Este reportaje aparece en
28
Mayo 2001
Ver número

Un trasplante de segunda mano

En el año 1985 una sierra mecánica dejó sin mano derecha al neozelandés Clint Hallam. Trece años después ocho médicos del hospital francés Edouard-Herrior, en Lyon, le trasplantaron una nueva mano procedente de un recién fallecido. Fue una operación pionera que unos consideraron un éxito médico y otros consideraron no ética toda vez que le condenaba a estarse medicando de por vida. O sea, a pasar de ser un manco sano a ser un diestro enfermo.