Sr. Director: el Consejo Superior de Deportes -evidentemente amparado por el ministerio correspondiente- está avalando a Novartis -empresa farmacéutica privada- en su campaña Ejercicio por un tubo,...
Sr. Director: soy la madre de una niña que tuvo cáncer. Y digo tuvo porque mi hija falleció -si no diría tiene- ya que hoy no hay ningún tratamiento que cure esta enfermedad....
Estimado Sr. Campoy: debo felicitarle por el artículo que ha salido en el número 173 sobre los peligros de las vacunas y los coadyuvantes. Mi especialidad como quelador clínico me lleva desde hace más de 25 años a intentar concienciar a las personas sobre este ámbito que como usted bien sabe no es exclusivo de las vacunas pues afecta a los empastes dentales y las prótesis de titanio (inducen alergia),...
Señor Director: a mi cuñada le salieron a los 44 años de forma espontánea y sin darse ningún golpe tres manchas redondas de color morado en la cara anterior de las piernas;...
Sr. Director: hace un año me diagnosticaron una hiperplasia benigna de próstata que me trataron con Cardura (doxazosina) sin que haya mejorado en absoluto;...
Estimado Sr. Campoy: quisiera ante todo felicitarle y darle las gracias a usted y a su equipo por la fantástica labor que están realizando y que tanto ayuda a mejorar la calidad de vida de muchas personas....
“Crónica de una sociedad intoxicada”: radiografía de un sistema sanitario en entredicho
Catedrático de Terapéutica y Farmacología Clínica en la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe del servicio de Farmacología Clínica del Hospital Vall d´Hebron de la misma ciudad, el doctor Joan-Ramón Laporte (77 años) ha plasmado en Crónica de una sociedad intoxicada, voluminosa obra de más de 600 páginas, las auténticas razones del creciente deterioro del sistema sanitario en todo el mundo. Con datos objetivos y perfectamente argumentados, el profesor Laporte asevera que la principal causa está en los intereses y prácticas de las compañías farmacéuticas porque controlan tanto la investigación y desarrollo de los fármacos como su aprobación, la formación de los médicos que los prescriben e, incluso, las agencias internacionales de regulación y la Organización Mundial de la Salud (OMS).