Los abuelos españoles se han hartado de que nadie cuente con ellos, de que se les considere «cargas sociales» objeto de mercadeo político, de que no se valore su experiencia y sabiduría, de que se les arrincone en todas partes y de que no se cuente con ellos para nada. Y han decidido iniciar su particular revolución reuniéndose para reivindicarse como personas y exigir que se les considere elementos socialmente útiles. Si el ejemplo iniciado en Madrid cunde los políticos pueden echarse a temblar. La revolución de los abuelos está en marcha. Sumarios: Los abuelos españoles se han hartado de (...)
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