Que el movimiento autodenominado “escéptico” que en España se configura en torno a dos organizaciones -la Alternativa Racional a las Pseudociencias-Sociedad para el Avance del Pensamiento Críticoque preside Félix Ares de Blas y el Círculo Escéptico cuya cabeza visible es Luis Alfonso Gámez– es en realidad una especie de “religión de la modernidad” cuyas encíclicas son las publicaciones científicas y sus herejes los investigadores y científicos que mantienen posiciones críticas con las teorías establecidas como dogmas lo explicamos amplia y documentadamente en el artículo que con el título
Fundamentalistas científicos contra el pensamiento crítico publicamos en el nº 135 (léalo en nuestra web: www.dsalud.com). Y en él explicamos también que esta singular Religión Científica tiene sus fanáticos extremistas que se creen en posesión de la verdad absoluta y se auto-arrogan la representación de la comunidad científica habiéndose acostumbrado a utilizar la descalificación personal, el insulto, la calumnia y la injuria como “argumentos”. Añadiendo que últimamente algunos se dedican ahora a denigrar a los representantes de las universidades que se atreven a llevar a la práctica los auténticos principios del escepticismo y del pensamiento crítico dando cabida a planteamientos y enfoques alternativos en diversos campos del conocimiento.
Pues bien, a fin de que los lectores entiendan que tal visión no es “demasiado crítica” sino que responde a una observación ampliamente compartida transcribimos sin un solo comentario ni añadido lo que sobre ellos puede leerse en la excelente obra Historia de las religiones de D. Manuel Guerra Gómez publicada por la editorial Biblioteca de Autores Cristianos en la que al citar las modernas“formas religiosas derivadas o secundarias«se dice textualmente:
Nuevos escépticos. Los que se presentan a sí mismos como “Nuevos escépticos”, también ”Movimiento escéptico”, más que científicos, son divulgadores de lo científico. En su vertiente metafísica es la actitud del que piensa que las ciencias experimentales serán capaces de explicar todos los misterios del universo, declarando innecesario y consecuentemente inexistente a lo divino y religioso. En la metodológica, consideran el método positivo, experimental, como el único válido en cualquier esfera del saber. Admiten solamente lo que la ciencia muestra y demuestra. Supuesta la inexistencia de Dios, del alma espiritual e inmortal, etc., se ven obligados a reconocer la existencia de creyentes y de religiones. Pero se empeñan en poner fuera de circulación a las religiones, especialmente la católica. Afirman la incompatibilidad entre ciencia-religión y que las creencias religiosas son absurdas y dañinas para los individuos y sociedades. Auguran que, en fecha cercana, habrá personas creyentes, pero solo como efecto residual, y que, si subsiste alguna religión, será como en arresto domiciliario, es decir, solo en el foro de la conciencia y dentro de los templos (laicismo de origen masónico). Bergson crítica la mentalidad cientificista coetánea y posterior: “Solo hemos pedido a la ciencia que siga siendo científica, que no se disfrace de metafísica inconsciente, presentándose entonces a los ignorantes y semidoctos bajo la máscara de la ciencia. Durante medio siglo este cientificismo ha obstaculizado el camino de la metafísica“. El sentido común sabe que si dos automóviles siguen la misma línea pero en dirección opuesta terminarán por chocar si no frenan a tiempo. En cambio si tres aviones vuelan en vertical másen distinto nivel jamás chocarán a no ser que uno de ellos suba o baje de plano. Así ocurre con la ciencia, la filosofía y la teología o religión. El científico debe actuar como científico, no como ideólogo ni como profeta enmascarado de científico o idólatra de la ciencia.
El Movimiento Escéptico es una red positivista, cientificista e internacional conectada por Internet. Nacida en EE.UU. en la década de los 80 se ha difundido ya por toda la Tierra; también en España e Iberoamérica (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Méjico, Perú, Puerto Rico, Venezuela). Además hay un buen surtido de publicaciones, bitácoras (blogs) y páginas webs.
El texto se ha extraído del libro sin tocar una sola palabra. Y aclararemos queManuel Guerra Gómez es Doctor en Filología Clásica, miembro de la Real Academia de Doctores de España y excatedrático especializado en la historia de las religiones, las sectas y la masonería siendo autor de numerosos artículos y libros. Juzgue el lector por sí mismo.