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43
Octubre 2002
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El pecado, la sanación y Jesús de Nazaret

Nuestra cultura médica racional, dicotómica y cada vez más alejada de las auténticas raíces semánticas de las que surgió, se está encerrando más y más en una vitrina opaca que puede ser su ataúd. Nuestra medicina se está reduciendo a un mostrador en el que letreros descriptivos muestran porciones de nuestros huesos y vísceras. Nuestra medicina no observa ya a su propia especie como una vida total en la totalidad de su medio. Y cuando intenta hacerlo –con las llamadas enfermedades mentales– acude a un diccionario de términos médicos para poder traducir a concepto lo que es existencia dolorida vital.