Es nauseabundo encender la televisión y escuchar decir día tras día que en el mundo apenas ha habido una decena de muertes entre millones de vacunados y que los escasos afectados por las vacunas para la Covid-19 son muy pocos y sus efectos adversos muy leves....
¿Cómo es posible que en los brazos de muchas de las personas a las que se han inoculado «vacunas Covid» se les «peguen» imanes y todo tipo de objetos metálicos?...
El Ministerio de Sanidad y Política Social que dirige Trinidad Jiménez va a destruir siete millones de dosis de las vacunas para la gripe A que compró. Y eso que ya regaló hace unas semanas otros cuatro millones ...
Solo un año después de hacer creer al mundo que existe una pandemia provocada por un peligrosísimo y mortal coronavirus que está matando a gran parte de la población la inmensa mayoría de las personas del planeta se han convertido en psicóticas,...
Ha bastado un solo caso grave de difteria en décadas para que España haya vuelto a ser objeto de una campaña masiva orquestada por la gran industria farmacéutica -aunque protagonizada por sus testaferros en las organizaciones médicas y sociedades científicas- para exigir vacunaciones masivas e indiscriminadas...
A pesar de que cualquier experto sabe que la posibilidad de que un virus animal contagie a un ser humano es ínfima –por no decir casi nula- los inventos de la “gripe porcina” y de la ”gripe aviar” dejaron tan buenos ...
Inicio / Revistas / Número 252 / Decenas de miles de muertos y cientos de miles de lesionados por las vacunas para la Covid-19
¿Hasta cuándo lo vamos a consentir?Numerosos alimentos contienen antioxidantes sintéticos dañinosEn el mundo hay autorizados seis antioxidantes de origen sintético presentes en muchos alimentos de consumo habitual a pesar de ser disruptores endocrinos, provocar alteraciones digestivas, dañar los riñones, alterar el metabolismo hepático, incrementar los niveles de colesterol en sangre y poder causar asma, reacciones alérgicas, insomnio e hiperactividad. Es más, según estudios con animales pueden provocar cáncer. ¿Cómo es posible pues que las agencias reguladoras internacionales permitan su utilización y no se informe de sus potenciales efectos adversos a la población?