El cáncer de colon achacado a la carne parece deberse a una flora intestinal dañada
Número 189 - Enero 2016
Tiempo de lectura: 20 minutos
Cuando uno come carne lo que llega al intestino grueso tras pasar por el estómago, el duodeno y el intestino delgado -entre 4 y 6 horas después según lo que ingiramos- es una mezcla de sustancias y bacterias; no puede pues decirse que sea “carne” lo que provoca cáncer en colon y recto. Y si lo provocan los conservantes que se le agregan y las sustancias carcinógenas que aparecen al cocinarla a altas temperaturas, ¿por qué hay solo un cáncer de intestino delgado por cada quinces colorrectales? ¿No se deberá en realidad la cancerización de esa zona en la que el bolo alimenticio permanece 24 horas de media –más se si se sufre de estreñimiento- a una flora intestinal alterada por el consumo de alimentos en mal estado o inadecuados -o directamente a la ingesta de antibióticos y antiácidos- siendo ello lo que impide a las bacterias beneficiosas cumplir su cometido?
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