Vivir en el caos
Número 23 - Diciembre 2000
Tiempo de lectura: 4 minutos
Nuestra educación –como nuestra cultura– nos ha enseñado desde pequeños a creer que sólo existe aquello que somos capaces de captar con nuestros sentidos. Sin embargo, hoy se sabe que apenas registramos con nuestros órganos sensoriales la dos mil millonésima parte de las cosas que suceden a nuestro alrededor siendo eso que percibimos lo que conforma nuestras creencias y ellas, a su vez, nuestra concepción de la realidad. Y nuestras creencias son las vías principales por donde circula nuestra vida.

Este texto solo está disponible para suscriptores.









