
Ningún médico del mundo se sabe de memoria los efectos adversos y las interacciones de los 13.000 medicamentos que actualmente se comercializan; y mucho menos las que existen entre ellos y los suplementos de vitaminas, minerales y aminoácidos, las hierbas medicinales e, incluso, los propios alimentos ya que muchos son incompatibles. Lo razonable pues es que antes de recetar cualquier fármaco o producto los médicos, enfermeros y hospitales tuvieran a su disposición un programa informático que les permitiera saber todo eso en segundos… pero, o no existe, o se oculta. Recetar varios fármacos a un mismo paciente es por tanto un ejercicio médico enormemente arriesgado ya que hoy se comercializan ¡más de 13.000! Y, por si fuera poco, resulta que los fármacos interaccionan entre sí pero también con muchos productos naturales e, incluso, con alimentos de consumo corriente. Y esto último lo ignoran hasta los profesionales sanitarios porque no se les ha formado para ello. ¿Se entiende ahora por qué LOS TRATAMIENTOS MÉDICOS SON HOY UNA DE LAS TRES PRINCIPALES CAUSAS DIRECTAS DE MUERTE? Lo han reconocido ya los principales organismos sanitarios internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pues bien, los grupos de fármacos de los que nos ocupamos en la segunda entrega de este artículo son los analgésicos, los antibióticos, los antihipertensivos, los antiarrítmicos, los anticoagulantes orales, los hipocolesterolemiantes, los anticonceptivos, los antidepresivos, los antiepilépticos, los ansiolíticos e hipnóticos y los hipoglucemiantes. Así que si usted –o alguien allegado– consume alguno de ellos –o varios– debería leerse este extenso reportaje cuya información no va a encontrar en ningún otro lugar. Especialmente si además de fármacos toma productos naturales y hierbas medicinales (sin olvidar que también hay alimentos contraindicados).