Sr. Director: hace poco leí un libro de la Dr. Hulda Clark en el que, para mi sorpresa, se dice esto: «Las enzimas también juegan un papel fundamental en el tratamiento del cáncer al eliminar los denominados agentes alquilantes que forman parte del complejo cancerígeno....
Estimado Sr. Campoy: soy española pero resido en Estados Unidos desde hace casi 30 años y la vida en este país me ha enseñado a desconfiar de toda informacion que me llega por las vías de comunicacion habituales,...
Estimado Director: desearía saber si existe algún tratamiento para el -cada día más abundante- problema de «ojo seco». Yo lo llevo padeciendo desde hace 3 años pero hasta hace unos meses no ha empezado a ser realmente preocupante y molesto....
Sr. Director: padezco de artrosis y asma extrínseca desde hace años. En un principio el asma se achacó a una hiperreactividad bronquial por agentes externos que me provocaban estornudos en serie -de cinco a 10 seguidos- pero nunca averiguaron el origen y derivó con el tiempo en un asma cada vez más severo;...
Sr: Director: ante todo le felicito por la claridad y coraje que expresan sus artículos. Bien, en el número 186 -correspondiente a octubre de 2015- publicaron ustedes un reportaje sobre la importancia de la epigenética y la glicina en la salud titulado ¿Será posible revertir el envejecimiento?...
Hola. Leyendo la revista he visto que el Dr. Santiago de la Rosa sugiere un medicamento homeopático para casos de tendinitis, el Solanum Compositum,...
“Crónica de una sociedad intoxicada”: radiografía de un sistema sanitario en entredicho
Catedrático de Terapéutica y Farmacología Clínica en la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe del servicio de Farmacología Clínica del Hospital Vall d´Hebron de la misma ciudad, el doctor Joan-Ramón Laporte (77 años) ha plasmado en Crónica de una sociedad intoxicada, voluminosa obra de más de 600 páginas, las auténticas razones del creciente deterioro del sistema sanitario en todo el mundo. Con datos objetivos y perfectamente argumentados, el profesor Laporte asevera que la principal causa está en los intereses y prácticas de las compañías farmacéuticas porque controlan tanto la investigación y desarrollo de los fármacos como su aprobación, la formación de los médicos que los prescriben e, incluso, las agencias internacionales de regulación y la Organización Mundial de la Salud (OMS).