La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acordado durante su última asamblea anual celebrada en Ginebra (Suiza) la necesidad de regular la medicina natural y las medicinas alternativas. La idea es lograr la mayor evidencia posible de la idoneidad de estos tratamientos con criterios de seguridad, eficacia y calidad. En los países desarrollados crece constantemente el número de pacientes que recurren a las medicinas alternativas. El 75% de los franceses, por ejemplo, asegura haber utilizado alguna terapia complementaria. Y el 75% de las clínicas y centros sanitarios alemanes ofrecen en ellos la Acupuntura.
Es más, la OMS calcula que sólo las plantas medicinales mueven cerca de 60.000 millones de dólares al año y la tendencia aumenta por lo que es necesario garantizar la calidad de los productos así como promover su aceptación terapéutica.