Estimado director: el 27 de agosto apareció tanto en el diario «El País» como en «ABC» una noticia «científica» a toda plana que, con grandes titulares,...
El aceite de rosa mosqueta contiene también vitaminas C (en cantidad importante), E, B1 y B2 Me acabo de suscribir a su valiente y admirable revista y me gustaría saber si conocen alguna terapia alternativa para la diabetes tipo I....
Estimado director: soy lectora de la revista desde hace año y medio y se la estoy recomendando a todas las personas que, como yo, están atravesando un trance difícil con algún familiar....
Sr. Director: tras leer en la revista el método de vitalización del agua de Johan Grander me puse en contacto con el importador para saber si podría servirle a mi madre -tiene 97 años- ya que hace poco se rompió la pierna derecha....
LECTINAS: PROTEÍNAS SALUDABLES DEMONIZADAS COMO “ANTINUTRIENTES”Las propiedades citotóxicas, antitumorales, antimutagénicas y anticancerígenas de las lectinas, grupo de proteínas presentes en la mayoría de los vegetales y en algunos animales y microorganismos, se han convertido en nuevo centro de interés de investigación biomédica por su potencial para ayudar a desarrollar “fármacos diana” con los que tratar el cáncer minimizando -eso dicen- los efectos adversos de los quimioterápicos actuales. Y es que la industria farmacéutica sigue sin querer reconocer que una simple dieta basada fundamentalmente en vegetales reduce la incidencia de la obesidad, la diabetes, los trastornos inmunes, el mismo cáncer y otras muchas patologías; prefiere obviarlo para poder seguir elaborando fármacos con unas proteínas ya presentes, de hecho, en muchos alimentos. Es más, tales lectinas han empezado a ser “demonizadas” por empresarios con pocos escrúpulos que afirman ahora -falsa y gratuitamente- que son ¡las principales responsables de la mayoría de las enfermedades! y de ahí que las califiquen de “antinutrientes”. Su idea ha sido crear un problema inexistente para vender sus productos alegando que con su ingesta se resuelve el problema; estamos pues ante un nuevo caso de marketing vergonzoso al que pretende darse “pedigrí científico” y que las autoridades sanitarias consienten con su inacción. Les explicamos qué hay detrás de todo esto.