Estimado Director: ante todo quiero darle las gracias por difundir una visión de la salud con sentido común. Claro que el sistema está muy bien tejido y hay que ir hilo a hilo deshaciendo la madeja....
Sr. Director: ¡resulta que ahora los hospitales públicos y clínicas privadas remodeladas de Madrid se han convertido en una especie de aeropuerto extraño! ¡Cuál fue mi sorpresa ayer cuando descubrí al ir al médico que yo había perdido mi nombre de pila para pasar a ser “L4J03”!...
Hola. Conozco desde hace sólo unos meses la revista -a la que me he suscrito- y no puedo por menos que agradecerles el esfuerzo que hacen compartiendo con nosotros tanta información y de tan buena calidad....
Sr. Director: le escribo esta carta un poco a la desesperada con el fin de que me puedan orientar. Mi padre está diagnosticado de cirrosis hepática desde hace 25 años -actualmente tiene 64- y siempre ha estado perfectamente hasta el año pasado que empezó a tener cuadros de encefalopatía hepática....
Estimado Sr. Campoy: quisiera agradecerles la labor que hacen con la revista. Gracias a ella mi padre ha dado un cambio increíble. Durante 5 años, debido a un meningioma atípico en la cabeza que se le reproducía muy rápidamente,...
Ante todo deseo felicitarles de nuevo por la revista que sigo con gran interés cada mes desde que la descubrí hace más de tres años. En el número de septiembre pasado leí con especial interés el artículo del Sr....
“Crónica de una sociedad intoxicada”: radiografía de un sistema sanitario en entredicho
Catedrático de Terapéutica y Farmacología Clínica en la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe del servicio de Farmacología Clínica del Hospital Vall d´Hebron de la misma ciudad, el doctor Joan-Ramón Laporte (77 años) ha plasmado en Crónica de una sociedad intoxicada, voluminosa obra de más de 600 páginas, las auténticas razones del creciente deterioro del sistema sanitario en todo el mundo. Con datos objetivos y perfectamente argumentados, el profesor Laporte asevera que la principal causa está en los intereses y prácticas de las compañías farmacéuticas porque controlan tanto la investigación y desarrollo de los fármacos como su aprobación, la formación de los médicos que los prescriben e, incluso, las agencias internacionales de regulación y la Organización Mundial de la Salud (OMS).