En España morirán de cáncer este año cerca de 100.000 personas sólo en hospitales. Impresionante número al que habrá que sumar el de todos aquellos que se envían a morir a casa "cuando ya no hay nada que hacer" y cuyo número siempre ...
Solo un año después de hacer creer al mundo que existe una pandemia provocada por un peligrosísimo y mortal coronavirus que está matando a gran parte de la población la inmensa mayoría de las personas del planeta se han convertido en psicóticas,...
Meses después de que la Organización Mundial de la Salud declarara que el mundo se enfrenta a otra peligrosísima pandemia –en 2009 ya tuvo la desfachatez de decir que la Gripe A podía provocar 150 millones de muertos- cualquier persona medianamente informada sabe que la existencia del SARS-CoV-2 (coronavirus que se dice da lugar a una enfermedad llamada Covid-19) no ha sido científicamente demostrada,...
La verdad es que hubiera preferido dedicar este editorial a otros asuntos que también son de actualidad pero hace apenas unos días –el 16 de noviembre- comenzó a vacunarse a más de un millón de españoles ...
Un año más las autoridades sanitarias y los representantes de los médicos han instado a la ciudadanía a través de los grandes medios de comunicación a vacunarse contra la gripe asegurando que es segura y además la manera más eficaz para evitarla. Y una vez más... mienten.
La estrategia de aterrorizar a la población mundial convenciéndola de que un peligroso coronavirus bautizado como SARS-CoV-2 ha provocado una horrible pandemia y millones de muertos prosigue diez meses después sin que la sociedad entienda que se trata de una auténtica farsa....
¿Hasta cuándo lo vamos a consentir?Numerosos alimentos contienen antioxidantes sintéticos dañinosEn el mundo hay autorizados seis antioxidantes de origen sintético presentes en muchos alimentos de consumo habitual a pesar de ser disruptores endocrinos, provocar alteraciones digestivas, dañar los riñones, alterar el metabolismo hepático, incrementar los niveles de colesterol en sangre y poder causar asma, reacciones alérgicas, insomnio e hiperactividad. Es más, según estudios con animales pueden provocar cáncer. ¿Cómo es posible pues que las agencias reguladoras internacionales permitan su utilización y no se informe de sus potenciales efectos adversos a la población?