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Septiembre 2003
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¿Por qué quiere Sanidad prohibir la formulación magistral?

¿Imagina poder acudir al médico y que éste le recete el medicamento indicado a su dolencia en la dosis adecuada a su peso, estatura, edad y estado general? Ideal –pensará– porque no todos somos iguales. Y habría menos efectos secundarios y reacciones  adversas. Pues esa posibilidad existe. Fue la base de la farmacología moderna y ha sobrevivido en el alma de algunos médicos y en el corazón de las reboticas de muchas farmacias. Es la formulación magistral y está recogida en la Ley del Medicamento de 1990 como una posibilidad más de las que dispone el médico para tratar la salud de sus pacientes. Hoy, sin embargo, tras siglos de supervivencia, quieren hacerla desaparecer. Los intereses económicos de algunos mandan.