La vida en la muerte
Número 30 - Julio - Agosto 2001
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La verdad es que antes de nacer… ya empezamos a morir. Y es que un importante porcentaje de las neuronas son eliminadas ya en el período del desarrollo embrionario. Por ejemplo, para que una mano sea una mano el tejido existente entre los dedos debe ser eliminado. Para que un sustrato se convierta en escultura, la materia debe modelarse con la renuncia y el sacrificio. Y para atender a una sola cosa debemos renunciar a todas las demás. No se puede espirar mientras se inspira. No se puede dar si se piensa en la recompensa. No se puede estar vivo si uno no cambia. Y el cambio es poder estar, a cada instante, renaciendo.

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