Se llama alimento refinado a aquel del que se ha eliminado una parte para dejar la máxima cantidad de otra; e integral cuando está entero. En el caso de los carbohidratos se dice que están refinados cuando se elimina en ellos la fibra; el cereal refinado es pues aquel al que se ha quitado la cáscara.
Una vez más nuestros lectores van a encontrarse en un mismo ejemplar de la revista con informaciones que sin duda les parecerán contradictorias. A ustedes... y a nosotros. Pero nuestra obligación profesional es dar a conocer lo que dicen sobre un tema unos y otros -en este caso sobre la carne animal...
¿La leche y los productos lácteos... perjudiciales para la salud? ¡Por favor! ¡Eso es imposible! ¡Pero si se trata de un producto de primera necesidad que se recomienda incluso a los bebés! ¡Todo el mundo sabe que la leche ...
No cabe la menor duda de que el aumento del saber en todos los ámbitos de la ciencia ha sido espectacular en las últimas décadas. El conocimiento del ser humano, que aumentará de forma gigantesca en cuanto se ...
El Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades Pedro Duque y la Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social María Luisa Carcedo han llegado a un acuerdo para que el Instituto de Salud Carlos III haga de nuevo Tribunal de la Inquisición y determine quiénes son los "herejes" que deben ser llevados a la hoguera de las "pseudoterapias".
¿Cómo es posible que el 40% de la población sufra hoy histaminosis?
Expertos en intolerancias y alergias alimentarias afirman que actualmente más de la mitad de la población occidental sufre reacciones adversas provocadas por alguno -o algunos- de los alimentos que consume pero es que hay quienes llegan a aseverar que hoy ¡más del 40% padece histaminosis! Y uno se pregunta: ¿cómo es posible que la histamina, molécula vital para la vida, pueda ser ahora la responsable de ocasionar tal cantidad de síntomas patógenos cuando se trata de una enzima que está presente en numerosos de los alimentos que el hombre consume desde hace milenios? ¿Qué está pasando? ¿Qué hay realmente detrás de la alertada “epidemia” de histaminosis?