Este reportaje aparece en
113
Febrero 2009
Ver número

Cómo tratar ortomolecularmente la celulitis y la flacidez

Debemos empezar explicando que el término “celulitis” se aplica médicamente hoy tanto al proceso inflamatorio del tejido conectivo adiposo causado por gérmenes patógenos que cursa con dolor, hinchazón y enrojecimiento de la zona afectada –y que por tanto debe tratarse como cualquier otro proceso infeccioso– como al trastorno que sufre ese mismo tejido pero a nivel estético-funcional sin que haya infección alguna. De hecho muchos profesionales prefieren utilizar en este segundo caso conceptos como adiposis edematosa, lipoesclerosis, hidrolipodistrofia o dermopaniculosis deformante a fin de evitar confusiones pero nosotros, hecha esta aclaración, seguiremos utilizando el término celulitis. Agregaremos que hasta no hace mucho se pensaba que el tejido adiposo tenía una actividad meramente pasiva pero hoy se sabe que no es así pues además de almacenar grasa, aislar contra el frío y actuar como soporte y protector del organismo es capaz de sintetizar lípidos a partir de carbohidratos, segregar sus propias hormonas y mensajeros y dar respuesta a estímulos hormonales entre otras funciones.