Repostería sin azúcar
Número 11 - Diciembre 1999
Tiempo de lectura: 5 minutos
La utilización de edulcorantes –tanto naturales como artificiales– en sustitución del azúcar está imponiéndose como costumbre en el uso diario de la alimentación personal –y no sólo a la hora de andulzar las infusiones, el café o las fresas– sino en la fabricación industrial –colas, refrescos, gaseosas, etc.–. De hecho, son cada día más los reposteros que han decidido sustituirlo también en la fabricación de pastas, pasteles, tartas, dulces, helados… Una medida inteligente aunque campañas apoyadas incluso oficialmente –poderoso caballero es Don Dinero– defiendan las inexistentes virtudes del azúcar.

Este texto solo está disponible para suscriptores.