Muy estimado Sr. Campoy: no es sólo el membrete formal de una carta cualquiera. Siento por usted verdadera estima ya que a través de su revista y de su libro La Dieta Definitiva he podido solucionar problemas de salud que con los médicos convencionales fue imposible resolver....
Estimados señores: creo que las cosas no suceden simplemente por azar. Hace unos días me encontraba yo pensando cómo era posible que algunos hechos que a mí se me presentaban tan claros parecían ignorarse o no compartirse cuando de repente me encuentro por primera vez con su revista y hallo exactamente el sentir que viene ocupando mis pensamientos....
Estimados señores: soy lector asiduo de la revista y me he informado de los perjuicios que puede causar la quimioterapia y radioterapia en las personas enfermas de cáncer pero ahora,...
Sr. Director: circula por Internet un email en el que un profesor llamado Vicente Tortosa Pérez que trabaja en la Universidad de Almería (España) -concretamente en la Unidad de Extensión Universitaria adscrita al Vicerrectorado de Servicios Generales con sede en Camino del Pozuelo s/n de Cuenca- advierte de que un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton (Nueva jersey,...
Sr. Director: cada año me pasa lo mismo. A medida que se acercan las fiestas navideñas me empiezo a sentir cada vez más triste hasta el punto de que a mediados de diciembre entro ya en una especie de pre-depresión....
“Crónica de una sociedad intoxicada”: radiografía de un sistema sanitario en entredicho
Catedrático de Terapéutica y Farmacología Clínica en la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe del servicio de Farmacología Clínica del Hospital Vall d´Hebron de la misma ciudad, el doctor Joan-Ramón Laporte (77 años) ha plasmado en Crónica de una sociedad intoxicada, voluminosa obra de más de 600 páginas, las auténticas razones del creciente deterioro del sistema sanitario en todo el mundo. Con datos objetivos y perfectamente argumentados, el profesor Laporte asevera que la principal causa está en los intereses y prácticas de las compañías farmacéuticas porque controlan tanto la investigación y desarrollo de los fármacos como su aprobación, la formación de los médicos que los prescriben e, incluso, las agencias internacionales de regulación y la Organización Mundial de la Salud (OMS).