La necesidad de pararse en el camino de su vida
Número 31 - Septiembre 2001
Tiempo de lectura: 5 minutos
¿Ha aprovechado las vacaciones veraniegas para hacer un alto en su vida o las ha convertido en otra etapa más de la rutina diaria que, generalmente, nos condiciona a lo largo de todo el año? Porque si normalmente cualquier cambio que se produce en nuestra vida nos coloca ante la posibilidad de dar un paso adelante en el camino de la autoconsciencia, las vacaciones deberían ser siempre ese lapsus que nos haga romper con nuestra actividad diaria, con el ambiente, los horarios, las personas y la actividad que normalmente desarrollamos para proporcionarnos nuevos decorados que trastoquen el orden establecido. Ello nos permite dos cosas importantes: la primera, que al alejarnos del núcleo en el que estamos habitualmente metidos y colocarnos en una órbita más alejada tenemos una mayor perspectiva de lo que estamos viviendo; y la segunda, que ante el reto de las nuevas situaciones el cerebro se ve estimulado y se abre para contemplar soluciones más creativas que antes ni siquiera habíamos vislumbrado.

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