su desazón ante la aparente inutilidad de su trabajo. Usted mismo ha reiterado en muchas ocasiones que si lo que publica la revista fuera falso ya les habían llevado a los tribunales decenas de veces y que si no ha sido así es porque todo ello está documentado. Pues bien, durante mucho tiempo creí que exageraba pero ahora entiendo que era verdad. Como entiendo que, efectivamente, la práctica totalidad de los medios de comunicación están controlados por la industria farmacéutica y la sociedad difícilmente va a saber la verdad de lo que está pasando. En fin, ahora sí entendería que cualquier día «tire la toalla». No hace falta que me responda pero quisiera que publicara esta carta para dejar constancia de que algunos sí valoramos su trabajo. Mis más sinceras gracias.

Adolfo González
(Valencia)

NÚMERO 209 / NOVIEMBRE/ 2017

Sr. Director: tengo 37 años, en los últimos 14 he trabajado en la sección de análisis clínicos de distintos laboratorios de la Seguridad Social y soy lector habitual de su excelente revista. Pues bien, quiero preguntarles sobre los probióticos. He leído varios libros sobre salud y alimentación y en uno de ellos he leído sorprendido que si bien los probioticos son bacterias vivas presentes en alimentos como los lácteos, el kéfir, la kombucha y otros alimentos fermentados y algunas son conocidas por nuestro sistema inmune y por tanto inofensivas en caso de ingerir una gran cantidad de las mismas puede producirse una respuesta inflamatoria. «Cada vez que tomamos probioticos o bacterias vivas ‘activamos el sistema inmune’ lo que en realidad significa que lo ponemos a trabajar respondiendo al ataque con inflamación», se dice en él añadiendo luego: «Tomar probioticos constantemente produce un estado crónico de inflamación. Lo más normal en estos casos es que esos ataques pasen sin pena ni gloria, se matan y listo. Pero tomar probioticos habitualmente, en grandes cantidades y/o durante largos períodos de tiempo, incrementa exponencialmente la posibilidad de infectarnos con alguna nueva bacteria e incrementamos riesgos más graves. Las personas que padecen síndrome de intestino irritable son el claro ejemplo de las secuelas de una infección. Son reales los beneficios de algunos de estos ‘alimentos probióticos’ a la hora de regular el sistema digestivo, sobre todo en la boca y estómago, pero no es una cuestión de cuanto más mejor como tampoco son beneficiosos siempre y en todo momento y para todas las personas. Hay que matizar cuándo y dónde se pueden o deben tomar y cuándo es mejor no consumirlos. Nuestro intestino es un ecosistema muy complicado en el que no suelen sobrevivir bacterias que necesiten oxígeno. Las bacterias que tenemos en el intestino son necesarias, entre otras funciones porque no solo nos ayudan en la digestión y absorción de nutrientes de los alimentos que ingerimos sino que además crean la vitamina K. Y sabiendo esto deberíamos cuidar las bacterias que tenemos con prebióticos (alimentarlas) y no hacerlas pelear constantemente con probioticos (otras bacterias)». El autor termina su obra diciendo: «Probióticos sí, pero solamente en casos excepcionales y siempre en periodos muy cortos de tiempo -por ejemplo una semana- ya que tomar probióticos de forma regular provoca inflamación crónica del sistema digestivo y con ello la inflamación de todo el organismo». Tal es su tesis pero la mayor parte de lo que yo he leído anima a su consumo constante y masivo, entre otras cosas para reforzar nuestro intestino y no sufrir permeabilidad intestinal. De hecho muchísimos médicos naturistas lo primero que hacen cuando llega un paciente a su consulta es recetarles probioticos para regenerar la flora intestinal y de esa forma sellar el intestino y evitar el paso a la sangre de sustancias toxicas que puedan provocar inflamación. Ustedes mismos califican en un reportaje los intestinos como el «segundo cerebro» y reconocen que su desequilibro afecta al cerebro. Es más, entrevistaron en su día a David Perlmutter quien hace hincapié en que lo primero que hay que hacer para proteger el cerebro es tomar probióticos. En suma, ¿en qué quedamos? ¿Es bueno o no tomar probioticos? ¿Y pueden tomarse siempre que se quiera o durante cierto tiempo? ¿O es mejor tomar prebióticos para alimentar a las bacterias que ya tenemos?

Miguel Jurado Mora
Miguelturra (Ciudad Real) 

Ante todo discúlpenos por resumir su carta pero era muy extensa. Dicho esto añadiremos que son numerosas las investigaciones que indican que tienen más influencia en el metabolismo las bacterias intestinales que las propias células. A fin de cuentas el microbioma intestinal realiza muchas funciones metabólicas claves que no pueden realizar los propios genes. De hecho muchas patologías no infecciosas -como las alergias, las enfermedades autoinmunes o el cáncer- pueden deberse a desequilibrios en el sistema inmune. Y dado que la principal zona de interacción biomolecular entre éste y las bacterias se encuentra en los intestinos es en ellos donde se produce el equilibrio o desequilibrio entre ambos sistemas. De todo ello hemos hablado en numerosos reportajes en uno de los cuales publicamos las conclusiones de un trabajo efectuado por el equipo de la Dra. H. Tlaskalova-Hogenova -se publicó en 2011 en Cellular and Molecular Immunology– según el cual “la ingesta de probióticos por el ser humano como complemento alimenticio ha demostrado inhibir la proliferación y colonización de microorganismos patógenos, favorecer el desarrollo y fisiología del epitelio intestinal -y por ende de su mucosa- y estimular tanto los componentes no específicos como específicos del sistema inmunitario. Sobre este último aspecto hay que destacar que las más recientes investigaciones apuntan a un papel inmunomodulador y antiinflamatorio de los probióticos lo que redunda en beneficio de la salud del epitelio intestinal y su influencia sobre el origen de muchas enfermedades autoinmunes». Añadiendo luego sin embargo: «El 70% de los mil billones de bacterias que pueblan nuestro intestino grueso no son cultivables por los métodos usuales de microbiología y por tanto sus características y funciones nos son totalmente desconocidas. Y en el caso de las conocidas casi todas ellas se han agrupado en cuatro familias: Firmicutes, Bacteroidetes, Actinobacteria y Proteobacteria. Sin embargo a pesar de los intentos de homogeneización la verdad es que cada individuo tiene una población o microbiota distinta. Siendo obvio que semejante superpoblación bacteriana ejerce no sólo importantes funciones para el organismo sino además una enorme cantidad de moléculas químicas que necesariamente interactúan con el resto de las células y tejidos de nuestro cuerpo”. Hechos que permiten responder a su pregunta: em general es mejor ingerir prebióticos que probióticos. Es decir, fibra alimenticia -la parte comestible de los vegetales que no se digiere en el intestino delgado, fermenta parcial o totalmente en el intestino grueso y está formada por polisacáridos, oligosacáridos, lignina y sustancias análogas-, fructooligosacáridos -llamados también oligofructosas, oligofructanos y de forma abreviada FOS se encuentran presentes en muchas frutas, vegetales, granos y cereales pero especialmente en la cebolla, el ajo, el espárrago, el plátano, la cebada, el trigo, la raíz de achicoria y la jícama- e inulina -polisacáridos compuestos de cadenas moleculares de fructosa que se encuentran generalmente en las raíces, tubérculos y rizomas de ciertas plantas fanerógamas, especialmente en la bardana, el agave, la énula o helinio, el ñame, la papa de Jerusalén , el diente de león, la achicoria, el ajo , el yacón, la alcachofa, el puerro, la cebolla y el espárrago. En otras palabras, lo mejor es ingerir vegetales a diario. Lo que no obsta para que en caso de una flora intestinal muy dañada no se recurra directamente a los probióticos, es decir, a la ingesta de alimentos ricos en microorganismos vivos como el chucrut, el kimchi, el kéfir, el jocoque, el yogur fresco y otros productos lacto-fermentados. Una medida mucho mejor que ingerir probióticos encapsulados. En cuanto a si su ingesta puede provocar una reacción desagradable de tipo autoinmune en el caso de consumir alimentos naturales frescos tal posibilidad es casi inexistente pero no nos atreveríamos a decir lo mismo de los productos industrializados.

  

Estimado Sr. Campoy: trabajo en un hospital a pesar de que no comparto los métodos de la medicina que en él se aplican. El otro día, a una comisión de la que formo parte, nos llegó un escrito de una enfermera que trabaja en quirófano «denunciando» las reiteradas ocasiones o, mejor dicho, la práctica generalizada de que cuando se quiere probar un nuevo modelo de «herramienta» (material sanitario, prótesis, etc.) -algo muy frecuente por cuanto no hay concursos de material sanitario que permita utilizar el  material más idóneo en todo el centro- es habitual en muchas ocasiones que sin pedir permiso alguno ni contar con autorización expresa -que sepamos- el comercial correspondiente se meta en quirófano y participe de la intervención… con el fin de que el cirujano o cirujana pueda contar con su asesoramiento a la hora de su utilización. Solo que no contento con eso se lleva al terminar la intervención, vía pegatina, los datos del paciente para, según dice, su posterior control y/o seguimiento. Al hilo de este hecho añadiré que llevo ya mucho tiempo observando que los comerciales, al menos en este hospital, campan totalmente a sus anchas y gozan de unos privilegios que no tienen ni los propios profesionales. No existe el más mínimo control de asistencia ni del tipo de actividad que realizan y siendo así no me extraña que luego estén dispuestos a gastarse una parte importante de su presupuesto en financiar a médicos y enfermeras para que acudan a los numerosos congresos que organizan y a los que les invitan, algo que éstos aceptan para «engordar» su currículo. He sentido la necesidad de informarles de esto para ver si Uds. pueden investigar este tipo de prácticas en otros centros y poder hacerlo público para que la gente conozca lo que es un «atentado» claro a su intimidad y confidencialidad ya que esas personas ni siquiera tienen obligación de mantener el secreto profesional de la información que puedan «captar». Agradezco de antemano todo el trabajo que están llevando a cabo en el ámbito de la salud en la confianza de que tarde o temprano la farsa de las grandes farmacéuticas caerá por su propio peso. ¡Un saludo!

Alicia Sánchez

 Le agradecemos sinceramente su carta; en todo caso nos hemos permitido cambiar su nombre para evitar posibles represalias. Somos muy conscientes del sinnúmero de actuaciones irregulares -cuando no ilegales- que se perpetran a diario en nuestros hospitales. Algo que se produce con impunidad porque quienes pueden denunciarlo ante los tribunales o en las comisarías de policía y guardia civil -los que las observan y pueden prestar testimonio- no se atreven porque puede costarles el puesto o que les hagan la vida imposible y quienes podríamos hacerlo carecemos de pruebas para presentar por nuestra parte las denuncias. Además en el ministerio de Sanidad y en las consejerías de salud autonómicas se hace la vista gorda desde hace años porque están mayoritariamente controladas desde hace décadas por testaferros de la gran industria. Por eso insistimos tanto en que uno no debería acudir a un hospital más que en caso de necesidad acuciante: son muy peligrosos. Según los fríos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2015 -último año contabilizado- murieron en España «por enfermedades» 407.489 personas. Nadie debería pues tomarse a broma el asunto.

NÚMERO 208 / OCTUBRE / 2017

Sr. Director: el pasado 12 de agosto pude participar en un debate televisado sobre las terapias naturales complementarias no convencionales en el programa que La Sexta emite con el nombre de La Sexta Noche junto a otros seis contertulios habituados a los platós al que además acudió la presidenta de la llamada Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) Elena Campos-Sánchez. Debo decir que ésta se presentó de forma cordial y enseguida comenzamos hablar, algo bueno para relajar la situación antes de entrar en discusión. Y lo mismo hizo el presentador y conductor del debate, Hilario Pino, que nos hizo unas pequeñas indicaciones antes de comenzar. Pues bien, el debate empezó con una exposición de Elena Campos-Sánchez plagado de premisas erróneas. Para empezar, llama la atención que no supiera que los medicamentos homeopáticos se venden solo en farmacias, son legales y están regulados y autorizados por las agencias del medicamento española y europea merced a la Directiva 2001/83/CE sobre medicamentos de uso humano y en España a través del Real Decreto 1345/2007 que transpone la citada Directiva) y el Real Decreto Legislativo 1/2015 que aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Elisa Beni, periodista y contertulia, añadiría a continuación que los tratamientos no convencionales carecen de estudios basados en el método científico y no hay pues evidencias válidas de su eficacia demostrando así que carece de la más mínima información sobre ellas.  De hecho ante la pregunta ¿Quién determina que un acto médico tenga o no evidencia? respondió: «El método científico”. Craso error del que ahora hablaré. Obviamente intervine para explicar que solo sobre la Acupuntura hay en PubMed 26.103 artículos aparecidos en revistas científicas, 7.677 de ellos publicados en los últimos 5 años de los que 1.398 son ensayos aleatorizados doble ciego controlados y ha habido 1.056 revisiones sistemáticas y metaanálisis de numerosos tratamientos con acupuntura aparecidos en revistas de especialidades médicas y quirúrgicas de ámbito internacional. En cuanto a la Homeopatía PubMed recoge 5.255 artículos publicados con 210 ensayos clínicos controlados y además da cuenta de seis metaanálisis de excelente calidad que analizan todos los ensayos controlados disponibles. Es más, existen más de 1.500 estudios de Homeopatía en el área de la investigación básica. Y por si lo dicho fuera poco en Europa hay unos 145.000 médicos que ejercen las medicinas no convencionales según la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) que no solo avala su eficacia sino que lleva años pidiendo a los gobiernos que las incorporen a los sistemas sanitarios públicos. Elena Campos-Sánchez demostró en el debate que ni siquiera sabe distinguir entre acupuntura y punción seca. Es cierto que en ambos casos se usan agujas para aliviar el dolor pero los puntos en los que se pincha, la duración de las sesiones, el número de agujas que se usan por sesión y los mecanismos por los que se consigue el alivio del dolor son distintos. Además la Acupuntura no se usa solo para tratar dolores sino que ayuda en muchas patologías; especialmente en problemas digestivos y mentales como la ansiedad o la depresión. En fin, es hora de entender que la mayoría de los profesionales que ejercen muchas de las llamadas medicinas complementarias y alternativas somos médicos con formación universitaria tradicional. Yo mismo soy médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Máster en Nutrición y experto en Actividad Física pero además he estudiado Homeopatía, Acupuntura, Neuralterapia y otras disciplinas terapéuticas. Lo que no pueden decir quienes las critican sin saber nada de ellas. Es más, las terapias no convencionales están reconocidas como oferta asistencial en los centros sanitarios por el Real Decreto 1277/2003 que establece las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios en cuyo Anexo 2 puede leerse lo siguiente:“ U.101. Terapias no convencionales: unidad asistencial en la que un médico es responsable de realizar tratamientos de las enfermedades por medios de medicina naturista o con medicamentos homeopáticos o mediante técnicas de estimulación periférica con agujas u otros que demuestren su eficacia y su seguridad”. En fin, quisiera terminar comentando que uno de los contertulios habituales del programa, Antonio Maestre, me invitó en un momento determinado a tomarme una caja de Bromazepam y comparar lo que me podría suceder con lo que le sucedería a él si se tomaba el equivalente en homeopatía. Le respondí que esa propuesta en un medio de difusión nacional era como mínimo imprudente y quisiera explicar por qué: ese fármaco no tiene equivalente homeopático (lo que si tuviera formación sobre esa disciplina sabría) y además su propuesta no tendría validez científica alguna que es lo que propugna debe conseguirse.

Alberto Sacristán
Presidente de la Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH)

 

Sr. Director: el Equipo de Investigación que en La Sexta presenta Gloria Serra me invitó poco antes del pasado verano, como Presidente de la Asociación de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT), a asistir a un coloquio con otras personas que se grabó a lo largo de casi dos horas. Según se me explicó iba a incluirse entre el material que estaban preparando para su serie de reportajes. Pues bien, nunca sospeché que se nos fuera directamente a vetar pero lo cierto es que posteriormente recibí un email en el que se me comunicaba que no iban a emitir mi intervención porque «el programa era demasiado largo». El caso es que aun así decidí ver el programa y quedé sorprendido: era un «calco» del programa En el punto de mira de Cuatro. Ingenuo de mí yo pensaba que  La Sexta y Cuatro pertenecían a grupos de comunicación diferentes y los profesionales y contenidos serían también diferentes pero resulta que me equivocaba. Se habló en La Sexta de las mismas personas a las que ya se ha agredido falsa y gratuitamente en Cuatro. ¿Qué pasa? ¿Que entre los miles de profesionales del sector no encuentran más víctimas a las que acusar de «curanderos»? ¿No hay más que cuatro o cinco presuntos «estafadores» en toda España y presentan el asunto como si hubiese centenares  o miles? Porque si es así, ¿dónde están? ¿Todo un equipo de investigación de una gran cadena y no encuentran a nadie? Se habló por ejemplo de Enric Corberá y resulta que entrevistan a los mismos  familiares de una persona que estaba acudiendo a él. Se habló luego de José Ramón Llorente haciéndole pasar por un estafador cuando el juez del caso archivó la denuncia dos veces por no encontrar el más mínimo indicio racional de delito. ¿Por qué se ocultó a la audiencia ese hecho? ¿Cómo tiene esa cadena la desfachatez de decir que hubo una denuncia contra él y ocultar que fue archivada dos veces? Porque en la sentencia se rechazan todos los cargos. Incluso la falsedad de que se hizo pasar por médico como afirma el programa. Se habló también del Dr. Alberto Martí Bosch pero la información que dieron sobre él estaba claramente sesgada y manipulada como los tribunales terminarán demostrando. El programa se burlaba también de que los traumas emocionales puedan desencadenar desordenes físicos cuando se trata de algo médica y científicamente constatado. Hay que ser muy ignorante para negar hasta eso. Que se lo pregunten al prestigioso oncólogo del Hospital Clinic de Barcelona Pere Gascón, uno de los máximos exponentes internacionales de la investigación que vincula sistema nervioso con el cáncer. Se burlaron asimismo de la Homeopatía cuando sus productos tienen la consideración legal de medicamentos que solo pueden venderse en farmacias. Es más, su eficacia está oficialmente reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¡Qué falta de objetividad! Vaya pseudoperiodistas los del equipo de investigación de La Sexta. Hasta se metieron con Discovery DSALUD, medio que a diferencia de otros, lleva 19 años demostrando su ética y profesionalidad. Y no quiero olvidarme de un tema sobre el que pasaron casi de puntillas, el Bio-Bac, producto que retiraron injustamente y llevó a la vergonzosa detención de muchas personas -la mayoría médicos- a los que los tribunales absolvieron de todos los cargos. En fin, es lamentable que en cadenas de televisión de tanto poder como Cuatro y La Sexta haya tantos «pseudoperiodistas» carentes de seriedad, rigor y profesionalidad.

Roberto San Antonio-Abad
Presidente de COFENAT

 

Estimado Director: tengo 39 años y hace 14 meses sufrí una parálisis facial periférica en el lado izquierdo bastante importante. Los médicos no se pusieron de acuerdo sobre su origen de (herpes zoster, estrés o parálisis facial a frigore) ni  sobre el tratamiento por lo que tras tres semanas sin apenas mejoría acudí  a un médico acupuntor siendo notable la recuperación en menos de dos semanas. Sin embargo dos meses y medio después, casi superada la parálisis en su totalidad, me sometí a una electromiografía obteniendo  como resultado un 33%  de pérdida del nervio facial lo que me pareció demasiado pues prácticamente era ya casi imperceptible. Unos días después comencé a notar un leve retroceso y molestias en el ojo pero a la inversa: antes no podía cerrarlo y ahora se me queda entrecerrado. Desde entonces he ido empeorando lentamente. He probado con Homeopatía -de febrero a agosto-, Flores de Bach -llevo un mes- y de nuevo con Acupuntura pero sin mucho éxito. La semana pasada visité a un neurólogo que me aconsejó inyectarme toxina botulínica, sobre todo para los espasmos. Tal es mi situación y quisiera saber si consideran ustedes recomendable el tratamiento sugerido y si es posible que el nuevo daño me lo haya causado la electromiografía.  Y de ser así qué posibilidad de recuperación hay y cuál consideran la mejor terapia. Muchísimas gracias por su atención y mis más sinceras felicitaciones por la revista. Atentamente:

Sandra Serrano 

La electromiografía se considera una prueba mínimamente invasiva carente casi de efectos secundarios pero nosotros no descartaríamos que haya sido la causa de la reaparición del problema. Le sugerimos tratar su problema con Homotoxicología y Ozonoterapia. Probablemente pueda ayudarle el Dr. Jose Luis Cidón, miembro de nuestro Consejo Asesor. El número de su consulta en Madrid es 91 544 00 00.

NÚMERO 207 / SEPTIEMBRE / 2017

Estimado Director: resido en Granada y me pongo en contacto con ustedes por recomendación de un amigo sanitario al que consulté sobre un diagnóstico por resonancia magnética que recibí la semana pasada. Sé que la revista que dirige se dedica a la información y no a la atención de consultas médicas pero me animo a escribirle para ver si pudiera proporcionarme toda la información posible -médicos especialistas, tratamientos naturales, dieta, tipo de ejercicios, conveniencia o no de tratamiento rehabilitador, etc.- en relación a los Quistes de Tarlov, enfermedad rara de la que no he encontrado mucha información salvo qué son y sus posibles soluciones quirúrgicas. Le adjunto informe por si le pudiera ser de utilidad en cuanto a las cuestiones que le planteo. Agradecida de antemano le saluda atentamente

María Gallego Milla
(Granada)

Si hiciéramos lo que nos pide con cada enfermo que quiere saber algo de su «enfermedad» -y hay miles de ellas- no haríamos nuestro trabajo, María. Mire, no son muchos pero quienes padecen este problema están agrupados en España en la Asociación de Pacientes con Quistes de Tarlov que forma parte de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) y de la Organización Europea de Enfermedades Raras (EURORDIS) siendo su web  www.quistesdetarlov.es/index.php. Y fuera del ámbito convencional no nos consta que haya ni «expertos» ni «tratamientos». Nadie suele especializarse en una enfermedad «rara». Dicho esto agregaremos que ante todo debe asegurarse del diagnóstico. No es suficiente una resonancia magnética. Pida que le hagan una mielografía para conocer con exactitud la morfología del quiste, el tipo de comunicación y la velocidad de llenado del mismo… salvo que padezca de insuficiencia renal o alergia al medio de contraste. Piense que los síntomas pueden confundirse con otras disfunciones ya que los mas habituales son -pueden sufrirse uno o varios- dolor en la zona sacra, en el coxis, en la del ciático, en los glúteos, en los muslos, en las piernas y en la cabeza (migrañas) así como hipoestesia (disminución de la sensibilidad), parestesia (sensación de adormecimiento y hormigueo) en piernas y/o pies, problemas en los esfínteres (ano y vejiga), problemas de visión  y alteraciones del equilibrio. Lo más preocupante es que si bien en la mayoría de los casos cursa sin apenas sintomatología en otros el dolor es muy intenso, tanto que la mayoría de los analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINE’s) no lo controlan y de ahí que se usen opiáceos. Agregaremos que los quistes de Tarlov más típicos no son muy grandes y se localizan en cualquiera de las raíces espinales pero especialmente en las sacrocoxígeas pero hay otro tipo de quistes perineurales que se desarrollan en la pared de la vaina radicular y crecen como divertículos manteniendo comunicación con el espacio subaracnoideo de la raíz por lo que están llenos de líquido cefalorraquídeo. Y son éstos los más problemáticos porque el líquido que penetra en su interior no se evacua con la misma facilidad a través del cuello que comunica con el saco dural. Y es que se van dilatando lentamente -agrandándose- y pueden comprimir las raíces nerviosas y las estructuras de alrededor y de ahí el intenso dolor. Pues bien, los médicos los tratan inyectando antiinflamatorios en el interior, extrayendo en los de gran tamaño el líquido y, si se entiende necesario, extirpándolos quirúrgicamente. Lo que a menudo no resuelve por completo el problema. Por fortuna el 95% se encuentran en el hueso sacro -debajo de la columna lumbar- siendo los nervios más afectados los de las raíces S2, S3 y S4; pero pueden aparecer en cualquier parte de la columna vertebral. Lo llamativo es que la mayor parte de los casos se da en mujeres. En cuanto a las causas se desconocen (o se ocultan) pero se sabe que a veces aparecen tras sufrir enfermedades autoinmunes como el lupus y el Síndrome de Sjögren o una enfermedad rara del tejido conectivo como el Síndrome de Marfan. Apareciendo en otras tras simples golpes traumáticos, punciones raquídeas, el parto o la anestesia epidural. Incluso se afirma que puede deberse a una hemorragia subaracnoidea en la columna vertebral. En suma, no se sabe qué lo causa y lo que los médicos pueden hacer en el caso de que duelan mucho es extraer el líquido que se almacena en su interior, sugerir la ingesta de analgésicos o inyectar en la zona opiáceos si el dolor es muy intenso y, por supuesto, extirparlos quirúrgicamente confiando en que no vuelvan a aparecer. Solo que todo esto parece indicar que independientemente de lo que los promueva o active la causa podría ser un microbio patógeno, un hongo, un parásito o un tóxico. Ya hemos explicado que cuando el organismo no puede eliminar un problema de ese tipo lo “envuelve” formando un quiste, un  fibroma o ambos. Nuestro consejo pues es que ante todo desintoxique y alcalinice el organismo y se asegure de no ingerir alimentos, productos o fármacos que le agredan. Siga una dieta saludable estricta y elimine de forma drástica todos los carbohidratos refinados y la leche así como sus derivados y, obviamente, los productos que los contienen: helados, pasteles, tartas, dulces, bollos, galletas, chocolate, etc. Es básico que regenere usted su microbioma. Y para eso nada mejor que ingerir abundantes verduras crudas sin almidón libres de plaguicidas; es decir, ecológicas.

 

Estimado Sr. Campoy: hace años que soy suscriptora de la revista y quiero transmitirle mi felicitación y agradecimiento por el excelente trabajo que hacen usted, su equipo y sus colaboradores. Así como mi admiración y apoyo por la valentía con que enfrentan los ataques de tantos mentecatos, ignorantes e interesados que se dejan comprar para intentar desprestigiarles y callarles. Y ahora le cuento mi caso.  Hace un par de años, tras un subidón de fiebre con presión en el pecho y palpitaciones, me diagnosticaron bronquitis y fibrilación auricular. Y me recetaron antibióticos y Sintrom aunque éste no me lo tomé. Meses después tuve un episodio de fuerte mareo con desorientación y fuerte molestia en el pecho. Me dijeron que era arrítmica pero no seguí el tratamiento que me indicaron. En enero de este año me colocaron un Holter durante 24 horas dando arritmias constantes y me recetaron  Bisoprolol, Flecainida y Simtron por ser una mujer de 68 años… pero tampoco en esta ocasión tomé el tratamiento. El caso es que desde hace unos meses tomo regularmente magnesio (4 o 6 al día), vitamina C (1 al día), chocolate puro 100% (2 onzas al día), ginkgo biloba y moringa (1 al día) pero mi corazón sigue alterado, parándose, palpitando fuerte y rápido. En fin, el próximo mes de septiembre me repiten el Holder y sería de mucha ayuda que me orientaran y además me informara de algún médico que trate esto de forma más natural e integral. Preferiblemente en Almería o Madrid. Mi saludo con mucho respeto y afecto.

Pilar D. R.

No son precisamente muchos los cardiólogos que tratan problemas como el suyo de forma distinta a como proponen los protocolos oficiales. De hecho conocemos solo uno en España que poder recomendarle para que la trate de una manera integral. Nos referimos al Dr. Taher Abbas (93 456 96 34) pero pasa consulta en Barcelona. Y dado que es imposible sugerirle nada sin un diagnóstico que valore todos los posibles parámetros de su situación le aconsejamos que se plantee en serio acudir a él porque entendemos que realmente podrá ayudarle.

 

Estimado Sr. Campoy: soy licenciado en Medicina por la Universidad de Navarra pero además me formé en Medicina Naturista en Estados Unidos, en Homeopatía en Francia, en Homotoxicología en Alemania y en Medicina Tradicional China en Beijing. Y además ejerzo no menos de una decena de otras disciplinas terapéuticas de las calificadas como pseudoterapias por mis ignorantes colegas de la Organización Médica Colegial cuyos dirigentes, como dice usted acertadamente, no han sido elegidos por sus conocimientos médicos y científicos sino por sus aspiraciones políticas. Pues bien, la razón de mi carta es que ha llegado a mi poder el documento que ha elaborado el llamado Círculo Ciencia e I+D+I del grupo parlamentario de Podemos en el Congreso de los Diputados que me ha dejado anonadado. Y es que me parece inconcebible que un grupo ideológico que se define como «antisistema» y se supone está en contra del abuso de poder de las multinacionales o haya podido elaborar semejante panfleto. Estoy hablando – ustedes no se han hecho eco de él y por eso se lo adjunto en PDF- de un texto titulado Informe de Podemos Ciencia sobre pseudoterapias que tiene como subtítulo la leyenda Propuestas de mejora de las Proposiciones no de Ley presentadas en referencia a las postuladas por Ciudadanos y el Partido Popular. No voy a poder referirme a todas las falsedades que en él se dicen porque sería excesivamente largo pero basta estar medianamente informado para darse cuenta de que han recogido «de pe a pa» las lamentables y falaces argumentaciones de los dirigentes de la OMC, los pseudoescépticos, la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas y la llamada RedUNE que como bien denunciaron ustedes están al servicio de los laboratorios farmacéuticos. Es inaudito que ese grupo de Podemos haya hecho suyo un informe con «argumentaciones» tan sesgadas como manipuladas. De hecho empiezan intentando echar abajo una de las principales ventajas de las medicinas y terapias alternativas y complementarias: su inocuidad. Y lo hacen con el argumento de que «en 2003 un estudio que hizo un seguimiento de 515 pacientes durante 8 años evidenció que los enfermos oncológicos que utilizaban este tipo de terapias tenían una tasa de mortalidad de un 14% más alta que los que no las utilizaban» añadiendo con total desfachatez que «la causa de esta alta mortalidad entre los usuarios de las terapias alternativas se debe al retraso o al abandono de los tratamientos médicos como se mostró en un reciente estudio». Mire usted, soy médico y se perfectamente que no hay ningún tratamiento oncológico eficaz. Ninguno. De hecho cada año mueren más personas por cáncer. En España y en todo el mundo. Así que basta de mentir a los pacientes. Dicen asimismo que «cabe hacer una distinción entre técnicas legítimas de mejora del bienestar, como masajes, musicoterapia, abrazoterapia, risoterapia y otras propuestas similares». ¿Y tales son las terapias que les parecen legítimas y asumibles? A los autores habría que abrazarles mientras escuchan música, masajearles las espaldas y reírse luego de ellos en su cara? Dicen luego que no es cierto que las terapias alternativas y complementarias no estén reguladas alegando que  cualquier acción de “promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento o rehabilitación dirigida a fomentar, restaurar o mejorar la salud” se considera actividad sanitaria, que «el ejercicio de las terapias no convencionales debe realizarse en un centro homologado que cuente con la pertinente autorización otorgada por las autoridades sanitarias de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre y encabezado por un médico colegiado» y que «las técnicas que se empleen, incluso las no convencionales, estén respaldadas por evidencias científicas que garanticen su eficacia y seguridad». Y añaden: «Por otra parte, los profesionales de las Ciencias de la Salud se obligan a la aplicación exclusiva de terapias y tratamientos con evidencia científica en virtud del juramento prestado a su Código Deontológico respectivo. Las pseudoterapias, por tanto, mientras no demuestren evidencia científica de efectividad y seguridad quedan, por ello, fuera del campo terapéutico de aplicación». Para completar su demagogia dicen además que el Plan estratégico sobre terapias alternativas 2013-2020 «dista mucho de la calidad y el rigor con el que suele estar escritos» y achacan la petición de que se regularicen a la iniciativa personal de su hasta hace poco presidenta, Margaret Chan, a la que intentan descalificar diciendo: «Hay que recordar que la Dra. Margaret Chan procede de la República Popular China, país que ha manifestado en múltiples ocasiones su intención de fomentar su medicina y el negocio que se envuelve a su alrededor». Burlándose a continuación de los trabajos que apoyan la petición de la OMS con comentarios despectivos carentes del más mínimo rigor. En suma, para los autores de ese bodrio la OMS es rigurosa y seria si apoya lo que dice la industria farmacéutica y su Directora General corrupta si lo que apoya no coincide con sus planteamientos. Y su alegación de que las terapias no convencionales están reguladas consiste en decir que nuestras leyes solo permiten tratar enfermos a los profesionales sanitarios y que hasta los centros que imparten disciplinas no sanitarias deben estar dirigidos por ellos… aunque no se nos haya enseñado nada sobre ellas. ¿Y cómo va a dirigir un centro homeopático o de acupuntura alguien que no sabe absolutamente nada de tales terapias? Para colmo los miembros de ese comité de Podemos apoyan la iniciativa de Ciudadanos de que se denuncie a quienes ejercemos tales disciplinas para que se nos quite la licencia, que se haga una base de datos para saber «qué pacientes, cuántos y en qué medida emplean terapias alternativas» y que se cree un software que registre, centralice e integre toda la información instalándolo en hospitales, centros sanitarios y hasta herboristerías a fin de tener constancia de los productos o tratamientos que el paciente toma y comprobar si algunos de los síntomas que presenta pueden deberse a las terapias alternativas y detectar terapias alternativas altamente perjudiciales o tóxicas para ordenar su retiro u obligar a añadir un prospecto con los efectos secundarios y contraindicaciones. La idea, añaden, es «controlar de forma indirecta a la industria de las terapias alternativas y complementos herbales y alimentarios para evitar los abusos que se están detectando «. Y por si fuera poco se pide «no ceder espacios públicos sin el debido control a individuos y organizaciones que los utilizan con fines desinformativos o, directamente, para vender el último producto o técnica mágica de moda», fomentar las actividades de información ciudadana contra las  pseudoterapias (desde ayuntamientos a escuelas pasando por centros cívicos, bibliotecas, institutos, etc.), revisar periódicamente los planes de estudio de las universidades para erradicar «rémoras pseudocientíficas»; citando expresamente entre ellas la Programación Neurolingüística, la Acupuntura y la Osteopatía y «otras de auge más reciente con incluso contenidos de corte peligrosamente sectario». Finalmente proponen formar y «concienciar» a los medios de difusión de masas sobre lo que deben o no publicar sobre salud. En fin, voy por tanto a pedirle lo mismo que un colega a quien hace poco publicó una carta de este mismo tipo: no publique mi nombre para que no tomen represalias contra mí. Acabo de enterarme de que el Colegio de Médicos de Zaragoza ha abierto expediente a un colega por sugerir a sus enfermos tomar ¡Flores de Bach!

G. F.
(Barcelona)

NÚMERO 206 / JULIO-AGOSTO / 2017

Estimado Sr. Campoy: permítame en primer lugar decirle que es una grata satisfacción adentrarme en los contenidos de una revista con tal cariz crítico, solidez de estudios mostrados y diversidad temática en una sociedad profundamente medicalizada, dominada por un potente marketing farmacéutico, abuso de tratamientos centrados en el fármaco más que en la persona y todo aderezado con un poder mediático que encumbra las “bondades” de las pastillas, minusvalora sus efectos perjudiciales y, por ende, extiende cada vez más nuevas enfermedades hipotecándonos de forma crónica a la dependencia farmacológica. Y es que resulta difícil entender el contexto en el que vivimos si no indagamos en el enfoque médico-biologicista que impera por doquier y contribuye a la  siembra del punto de vista dominante del personal sanitario: médicos, psiquiatras y personal docente, entre otros. Como orientadora, psicóloga e investigadora del TDAH he sentido la “espinita” cuando leí el artículo ¿Provocan autismo y déficit de atención con hiperactividad las vacunas? en alusión al estudio de Andreas Bachmair “según el cual los niños vacunados enferman entre 2 y 5 veces más que los no vacunados” y “en cuanto al llamado TDAH se diagnosticó tal patología al 7,9% de los vacunados”. No es mi intención criticar el contenido de tal estudio.  Mi objetivo es resaltar  el lenguaje empleado en tal investigación referenciada. Como saben el lenguaje crea la realidad y en esta situación está plasmando que el TDAH es una patología, una enfermedad arropada por tal modelo biologicista antes nombrado que la dota de un estatus crónico y padecido por una cifra descabellada de  niños y adolescentes injustamente diagnosticados. Además dicho título y el uso del verbo provocar concierne –supongo que sin pretenderlo- a un estudio de carácter explicativo-causal cuando la investigación citada por Bachmair deja entrever un estudio de corte correlacional. En mi trabajo veo cada vez más niños y adolescentes con déficits y trastornos de todo tipo y, por supuesto, tomando fármacos como el metilfenidato y antipsicóticos. Dicho modelo organicista y biologicista obvia profundizar en el contexto social, familiar, cultural y tecnológico que viven los púberes actualmente. Somos más que meras etiquetas del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) y el uso indiscriminado de escalas o test que nos  “patologizan” o simplifican en base a síntomas. Dicha “biblia psiquiátrica” no menciona la palabra enfermedad, solo nombra trastornos. Razón: la enfermedad requiere una causa o etiología conocida, una visibilidad de la zona orgánica afectada y unos signos o síntomas. Y ningún trastorno del DSM -incluido el TDAH- cumple tales requisitos. Sin embargo el modelo referenciado y que fagocitamos sin reproche confunde tales términos dotando de cronicidad y alimentándose de estudios de corte “genético-hereditario” que nos sucumben en este tsunami del déficit en el que estamos inmersos. Si estamos rodeados por campañas agresivas farmacéuticas, normalizados por la idea de “tomar la pastilla”, si estamos acostumbrados a la prescripción médica farmacológica, si nos hacen creer que tenemos más enfermedades que nunca y si claudicamos a la preocupación obsesiva por las dolencias nos olvidaremos de que hemos sido los supervivientes de más de 10.000 generaciones tras adaptarnos a las circunstancias más duras. Ahora más que nunca necesitamos mostrar nuestra dignidad, nuestro potencial humano, nuestro derecho a saber y a estar bien informados y ¡cómo no!, a decidir libremente.

Fonament Oliver

Tiene usted razón. El modelo sanitario actual carece de sentido y su imposición ha sido posible por la prostitución del lenguaje. Empezando por los propios conceptos de salud, enfermedad, tratamiento, medicina, curación, evidencias y un largo etcétera. Lo hemos reiterado muchas veces: no existen las enfermedades sino personas enfermas. No existen «enfermedades» que afecten a órganos específicos sino manifestaciones puntuales en ellos de un estado de salud general deteriorado. Y para afrontarlo hay que hacer lo mismo SIEMPRE. Aunque muchos médicos no lo entiendan: desintoxicarse a fondo, oxigenarse, mantener en perfecto estado la flora intestinal y equilibrar el pH controlando lo que respiramos, bebemos e ingerimos, no usar prendas sintéticas dañinas, evitar las radiaciones electromagnéticas artificiales y las telúricas, aprender a preparar los alimentos, tomar el sol, hacer ejercicio moderado, descansar y dormir suficientemente y afrontar con serenidad nuestros problemas psicoemocionales para no somatizarlos. Y cuando es preciso suplementar la dieta ortomolecularmente. Y poco más. La idea de que las enfermedades –cuando debería hablarse de enfermedad en singular- se solucionan ingiriendo fármacos sintomáticos iatrogénicos es una soberana memez. Hay que equilibrar el organismo a nivel energético, físico, mental y emocional en lugar de buscar pócimas y tratamientos milagrosos. Recuperar la salud perdida depende de ello. El problema es que una filosofía tan sencilla acaba con el gigantesco negocio de la salud y hay que combatirla como sea. Ahora bien, no es menos cierto que vivimos en una sociedad en la que el sistema, con la excusa de protegernos, ¡nos está envenenado! De forma masiva. Con fármacos (siendo ya bebés mediante “vacunas”), con radiaciones (TACs, rayos X, resonancias magnéticas, ecografías, radares, antenas de telefonía, torres de alta tensión, transformadores, etc.), con humos tóxicos, con plaguicidas, con aditivos alimentarios, con productos de limpieza e higiene, con carne de animales enfermos… En fin, con químicos de todo tipo. Jamás en la historia de la humanidad los seres humanos, los animales y la Tierra en su conjunto han estado tan contaminados. Y son esa cantidad ingente de tóxicos los que dan lugar al 99% de las patologías, problemas psicoemocionales aparte. Es más, los problemas neurológicos tienen su principal causa en el deterioro de la flora intestinal como acabamos de explicar en un extenso reportaje. Llevamos muchos años denunciando todo esto en multitud de reportajes; entre otros muchos textos -los tiene a su disposición en nuestra web: www.dsalud.com– en los titulados ¡Estamos todos altamente contaminados! (I y II), ¿Podrá la industria química seguir contaminándonos impunemente?, El enorme peligro de algunos envases de plástico, El agua está contaminada por todo tipo de fármacos y Potencial peligro de biberones, chupetes, tetinas, botellas y otros productos de uso masivo que aparecieron en los números 58, 59, 63, 112, 125 y 131 respectivamente.

 

 

Estimado Sr. Campoy: soy médico, tengo 58 años, llevo practicando 35 la Medicina, jamás he tenido una denuncia en mi ejercicio profesional y me he formado por mi cuenta en Alimentación y Nutrición Ortomolecular porque ninguna de estas dos disciplinas se imparte en las facultades de Medicina cuando sin ellas es prácticamente imposible aconsejar adecuadamente a un enfermo, sea cual sea la patología que padezca. Es más, estudié Naturismo y Homeopatía en Francia y posteriormente Medicina Tradicional en China durante dos años. Y además me he formado en Ozonoterapia, Moraterapia y el Par Biomagnético. Pues bien, desde hace años trato a mis pacientes de manera integral y obtengo mucho mejores resultados que la mayoría de mis colegas del sistema público. Y es que yo opté por la Medicina privada porque me parece aberrante limitarme a someter a los enfermos a pruebas diagnósticas de todo tipo para dar la sensación de «profesionalidad» y luego limitarme a recetarles fármacos paliativos a la vez que iatrogénicos sin ayudarles a afrontar realmente sus problemas. Y, la verdad, me ha ido muy bien y los enfermos a los que he tratado vuelven al cabo de los años cada vez que tienen un problema de salud. Lo que resulta personal y profesionalmente muy satisfactorio, especialmente porque mis colegas les tratan gratuitamente en la Seguridad Social y sin embargo prefieren acudir a mí. ¿Y por qué le cuento todo esto, se estará preguntando? Pues por una simple razón: me han llamado del comité deontológico de mi colegio provincial para exigirme explicaciones sobre lo que hago y dejo de hacer. Porque después de más de tres décadas me dicen ahora que no puedo usar mis conocimientos para tratar a los enfermos y debo atenerme a los protocolos oficiales. Cuando se perfectamente que no funcionan y los ha impuesto la industria farmacéutica. En suma, ¡me amenazan con quitarme la licencia si no les hago caso! Lo que por supuesto no estoy dispuesto a hacer. Antes me voy de España y denuncio fuera lo que está pasando. La verdad es que cuando en años precedentes leí sus denuncias sobre el sistema  -sigo su revista desde hace solo 9 años pero de forma puntual- pensé que tenía mucha razón pero que las cosas terminarían por ponerse solas en su sitio. Y empiezo a entender que me equivoqué, que alguien ha decidido convertir a todos los médicos -al menos en nuestro país- en marionetas al servicio de la gran industria farmacéutica. Así que he decidido ofrecer mi testimonio a sus lectores para que sepan que los médicos españoles no serviles estamos siendo perseguidos por quienes se supone son nuestros representantes y deberían velar por nosotros. Razón por la que nos estamos agrupando y organizando para pasar al contraataque. Solo le pido que no firme esta carta con mi nombre -aunque se lo facilito así como mi número de colegiado- ni mencione mi ciudad porque estoy convencido de que las represalias serían aun mayores y más intensas. Obviamente no hace falta que me conteste porque no quería preguntar nada pero sí que publique la presente si es posible. Y muchas gracias por su honestidad y valentía.

S.R.

NÚMERO 205 / JUNIO / 2017

Apreciado Sr. Director: llevo años leyendo su revista que me ha enseñado muchas cosas y abierto los ojos ante otras lo cual en ocasiones dificulta mi relación con algunos médicos. Los hay beligerantes a los que cuando nombras la palabra «alternativa» prácticamente dan por terminada la visita o te echan un sermón demonizando todo lo que conlleva esa palabra. Bueno, pues yo me encuentro en una buena encrucijada. El año pasado me encontraron de manera casual un meningioma en la base del cráneo (concretamente en la silla turca) de 1 cm aprox. de tamaño. Aún no tocaba ningún órgano, era asintomático y me ofrecieron dos opciones: operarme -con dificultad y peligro por la zona donde estaba- o hacerme radioterapia craneal. Opté por la segunda opción porque me dijeron que al ser muy pequeño el tumor -que no desaparece sino que se seca y entonces disminuye con el tiempo- tendría pocos efectos secundarios. Pues bien, hace ya unos meses que terminé esa tortura -con todo el estrás nervioso que conlleva- y aunque he tenido cansancio -ya me avisaron del efecto secundario- estoy sufriendo otros síntomas que ni siquiera imaginaba: migrañas terribles (siempre he sido migrañosa pero esto es ya de una intensidad insoportable), desorientación ocasional, mal carácter, pérdida de memoria, crisis de angustia y ansiedad con taquicardias, tensión arterial elevada y muchos problemas relacionados con el sueño (cada noche pesadillas o sueños muy intensos), noches enteras sin poder dormir… He visitado muchos médicos que me dan medicación para los síntomas (Alprazolan, Sumial, Forvey, Tryptizol…) -que de poco sirven- pero no tratan el origen. Buscando en internet leo cosas como toxicidad por radioterapia y sus efectos sobre el sistema nervioso, inflamación, pérdida de la mielina etc. Si ustedes han escrito sobre el tema les ruego que me hagan referencia puesto que algo tengo que hacer. Así no puedo vivir… Cuido mi alimentación y he probado muchas cosas (Naturopatía, Medicina Tradicional China…) pero no encuentro soluciones. Mi instinto me lleva a pedir ayuda y por eso les escribo. Agradecería mucho que me pudieran orientar. Gracias. Atentamente.

Mercedes Pérez

Cuando un meningioma no presenta síntoma alguno radiarlo o extirparlo es absurdo (vamos a abstenernos de calificarlo de otra manera para no ser agresivos). Especialmente porque solo en el 1% de los casos son realmente peligrosos. Por otra parte, se sabe que la mayoría los provocan las radiaciones ionizantes. Los pueden provocar pues la cercanía a torres de alta tensión o transformadores o estar sometidos a las radiaciones de radares, antenas de repetición y teléfonos móviles pero, sobre todo, a pruebas habituales de rayos X y TACs. Estando de hecho especialmente constatada su asociación con los rayos-X usados en Odontología. Y si bien no nos cuenta usted si le han hecho muchas radiografías entendemos que es muy posible que así haya sido. De hecho dice que se lo encontraron de forma “casual” pero como no haya sido con rayos X o una resonancia magnética no vemos cómo se lo “encontraron”. Como no nos dice si está usted sometida a otro tipo de radiaciones. En pocas palabras: un meningioma –como cualquier otro problema de salud- siempre aparece por alguna causa. Algo que a usted no parece importarle a pesar de llevar tiempo sufriendo migrañas. Como a la mayoría de las personas solo le interesa que el problema “desaparezca”. Pues bien, a pesar de que llevamos muchos años diciendo que la radioterapia ni previene ni cura el cáncer y ser usted lectora de la revista optó hacer someterse a radioterapia y mientras antes no tenía síntoma alguno –migraña aparte- ahora su vida es un infierno. Y cuando el mal está hecho nos pregunta usted qué hacer. Solo que, ¿qué podemos decirle? ¿Cómo saber hasta qué punto le han “freído” a usted el cerebro? Sabemos que suena fuerte la expresión pero es lo que le han hecho y la decisión de aceptar fue suya. Si le hubieran abrasado la piel del brazo podríamos proponerle posibilidades terapéuticas pero es que hablamos de la base del cráneo. Lo único que podemos sugerirle es probar con el Renovén ya que está obteniendo excelentes resultados en tumores cerebrales y con los productos homeopáticos del Dr. Banerji que asimismo han logrado llamativos resultados. Siendo quien conoce mejor sus posibilidades en España el Dr. Alberto Martí Bosch (91 435 56 13) ya que incluso estuvo con ellos varios días en la India aprendiendo sus protocolos.

 

 

Hola. Quisiera saber si podéis aconsejarme algún médico que pueda aliviar mi problema. Tengo 42 años, orino frecuentemente, me han diagnosticado hiperplasia prostática benigna y he probado con todos los consejos que habéis escrito. Y, por cierto, ¿conocéis alguna alternativa al Nexium? Gracias y saludos.

Jesús Gómez
(Cádiz)

La hiperplasia prostática benigna suele cursar con problemas como intermitencia, goteo, flujo de orina escaso, vaciado incompleto de la vejiga, dolor y necesidad de orinar con más frecuencia. Y lo que en estos casos ayuda es el zinc, los ácidos grasos omega 3, los aminoácidos glicina, alinina y ácido glutámico, el sabal, el goji, el zumo de noni, el Prostatix y las infusiones de Lepidium latifolium o «rompepiedras». Aunque lo más importante es hacer ejercicio físico moderado, ingerir abundantes frutas y verduras, no consumir comida basura, precocinada o rica en grasas saturadas, evitar las grasas hidrogenadas y reducir al máximo o eliminar de la dieta el azúcar, los hidratos de carbono refinados, las bebidas alcohólicas, gaseosas y estimulantes, los fritos, el café y el tabaco además de dormir suficientemente. Consumiendo a diario tomates, frutos secos y pipas de calabaza (éstas últimas contienen esteroles que reducen la tasa plasmática en la hiperplasia benigna de próstata). Porque la mayor parte de las patologías no se cura ingiriendo productos -aunque ayuden- sino desintoxicando, oxigenando y alcalinizando el organismo. Asimismo le sugerimos que lea el artículo Sencillo método terapéutico al alcance de todos: la Urinoterapia que publicamos en el nº 171. En cuanto al Nexium –que no tiene nada que ver con su problema- es uno de los llamados inhibidores de la bomba de protones; concretamente es esomeprazol –hay otros muchos inhibidores como el omeprazol, el lansoprazol, el pantoprazol, el rabeprazol…- y provoca acidez estomacal, reflujo ácido, indigestión y otros muchos problemas. Y no le hará falta en absoluto si hace lo que antes le indicamos (especialmente si toma suficientes probióticos).

 

 

Estimados amigos: llevo utilizando la homeopatía desde hace años -toda la familia va a la consulta de una doctora homeópata desde hace mucho tiempo- y he visto su efectividad en mi misma y en otras personas. Y, la verdad, estoy desconcertada ante la campaña de difamación que se está llevando a cabo en los principales medios de comunicación tanto sobre ella como sobre quienes la practican. Hasta amigos cercanos se burlan ahora de mi fe en ella. En fin, les quería preguntar si existen estudios científicos que la avalen. Y, por cierto, hay algo llamativo que también quería comentar: observo que en la publicidad de su revista no hay laboratorios homeopáticos -como Boiron- aunque ustedes no atacan la homeopatía como hacen otros medios. ¿Por qué?

María José Sánchez Santamaría

Que los productos homeopáticos funcionan sólo lo discuten a estas alturas los ignorantes. De hecho en Europa tienen la consideración legal de medicamentos y la Homeopatía es una disciplina terapéutica avalada por la Organización Mundial de la Salud. Es más, la usan en Europa más de 85.000 médicos según datos de la propia OMS. Lea usted el reportaje que con el título Fundamentos científicos de la Homeopatía apareció en el nº 176 y los que con los títulos Luc Montagnier: ¡el ADN transmite electromagnéticamente información al agua! y La memoria del agua publicamos en los números 138 y 140 respectivamente. En cuanto a por qué los laboratorios homeopáticos no han apoyado nunca a una revista que lleva 18 años defendiendo sus productos es una pregunta que debería usted hacérsela directamente a sus responsables.  

NÚMERO 204 / MAYO / 2017

Estimado Sr. Campoy: soy doctor en Biología, tengo 61 años, llevo 36 de ejercicio profesional en el ámbito del tratamiento de aguas potables y residuales y quiero ante todo transmitirle mi felicitación por su interesante revista. Me ha parecido muy bueno el artículo sobre la aplicación de nanopartículas de plata en casos de infecciones resistentes a antibióticos así como de pie diabético. Conozco por ejemplo la aplicabilidad de las nanopartículas de plata en otros campos -como en la industria textil donde se utilizan como biocidas- pero al parecer su vertido en aguas residuales puede producir toxicidad en el medio ambiente acuático aunque hay aún pocas investigaciones y datos al respecto. El caso es que la European Food Safety Authority (EFSA) ha declarado recientemente que la resistencia a los antibióticos es un asunto de la mayor prioridad sanitaria para la Unión Europea y es el momento de reducir, reemplazar y repensar su uso masivo, en particular en el tratamiento de animales destinados a la alimentación humana. Su uso masivo y liberación en el medio ambiente acuático contribuye en gran medida al problema de la creación de resistencias. De hecho en humanos se dan cada vez más casos de infecciones. Conozco unos cuantos casos de infecciones producidas tras implantaciones de catéteres o sondas a pacientes de patologías urológicas que se volvieron resistentes a los antibióticos y ello les llevó a interminables terapias antibióticas no habiendo al final solución. Las prácticas médicas actuales no salen de la aplicación de antibióticos tradicionales y búsqueda de nuevos antibióticos con total dependencia de la industria farmacéutica y de ahí mi pregunta: ¿conocen o tienen referencias de casos de aplicación de nanopartículas de plata para el tratamiento de infecciones urológicas resistentes a antibióticos que abran alternativas a este tipo de pacientes? Atentamente,

Alejandro de la Sota Zubillaga
(Bilbao)

Vamos a ver: no se trata de un problema reciente sino muy antiguo aunque la mayoría de las autoridades, los médicos y los enfermos empiece a enterrase ahora. Hemos publicado numerosísimas noticias sobre este problema y sus posibles soluciones; prácticamente desde que salió la revista hace ya más 19 años (basta para comprobarlo acudir al histórico de la sección de Noticias de nuestra web: www.dsalud.com). La Organización Mundial de la Salud dio de hecho la alerta en marzo de 2012 haciéndonos nosotros amplio eco de ello en el reportaje que con el título Advertencia de la OMS: los antibióticos serán pronto inútiles ante las infecciones apareció en el nº 150 correspondiente a junio de ese año. Y es que la propia Directora General de la organización, Margaret Chan, afirmó que estábamos a punto de entrar en una «era post-antibióticos» porque la resistencia del organismo a ellos los estaba convirtiendo en inútiles. Añadiendo que ello significará «el fin de la era de la Medicina segura«. Pero también dijimos que la resistencia a los antibióticos no es ni el único ni el principal problema del callejón sin salida en el que nos hallamos sino la concepción errónea que la Medicina “moderna” tiene del papel de los microorganismos porque una visión que contemple adecuadamente las relaciones de simbiosis entre todos los seres vivos -microbios incluidos- abriría una puerta a otra concepción de la Medicina que permitiría superar lo que desde la actual visión limitada se considera un problema casi irresoluble. Tanto la OMS como los médicos saben desde hace décadas que los antibióticos se utilizan en exceso y mal pero ninguna voz se alzó para cuestionar con rigor las raíces profundas de este problema que no es otro que la concepción errónea que de la salud y la enfermedad tiene -e impone- la gratuitamente llamada medicina «científica». Lo hemos dicho muchas veces: las bacterias no son patógenas en sí mismas. Es el desequilibrio de nuestro organismo lo que las altera y provoca los distintos problemas de salud que se les achacan. Y basta recuperar la homeostasis para que el bienestar vuelva a nuestra vida. En cuanto a los alimentos y plantas que más pueden ayudar cabe citar los ajos, las cebollas, los limones, los pomelos, el jengibre, la equinácea, el tomillo, el romero, la menta, la tila, el própolis, la miel y algunas setas. Y por supuesto es útil la plata coloidal; lea al respecto en nuestra web –www.dsalud.com– el artículo que con el título La plata coloidal aniquila más de 650 especies de microbios patógenos en minutos apareció en el nº 102. Dicho esto agregaremos una vez más que la mejor manera de combatir una infección es ayunar tomando abundantes probióticos naturales procedentes de vegetales ecológicos fermentados.

 

Estimado Director: en una respuesta de la sección de Cartas  mencionaba usted un establecimiento en el País Vasco -creo recordar- como el único vendedor de productos de panadería fabricados con harina del tipo de trigo anterior a los manejos genéticos posteriores a 1945. A fin de no recargar su redacción con preguntas repetitivas que pueda solventar el lector por sí mismo he revisado la sección en la web pero no he dado con él ya que es amplísima y el dato se encuentra «diluido». Si aún dispone de las señas mencionadas le agradecería me las transmita. Un saludo.

Francisco Pardo

Lo que en su día facilitamos es una web de una empresa de Vitoria que asegura que sus panes se fabrican con harina de trigo antiguo –www.ecocandeal.es- pero no que sea la única que lo hace; es posible que haya más pero desconocemos cuáles. De hecho no es fácil encontrar -para hacer mezclas- proveedores de harinas de emmer silvestre, triticale (cereal reforzado que procede del cruzamiento entre trigo y centeno), espelta, einkorn, sanduri y otros trigos salvajes. Es pues más sencillo consumir pan de alforfón (trigo sarraceno). Vamos a dedicar en breve precisamente un reportaje a éste a fin de informar adecuadamente a nuestros lectores de sus posibilidades.

 

Estimado Director: ante todo mis felicitaciones por compartir con nosotros los conocimientos de la gran familia de Discovery SALUD. Verá, tengo 53 años y desde hace cinco o seis la tensión ocular elevada (en niveles de 24-26). Un problema con antecedentes porque lo sufrieron tanto mi madre como mi abuela, ya fallecidas. En 2010 un oftalmólogo me recomendó una «sencilla» operación con láser -creo que se denomina trabeculoplastia selectiva con láser- y la presión intraocular estuvo por debajo de 20 durante unos cinco años pero luego volvió a subir a 24-26 por lo que me recomendó repetir el tratamiento; solo que esa segunda vez el efecto solo duró un año y volvió a valores de 24-26. El caso es que la presión intraocular elevada me ha provocado una reducción de las células del nervio óptico en el ojo izquierdo superior a la habitual en personas de mi edad y ello ha llevado al oftalmólogo a diagnosticarme un glaucoma de ángulo abierto. Y agotada la vía de la trabeculoplastia selectiva con láser me recomendó un medicamento denominado Taptiqom diciéndome que me pusiera una gota diaria en cada ojo. Se trata de un medicamento que combina prostaglandina y un betabloqueante. Pues bien, cuando llevaba entre 20 y 25 días con ese tratamiento empecé a sentir palpitaciones en la zona del corazón y alteración de mi sistema nervioso. Empecé a dormir mal con muchas interrupciones del sueño. Se lo comenté al especialista y me cambió el fármaco sugiriéndome que tomara Monoprost que solo contiene prostaglandina con lo que mi sistema nervioso mejoró pero no me reduce la tensión ocular por debajo de 20 que era el objetivo. Ahora voy a empezar con otro colirio denominado Lumigan. En fin, me gustaría saber si hay remedios distintos de los aquí comentados para mi problema en otros ámbitos de la salud y si conocen a algún oftalmólogo que ponga en práctica otros mecanismos para paliar esta dolencia. Muy agradecido por su trabajo les envío un cordial saludo.

Carlos Míguez Bernárdez
Cangas (Pontevedra)

Se llama presión intraocular a la presión a la que se encuentra el humor acuoso -líquido transparente que nutre y oxigena el cristalino y la córnea ubicado en el interior del ojo- y se mide con un aparato llamado tonómetro en milímetros de mercurio (mm Hg) postulándose que cuando es superior a 21 mm Hg hay riesgo de problemas visuales serios, especialmente de glaucoma. Presión que depende del equilibrio entre la producción y eliminación del humor acuoso. En pocas palabras: si la producción de humor acuoso es excesiva o no se elimina de forma suficiente la presión sube. Y en ese caso el nervio óptico puede a su vez ser presionado provocando problemas de visión. Presión intraocular alta que uno puede tener sin saberlo porque no da ningún síntoma salvo que se dañe el nervio óptico. ¿Y a qué se debe? Pues como en la inmensa mayoría de las patologías se ignora así que algunos lo achacan a estrés oxidativo, es decir, a un exceso de radicales libres por lo que proponen tomar antioxidantes, especialmente vitaminas A (en forma de carotenos) B1 y C así como luteína, licopeno y zeaxantina. Pero los oftalmólogos, obviamente influidos por la industria farmacéutica, proponen básicamente usar colirios Unos para mejorar el paso del humor acuoso -como la pilocarpina y la epinefrina- y otros para disminuir la cantidad de líquido producido cono los betabloqueantes y los inhibidores de la anhidrasa carbónica. Alegando que las personas con tensión intraocular alta mantenida en el tiempo tienen «mayor riesgo» de padecer glaucoma. La verdad sin embargo es que eso depende de muchos otros factores y usar ese tipo de colirios como «solución» o incluso la trabeculoplastia -que consiste en aplicar un láser directamente sobre la zona de filtración del ojo, el trabéculo, a fin de aumentar el flujo de salida del humor acuoso y así disminuir la presión intraocular- es como matar moscas a cañonazos. El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas afirma que el glaucoma afecta en España a más de un millón de personas y que si se detecta a tiempo la ceguera por su causa puede evitarse en más del 90% de los casos pero resulta llamativo que aseveren eso cuando previamente afirman desconocer la causa o causas de la presión intraocular y de la aparición del glaucoma y agregan que cuando ya se manifiestan los síntomas de daño en el nervio óptico -dificultad para ver en la oscuridad, hipersensibilidad a la luz, percepción de halos, dolores de cabeza y/o reducción del campo visual periférico- la situación es irreversible. Pura contradicción. Incuso alegan que la presión intraocular no tiene nada que ver con la hipertensión general cuando está fehacientemente constatado que ésta puede provocar problemas de visión similares. Como puede provocarlos la diabetes y otras disfunciones metabólicas. En fin, desde nuestro punto de vista -expuesto ya en multitud de ocasiones- el organismo constituye un todo indivisible en el que la salud -y por tanto la ausencia de  patologías- se logra con la homeostasis, con el equilibrio global interno. Y eso incluye a los ojos. Por otra parte el hecho de que su madre y su abuela también tuvieran presión intraocular no significa necesariamente nada. Hoy día se achaca a causas genéticas hábitos y costumbres erróneas. Hay obesos y diabéticos que dicen que no pueden evitarlo porque sus antepasados tenían el mismo problema cuando lo que han heredado no son genes defectuosos sino costumbres alimentarias malsanas. La Genética se ha convertido para muchos médicos en un cajón de sastre al que recurrir para ocultar su ignorancia y su impotencia a la hora de ayudar a los enfermos que en realidad se debe a la pésima formación recibida. En fin, nuestro consejo es que desintoxique a fondo su organismo, beba solo agua de manantial de baja mineralización, respire aire puro, haga algo de ejercicio a diario, tome el sol, ingiera solo alimentos –preferiblemente crudos- alcalinos ricos en nutrientes (nunca tratados químicamente, procesados o enlatados), deseche la comida precocinada y frita así como las grasas “trans”, cuide su flora intestinal, no ingiera fármacos, evite las radiaciones electromagnéticas. Es decir, ingiera durante una larga temporada exclusivamente vegetales ecológicos, frutos secos, cereales integrales, legumbres, huevos de primera calidad, fruta -ésta solo en ayunas y no en forma de zumos-, aceites de primera presión en frío, pescado -mejor pequeño, no grande- y carne blanca o de ave. Eliminando obviamente aquellos alimentos a los que sea alérgico o intolerante. Y si aún así quiere ayudar a sus ojos eche en ellos un poco de infusión de manzanilla o, mejor aún, unas gotas de agua de coco. Cómprelo fresco, ábralo, extraiga un poco del agua interior, cuélela bien e instile unas gotas en ambos ojos. Se sorprenderá. 

 

Estimado Sr. Campoy: me encantó el reportaje Propiedades terapéuticas de la bromelina que publicaron ustedes en el nº 201 en el que se explica que las muchas propiedades terapéuticas de la piña se deben a su riqueza en bromelina, enzima que ayuda al organismo a metabolizar las proteínas y tiene efectos inmunomoduladores, antiinflamatorios, antimicrobianos y antineoplásicos. También explicaron que ayuda  en la modulación del crecimiento tumoral, la coagulación de la sangre, los procesos inflamatorios, el desbridamiento de quemaduras y el aumento de la absorción de fármacos y, sobre todo, que no es tóxica sino inocua. Pues bien, no tenía por costumbre comer piña a pesar de que vivo en Canarias desde hace diez años y tras leer ese artículo empecé a hacerlo pero resulta que cuando lo hago ¡me pica un poco la boca por dentro! ¿Es normal? Y si lo es, ¿por qué pica? Le agradeceré me responda cuando pueda. Atentamente,

 Jose Luis Gálvez
(Las Palmas)

No es habitual pero es cierto que a algunas personas la piña les irrita las membranas mucosas del interior de la boca cuando contienen excesivos ácidos málico, cítrico y -sobre todo- oxálico y está por ello un tanto ácida. Es más, a personas hipersensibles -y a las alérgicas a ella- puede causarles no solo picor sino pequeñas úlceras o aftas en la lengua y áreas circundantes. Lo que no ocurre con las variedades más dulces. Todo indica sin embargo que el responsable es el ácido oxálico, unas 3.000 veces más potente que el ácido acético. Ácido oxálico que está especialmente presente también en las espinacas, las acelgas, las remolachas, las verdolagas, las escarolas, los pimientos, el cacao en polvo, el germen de trigo, los frutos secos, las coles verdes  y, en menor cantidad, en el perejil, los puerros, las batatas, las patatas, los nabos, el ruibarbo, las uvas, las frambuesas y el chocolate amargo… entre otros alimentos. Es pues raro que a si a usted le pica la boca ingiriendo piña no le pase lo mismo con algunos de esos alimentos. Agregaremos que si el ácido oxálico se une al calcio de los alimentos puede dar lugar a los cristales de oxalato cálcico que a algunas personas se les deposita en los riñones formando cálculos. Lo que podría explicar por qué hay quienes sienten rechazo por algunos vegetales. El texto que publicamos debió efectivamente haberlo advertido y de  hecho vamos a incluir esta advertencia en el que permanece en la web.

NÚMERO 203 / ABRIL / 2017

Estimado Director: ¡las farmacéuticas tienen miedo! Perciben que sus «clientes» se les van. De momento aún no es grave pero es un goteo constante que va «in crescendo» de manera imparable. Como ese pequeño murmullo de un río que ellos presienten que puede acabar en desbocada catarata. ¿Por qué? Llevamos más de 70 años de Quimioterapia y cada año los ensayos en diferentes fármacos antitumorales dejan beneficios multimillonarios en las arcas de Bayer, Roche, Sanofi, Pfizer… pero la gente sigue muriendo de esta maldita enfermedad: Pablo Ráez  o Bimba Bosé sólo son dos casos que atestiguan el fracaso estrepitoso de las líneas de investigación actuales en la lucha contra el cáncer. Pero, ¿por qué falla la quimioterapia? Cada año se celebra en el seno del mundo de la Oncología el congreso de la American Society of Clinical Oncoloy (ASCO) en el que médicos oncólogos e investigadores de todo el mundo presentan datos sobre las moléculas que la Gran Farma ensaya con pacientes en hospitales de casi todo el planeta. A los ponentes se les paga el congreso, los hoteles, los vuelos, la comida… y en ocasiones algunos caprichos que todos saben pero nadie admite en voz alta por pudor. Pero no es gratis. Hay un precio para todo este lujo, este desenfrenado boato. ¿Cuál es? El precio es que SÓLO se presenten datos con moléculas cuya patente pertenezca a las grandes empresas farmacéuticas. Es decir, a los médicos no sólo se les «trata bien» en esos congresos: se trata de un mal disimulado SOBORNO. Porque, ¿cómo funciona un ensayo clínico oncológico? Cuando aparece una nueva molécula que desea ensayarse en hospitales de todo el mundo se abre un periodo de reclutamiento de pacientes con distintas neoplasias. El director del ensayo clínico puede llegar a percibir de la farmacéutica, por paciente reclutado en dicho ensayo, unos seis o siete mil euros limpios; incluso más. Y como comprenderá tan pingües beneficios justifican las encarnizadas luchas intestinas actuales entre oncólogos en el seno de los hospitales donde se disputan pacientes como los tiburones un buen trozo de carne fresca. Y el desmadre no acaba ahí: el hospital también recibe inyecciones millonarias de dinero por parte de la Gran Farma para realizar el ensayo clínico en sus instalaciones. Ensayo que si además obtiene «datos positivos» hará que la farmacéutica vuelva a contar con ese hospital para nuevos ensayos clínicos con ésa u otras moléculas en el futuro. ¿Se va comprendiendo cuál es la raíz del problema? Ante tamañas ganancias la tentación de «modificar levemente» los datos estadísticos del ensayo para «decorar» los supuestos beneficios de la molécula ensayada es demasiado grande. Y ocurre. Ocurre con demasiada frecuencia. Ése es el motivo de que tantas promesas contra el cáncer, tantas loas a la investigación científica, tantas esperanzas puestas en la quimioterapia hayan quedado rotas dentro de esa espiral de dinero y multimillonarios beneficios. Pero la gente ya lo percibe. Poco a poco, en el subconsciente colectivo, se abre paso la idea de que algo no funciona. De que una persona con cáncer no es un paciente para la Gran Farma. Es un cliente. Y cuando nuestra vida está en juego nosotros no deseamos ese trato. Y poco a poco aparecen personas que como Josep Pamies o el Dr. Alberto Martí Bosch empiezan a hablar de alcalinidad metabólica frente al cáncer y otras enfermedades. En 2009 la revista científica Science publicó que la restricción calórica extendía la esperanza de vida y la resistencia a la enfermedad en primates. Parece ser que se produce un «reseteo metabólico» a nivel celular que es capaz de aumentar nuestras defensas. En 2015 la revista Medicine publicó que la simple restricción calórica es capaz de modular la diabetes tipo 2 en humanos. En fin, contamos hoy con cientos de publicaciones científicas que vienen a dar la razón a un hombre que ganó el Premio Nobel en 1931, un alemán que trabajaba en el metabolismo del cáncer en plena Alemania nazi: el Dr. Otto Warburg. Éste postuló que en un medio ácido y ausente de oxigeno las células normales se transforman en tumorales y obtienen su energía principalmente de la glucosa. Y según sus propias palabras «esta regla no conoce excepción». Algún día me extenderé en contar las evidencias clínicas y científicas que apoyan al señor Warburg.  ¿Se entiende ahora que exista una persecución orquestada para desprestigiar a quienes denuncian todo lo que está pasando y si es necesario cerrarles sus consultas médicas? Pues tal es la razón de la enconada «caza de brujas» macarthiana puesta hoy en marcha en todo el mundo: la industria intenta impedir la pérdida masiva de clientes, de sus jugosos beneficios clínicos. En resumen, de dinero. Pero lo que aún no comprenden las grandes farmacéuticas y los médicos controlados por éstas es que, como decía Elvis Presley, «la verdad es como el sol: puedes ocultarla por un tiempo pero no va a desaparecer». Siempre habrá médicos e investigadores con principios que luchen denodadamente por mantener su moral y su integridad. Solo que la misión que éstos tienen es hoy más complicada y peligrosa que nunca antes en la Historia de la Medicina y la investigación. Porque Hipócrates ha sido traicionado, apuñalado por sus hijos como Julio César lo fue por Bruto en los idus de Marzo. Y es que en tiempos de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario. Y sé bien de lo que hablo porque trabajo desde hace muchos años en el seno de la investigación oncológica por lo que le agradeceré, dado que nos conocemos bien, que me permita firmar esta carta con un nombre ficticio.

Alonso Quijano
(Madrid)

 

Sr. Director: sufro fibrilación auricular paroxística desde hace seis años. Hace cinco me hicieron una ablación del istmo cavotricuspídeo y el cardiólogo me sugirió hacerme además una ablación de las venas pulmonares como tratamiento definitivo de mí patología. Dice que tendría así mejor calidad de vida. Todo esto en clínica privada. Tengo hipertensión arterial y las «tuberías» bien según él. Tomo Pradaxa y Apocad aunque solo pensar en los efectos secundarios me pone peor. En la Seguridad Social los cardiólogos no me aconsejan en cambio esa segunda ablación por mí edad ya que tengo 77 años. Mi alimentación es ecológica y no tomo harinas blancas, azúcar, comida basura, alcohol, tabaco, lácteos y derivados, porcino o embutidos. En espera de su respuesta reciba un cordial saludo.

Asunción

Los médicos llaman fibrilación auricular al hecho de que el corazón lata de forma rápida e irregular, algo que puede producir un consumo excesivo de alcohol, un envenenamiento por monóxido de carbono, el hipertiroidismo, la hipertensión, una infección, un  problema pulmonar -una neumonía, una embolia, sarcoidosis o un tumor- o un problema cardiaco (estenosis o insuficiencia mitral, miocardiopatía, etc.) Y se dice que es paroxística cuando la arritmia aparece y desaparece siendo de duración variable (de menos de un minuto a días). Y desde nuestro punto de vista extirpar el istmo cavotricuspídeo para afrontar ese problema es inaudito así que ¡para qué decirle extirpar las venas pulmonares! Es matar moscas a cañonazos. Lo que hay que hacer es buscar qué le provoca el problema. Un simple microbio o parásito puede provocarlo y en tal caso lo suyo es equilibrar el organismo porque ninguno sobrevive en terreno bien oxigenado y con el pH adecuado. Además puede usted eliminarlo con el Par Biomagnético  si acude a alguien realmente experto como Juan Carlos Albendea (91 704 57 81). Puede asimismo deberse a hipertensión y ésta lo causa mayoritariamente el exceso de sal -elimínela pues durante una temporada de su alimentación (y quien dice la sal dice los alimentos salados, algo habitual especialmente en los alimentos envasados)- y los aditivos alimentarios; sobre todo los sulfitos y el glutamato monosódico, presentes hoy en casi todos los alimentos no vegetales crudos de temporada lo que es una verdadera vergüenza. Puede asimismo tener usted un simple déficit de yodo lo que puede resolver ingiriendo alimentos ricos en él o la conocida Solución Lugol; eso sí, con cuidado y bajo control de alguien experto. De hecho el fármaco más utilizado hoy para las arritmias es la amiodarona que no es sino un compuesto orgánico sintético del que el 37% es ¡yodo! (y que como casi todos los medicamentos sintéticos provoca numerosos efectos secundarios indeseables). A menudo las arritmias cardiacas desaparecen simplemente con las recomendaciones que acabamos de hacer. Asimismo le sugerimos ingerir dos cucharaditas diarias de chocolate puro, es decir, hecho con extracto seco de granos de cacao. Bastan 25 gramos para que en apenas unas horas el nivel de agregación plaquetaria en sangre disminuya y, por tanto, el riesgo de sufrir coágulos.  Es más,  una investigación efectuada por el Dr. Christian Heiss publicada en Journal of the American College of Cardiology constató que el consumo diario de cacao puro -no de chocolate- logra que haya en sangre el doble de células angiogénicas encargadas de reparar los vasos sanguíneos cuyo deterioro puede dar lugar al desarrollo de patologías cardiovasculares. Y Norman Hollenberg, tras investigar durante 15 años a centenares de personas mayores, afirmaría en International Journal of Medical Sciences su convencimiento de que el cacao previene las patologías cardiovasculares, el cáncer y la diabetes no sólo por su riqueza en bioflavonoides sino merced a su alto contenido en epicatequinas, tipo de flavonoides entre cuyas propiedades está el de elevar los niveles de óxido nítrico en sangre algo que ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo. Agregaremos que la coenzima Q-10 es indispensable para mantener sano el corazón; de hecho la mayoría de los pacientes con problemas cardiacos tienen déficit de ella. Déficit que puede producir disfunciones mitocondriales y cardiacas; en cambio si a los músculos del corazón se les administra un complemento de Q-10 aumenta significativamente la producción energética en las mitocondrias, se revitalizan las células necesitadas de energía, se fortalece el corazón y disminuye el esfuerzo necesario para hacer circular la sangre. En pocas palabras, la Q-10 mejora la función mecánica del corazón dotando a las células del combustible necesario para funcionar eficazmente.

 

Estimado Director: en primer lugar quiero felicitarle por la información tan valiosa que mes tras mes nos transmiten a través de la revista. Verá, hace 14 años me detectaron mediante una endoscopia gástrica la Helicobacter Pylori y tras la toma de antibióticos se erradicó según confirmó la prueba de aliento. Hace unos meses empecé a sufrir ardores/acidez continuos, me hicieron la prueba de heces y salió negativo pero en una prueba con un Quantum SCIO dio positivo y estoy hecha un lío. Me han recomendado tratarme con aceites esenciales -especialmente con Lemongrass- y he visto que muchas de las compañías que los venden crean confusión con el etiquetado porque aunque contengan la misma planta unos ponen que es para usarlo en aromaterapia y otros que es un producto alimenticio. Les invito pues a que nos ayuden a conocerlos mejor dedicándoles cuando puedan un artículo para saber los diferentes tipos que existen, cuáles se pueden ingerir, cuáles son sus efectos secundarios, etc. Muchas gracias y saludos.

Julia

Lo más rápido para eliminar la Helicobacter pylor –bacteria considerada la causa de la mayor parte de las úlceras de estómago y gastritis crónicas- es el Par Biomagnético pero son asimismo útiles el ajo, la cebolla y el aceite de oliva virgen. Lo del aceite de oliva lo demostró un equipo del Instituto de la Grasa de Sevilla infiriendo que se debe a su contenido en dos glucósidos secoiridoides: el ácido elenólico y el tirosol. También la miel parece proteger la mucosa gastrointestinal de ella. Es asimismo útil el consumo de arándano rojo gracias a su riqueza en proantocianidinas como constató un equipo del Centro Marucci de Investigación perteneciente a la Universidad de Nueva Jersey (EEUU). Y también se ha comprobado que el extracto acuoso de tomillo inhibe de forma significativa su crecimiento por su potente inducción de la actividad de la ureasa frente a la mucosa gástrica. Incluso un poco de alcohol -especialmente el vino tinto pero sin sulfitos añadidos- permite detener su progresión según un trabajo de la Universidad de Ulm (Alemania). Y el brécol contiene una sustancia que mata la bacteria según un trabajo elaborado por la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Maryland) y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia por su riqueza en sulforafano. En cuanto a su propuesta tomamos nota.

 

Querido Director: en primer lugar gracias por su labor. Me pongo en contacto con usted para preguntarles su opinión sobre el tratamiento de la osteoporosis pues he llevado un tratamiento natural durante un tiempo y la densitometría ha bajado mucho por lo que mi ginecólogo me aconseja tomar el tratamiento convencional con Fosavance y Natecal y yo me resisto hacerlo. Llevo una alimentación basada en el libro La Dieta Definitiva y hago ejercicio moderado. ¿Cree necesario que me vea un médico de Medicina Integrativa para que me ayude en el tratamiento a seguir? Hace dos años seguí el tratamiento convencional durante un año y mejoré pero, ¿es fiable esa mejoría? Tengo el antecedente de mi madre que se le rompió una cadera y a los pocos meses la otra más un aplastamiento lumbar. Yo quiero prevenirlo si es posible. ¿Me podría aconsejar a alguien por Málaga o Marbella? Me despido muy agradecida por su valentía y con todo mi cariño.

Ana

Hace usted muy bien en replantearse la toma de esos fármacos. El Natecal puede provocarle hipercalcemia e hipercalciuria además de problemas gastrointestinales, estreñimiento, gases, náuseas, dolor abdominal, diarrea, picor, exantema y urticaria. Y el Fosavance náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, dolor abdominal, dispepsia, estreñimiento, úlcera esofágica, disfagia, distensión abdominal, regurgitación ácida, dolores óseo, muscular y articular,  cefaleas, erupciones cutáneas, prurito, eritema, gastritis, esofagitis, erosiones esofágicas, melena, urticaria, angioedema, mialgia, malestar, fiebre, fotosensibilidad, estenosis esofágica, ulceración orofaríngea, perforación, úlceras, hemorragia, uveítis, escleritis, epiescleritis, Síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica. ¡Y aún así los médicos los recomiendan! Inconcebible. Mire, ante todo recuerde que la osteoporosis no la produce normalmente una insuficiente ingesta de calcio sino su utilización por el organismo para equilibrar el pH cuando hay excesiva acidificación al ser el mineral alcalino más abundante en nuestro interior. De ahí que consumir leche y sus derivados sea un tremendo error ya que su consumo acidifica el organismo y es pues más bien causa de osteoporosis. Como se explica en el libro que está usted leyendo si consumir más calcio fuera la solución no sería en los países donde más calcio se consume donde mayor número casos de osteoporosis hay. Lo que contribuye a la pérdida de calcio es la falta de actividad física, las grasas saturadas, el exceso de proteínas, el tabaco, el café, el alcohol, la sal, el azúcar, los productos refinados, todos los alimentos dulces o azucarados (pasteles, helados, bollería, etc.)… y los fármacos. Y el déficit de un mineral muy distinto: el manganeso.

 

 Estimado Director: pasan los días y nadie se pone en nuestro pellejo. Los médicos que un buen día escogimos tratar al paciente con medicamentos libres de químicos tóxicos, dinamizados y sin efectos secundarios negativos ni contraindicaciones estamos siendo convertidos poco a poco en personas no gratas para buena parte de la población; paradójicamente, para quienes aún no han probado tales medicamentos. Y todo porque un grupo organizado de individuos se dedica a desprestigiar desde todo tipo de tribunas públicas a quienes ejercemos la homeopatía acusándonos de engañar o estafar por ello a nuestros  pacientes. Acusaciones no fundamentadas médica y científicamente pues se basan en meros insultos y descalificaciones gratuitas. No asumen que si hay decenas de miles de médicos en todo el mundo usando productos homeopáticos es porque los resultados que obtienen los avalan y pueden confirmarlos. Tratamientos que incluso revierten procesos patológicos, algo que con los fármacos químicos de síntesis no se logra. Porque eso es lo que se quiere ocultar: que se puede curar a los enfermos sin medicamentos iatrogénicos. Y no con azucarillos sin propiedades terapéuticas como dicen algunos ignorantes sino con productos testados desde hace décadas que prescribimos médicos universitarios formados en facultades de Medicina convencionales. Productos que tienen hoy la consideración legal de fármacos y están elaborados con todas las garantías que exige la ley en laboratorios autorizados para ello y se venden exclusivamente en farmacias. En tiempos de Samuel Hahnemann los farmacéuticos se pusieron en su contra porque él mismo fabricaba los remedios que daba a sus pacientes. Hoy no es posible legalmente porque solo pueden fabricarse en laboratorios homologados y regulados y venderse solo en farmacias. Lo que, evidentemente, ha hecho más fácil su prescripción y que los farmacéuticos ya no se opongan a ellos. Es pues inexplicable que ni éstos ni los laboratorios que los fabrican den la cara por los médicos a los que se nos vilipendia e insulta. Y hay otro motivo de queja: algunos laboratorios homeopáticos, obviamente pensando en aumentar sus ventas, se dedican hoy a fabricar productos complejos para tratar casi de todo -mala circulación, malas digestiones, dolor general, mareos, etc.- obviando que la base de la Homeopatía es que ha de ser el médico el encargado de prescribir el remedio adecuado tras estudiar bien al paciente, repertorizarlo y buscar su similitud o respondedor como bien se explica en los cursos y másteres que se imparten. ¡Los productos homeopáticos no son genéricos que sirven para todas las personas aunque padezcan los mismos síntomas! Y claro, luego el paciente se queja de que el producto no le ha funcionado. ¿Por qué echan piedras los laboratorios homeopáticos contra su propio tejado? Un dolor de cabeza no revela nada. Hay que profundizar en el síntoma para saber si es puntual, eléctrico, ardoroso, lancinante, cortante, taladrante o punzante, a qué horas sucede y otras preguntas que le sirven al médico para dar con el remedio -vegetal, animal o mineral- que corresponde a esa persona. ¡Lo que hacen los laboratorios homeopáticos hoy va contra la misma base de la Homeopatía!

Dr. Santiago de la Rosa

NÚMERO 202 / MARZO / 2017

Sr. Director: debo decirle que he conocido su magnífica revista hace muy poco tiempo -me llamó la atención el nº 200 en el kiosco- y estoy realmente impresionado. Tengo 63 años y aunque soy ingeniero me pirro por los artículos sobre salud y leo todo lo que creo de interés. Probablemente porque mi salud no es todo lo buena que me gustaría ya que tengo algo de sobrepeso -me sobran 15 o 20 kilos según mi médico- y padezco diabetes tipo 2. Además suelo estar cansado a menudo aun sin hacer grandes esfuerzos. En fin, teniendo en cuenta que según leo llevan ustedes 19 años en la calle -¡y yo sin enterarme!- voy a atreverme a hacerles una petición: ¿pueden decirme si hay algo realmente eficaz para la diabetes tipo 2 así como para adelgazar? Supongo que lo habrán explicado dado el tiempo que llevan pero soy incapaz de leerme la enorme cantidad de reportajes, noticias y respuestas de la sección de Cartas al Director recogidas en su web. ¿Me ayudan a superar mi enfermedad por favor? He intentado de todo sin éxito. Atentamente,

Carlos A. Redondo
(A Coruña)

Hemos explicado en numerosas ocasiones que no existen «enfermedades» que afecten a órganos específicos sino manifestaciones puntuales en ellos de un estado de salud general deteriorado. Para afrontar pues cualquier enfermedad hay que hacer lo mismo SIEMPRE. Aunque muchos médicos no lo entiendan. Y ello pasa por desintoxicarse a fondo, oxigenarse, mantener en perfecto estado la flora intestinal y equilibrar el pH controlando lo que respiramos, bebemos e ingerimos, no usar prendas sintéticas dañinas, evitar las radiaciones electromagnéticas artificiales y las telúricas, aprender a preparar los alimentos, tomar el sol, hacer ejercicio moderado, descansar y dormir suficientemente y afrontar con serenidad nuestros problemas psicoemocionales para no somatizarlos. Y cuando es preciso suplementar la dieta ortomolecularmente. Y poco más. La idea de que las enfermedades –cuando debería hablarse de enfermedad en singular- se solucionan ingiriendo fármacos sintomáticos iatrogénicos es una soberana memez. Hay que equilibrar el organismo a nivel energético, físico, mental y emocional en lugar de buscar pócimas y tratamientos milagrosos. Recuperar la salud perdida depende de ello. En cuanto a la diabetes tipo 2 normalmente la provoca el excesivo consumo de azúcares -presentes en prácticamente todos los alimentos preparados y envasados- y el desequilibrio de la flora intestinal. Hay pues que suprimir ante todo los azúcares, la leche y sus derivados, la carne grasa animal –sobre todo los embutidos-, los fritos, los carbohidratos refinados -desde el pan, la pasta, las galletas, los bollos, los pasteles y los dulces hasta las tartas, pasteles y helados-, las chuches y caramelos, los alimentos precocinados, los envasados, las colas, los refrescos y los zumos de frutas, muy especialmente los industriales. Y llevar una alimentación esencialmente basada en vegetales –preferiblemente crudos- y probióticos. Le sugerimos pues que siga La Dieta Definitiva. En cuanto a la diabetes tipo 2 desaparece sin más ayunando o siguiendo una dieta muy baja en calorías -y por tanto sin azúcares- porque eso elimina la grasa acumulada en páncreas e hígado que es lo que impide producir suficiente insulina. En apenas tres meses si hace a rajatabla. Dicho esto añadiremos que hay un producto que estimula la producción de insulina por el páncreas: la capsaicina, principio activo de los picantes: chile, guindillas, pimentón, pimienta, cayena, etc. Nuestra sugerencia pues a todo diabético tipo 2 que no sea insulino-dependiente ni sufra hipoglucemias recurrentes es que ayune durante SIETE DÍAS -por lo que no debe tomar fármacos- y a partir del octavo se alimente durante tres meses exclusivamente a base de verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos, setas, algas, carne de ave (pollo, pavo, etc.), carne blanca, pescado y aceites vegetales de primera presión en frío. Todo fresco, de temporada y crudo siempre que sea posible; y si no, ligeramente hecho a la plancha o asado pero no cocido. No debe prepararse ningún alimento a más de 80º para no desnaturalizarlo. Nada pues de alimentos en conserva porque contienen aditivos tóxicos. En cuanto a los condimentos se pueden ingerir especias -las que se quiera pero especialmente cúrcuma, curry, jengibre, canela, cayena (guindilla), pimentón, rúcula, comino negro y azafrán- así como sal marina (en muy poca cantidad y salvo que se sea hipertenso), pimienta, ajo, limón, perejil y finas hierbas; en cambio hay que olvidarse del vinagre. La ventaja es que se puede comer de todo lo permitido en la cantidad que se quiera -salvo las frutas- de forma razonable. De hecho en el desayuno pueden tomarse una o dos piezas de fruta pero nunca zumos, siempre en ayunas y solo de forma moderada. Siendo las más recomendables la papaya, la piña y la manzana. En cuanto a los aceites insistimos en que deben ser de primera presión en frío pero solo de oliva, lino, coco, comino negro o krill; el resto no. Y solo se debe beber agua mineral de muy baja mineralización e infusiones (salvo café y té negro). Ninguna bebida más. Dicho esto hay algunas cosas que en ese tiempo conviene hacer todos los días: dormir 8 horas cuando menos y si se puede una siesta de media hora (no más), caminar diariamente una hora y/o hacer ejercicio aeróbico, beber al menos 3 litros de agua al día, tomar infusiones y zumos de verduras caseros (no industriales) e ingerir cada mañana nada más levantarse dos dientes de ajo crudos una vez pelados, cortados en trozos, mojados en aceite -de lino o coco preferiblemente- y masticados rápida y fugazmente -pican en la boca- tras lo cual se tragan y se bebe un vaso de agua fría para calmar el ardor bucal. Media hora después conviene prepararse una limonada alcalina (medio litro de agua con el zumo de uno o dos limones y una cucharada sopera -rasa- de bicarbonato sódico) -salvo que sea hipertenso- para tomar a lo largo de la mañana. Y beberse cada día un licuado diario de zanahoria, apio, espinaca, remolacha y pepino. No solo perderá todo lo que le sobra sino que superará su diabetes.


Estimado Sr. Campoy: hace unos días me dijeron hay un cardiólogo italiano llamado Paolo Zamboni que cura la esclerosis múltiple operando quirúrgicamente a quienes la padecen y logra así que la enfermedad desaparezca. ¿Podrían por favor decirme si ese médico existe y si lo que dice es verdad? Mi mujer tiene esclerosis múltiple desde hace tres años, está cada vez peor y nos dicen que no hay nada que hacer. Gracias.

Fernando Castaños
(Valencia)

También se lo dijeron al actor español Jose Segurado cuyo caso damos a conocer en este mismo número y hoy no tiene síntoma alguno de la enfermedad; le invitamos pues a leer la entrevista que hemos mantenido con él. Dicho esto agregaremos que lo que el doctor de la italiana Universidad de Ferrara Paolo Zamboni afirma es que el 90% de los casos de esclerosis múltiple los causa un estrechamiento de las venas del cerebro que las bloquea parcialmente impidiendo que el oxígeno le llegue en cantidad suficiente y el hierro pase al tejido cerebral dañándolo; problema que propone superar afrontando quirúrgicamente ese bloqueo. Tesis que parece avalar el trabajo de los neurólogos españoles Eva Cernuda y Sergio Calleja quienes el 3 de abril de 2009 dictaron una ponencia titulada Insuficiencia venosa cerebroespinal crónica en pacientes con esclerosis múltiple a la que puede acceder en el link http://csvi-ms.net/files/insuficiencia-venosa-cerebroespinal-cronica-en-pacientes-con-esclerosis-multiple.pdf. Ahora bien, ello sólo serviría en tales casos. Como ocurre cuando la esclerosis múltiple se debe a una compresión patológica del opérculo torácico que afecta a la arteria vertebral provocando hipoxia y desmielinización cerebral (lea en nuestra web –www.dsalud.com– los artículos que con los títulos ¿El parkinson y la esclerosis múltiple se curan…con cirugía y ¿Se pueden o no curar algunos casos de esclerosis múltiple o de parkinson con cirugía? aparecieron en los números 21 y 24 respectivamente). Obviamente si éste fuera el caso de su mujer cabría operarla en España; consúltenlo con el Dr. José Luis Castillo Recarte en el 91 532 89 32. Dicho esto recordamos que la afirmación de los neurólogos de que el cerebro no puede remielinizarse es gratuita. Que el sistema nervioso central puede autorrepararse sin fármacos lo constató no hace mucho un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU) dirigido por el neurólogo Ian Duncan -el trabajo se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences– según el cual la recuperación de la mielina -y con ello el restablecimiento de las funciones neurológicas- “es posible sin lugar a dudas». Es decir, se puede lograr la «remielinización» y neutralizar el problema neurológico aun siendo éste grave. El descubrimiento tuvo lugar porque cuando sometieron a un grupo de gatas preñadas durante varios meses a una dieta no equilibrada comprobaron que sufrían «desmielinización»; demostrando así una vez más el trascendental papel de la alimentación en la salud, incluida la del cerebro. Pero lo realmente importante es que cuando se les volvió a dar a las gatas una dieta normal ¡recuperaron la mielina y desaparecieron las disfunciones! La capa de mielina no era tan gruesa pero el cerebro se recuperó. Y hay muchas otras posibles causas y posibilidades terapéuticas. Lo explicamos de forma muy amplia en el artículo que con el título Qué es la esclerosis múltiple y como tratarla apareció en dos partes en los números 172 y 173 (los tiene en estos enlaces: www.dsalud.com/reportaje/que-es-la-esclerosis-multiple-y-como-tratarla y www.dsalud.com/reportaje/que-es-la-esclerosis-multiple-y-como-tratarla-ii).


Estimado Sr. Director: su revista es maravillosa; con ninguna otra publicación me informo y aprendo tanto como con ella. Y ahora permítame que le haga dos breves preguntas. Gracias a vosotros me he concienciado de la importancia de tener una buena salud intestinal y mi pregunta es si existe en el mercado algún aparato doméstico para realizarse uno mismo una hidroterapia de colon. Algo intermedio entre los enemas caseros que solo lo limpian y las máquinas profesionales de las clínicas. La segunda es sobre los patógenos y los desequilibrios del organismo. ¿En qué se diferencian las funciones realizadas por un «zapper» y las que se obtienen con un «generador de frecuencias» que sigue los postulados de R. Rife? ¿Con los primeros se pueden eliminar patógenos y con el segundo se produce una armonización de los órganos del cuerpo a la vez que también eliminan patógenos? Es que veo que en el mercado existen aparatos con las funciones de eliminar patógenos (por ejemplo el Varizapper) y aparatos que tal vez se centran más en armonizar y equilibrar órganos o conjuntos de órganos (como el Biotrohn o el Super Ravo Zapper). ¿Existen en el mercado aparatos que sigan el trabajo de frecuencias de R. Rife? Gracias.

 Javier Rabadán 

Los aparatos de limpieza del colon que usted busca existen y se comercializan desde unos 350 euros pero no vamos a dar nombres comerciales; basta con que ponga usted en Google «aparatos de hidroterapia de colon» y los verá ya en la primera página. Por lo que se refiere a Royal Raymond Rife ya explicamos en su día que fue un brillante científico que tras participar en el desarrollo de buena parte de la base tecnológica usada hoy en el campo de la Óptica, la Electrónica y la investigación de microorganismos construyó pieza a pieza –cerca de 6.000- el denominado Microscopio Universal capaz de aumentar los objetos hasta 50.000 veces y con él descubriría -¡en 1931!- que había  virus causantes de cáncer. Para demostrarlo creó 400 tumores partiendo del mismo cultivo investigando luego cómo destruir ése y otros posibles virus cancerosos. Fue así como comprobó que el mejor método era la biorresonancia, que los virus, bacterias y hongos tienen frecuencias de vibración propias y características y que emitiendo esas frecuencias hacia ellos pero con mucha mayor intensidad ¡se destruyen! Lo explicamos extensamente en el reportaje que con el título Royal Raymond Rife y la destrucción de virus causantes de cáncer mediante radiofrecuencias apareció en el nº 96 (puede leerlo en nuestra web: www.dsalud.com). Y lo que la finada Dra. Clark expuso en 1995 en su libro La cura de todas las enfermedades es la posibilidad de terminar con bacterias, virus y parásitos con pequeñas corrientes eléctricas, postulado constatado que dio lugar a su Zapper, dispositivo electrónico del que hablamos en el nº 71 en un artículo titulado Electrocutan microorganismos patógenos con pequeñas descargas eléctricas. Sus investigaciones -apoyadas por trabajos desarrollados en el Instituto Politécnico Nacional de México– demuestran que utilizando corrientes continuas de pequeño voltaje (de 5 a 10 V) y haciendo un barrido de frecuencias de entre 10 y 1.000.000 hertzios se eliminan los microorganismos patógenos con unas cuantas sesiones de sólo 3 a 7 minutos de duración. Es decir, Rife postuló usar las frecuencias concretas de cada microorganismo patógeno para eliminarlo. La Dra. Clark -y otros investigadores- que era mejor emitir progresivamente todas las frecuencias en las que vibran -entre 10 y 1.000.000 de hercios- para asegurarse de que se destruyen todos. Especialmente porque si se destruye un parásito pueden salir de su interior virus y bacterias igualmente patógenos. Así que hay que pasar el aparato varias veces a todas las frecuencias para estar seguros de eliminarlos todos. Por eso se hace un «barrido». Y así lo hacen el Varizzaper -aparato más moderno que sustituyó al Zapper– y otros dispositivos que luego aparecieron con la misma filosofía como los que usted menciona. ¿Que éstos logran además cosas tan llamativas como las que aseguran en sus folletos? Pues lo cierto es que no lo hemos investigado y no nos consta si es verdad. Y no vamos a hablar de lo que desconocemos.


Una epidemia silenciosa parece extenderse cual plaga sobre nuestros jóvenes: ¡se cortan frecuentemente con cuchillas en antebrazos, muslos y abdomen! Dicen sentirse liberados entonces. A menudo también pierden horas contando calorías y debilitándose al poner en práctica lo que «aprenden» en páginas web sobre anorexia y suicidios. Algunos profesores y políticos les «ayudan» diciéndoles que son unos inútiles, que la vida les espabilará a guantazo limpio y que son «una generación perdida». Es lo que escuchan estas criaturas tras «chuparse» 15-20 años de pupitre y conseguir a menudo notas brillantes. ¿Y qué hace el sistema? Llevarles a un auténtico periplo por psicólogos y psiquiatras que demuestran su ineficiencia más absoluta. Y para esconder el problema los derivan de aquí para allá terminando internándolos en centros para enfermos mentales. O los envían a terapia en hospitales de día en los que tras salir y entrar esporádicamente acabando ingresados en urgencias psiquiátricas. Todos ellos medicados con drogas psiquiátricas –¡Si son dosis infantiles! alegan- que aderezan con 4 o 5 diagnósticos diferentes. Tanto «pofezioná» médico no les recomienda ninguna vitamina o suplemento ni valoran el exceso de Wi-Fi al que suelen estar sometidos. «¡No hay nada probado al respecto!», alegan nuevamente los médicos. Obviamente los chavales afectados no notan mejoría alguna y están así años con sus padres corriendo tras ellos durante el día y no pegando ojo por la noche a fin de vigilarlos y que no se vayan “al otro barrio”. Y claro, los chavales terminan perdiendo la esperanza tras tanto ir de médico en médico, mareados ya al cabo de los años. Muchos han dejado los estudios con tanto internamiento cuando eran brillantes estudiantes. Les quitan incluso el futuro. En fin, no les preguntaré qué hacer con esos médicos -sé bien lo que yo haría con ellos- pero, ¿qué hacemos para ayudar a estas criaturas. Sr. Director, le agradeceré tanto su opinión como le agradezco su magnífica revista de la que soy asidua lectora desde casi sus inicios. Saludos cordiales,

Adela Pérez Bonet 

Suponemos que se refiere usted al cada vez mayor número de casos de jóvenes desesperados por su situación que ante la imposibilidad de encontrar trabajo pierden la cabeza y perpetran actos contra sí mismos. Y, sobre todo, al hecho de que cuando los expertos sanitarios los tratan se limitan a atiborrarles de fármacos que les «apacigüen» o a internarles en centros donde se les pueda vigilar. Mire, lo cierto es que la mayoría -no todos- son víctimas de una sociedad que ha malcriado a nuestros niños y jóvenes, muchos de los cuales se frustran en cuanto no consiguen rápidamente lo que quieren. Frustración que les lleva a ingerir lo que no deben para evadirse de una realidad que les molesta. Y a menudo no sin razón porque vivimos en una sociedad hipócrita donde muchos titulados y doctores universitarios malviven de lo que han estudiado pero con sueldos de miseria o trabajan de camareros, camilleros o dependientes mientras que quienes no tienen a veces ni graduado escolar son diputados, senadores o altos cargos de las administraciones local, provincial, autonómica o estatal. Tal es la lamentable España actual. Pero no es menos cierto que el nivel de frustración de otros es ridículamente bajo porque han sido «mal-educados». Y en tales casos hablamos simplemente de gente egoísta dispuesta a conseguir sin esfuerzo lo que desea a toda costa. No podemos pues generalizar. Y como comprenderá dar consejos genéricos para salir de situaciones que pueden parecer similares pero son muy distintas es imposible. Lo que sí podemos sugerirle es que si conoce a alguien con problemas psicológicos o mentales que de verdad quiera ser ayudado acuda a un buen profesional como el Dr. Javier Aizpiri cuyo número es el  94 444 26 79.  Puede conocer su perfil leyendo en nuestra web –www.dsalud.com– el artículo que con el título Javier Aizpiri: “Los trastornos neurodegenerativos pueden afrontarse sin fármacos” publicamos en el nº 129.


 Estimado Director: tengo 67 años, estoy jubilado y me he animado a escribirles porque recientemente llegó a mis manos un libro del Dr. John Douillard titulado Eat Wheat: A Scientific and Clinically-Proven Approach to Safely Bringing Wheat and Dairy Back Into Your Diet cuya traducción viene a ser algo así como Coma trigo. Estudio científico de cómo volver a comer trigo en su día a día. Pues bien, según este médico estadounidense comer trigo es beneficioso para la salud y promueve un sistema inmunológico fuerte. Agregando que la clave no está en comer o no trigo sino en consumirlo ecológico, orgánico, integral y libre de glifosato, principio activo de plaguicidas como el Roundup de la multinacional Monsanto . Y que regenerando nuestro sistema digestivo podemos introducirlo poco a poco. Glisofato que según explica está más presente en los alimentos transgénicos y provoca la permeabilidad del intestino. En cambio el trigo integral «incrementa los niveles de bacterias buenas»,  «apoya la resistencia de los tejidos en el epitelio protegiéndolo» y «podría ayudar a disminuir la inflamación y el dolor relacionado con el síndrome del intestino irritable». Douillard explica asimismo que «los problemas que muchas personas atribuyen al trigo son causados específicamente por el trigo refinado y procesado» y que  «un estudio demostró que las personas que llevan una alimentación libre de gluten tienen cuatro veces más mercurio en la sangre que las personas que comen trigo. Las personas cuya alimentación está libre de gluten tienen menos bacterias buenas y más bacterias malas que las que comen trigo. Las personas cuya alimentación está libre de gluten tienen menos células T asesinas (…) que las que comen trigo».  Y dice también que el Dr. Pelmutter -autor del libro Cerebro de pan– está en un 90% de acuerdo con él. Para Douillard no hay en suma que dejar de comer ni trigo -ni lácteos- sino solucionar los problemas del sistema digestivo regenerando la flora intestinal y desintoxicando el organismo para que el cuerpo se habitúe de nuevo a ellos. En fin, me sorprende que el Dr. Pelmutter pueda haberle dicho al Dr. Douillard que comer trigo puede ser bueno porque en su libro es muy tajante respecto al gluten y los granos. ¿Cuál es su opinión sobre todo esto?

Agapito Jurado Castellanos
Miguelturra (Ciudad Real) 

Ante todo discúlpenos por haber resumido su carta pero era muy extensa. Creemos en cualquier caso que lo fundamental de lo que decía en ella se ha respetado. Mire, al igual que usted dudamos mucho de que el Dr. David Pelmutter de la razón al Dr. Douillard. Porque lo que dice éste sería admisible si estuviéramos hablando del trigo ancestral que se comercializaba en el mundo hace poco más de medio siglo y que hoy es ya casi imposible encontrar, especialmente en los países avanzados. Lo hemos contado de forma amplia en el reportaje que con el título Los cereales, el pan y la pasta son dañinos publicamos en el nº 180 y puede usted leer en nuestra web: www.dsalud.com. Texto en el que, entre otras muchas cosas, explicamos que en su singular libro Cerebro de Pan llega a decir lo siguiente: “Los cereales modernos están destruyendo silenciosamente tu cerebro. Y cuando digo modernos no me refiero solo a las harinas refinadas, las pastas o el arroz que cargan ya con el estigma que les imponen los enemigos de la obesidad. Me refiero también a todos los cereales que muchos hemos llegado a considerar saludables: el trigo integral, el cereal integral, el multigrano, los siete granos, el grano vivo, el grano molido a la piedra y demás. En pocas palabras, estoy diciendo que uno de nuestros grupos alimenticios esenciales más queridos es en realidad una agrupación terrorista que ataca nuestro órgano más preciado: el cerebro”. Es decir, habla pésimamente de los cereales modernos, incluidos los integrales. ¿Cómo va a haber apoyado pues la tesis del Dr. Douillard. Es obvio que ese médico es un completo manipulador. Recuérdese que en ese mismo artículo dimos cuenta de la aparición en el mercado español de otro libro titulado Sin trigo, gracias del cardiólogo William Davis -publicado en inglés con el título Wheat Belly cuya traducción literal es Barriga de trigo– en el que asimismo se asegura que el trigo actual puede ser causa de obesidad y patologías cardiovasculares denunciándose además que el problema no está solo en el gluten ya que hay “otras 1.000 proteínas en el trigo que también tienen potencial para provocar respuestas extrañas o inesperadas». Afirmaciones contrastadas como puede comprobarse leyendo el amplísimo reportaje La intolerancia al pan y a los productos hechos con trigo es cada vez mayor que publicamos en el nº 163. Un texto en el que explicamos que el trigo que se cultivaba hace solo 50 años apenas se comercializa ya pues hoy se consume un trigo hexaploide cuyo ADN contiene 42 cromosomas, plasticidad genética tan extraordinaria que permite obtener miles de variantes. De hecho contiene ¡seis veces más genes que el genoma humano siendo capaz de producir la friolera de 24.000 proteínas distintas! Por eso puede ser causa de muy diversas patologías… o agravarlas. Entre otras, de celiaquía, obesidad, hipertrigliceridemia, resistencia a la insulina, diabetes tipo II, hipermeabilidad intestinal, autismo, esquizofrenia, hiperactividad y cáncer. Esperamos haberle aclarado sus dudas.


 

NÚMERO 201 / FEBRERO / 2017

Estimado Director: quisiera que publicara en la revista la Carta Abierta que he decidido hacer llegar públicamente al Dr. José Miguel Monzón, más conocido en su faceta televisiva como El Gran Wyoming. Es ésta: «Muy Sr. Mío: le escribo esta carta como Licenciada en Medicina y Cirugía que ejerce la Medicina convencional y asimismo utiliza terapias complementarias y alternativas por saber a ciencia cierta que muchas de ellas son eficaces y están fundamentadas como públicamente reconoce desde hace décadas la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).  Y tal es la razón de esta carta: hace unas semanas vi que usted, médico no ejerciente, se burlaba en uno de sus programas de la Homeopatía y quedé anonadada. Sigo su programa desde hace años porque me encanta que sea tan mordaz y crítico sobre los aspectos políticos de nuestro país pero lo que no entendí es que usted criticara y se burlara de una disciplina que no solo cuenta con el respaldo de la OMS sino del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa. Es más, la ejercemos MILES DE MËDICOS convencionales de todo el mundo formados universitariamente e inscritos en los colegios oficiales.  Me consta que quienes entre mis colegas desconocen los fundamentos de la Homeopatía la descalifican porque ya se sabe que quien lo ignora todo sobre una disciplina recurre habitualmente a la descalificación para ocultar su ignorancia desviando la atención del fondo del asunto pero no esperaba eso de usted. Especialmente porque el principal argumento de que según el  número de Avogadro a partir de cierta dilución ya no queda sustancia que justifique su acción terapéutica está desfasado y científicamente superado. Estudios recientes realizados en la India en los últimos cinco años han demostrado la existencia de una nueva realidad que obliga a replantearse el uso de la constante de Avogrado como medida de lo material ya que el factor de dilución homeopática excede ese número en varios órdenes de magnitud a pesar de lo cual sigue existiendo materia original en ellas en forma de nanopartículas con acción biológica. Solo hay que leerse los últimos trabajos del Premio Nobel Luc Montagnier para darse cuenta de que el manido y falaz argumento de que la  Homeopatía no está científicamente fundamentada es absolutamente incierto. Es más, se omite un hecho incuestionable: miles de médicos la usan en su práctica clínica con éxito ¡desde hace más de 250 años! Su utilidad y eficacia están tan fuera de tduda que hoy día tanto en Europa como en Estados Unidos los productos homeopáticos tienen la consideración legal de fármacos. De hecho en España solo pueden venderse desde hace tiempo en farmacias. Olvida usted además que quien desarrolló la Homeopatía, Samuel Hahnemann, era médico convencional. Y que los productos homeopáticos fueron los primeros en someter su eficacia al método científico. Los fármacos de síntesis empezaron a hacerlo mucho después. Además Hahnemann no testó su eficacia en animales como se hace con los fármacos de síntesis -porque la inmensa mayoría son iatrogénicos y peligrosos- sino en él mismo, su familia y sus amigos anotando cuidadosamente los síntomas que aparecían al tomarlos altamente diluidos  y dinamizados. Solo luego empezó a  prescribirlos a sus pacientes. Un ejercicio de honestidad que los defensores de los medicamentos nunca se prestarían a emular ya que si los fabricantes y quienes los aprueban y sus familiares fueran obligados a consumirlos ¡no se habría aprobado casi ninguno! De hecho la aprobación de muchos  constituye un escándalo. Los médicos lo sabemos muy bien porque todos nos hemos visto obligados a vivir situaciones bochornosas ante nuestros pacientes cuando después de haberles recetado determinados fármacos éstos se enteran de que los han retirado del mercado por ineficaces y/o peligrosos para la salud. Y al menos yo aun estoy esperando que las autoridades y los laboratorios me pidan perdón y se lo pidan a los pacientes. Es más, resulta indignante que las víctimas de los fármacos sean atendidas e indemnizadas en Estados Unidos y aquí no reciban no ya una compensación económica  -que también- sino ni siquiera una disculpa. Mire, quienes además de la Medicina convencional usamos terapias naturales holísticas y propugnamos una Medicina Integrativa que valore lo mejor y más útil de cada una de ellas estamos hartos de descalificaciones gratuitas, muchas veces calumniosas e injuriosas. Es inadmisible y algunos no estamos dispuestos ya a que se mancille una y otra vez nuestro honor y se ponga en duda nuestra ética y nuestra profesionalidad. ¡’Ya está bien!  Como estamos hartos de los grupos de presión creados por los grandes laboratorios farmacéuticos para presionarnos y condicionar nuestra práctica médica a fin de que recetemos sus fármacos. Se dice que es ilegal pero siguen haciéndolo. Es más, los gobiernos han permitido que la formación médica continuada esté en sus manos y que tengamos que acudir a cursos, seminarios y congresos vacíos de contenido real que solo pretenden imponernos protocolos médicos basados en sus fármacos. Y haciéndonos «regalos» que ocultan de mil maneras. Y llevándonos a viajes y cruceros masivos a cuyos actos ya ni se acude si no es obligatorio y hay control. Y ofreciéndonos dictar conferencias jugosamente pagadas en las que decir lo que imponen. O pagándonos por firmar trabajos y artículos que no hemos hecho o escrito. O permitiéndonos publicar en revistas de «prestigio» si estamos dispuestos a… lo que sea. La mayoría de la gente lo ignora pero los médicos de los servicios sanitarios públicos actuales  no tienen hoy poder decisorio sobre cómo tratar a sus pacientes;  se limitan a aplicar los protocolos impuestos por la industria, sean o no eficaces. Una industria que lleva décadas intentando que los médicos no tengan libertad para ejercer y se sometan a los protocolos básicamente farmacológicos que han diseñado en función de sus intereses y no del de los enfermos.     Mire, Sr. «Wyoming», utilice usted su poder mediático para denunciar todo esto en lugar de hacer el juego a quienes intentan acabar con la libertad en el ámbito de la Medicina. Y recuerde que quienes ejercemos la Homeopatía -y otras disciplinas igualmente válidas- merecemos como mínimo respeto porque nuestros conocimientos tienen tanto fundamentación científica como clínica aunque algunos colegas ignorantes y prepotentes lo duden. Entre quienes usamos la Homeopatía hay médicos sin especialidad pero también  muchos especialistas de todo tipo y formación, algunos de tipo muy avanzado. Y entérese de que quienes utilizan la  Homeopatía y otras disciplinas complementarias y alternativas pertenecen al segmento de población más formado y preparado intelectual y profesionalmente de la sociedad. En fin, espero que esta carta sirva para que aplique las buenas intenciones de su programa cuando dice eso de «ahora que ya han leído los periódicos vamos a contarles la verdad«. Atentamente,

Dra. Montserrat Palacín  

Publicamos su carta aunque nos extrañaría mucho que la persona a la que usted se dirige vaya a responder. En cuanto a su contenido es obvio que lo compartimos íntegramente. De hecho hemos dedicado tanto a la validez y eficacia de las mal llamadas medicinas complementarias y alternativas como a denunciar la corrupción del actual sistema sanitario multitud de editoriales, noticias y reportajes como puede comprobarse en nuestra web –www.dsalud.com– leyendo los numerosos textos agrupados en al menos -hay más- estos dos apartados Fraudes y falsedades en el ámbito médico (www.dsalud.com/reportajes/fraudes-y-falsedades-en-el-ambito-medico) y El peligro de los fármacos (www.dsalud.com/reportajes/el-peligro-de-los-farmacos). En cuanto a la  Homeopatía nos limitaremos a recordar el editorial que sobre esta disciplina publicamos en el nº 189 con el título La Homeopatía, científicamente fundamentada en el que -entre muchas cosas- ya dijimos que solo los ignorantes niegan a estas alturas que los productos homeopáticos funcionan. Texto en el que explicamos que la propia Organización Médica Colegial (OMC) acordó pedir en dos asambleas -celebradas el 2 de octubre de 2004 y el 12 de diciembre de 2009- que su práctica sea reconocida como «acto médico» y se ejerza en los centros sanitarios solo por profesionales de la Medicina aunque los actuales dirigentes, más afines a la gran industria, se muestren ahora contrarios a ella a pesar de que en España recetan productos homeopáticos más de 10.000 médicos según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria Cantabria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria Cantabria (semFYC). En cuanto a lo que usted recuerda de la constante de Avogrado nos remitimos a los artículos que con los títulos Luc Montagnier: ¡El ADN transmite electromagnéticamente información al agua! y La memoria del agua publicamos en los números 138 y 140 respectivamente. Y que Montagnier tenía razón lo demuestra que en los últimos años diferentes equipos de investigadores han constatado en diversas diluciones dinamizadas la presencia de nanopartículas de la misma naturaleza que la sustancia original -vegetal, animal o mineral- habiéndose publicado el último trabajo en International Journal of High Dilution Research. Lo explicamos de forma amplia en el artículo ¡Descubren nanopartículas en las diluciones homeopáticas! que publicamos en el nº 189.


Sr. Director: no hay cadena de televisión en España que no nos bombardee a diario con anuncios de productos para bajar el colesterol alegando que su exceso en sangre es un factor de riesgo para la salud y que disminuir ese nivel protege el corazón y el cerebro. Sin embargo navegando por su web veo que ustedes lo niegan. Es más, dicen que se trata de un alcohol y jamás he oído decir eso a ninguno de los médicos con los que he trabajado. Reconozco que he sabido de su revista hace apenas unos días porque me llamó la atención en un kiosco al ver en portada que cumplía 200 números e ignoro todo lo que han publicado pero les agradecería que me respondieran o me dijeran dónde buscar más datos porque tengo 72 años, me cuesta enfocar la vista y el ordenador no me seduce. Y aprovecho para felicitarles porque soy enfermera -ya jubilada- y el contenido de ese número me ha sorprendido y encantado. ¡Lástima no haber sabido antes de ustedes! Atentamente,

Pilar Martínez
(Madrid)

Hemos dado ya respuesta a su inquietud en varias ocasiones y por razones obvias nuestra respuesta no va a cambiar por ello. Así que volvemos a recordar que todas las células necesitan colesterol para mantener saludables sus membranas; tanto la pared celular externa como las membranas que cubren el núcleo, las mitocondrias (unidades de producción de energía) y los lisosomas (sistema digestivo de la célula). El colesterol es vital para el organismo, especialmente para la salud mental. Además si el colesterol está alto en sangre puede deberse a que en el organismo hay déficit de él en algunas zonas y a través del suero sanguíneo se está llevando hacia ellas. La afirmación pues de que tener en sangre alto el nivel de colesterol total es peligroso no se sostiene; como no se sostiene la afirmación de que puede provocar problemas cardiovasculares o la de que hay «tipos de colesterol» distintos. Es más, el colesterol lo usa el organismo para evitar que uno se desangre taponando las grietas que aparecen en las arterias cuando éstas se deterioran por falta de nutrientes y de ahí que la estrategia adecuada para prevenir problemas cardiovasculares pase por proporcionar al cuerpo los imprescindibles: vitaminas -la C y la B sobre todo-, minerales -especialmente magnesio, cobre, potasio y calcio-, aminoácidos -en especial lisina y prolina-, bioflavonoides y coenzima Q-10.  Y sí, el colesterol es un alcohol graso. Pertenece al grupo de los esteroides, compuestos que muchos consideran lípidos porque sólo se solubilizan en disolventes orgánicos; es decir, no se disuelve ni en el agua ni en la sangre. Pero lo cierto es que la naturaleza química de los esteroides es muy diferente a la de los lípidos. El colesterol lo fabrican las células en su citoplasma a partir de compuestos sencillos como el ácido acético, es precursor de muchos otros esteroides biológicamente activos -como los ácidos biliares-, numerosas hormonas y la vitamina D3 y cumple muy diversas funciones metabólicas siendo el órgano que principalmente lo produce el hígado. En suma, es vital para el organismo; especialmente para la salud mental. De hecho el cerebro representa sólo el 2% de la masa corporal y sin embargo contiene el 25% de todo el colesterol del organismo lo que se debe a que las neuronas lo necesitan tanto para el transporte de las señales por los axones en la sinapsis como para el crecimiento y reparación de las vainas de mielina que recubren las fibras nerviosas. Agregaremos que si el colesterol está alto en sangre puede deberse a que en el organismo hay déficit de él en algunas zonas y a través del suero sanguíneo se está llevando hacia ellas y de ahí que en los análisis aparezca que hay exceso en sangre. Luego las estatinas agravarían el problema en lugar de ayudar. Resumiendo: no se sostiene la afirmación de que tener en sangre altos los niveles de colesterol total y LDL es peligroso para la salud. Como tampoco se sostiene la afirmación de que pueden provocar problemas cardiovasculares.


 

NÚMERO 199 / DICIEMBRE / 2016

Estimados señores: soy lector asiduo de la revista y me he informado de los perjuicios que puede causar la quimioterapia y radioterapia en las personas enfermas de cáncer pero ahora, desgraciadamente, lo he sufrido en mi propia familia. En febrero pasado mi hermana se puso amarilla de repente. En Urgencias le diagnosticaron un tumor en el páncreas que le obstruía las vías biliares e inmediatamente la operaron y le extrajeron el tumor y la vesícula. Los médicos dijeron que afortunadamente estaba localizado, que habían «limpiado» toda el área del tumor, que no tenía ramificaciones y que el TAC posterior no revelaba nuevos focos. Hasta ese momento todos contentos pero, «por si acaso», le recetaron unas pastillas de quimioterapia que tomó puntualmente hasta que hace mes y medio, en un reconocimiento rutinario, le detectaron en otro TAC una «sombra» sospechosa en el hígado. Le dijeron que no era importante pero que había que vigilarla y en otro TAC confirmaron que estaba creciendo. Entonces la oncóloga le recetó una nueva medicación, una quimio «más fuerte y nueva«, para frenar lo que parecía un nuevo tumor. Mi hermana estaba bastante bien salvo por ciertas llagas en los pies que le produjo la anterior quimio en cápsulas y una diarrea persistente. Le inyectaron la primera sesión de la nueva quimio advirtiéndole de que perdería el pelo… pero no dio tiempo. Se sintió fatal a los dos días y tuvo una tremenda diarrea con gran debilidad. Sin embargo, sin hacerle nuevos análisis, se le inyectó una nueva sesión de aquella quimio. A las 48 horas perdió el conocimiento, entró en coma y ya no despertó. Murió al día siguiente. La explicación que dieron a la familia es que su hígado estaba muy mal, no había soportado la medicación y de todas formas iba a morir muy pronto ¡algo de lo que antes de la quimio no habían informado! Es más, dijeron que aquello no era para preocuparse demasiado. Y no lo entendemos: si tan mal tenía el hígado, ¿por qué le pusieron quimio? Creo que es un caso claro del erróneo protocolo que manejan los oncólogos en España. De oscurantismo con el paciente, que tiene derecho a saber lo que le pasa y las consecuencias de un posible tratamiento. ¿Nos tratan como a ganado? He preguntado a su marido (ya viudo) e hijas y a ninguno le informaron de la posible gravedad de mi hermana ni de los posibles resultados del tratamiento. Pueden publicar esta carta para que sus lectores tomen las debidas precauciones antes de dejarse tratar con medicamentos sin tener toda la información relevante. Y lo peor es que mi familia se resigna porque conceden a los médicos el estatus de dioses. No se atreven a pedir explicaciones. Así nos han educado.

José Luis García Martínez 

Lamentamos de corazón el fallecimiento de su hermana; transmita por favor nuestro pésame a su marido e hijas. En cuanto a nuestros lectores habituales saben perfectamente que ni la quimioterapia ni la radioterapia funcionan porque lo llevamos advirtiendo y denunciando 18 años. Sentimos pues que su hermana careciera de esa información pero estamos reiterándola una y otra vez hasta el punto de que son más de 150 los reportajes en los que lo explicamos. Sin éxito, lo admitimos, porque desde que empezamos a hacerlo más de 1.700.000 españoles han muerto siguiendo los protocolos de sus oncólogos. Lo repetimos por enésima vez: en España mueren de cáncer más de 100.000 personas AL AÑO a manos de los oncólogos. Y seguirán muriendo mientras los familiares no les lleven a los tribunales. Porque es obvio que ni sus colegas ni las autoridades van a hacerlo.


 Sr. Director, es hora de decirlo claramente: las personas con mayor formación educativa y nivel económico acuden a la medicina convencional pero también a las medicinas complementarias y alternativas; las demás no tanto. Y así ocurre desde hace mucho tiempo como bien sabemos los miles de médicos que trabajamos en Medicina Integrativa en el ámbito privado ya que en el público estas terapias son a menudo despreciadas, especialmente por quienes no las conocen y aun así tienen la osadía de criticarlas. De forma machacona desde hace unos pocos años. En casi todos los medios de comunicación, dispuestos de forma acrítica a dar siempre cancha a singulares personajes que no paran de asegurarle a la gente que solo la Medicina convencional funciona y las demás no son “científicas”. Y la han tomado sobre todo con la Homeopatía afirmando que es un placebo, simple azucarillo que no vale para nada. El pasado día 23 de octubre estaba escuchando el programa de RNE No es un día cualquiera y oí decir a uno de los contertulios que “un homeópata sentado entre dos médicos es como una astrólogo entre dos astrónomos”. Un comentario estúpido de alguien que pretendía ser ingenioso obviando que miles de esos homeópatas son también médicos formados en las facultades de Medicina universitarias convencionales. Es decir, son licenciados en Medicina –médicos pues- y además homeópatas. Y no somos unos cuantos “despistados”: en España hay miles de médicos que tratamos a nuestros pacientes con productos homeopáticos porque llevamos muchos años constatando que funcionan. Aunque algunos indocumentados ignorantes que no saben nada de Homeopatía lo ignoren ya que no han dedicado una sola hora de su vida a estudiarla. De hecho hay hospitales llevados por médicos convencionales desde hace décadas en todo el mundo que tratan a los enfermos con ellos. Y que los prefieren porque carecen de los iatrogénicos efectos de los fármacos de síntesis meramente sintomáticos o paliativos con los que la voraz industria farmacéutica ha inundado la sociedad. Y no estoy diciendo que éstos no sean útiles –no todos pero sí algunos- sino que hay a menudo alternativas inocuas naturales a los mismos y es pues absurdo no usarlas. Lo que sucede es que los médicos nos fiamos cada vez menos de los laboratorios y de sus visitadores. Lo demuestra que en apenas cinco años la industria ha prescindido en España de 10.000 visitadores. Lo dio a conocer el diario Cinco Días en su edición del pasado 2 de noviembre; este es el enlace: http://cincodias.com/cincodias/2016/11/01/empresas/1478020824_636638.html. Y lo mismo que se ataca gratuitamente a la Homeopatía o a la Acupuntura –que también practico porque asimismo he estudiado Medicina Tradicional China como muchos otros colegas- se ataca a muchas otras disciplinas terapéuticas, algunas de las cuales también he estudiado: entre ellas la Homotoxicología y la Bioenergética. Por eso acepté ser durante años presidente de la Comisión de Médicos Naturistas del Colegio Oficial de Médicos de Madrid y he aceptado recientemente la vicepresidencia de la Asociación de Médicos Integrativos. Porque hoy la clave está en integrar todos los conocimientos en lugar de despreciar infantilmente lo que no se conoce; algunos de ellos milenarios, otros centenarios. En Estados Unidos recurría en 1996 a las terapias no convencionales ¡el 62% de los pacientes! Y ahora está pasando en Europa. Solo que no se trata de optar por un tipo de medicina u otra sino de integrar lo útil de todas ellas. Y de dejar de paliar síntomas con fármacos y recuperar la salud del enfermo. Algo que pasa inevitablemente por reequilibrarle armónicamente a nivel físico pero también a nivel energético, emocional, mental y espiritual. ¡El problema es que eso no se enseña en las facultades de Medicina! Además hay que enseñar a las personas que estamos todos altamente contaminados y cómo evitarlo además de desintoxicarse, oxigenarse y equilibrar el pH ya que sin hacerlo no es posible lograr la homeostasis. Eso y potenciar el sistema inmunitario. En suma, es verdad que vivimos más gracias a la mejora de la higiene y de la vida en los hogares así como a que padecemos en general menos infecciones pero a menudo con una calidad de vida mermada por la constante ingesta de tóxicos que dan lugar a enfermedades que muchos colegas tratan con excesivos fármacos (hasta la OCU alerta de ello como puede comprobarse en www.abc.es/sociedad/20140325/rc-alerta-consumo-excesivo-medicamentos-201403251509.html. Hay pues que modificar la actuación médica tradicional y sus protocolos casi exclusivamente farmacológicos y/o quirúrgicos por tratamientos más holísticos e inocuos que afronten los desequilibrios que dan lugar a las llamadas enfermedades crónicas que padece ya el 70% de la población (www.medicosypacientes.com/articulo/organizaciones-de-pacientes-urgen-rajoy-una-ley-que-proteja-los-enfermos-cronicos-similar). Y es hora de hacerlo cuanto antes porque somos muchos los médicos integrativos que vemos a diario en la consulta la desesperación de pacientes cuyas historias te dejan sin aliento, muchos de los cuales han pasado por infinidad de consultas intentando que alguien les diga al menos la causa o causas de sus padecimientos y cómo afrontarlos. Apostemos pues todos por la Medicina Integrativa e ignoremos los comentarios de tantos soberbios ignorantes acostumbrados a criticar lo que no conocen y a injuriar grave e impunemente de forma global a quienes ejercemos leal y legalmente nuestra profesión. Especialmente porque la mayoría de ellos NO SON MÉDICOS.

Dr. Santiago de la Rosa
Vicepresidente de la Asociación Española de Médicos Integrativos

Nos congratula comprobar que las gratuitas y a menudo calumniosas afirmaciones de quienes defienden a ultranza los protocolos farmacológicos sintomáticos actuales como presunto estandarte de la verdad y eficacia médicas reciban de vez en cuando una respuesta adecuada. Gracias, doctor, por compartir sus reflexiones con nuestros lectores.


Estimado equipo de Discovery DSALUD: en primer lugar quiero felicitarles por la revista y la calidad de sus contenidos. Me llamo Miguel, tengo 36 años, trabajo de enfermero en un hospital de la provincia de Ciudad Real y me he animado a escribir a la revista para hablarles de dos cuestiones. La primera sobre un tema que, sinceramente, me ha sorprendido leer en algunos libros sobre Nutrición y creo que nadie ha caído en él. Me refiero a los suplementos de sulforafano y a los problemas de tiroides que éste puede causar. Soy lector habitual de la revista desde hace 4 años y conozco todos los textos y publicaciones que han dedicado ustedes al sulforafano. He leído todos y gracias a ellos sabemos que es antioxidante, anticancerígeno, promueve el Nfr2 neuronal, es efectivo en la EPOC pulmonar, etc. Es decir, parece casi una panacea útil es numerosas patologías. Pues bien, hace poco cayó en mis manos un libro sobre el poder de las crucíferas y el sulforafano y, sorprendentemente, en uno de los párrafos se dice lo siguiente: «Los glucosinolatos pueden tener efecto anti-tiroideo; interferir en la síntesis de las hormonas tiroideas o inhibir la recaptación de yodo por la glándula tiroides. Aunque se ha demostrado que la ingesta de estos alimentos no produce alteraciones en la glándula tiroides las personas con hipotiroidismo deben controlar la ingesta de verduras crucíferas. Hay que tener cuidado con los suplementos de sulforafano porque no son inocuos. Por lo tanto también pueden provocar bocio ya que puede interferir en la absorción de yodo por la glándula tiroides». Y la verdad, me llamó mucho la atención esa afirmación porque ustedes han hablado maravillas del sulforafano y de sus propiedades terapéuticas cuando hay libros en los que se afirma que puede provocar alteraciones en la función tiroidea. Y no lo digo yo, hay muchas publicaciones que afirman que las personas con hipotiroidismo o similares deben tener cuidado con las crucíferas y con los suplementos de sulforafano. De hecho el último que he leído acerca del poder de las crucíferas advierte en sus páginas centrales de lo que he dicho anteriormente. Mi pregunta es pues sencilla: ¿son ciertas las afirmaciones de que el sulforafano puede provocar daño en la tiroides? Lo pregunto porque debido a mi profesión de enfermero he conocido a muchos pacientes que comentan en consulta que toman cápsulas de sulforafano porque es antioxidante y cada una equivale a tomarse un 1/4 de kilo de brócoli. La segunda cuestión que quería comentar es que en el número 194 dicen ustedes que el sulforafano, el propóleo, la curcumina y el wasabi producen un aumento del factor Nfr2 en el cerebro. Bueno, pues he leído el reportaje en varias ocasiones y no queda claro si hay que tomar las 4 cosas juntas o por separado para obtener resultados. ¿Pueden aclararlo? ¿Deben tomarse juntas esas sustancias para activar el Nfr2 neuronal o cualquiera de ellas por separado puede hacerlo? En el reportaje tampoco explican qué cantidad de sulforafano, propóleo o cúrcuma hay que tomar para activar el Nfr2. Discúlpenme por la extensión de la carta y permítanme agradecerles la luz que arrojan sobre algunos temas que son tabúes para la Medicina convencional. Gracias.

Miguel Jurado Mora
(Ciudad Real)

Los estudios sobre el sulforafano, el propóleo, la curcumina y el wasabi para aumentar el factor Nfr2 se hicieron con cada sustancia por separado. Si se hubieran hecho con dos, tres o las cuatro sustancias simultáneamente lo hubiéramos dicho. Las cuatro logran eso. ¿En qué dosis? ¿Tomando solo una o varias a la vez? Nos va a perdonar pero eso depende del estado de cada persona y ha de ser un profesional el que lo valore. Nosotros no debemos asumir esa responsabilidad ya que somos periodistas especializados en asuntos de salud pero no médicos y además las recomendaciones generales no son oportunas. En cuanto a si un exceso de sulforafano puede inhibir los receptores de yodo de la glándula tiroides es cierto. El sulforafano de las crucíferas… y todo vegetal con moléculas que bloqueen parcialmente de forma temporal la entrada en ella del yodo imprescindible para fabricar triyodotironina (T3) y tiroxina (T4); moléculas que además de en las crucíferas -coliflor, repollo, col rizada, coles de bruselas, brócoli, rúcula, rábanos, nabos, berros, etc.- se hallan en las espinacas, las habas de soja, las semillas de lino, los brotes de bambú, los cacahuetes, las fresas, las peras, los melocotones, etc. Así que cuando se tiene hipotiroidismo uno podría dejar de comer todos esos alimentos pero es mejor no prescindir de sus numerosos beneficios y agregar un puñado de algas a la ensalada para aumentar la cantidad de yodo ingerida. En cambio si se padece tiroiditis de Hashimoto -enfermedad autoinmune que se caracteriza por la destrucción de la glándula tiroides mediada por anticuerpos que cursa con síntomas inespecíficos como estreñimiento, piel seca, aumento de peso y fatiga que progresan lentamente durante meses o años pudiendo causar bocio e hipotiroidismo- sí es conveniente excluir los cereales, la leche y las crucíferas. Si precisa más información lea el Abstract del artículo publicado por el Dr. Liping Wang y sus colegas de la Jiaotong University School of Medicine de China que apareció en el número de septiembre de 2015 en Oncotarget con el título Sulforaphane inhibits thyroid cancer cell growth and invasiveness through the reactive oxygen species-dependent pathway (El sulforafano inhibe el crecimiento y la invasividad de las células cancerosas tiroideas a través de la ruta dependiente de la especie reactiva del oxígeno). Y es que, ironías de la naturaleza, el sulforafano inhibe también el crecimiento de las células tumorales ¡en la tiroides!; este es el enlace: www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4694875.


 Estimado Director: mi madre, mujer anciana, sufre de insuficiencia cardiaca por calcificación de la válvula mitral con edema en piernas y tobillos además de derrame pleural. Los cardiólogos, debido a su avanzada edad, no le ofrecen solución alguna salvo tomar diuréticos que le debilitan aun mas. Pues bien, leyendo una obra del cardiólogo Sodi Pallarés encontré la descripción de unos casos de insuficiencia cardiaca en varios de sus pacientes resueltos bastante favorablemente pues en todos ellos se redujeron los edemas, se solucionaron los derrames pleurales y disminuyeron las dilataciones de los componentes del corazón. Todo ello sirvió para mejorar las condiciones de vida de esas personas y prolongar su esperanza vital. El sistema empleado es el conocido -y difundido por ustedes- Sistema Metabólico con la combinación de una dieta baja en sodio y rica en potasio, soluciones polarizantes de glucosa, insulina y potasio y la utilización de campos magnéticos pulsantes. Al conocer esos resultados me propuse adquirir unos campos magnéticos de uso particular para mi madre a fin de intentar mejorar su situación actual pero me encuentro con el problema de la abundancia de ofertas en Internet y que no sé si cumplen con los requisitos marcados por el cardiólogo mexicano. En su revista apareció la publicidad de la empresa Mas Biomedical Ibérica que proporcionaba aparatos sencillos de uso particular basados en la metodología de Sodi Pallarés pero, desgraciadamente, la empresa parece que ha desaparecido pues ni su correo electrónico ni su teléfono responden. Les agradecería pues que me señalaran la dirección en España de algún suministrador de garantía de estos campos magnéticos bajo sistemas homologados a los requisitos exigidos por el doctor mejicano. También les agradecería me indicaran el nombre de un cardiólogo que conozca y simpatice con estas técnicas para poder realizar consulta con él sobre la potencia y frecuencia necesarias para el caso particular de mi madre. No sé si esta carta, por tratarse de un caso concreto, tiene el interés necesario como para publicarse en su sección de Cartas al Director pero abusando un poco de su amabilidad le pediría me contestase a título particular si lo considerara conveniente. Felicitándole por una simpar revista que ya ha solucionado numerosos problemas graves a mi familia se despide

José Luis Herrero
(Bilbao)

 No tenemos constancia de que haya hoy cardiólogos en España que conozcan y utilicen el tratamiento de Sodi Pallarés a quien entrevistamos dos veces cuando estuvo en España antes de morir en agosto de 2003 a los 90 años. Lo hacía el insigne cardiólogo español José de la Hoz y Fabra, miembro de nuestro Consejo Asesor hasta su fallecimiento en noviembre de 2011, pero no tenemos noticia de que ningún colega haya recogido en España el testigo. Todo lo contrario que en el país natal de Sodi, México, donde son muchos los cardiólogos que practican con éxito su terapia. Sí sabemos en cambio que una de las personas que mejor conoce su trabajo es el investigador español José Luis Bardasano –doctor en Ciencias Biológicas, presidente de la Fundación Europea de Electromagnetismo y Ciencias de la Salud, Director del Departamento de Especialidades Médicas de la Facultad de Medicina de la madrileña Universidad de Alcalá de Henares y asimismo miembro de nuestro Consejo Asesor- que fue de hecho quien entregó a Sodi Pallarés el Doctorado Honoris Causa que merecidamente le otorgó la Universidad de Alcalá de Henares pero centra su trabajo en la docencia y la investigación y no pasa consulta. Los otros dos médicos que nos consta conocen a fondo el Tratamiento Metabólico y usan los campos magnéticos pulsantes pasan consulta en Madrid y son los doctores Jose Luis Cidón (915 44 00 00)  y Enrique de Juan (91 549 02 11). En cuanto a los equipos no nos consta que se vendan en nuestro país desde que desapareció la empresa que usted menciona y sí en México pero, sinceramente, desconocemos su calidad porque no sabemos si alguien los adquirió y usa en España.


Sr. Director: a lo largo de mi vida he visto morir y padecer a mi padre -y a los padres de otros amigos aquejados de insuficiencia cardiaca- por el deterioro de las válvulas cardiacas debido a su calcificación. Hasta ahora las únicas soluciones proporcionadas por los cardiólogos consisten en implantar nuevas válvulas (cirugía) o en limpiar mediantes procesos mecánicos las existentes dañadas pero estas técnicas no son aplicables a todas las personas por causas de edad, estado del organismo u otro tipo de inconvenientes. Aparte de que su riesgo sigue siendo considerable y no todos los pacientes experimentan mejoras y aumento en sus esperanzas de vida. Conozco el caso de un amigo cuya madre sufre de este tipo de afección y está prácticamente desahuciada ante la imposibilidad de cualquier intervención. Realmente resulta asombroso que no se hayan encontrado fármacos apropiados para descalcificar las válvulas cardiacas y sea imprescindible la intervención operatoria. Algunos médicos dicen que es una enfermedad de la vejez, una consecuencia inevitable del deterioro del organismo por el envejecimiento. El caso es que la situación vivida por mis familiares y los de mis amigos me impulsó hace tiempo a estudiar el tema e intentar encontrar en el área de la investigación médica alguna salida al problema. Desde luego el científico que consiga descubrir un método no operatorio para resolver el tema merecería un premio Nobel por el enorme beneficio que representaría para millones de personas afectadas. En fin, indagando por Internet he encontrado algunos artículos en los que se recogen las propiedades de unos antibióticos denominados tetraciclinas de propiedades no bacteriológicas que se extendían a dolencias como el cáncer, la artrosis, algunas enfermedades cardiovasculares como el infarto, el aneurisma aórtico etc. Lo sorprendente es que en la búsqueda me he topado con un artículo en el que unos científicos canadienses han hallado en tetraciclinas con efectos no bacteriológicos y tetraciclinas modificadas no bacteriológicas con efectos anti-bacteriológicos un remedio para combatir la estenosis aórtica, enfermedad de la válvula aórtica que causa graves quebrantos y la muerte de numerosas personas. Por lo visto este tipo de tetraciclinas consigue la descalcificación de la válvula aórtica y la superación de la lesión. El artículo se denomina Method for treanting Aortic stenosis with non-antibacterial Tetracycline Formulations. La patente parece que está en manos de una empresa especializada en productos dermatológicos radicada en Texas (EEUU) aunque desconozco el posterior desarrollo de la invención y la existencia en el mercado de productos derivados de ella. Nos gustaría que se pudiera investigar este asunto y cómo se encuentra el estado de sus aplicaciones, si se ha continuado con las autorizaciones y los procedimientos necesarios a su puesta en el mercado. No sé si ustedes podrían informar algo acerca de todo esto que me parece relevante. He ofrecido esta información a varios cardiólogos y catedráticos universitarios pero la verdad es que no la han tomado en consideración. Sospecho que ni la han leído. Lo mismo he hecho con algún profesor de Farmacia sin éxito alguno. Aprovecho la ocasión para preguntarles si la quelación con EDTA, que parece eficaz para eliminar metales pesados y la calcificación arterial, puede servir también -aunque sea moderadamente- para reducir la calcificación de las válvulas cardiacas. Igualmente me interesaría saber si el cloruro de magnesio es apto para descalcificar los tejidos corporales y si se puede usar para reducir los depósitos de calcio en las válvulas cardiacas. Serían remedios paliativos pero que aliviarían el estado de los pacientes. Creo que el tema es de gran interés y ustedes verán si consideran oportuno publicarla en el apartado de Cartas pero caso de que no fuera así les agradecería me contestasen personalmente a las dos últimas preguntas que les he formulado. Atentamente,

Antton Azkargorta
Getxo (Bizkaia)

 Tiene razón; aunque en su carta en lugar del término bactericida usa usted el de bacteriológico incorrectamente. El trabajo se tituló Procedimiento para el tratamiento de la estenosis aórtica con formulaciones de tetraciclina no antibacterianas y la patente la solicitó en Estados Unidos CollaGenex Pharmaceuticals, Inc el 11 de marzo de 2005 publicándose la solicitud el 29 de septiembre del mismo año con el nº CA2558015 A1. Y el abstract dice textualmente que “la presente invención se refiere a un método para tratar la estenosis aórtica en un mamífero que lo necesite.  El método comprende administrar una cantidad eficaz de una formulación de tetraciclina no antibacteriana al mamífero”. Puede consultarse el trabajo y las dosis que se sugieren en este enlace en el que aparece el artículo traducido al español: https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://www.google.com/patents/CA2558015A1&prev=search. Habla pues de su uso en “especies de mamíferos” como animales de granja, animales domésticos, animales de laboratorio y humanos. Y el tratamiento parece consistir básicamente en administrar tetraciclina –nombre de un conocido grupo de antibióticos- a una dosis tan pequeña que resultara incapaz d